Capítulo 2: Hablar firme

Si estar embarazada era una sorpresa para mí, después de solo haber tenido seco una sola vez, tener cinco bebés en mi interior, sí que es llevar la sorpresa a las ligas mayores. Incluso para Curthwulf es demasiado y no lo culpo, es mucho que procesar para mí también.

— ¿Está segura de que son cinco bebés y no uno? — pregunta Curthwulf y yo miro hacia la doctora que nos sonríe.

— Son cinco bebés. — confirma la doctora mirando la pantalla.

— He escuchado que hay muchos errores médicos, ¿no será este uno?

— Bueno, es normal que nos equivoquemos en ciertas cosas, porque somos humanos. Pero, equivocarnos de un bebé a cinco, si es un error bastante difícil que suceda. — dice la doctora sonriendo un poco incómoda.

— Es que no puede ser.

— ¿Por qué no? Los embarazos múltiples suceden, no tan a menudo, pero suceden. Y en su caso, ha sucedido, mírelos — dice señalando un círculo — este es un bebé, este es el segundo, tercero, cuarto y quinto. — dice señalando cada circulo, mientras Curthwulf peina su cabello con frustración.

— Cinco bebés, ¿Cómo es posible? — murmuro en un hilo de voz.

— ¿Es su primer embarazo? Porque si es el segundo, posiblemente no sufra como en el primer embarazo y tenerlos normal, es más posible.

— Es mi segundo embarazo, el primero, lo perdí. — murmuro con dolor.

— Entonces, felicidades por esta recompensa grande. Dicen que cuando un bebé viene después de una perdida, es un bebé arcoíris que iluminara de colores tu mundo, disfrute sus cinco arcoíris hermosos. — dice la doctora y yo asiento sonriendo, mientras limpio mis lágrimas.

He pasado, por tanto, que lo merezco. Merezco estar rodeada de cinco bebés y dos niños maravillosos que me aman y me dicen mamá. Eso es bueno, es una buena noticia. — me digo mentalmente.

— ¿Es demasiado riesgoso que tenga un aborto ahora mismo o cuando puede hacerlo? — pregunta Curthwulf y yo suspiro profundo.

Esto es agotador. Tanto que resulta molesto. — digo mentalmente.

— ¿Disculpe? — pregunta la doctora confundida.

— Lo que ha escuchado. — dice Curthwulf.

— ¿Los bebés están sanos? — pregunto intentando sacar del asombro a la doctora.

— ¿Eh?

— ¿Puede revisar eso ahora?

— No es necesario, de todas maneras, pronto no estarán — dice Curthwulf con tanta frialdad que no sentir dolor y frío es imposible.

— Sal de aquí, Curthwulf.

— Charlotte…

— Vete de aquí, te quiero fuera de este consultorio. — digo firme.

— Soy el padre de los bebés, mi lugar es aquí.

— Entonces actúa como tal. Porque un padre, no desea la muerte de los hijos que aun no han nacido. Así que, si vas a seguir siendo un malnacido, sal de este lugar. 

— Charlotte, es por tu bien.

— Por mi bien, es que te pido que salgas. Necesito recibir la información de los bebés completo y tú no me lo permites.

— Charlotte…

— Vete de aquí sí solo vas a hablar de abortos. — digo mirándolo con tanto odio, que su mirada roja desaparece y sus ojos claros no son capaces de mirarme.

— Bien, entonces, ¿Qué hago? — pregunta la mujer de mirada amarilla y tímida

— Lo que ella diga — dice Curthwulf y yo dejo caer mi cabeza en la almohada al haber ganado por ahora. 

— Bien, de acuerdo con lo que veo, las cosas están bien. Pero, apenas está empezando el embarazo y si no toman las medidas necesarias, eso podría cambiar.

— ¿Cuánto tiempo tengo?

— Con lo que veo aquí, podría decir que tiene tres o cuatro semanas. Normalmente, deberíamos contar desde su último periodo, esa fecha debería ayudarnos.

— Fue hace tiempo, tuve el aborto y de inmediato quedé embarazada. Así que…

— En la próxima cita, de acuerdo con cuanto han crecido, podremos tener una mejor idea. — dice la doctora sacando ese aparato molesto de mi vagina.

La doctora comienza a hablar de los cuidados y todo lo que debo beber, aunque eso solo logra que Curthwulf bufe molesto o sonría carente de gracia.

— ¿De verdad cree que esa medicina va a funcionar? Soy un alfa, esos bebés tienen mi sangre y están en el cuerpo de una humana. Es básicamente antinatural.

— Eso debió pensarlo antes de escoger una luna humana, ¿no cree, señor?

— Bien, no lo pensé, pero, ahora lo estoy pensando bien y…

— Ella es humana, el medicamento que le daremos para que su cuerpo no rechace al bebé, es medicina para humanos que su cuerpo va a aceptar. Pero, si fuese bueno que buscara la forma de que esos bebés no molesten a su madre. 

>> De acuerdo con la historia clínica que me envío el señor Cottwell, lo mejor es que estén buscando alternativas para que esos bebés nazcan bien y sin causarle tantos problemas a la madre.

— No hay medicina que sirva para los hombres lobos, ¿Qué le hace creer que esta vez será diferente?

— Son hijos de una humana, naturalmente no es igual a los lobos que nacen de dos lobos o son transformados por un hombre lobo. Nuestra sangre humana no supera en muchos casos el diez por ciento. 

>> Estos bebés tendrán más del cincuenta por ciento. Eso puede ser muy bueno para los medicamentos. Así que, no crean que todo está perdido y sigan buscando. Si logran algo, será una ayuda para las generaciones del futuro.

— Está bien, trabajaré en ello. — digo sonriente por tener buenas noticias, pero, Curthwulf no cambia su malhumor.

— ¿Puede darnos un momento a solas? — pregunta Curthwulf a la doctora y esta asiente.

La mujer se marcha y Curthwulf me mira fijamente. Sé lo que va a decir y eso, inicia mi dolor, porque pensar en lo que dice y que lo diga, hace que duela doblemente. 

— Si vas a hablar de aborto, déjalo. No quiero escucharlo. — digo firme.

— ¿Crees que no me duele decirlo? Charlotte, siento que cada vez que lo pienso, mi mente se vuelve en llamas y cuando lo digo, mi garganta duele con la misma intensidad de mi corazón.

— Entonces, ¿Por qué lo dices? ¿Por qué eres tan cruel y dices algo que nos duele a ambos? — pregunto herida y él suspira profundo.

— Me siento miserable haciéndolo. Me duele decirlo porque yo quiero que tengamos nuestros hijos, he querido que seas la madre de mis hijos. Cada fibra de mi cuerpo, cada minúscula parte te ama tanto que desea tener todos los hijos posibles contigo y ser felices.

— Entonces, ¿Por qué haces esto?

— Porque sé que, si soy egoísta y ambicioso con ser padre nuevamente, te perderé y prefiero no ver a nuestros hijos a no verte a ti. Entiende, amo a los bebés y no sabes cuanto duele mi corazón por no poder tenerlos a ambos, pero, debo escogerte a ti.

>> Porque puedo vivir sin los bebés, pero, no sin ti. Mi vida se resume a ti, así que, por favor, no seas dura conmigo y acepta el aborto. Podemos adoptar, podemos hacer tantas cosas que no te asesinen. Solo acepta cariño, por favor.

Quería aceptar, pero, no podía. Quiero ser madre, una madre que siente a sus hijos en su interior, que sufre por el parto y amamanta, y nada de eso puedo tenerlo si adopto. 

— Entiéndeme. Así como no puedes renunciar a mí, yo no renunciar a los bebés. A nuestros bebés, Curthwulf. Así que, si debo pelear contigo por ellos, lo haré. Por lo que, piensa bien que vas a hacer, porque yo sí sé que haré; defender a mis hijos a cada uno de ellos. — digo firme para después marcharme.

¿Por qué todo es tan complicado para nosotros? ¿Por qué no podemos ser felices?

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