Me preparo para el impacto, mientras imploro que mis hijos se encuentren bien después de ello. Sin embargo, el golpe no es fuerte como lo pensé, sino que, parece que he caído sobre un gran oso de peluche. Incluso, puedo sentir su pelaje con olor a manzanilla.— ¡Charlotte, ¿estas bien?! — pregunta Carlos mientras se transforma en humano.— Yo… ¿estas bien tú?— Me transformé en gato y caí bien, pero, ¿Qué hay de ti? — dice Carlos y como puedo me levanto, mientras el lobo debajo de mí gimotea, para después levantarse.Sus ojos amarillos, mostraban preocupación, pero, no era por el dolor que le había causado la caída a él, si no, por mí. Podía sentirlo. Eso era lo que quería decirme con su mirada.— ¿Eres tú, Retmus? — pregunto y el lobo asiente.— Debemos irnos. — dice Carlos mientras escucha los disparos.— Gracias por salvarme. — murmuro y el lobo me cubre mientras con su hocico que empuja para que camine.Sorprendida, subo al auto y es allí cuando Retmus se transforma en humano y sa
El auto nos deja en una gran casa donde por fortuna, no somos recibidos con disparos. Apenas llegamos, Lowell se transforma en lobo, mientras yo cargo a Zaid, sin intenciones de entregarlo a alguien.Si algo he entendido es que no puedo alejarme de los niños por mucho tiempo, porque pasa algo. Preocupada, soy escoltada hacia el interior de la casa donde un hombre ya nos espera con apósitos y otras herramientas de medicina.— ¿Quién es usted y que piensa darle? — pregunto cuando el hombre saca una pastilla para Zaid.Lowell gruñe y aunque no me agrada que siempre este a la defensiva Lowell siendo solo un niño, me alegra tener su respaldo. — Solo es medicamento para el dolor. Aunque no fue un corte demasiado profundo, debemos darle medicamento para que no se le infecte.Dudo de sus intenciones y aunque él me entrega el empaque que me hace confirmar que es antibiótico, no soy capaz de darle eso a mi pequeño. Aunque quiero que lo atiendan, con este atentado, desconfío de cualquier person
Todos habíamos sido atendidos y ya estábamos en la sala pensando en una solución para mi seguridad sin que esto no estuviera relacionado con Min y yo viviendo en una casa. Pero, no teníamos muchas opciones.— Deberías darte por vencido. Siempre van a estar atacándote o tú estarás respondiendo a las provocaciones, así que, debes aceptar que vas a dejarme sola con los niños y que Min es la mejor opción. — digo y él niega de inmediato.— No es la mejor opción, porque tenemos a Carlos. — dice Curthwulf mientras el gato comienza a lamer su pierna.Confundida, miro hacia el gato que supuestamente es Carlos y Curthwulf sigue mi mirada, suspirando profundo y marchándose para al minuto más tarde, traer a Carlos, quien viene con una copa de vino en su mano.— ¿No eras tú ese gato? —pregunto confundida— Bueno, muchas veces cuando están discutiendo sobre algo que no me importa o simplemente no quiero ser parte de la conversación, coloco un gato idéntico a mí mientras escucho a lo lejos lo que su
Narrador omnipresenteLa muerte estaba cerca, sabía que en la sala estaba el ambiente tan pesado que un ataque de uno de los presentes, llevaría a por lo menos uno moriría. Porque en seres como ellos, el enojo era como una fuga de gas donde en cualquier momento ocurriría una chispa que terminaría con una explosión y esa chispa era Curthwulf.— ¿Qué acabas de decir? — pregunta Curthwulf con enojo.— Seamos sinceros, yo la conozco desde hace años y nunca la lastimé o llevé al peligro como tú lo has hecho. De camino aquí, supe todo lo que ella ha vivido por tu culpa y eso, no me agrada.— ¿Por qué me investigaste? — pregunta Charlotte confundida.— Bueno, debía saber quién te quitó mi sello. Fue por eso, que vine— ¿Sello? ¿De qué sello hablas? — pregunta Curthwulf.— Supe que ella tenía una conexión poco saludable para ella con los hombres lobos, así que, en una galleta sellé su esencia. — informa Seok Min y todos se observan confundidos.— Es imposible, yo percibí su aroma cuando la co
Mientras Lowell sonríe y muestra cada detalle a Zaid, quien está en silla de ruedas, porque Curthwulf así lo ordenó, aunque era lógicamente innecesario. Los dos niños se alejan y yo los sigo para no perderlos de vista al ver que el castillo al que apenas hemos llegado, parece un laberinto.—Vaya, hay mucho que ver aquí. — dice Zaid sonriendo.—Es un castillo creado hace más de tres siglos. Por lo que, hay mucho que ver. — informa Seok Min.—¿Si es seguro que estemos aquí? No quiero que en un descuido se nos caiga una de las paredes encima. Además, los niños tienden a jugar mucho y no quiero estar preocupado porque por un salto se caiga el piso o algo así. — dice Curthwulf mostrando problemas en la casa para poder marcharse.Sabía que Charlotte tomaba muy en cuenta la seguridad de los niños y aunque veía a Seok Min como alguien en quien podía confiar, no podía hacerlo si los niños estarían en algún peligro al quedarse.—Si esta así de deteriorado, entonces, yo no… — comienza a
Al día siguienteCharlotte no despertaba. Aunque no había tenido mala noche, seguía durmiendo como si el lugar no fuera desconocido para ella. Algo que molestaba a Curthwulf, quien la ve demasiado cómoda para su gusto.Serio, se marcha de la habitación y camina hacia las afueras del castillo, con intensión de comunicarse con su gente. Debido a su resumida manada y todos los problemas que ha enfrentado, ha tenido que recurrir a sus antiguos métodos.—¿Qué noticias me tienes? — pregunta Curthwulf en el teléfono mientras los vampiros de bajo rango vigilan la propiedad.—Tenemos al menos cincuenta hombres que quieren hacerlo.—No muerdan o den su sangre a personas que no desean ser transformados. Díganles las consecuencias si ocurre o no el cambio. Aunque deseo que mi manada crezca, no puedo hacer las cosas impulsivas o Charlotte me mataría por estar aniquilando su especie. — dice Curthwulf.—Todos los que han aceptado, no tienen nada que perder. Estamos tomando a los suicidas q
Curthwulf de inmediato, se marchó hasta la habitación donde Charlotte aun dormía. Los niños, ya se habían levantado y estaban caminando hacia el estudio donde tendrían sus clases. Seok Min, quien los llevaba, miró por encima de su hombro a Curthwulf y siguió su camino hablando con los niños.— Necesitan aprender mucho, en este mundo, el conocimiento es poder. Porque cuando sabes cómo funciona todo, puedes mejorarlo y hacerlo tuyo. — dice Seok Min y Curthwulf bufa molesto mientras lleva su mano al pomo de la puerta.— Buen día, papá. Mamá está durmiendo aun, deberías entrar con cuidado.— ¿Aun? ¿Cómo es que duerme tanto? ¿Será por el embarazo? Vaya, tendré que hablar seriamente con nuestros hijos — dice Curthwulf resaltando de quien está embarazada Charlotte.— No es eso. Mi experiencia en casos así con ella, me lo dicen. Es solo que esa cama le gusta mucho. Siempre ha sido así. — dice Seok Min con una sonrisa triunfante que enoja mucho a Curthwulf.— Papá, ¿estas bien? Tus manos son
Estaba en peligro y a diferencia de todos los peligros anteriores, este era demasiado grande, ¿Por qué? Porque sin tocarlo, sabía que había perdido. Ahora mismo, su esposa podría decirle que se arrodillara y él no lo dudaría. Porque omitiendo el hecho de que Seok Min le había dicho cosas molestas que lo hacían sentir celoso, él ahora tenia a una mujer extremadamente sexy, en ropa interior, con su cabello desordenado por estar durmiendo y su voz tan ronca que parece la incitación a la lujuria.— Cariño…— Si que muero por saber qué es lo que vas a decir sobre mis bebés. Pero, creo que, si te dejo hablar, el que va a morir es otro. — dice Charlotte con frialdad y Curthwulf aclara su garganta y desvía su vista mientras toma la sabana y la cubre un poco.— No voy a hablarte de eso. Debemos irnos.— Sí, hay alguien que se debe ir, pero, no sé yo. Aquí estoy bien y a menos que tengas un avión que sea una casa para mí, dudo que haya otro lugar seguro que no sea este.— ¿Qué pasa? ¿Ya te gus