Estaba lista para subirme al auto, cuando Curthwulf apareció con su rostro completamente enojado y su mirada roja. Era evidente que no había aceptado mi decisión, pero, no iba a pensar en él, cuando él no pensaba en los bebés.
— Charlotte, por favor.— Creo que ya hablamos suficiente. Min, ¿puedes llevarme a casa? Necesito ir por los niños.— Ni tú ni los niños se van a ir quien sabe a dónde con ese hombre. — No me dejas otra opción, no puedo quedarme en casa de alguien que incluso contra mi voluntad, quiere que pierda a los bebés. — Lo digo por tu bien. — insiste Curthwulf.— Creo que ya estoy lo suficientemente grande para saber qué es lo que quiero. Así que, no sigas molestando con algo que no va a hacerme cambiar de parecer.— Bien, hagamos algo. Puedes quedarte en una de las propiedades que tenemos y te aseguro que nadie va a atreverse a tocarte sin tu consentimiento.— Ellos me respetan, Curthwulf. Pero, cuando ambos damos una orden, van a acatar la tuya y no me molesta, porque al final eres el alfa y yo… jamás podría estar en tu nivel de mando.>> Pero, eso me deja claro que al tú ordenar que me hagan algo para perder los bebés, lo harían. Así que, no puedo confiar en ti. Yo no estaría cómoda quedándome en tus propiedades. — No me atrevería a dañarlos si eso te causa más daño a ti. Si quieres, puedes decirle a este hombre que te proteja. Los vampiros son muy resistentes. Pero, por favor, quédate donde pueda verte.— ¿Para qué? ¿Quieres planear cuando atacar?— No, lo digo porque Gustav sigue fuera y no sé si sea buena idea alejarse, cuando el peligro puede estar en cualquier parte. Lo digo por tu bien y también por el mío.Es verdad. Aunque odie que tenga razón, no puedo cometer el error de marcharme y exponer a los niños y a mí por ser terca.— Está bien. Pero, yo voy a escoger donde vivir y no quiero que ningún lobo se me acerque. No confío en ellos cuando su jefe desea que aborte. — digo seria y Curthwulf asiente con resignación— Está bien como lo deseas. Ahora, vámonos, los niños deben estar preguntándose donde estamos.— Y los niños estarán conmigo. Los dos — digo firme.— Claro que sí. Eres su madre. Si deben estar con alguien, es contigo. — dice Curthwulf y mi corazón late emocionado.Han pasado varios meses desde que un hombre con ojos rojos me dijo que su hijo me había escogido como su madre y aunque en ese tiempo, me parecía una locura, ahora cada vez que lo menciona, mi corazón crece de orgullo.Asiento y lo sigo cuando me escolta hasta uno de los autos, donde uno de los hombres de Min nos acompaña, aunque eso no le agrada a Curthwulf. Su mirada está perdida y como muchas veces, quiero saber qué es lo que pasa por su mente. Pero, obviamente, no me dirá.— Lamento complicar tanto las cosas, pero, realmente quiero a estos bebés. — murmuro y Curthwulf suspira profundo— En otras circunstancias, sería el hombre lobo más feliz del mundo. pero, no es posible cariño. No quiero ser el malo, pero, debo protegerte.— No voy a hablar más de eso. — digo firme y él guarda silencio durante todo el recorrido.Apenas llegamos al aeropuerto, veo a los niños jugando un juego de mesa y celebrando cada pequeño triunfo. Apenas llego a un metro de ellos, los dos levantan su mirada y corren a abrazarme.— Qué bueno que estes bien, mamá. — dice Lowell y yo miró hacia Curthwulf.— Sí, cariño. Estoy bien.— Yo los voy a cuidar. Zaid también lo hará, ¿verdad?— ¿Qué voy a hacer? — pregunta Zaid preocupado.— Nada, mi amor. Sigan jugando. Ya estamos por irnos.— Charlotte, si deseas, puedes ir conmigo en el avión — dice Min y de inmediato, Lowell gruñe.— Identifícate, ¿amigo o enemigo? — pregunta Lowell mostrando sus dientes y gruñendo.— Vaya, tranquilo, amigo. Soy un buen amigo de tu mamá. No necesitas ser hostil conmigo. — dice Min y mi corazón duele al ver como unos niños que deberían estar disfrutando de su niñez, están pendiente de algún enemigo por todo lo que han pasado.— ¿En serio, mami?— Sí, mi amor. Es un amigo de mamá. Ahora, vamos a sentarnos, van a despegar y gracias, Min, estaré bien aquí.— Está bien, nos vemos más tarde. — dice Min y se marcha.Respiro profundo, mientras ignoro las miradas asesinas de los tres hombres de mi vida, porque hasta Zaid se ha vuelto posesivo. Suspiro profundo y me siento esperando el despegue.Cuando Curthwulf está por sentarse frente a mí, Lowell se sienta en el mismo y Zaid se coloca al lado mío. Cuando Curthwulf intenta sentarse al lado de su hijo, este se convierte en lobo y ocupa los dos puestos como si nada.— ¿Ahora soy el enemigo? — pregunta Curthwulf molesto y su hijo lo mira fijamente. — Bien, lo entiendo. — dice Curthwulf marchándose.De inmediato, Lowell se transforma en lobo mirando mal a su padre mientras se cruza de brazos.— ¿Qué le dijiste a tu padre?— Solo que no estuviera aquí. Porque somos la familia que si quiere ser mucho más grande y no queremos malos hombres que dicen cosas que no son correctas.— No deberías hablarle así a tu papá. Además, ¿Cómo sabes lo que sucede?— Retmus estaba pensando sobre ello y yo lo escuché. Hombre malo, es mi papá, pero, es un hombre malo.Retiro lo dicho sobre que sería agradable poder comunicarse con la mente, eso deja expuesto muchos pensamientos que no quiero que alguien más sepa. — murmuro mentalmente.— Cariño, aunque no estes de acuerdo con las cosas que descubres, no puedes ser grosero con tu padre. Recuerda que es tu familia, no tu enemigo.— Mi tío trató de matarme y en ese momento, vi a mi padre como mi héroe, pero, es claro que papá no es un héroe y no puedo no ser hostil con él, cuando lo es con mis hermanos. — dice Lowell serio y yo suspiro profundo.— ¿Hermanos? ¿Estas esperando un bebé mamá… tía? — pregunta Zaid con tristeza.Oh, es cierto. Una cosa es como lo tome Lowell y otra, como lo tome Zaid. Él es un niño que básicamente esta sin sus padres y que aparezca un nuevo bebé o en este caso, cinco, no es algo que deba gustarle. Pero, debo decirle, es algo que no se puede ocultar.— Sí, cariño. En mi vientre crece vida.— Oh, entiendo — dice Zaid bajando su mirada.— Pero, cariño, no te pongas triste, serás un hermano mayor, serás como Lowell es para ti, ¿no te parece grandioso?— Pero, lo amarás más a él que a mí. Porque si será tu bebé. — dice Zaid con tristeza y yo suspiro profundo.— ¿Amas tanto a tu madre que no me amas a mí?— No, las amo a las dos, pareciéndose físicamente o no, las amo a las dos. — Bueno, yo también te amare y a Lowell sin importar cuantos bebés tenga. Porque son mis niños grandes. Siempre los voy a amar, aunque ya sean unos niños grandes que no quieran estar cerca de mamá.— Eso no va a pasar. Siempre estaré contigo. Papá que siga viajando donde quiera, porque nosotros cuidaremos de ti y nuestro hermano pequeño, ¿cierto, Zaid?— Cierto. Cuidaré de ellos porque soy el hermano mayor — dice Zaid más alegre y yo sonrío al tener a mis dos pequeños de acuerdo con mi embarazo, aunque hay un lobo que gruñe molesto por no tener a alguien de su lado.Despegamos y cuando el piloto nos dice que podemos levantarnos de nuestras sillas si lo deseamos, los niños se bajan de sus asientos y toman mis manos mientras sonríen a mi vientre. Algo que hace que bufe molesto Curthwulf.— Vamos, mamá. Tú y mi hermano o hermana necesita descansar. — dice Lowell sonriente.— Jueguen mientras puedan. Que, aunque me odien, no pueden seguir con esto. — dice Curthwulf y Lowell gruñe.— Los dos, es suficiente. Tú no digas esas cosas delante de los niños y Lowell, respeta a tu padre. — digo firme y los dos giran sus miradas, pero, no se gruñen entre sí.— Está bien. — dicen los dos y yo confirmo que estoy rodeada de niños.Zaid me jala y yo lo sigo hacia la habitación donde los dos me ayudan a quitar los zapatos y acomodarme en la cama.— Necesitas descansar y no te preocupes por papá. Voy a hacer vigilancia. Si quiere ser el malo, yo seré el héroe, mamá. Quisiera decir que eso me tranquiliza, pero, no es así. Con lo que he visto de los lobos, son muy al
¿Cómo podía ignorar que estaba molesta con él por algo tan importante solo porque me nalguea? Y lo peor, es que yo era de las mujeres que desaprobaba cualquier tipo de golpe, aunque fuera en el acto sexual y consensuado.Y aquí estoy, tragándome mis desapruebo, porque me ha gustado que me nalguee, al punto de tener un orgasmo. Vaya, sí que debo ser tonta para perder la fuerza de voluntad tan rápido.Una nalgada fuerte esta vez en mis glúteos, me hace volver a la realidad y levantar mi vista hacia el hombre que me observa con su mirada roja y no precisamente por tener rabia. — ¿Por qué no puedo serlo? No quiero seguir siendo una débil humana.— Débil o no, eres mía y no voy a permitir que cometas la locura de ser una vampira, menos cuando estas embarazada, Charlotte— Entonces, conviérteme en lobo. Es fácil. — murmuro y Curthwulf me aparta de sus piernas y me toma de los brazos.— Aunque existiera esa posibilidad, los bebés no podrían sobrevivir a algo así, por lo que, no es buena ide
Curthwulf se levantó de su asiento y mirándonos con enojo, nos dijo tantas cosas, pero, yo tomé la mano de Lowell y me alejé antes de que dijera algo. Ya había hablado y solo lo había hecho para herir a los demás, así que, no iba a permitírselo.— Vamos a sentarnos. Dejemos a tu papá donde sea que haya enviado las cosas de la cas ay nosotros nos iremos a Italia, ¿les parece?— Estas loca si crees que voy a permitir que te vayas para Italia.— Entonces, ven con nosotros, estoy seguro de que habrá italianas que te hagan feliz y no las mates por solo morderlas o que ellas te arañen — digo con frialdad.Lo amo, Dios es testigo que lo amo, pero, ya he tenido suficiente del odio hacia los bebés. Así que, no voy a caer como lo hice cuando me estaba dando nalgadas. No puedo ser débil. no cuando peleo por algo grande.— Vamos a sentarnos, estoy cansada. — digo sentándome lo más lejos del asiento de Curthwulf.— Podrán evitarme todo lo que quieran, pero, así estén en un bosque, solo necesitan l
Me preparo para el impacto, mientras imploro que mis hijos se encuentren bien después de ello. Sin embargo, el golpe no es fuerte como lo pensé, sino que, parece que he caído sobre un gran oso de peluche. Incluso, puedo sentir su pelaje con olor a manzanilla.— ¡Charlotte, ¿estas bien?! — pregunta Carlos mientras se transforma en humano.— Yo… ¿estas bien tú?— Me transformé en gato y caí bien, pero, ¿Qué hay de ti? — dice Carlos y como puedo me levanto, mientras el lobo debajo de mí gimotea, para después levantarse.Sus ojos amarillos, mostraban preocupación, pero, no era por el dolor que le había causado la caída a él, si no, por mí. Podía sentirlo. Eso era lo que quería decirme con su mirada.— ¿Eres tú, Retmus? — pregunto y el lobo asiente.— Debemos irnos. — dice Carlos mientras escucha los disparos.— Gracias por salvarme. — murmuro y el lobo me cubre mientras con su hocico que empuja para que camine.Sorprendida, subo al auto y es allí cuando Retmus se transforma en humano y sa
El auto nos deja en una gran casa donde por fortuna, no somos recibidos con disparos. Apenas llegamos, Lowell se transforma en lobo, mientras yo cargo a Zaid, sin intenciones de entregarlo a alguien.Si algo he entendido es que no puedo alejarme de los niños por mucho tiempo, porque pasa algo. Preocupada, soy escoltada hacia el interior de la casa donde un hombre ya nos espera con apósitos y otras herramientas de medicina.— ¿Quién es usted y que piensa darle? — pregunto cuando el hombre saca una pastilla para Zaid.Lowell gruñe y aunque no me agrada que siempre este a la defensiva Lowell siendo solo un niño, me alegra tener su respaldo. — Solo es medicamento para el dolor. Aunque no fue un corte demasiado profundo, debemos darle medicamento para que no se le infecte.Dudo de sus intenciones y aunque él me entrega el empaque que me hace confirmar que es antibiótico, no soy capaz de darle eso a mi pequeño. Aunque quiero que lo atiendan, con este atentado, desconfío de cualquier person
Todos habíamos sido atendidos y ya estábamos en la sala pensando en una solución para mi seguridad sin que esto no estuviera relacionado con Min y yo viviendo en una casa. Pero, no teníamos muchas opciones.— Deberías darte por vencido. Siempre van a estar atacándote o tú estarás respondiendo a las provocaciones, así que, debes aceptar que vas a dejarme sola con los niños y que Min es la mejor opción. — digo y él niega de inmediato.— No es la mejor opción, porque tenemos a Carlos. — dice Curthwulf mientras el gato comienza a lamer su pierna.Confundida, miro hacia el gato que supuestamente es Carlos y Curthwulf sigue mi mirada, suspirando profundo y marchándose para al minuto más tarde, traer a Carlos, quien viene con una copa de vino en su mano.— ¿No eras tú ese gato? —pregunto confundida— Bueno, muchas veces cuando están discutiendo sobre algo que no me importa o simplemente no quiero ser parte de la conversación, coloco un gato idéntico a mí mientras escucho a lo lejos lo que su
Narrador omnipresenteLa muerte estaba cerca, sabía que en la sala estaba el ambiente tan pesado que un ataque de uno de los presentes, llevaría a por lo menos uno moriría. Porque en seres como ellos, el enojo era como una fuga de gas donde en cualquier momento ocurriría una chispa que terminaría con una explosión y esa chispa era Curthwulf.— ¿Qué acabas de decir? — pregunta Curthwulf con enojo.— Seamos sinceros, yo la conozco desde hace años y nunca la lastimé o llevé al peligro como tú lo has hecho. De camino aquí, supe todo lo que ella ha vivido por tu culpa y eso, no me agrada.— ¿Por qué me investigaste? — pregunta Charlotte confundida.— Bueno, debía saber quién te quitó mi sello. Fue por eso, que vine— ¿Sello? ¿De qué sello hablas? — pregunta Curthwulf.— Supe que ella tenía una conexión poco saludable para ella con los hombres lobos, así que, en una galleta sellé su esencia. — informa Seok Min y todos se observan confundidos.— Es imposible, yo percibí su aroma cuando la co
Mientras Lowell sonríe y muestra cada detalle a Zaid, quien está en silla de ruedas, porque Curthwulf así lo ordenó, aunque era lógicamente innecesario. Los dos niños se alejan y yo los sigo para no perderlos de vista al ver que el castillo al que apenas hemos llegado, parece un laberinto.—Vaya, hay mucho que ver aquí. — dice Zaid sonriendo.—Es un castillo creado hace más de tres siglos. Por lo que, hay mucho que ver. — informa Seok Min.—¿Si es seguro que estemos aquí? No quiero que en un descuido se nos caiga una de las paredes encima. Además, los niños tienden a jugar mucho y no quiero estar preocupado porque por un salto se caiga el piso o algo así. — dice Curthwulf mostrando problemas en la casa para poder marcharse.Sabía que Charlotte tomaba muy en cuenta la seguridad de los niños y aunque veía a Seok Min como alguien en quien podía confiar, no podía hacerlo si los niños estarían en algún peligro al quedarse.—Si esta así de deteriorado, entonces, yo no… — comienza a