Mientras Lowell sonríe y muestra cada detalle a Zaid, quien está en silla de ruedas, porque Curthwulf así lo ordenó, aunque era lógicamente innecesario. Los dos niños se alejan y yo los sigo para no perderlos de vista al ver que el castillo al que apenas hemos llegado, parece un laberinto.—Vaya, hay mucho que ver aquí. — dice Zaid sonriendo.—Es un castillo creado hace más de tres siglos. Por lo que, hay mucho que ver. — informa Seok Min.—¿Si es seguro que estemos aquí? No quiero que en un descuido se nos caiga una de las paredes encima. Además, los niños tienden a jugar mucho y no quiero estar preocupado porque por un salto se caiga el piso o algo así. — dice Curthwulf mostrando problemas en la casa para poder marcharse.Sabía que Charlotte tomaba muy en cuenta la seguridad de los niños y aunque veía a Seok Min como alguien en quien podía confiar, no podía hacerlo si los niños estarían en algún peligro al quedarse.—Si esta así de deteriorado, entonces, yo no… — comienza a
Al día siguienteCharlotte no despertaba. Aunque no había tenido mala noche, seguía durmiendo como si el lugar no fuera desconocido para ella. Algo que molestaba a Curthwulf, quien la ve demasiado cómoda para su gusto.Serio, se marcha de la habitación y camina hacia las afueras del castillo, con intensión de comunicarse con su gente. Debido a su resumida manada y todos los problemas que ha enfrentado, ha tenido que recurrir a sus antiguos métodos.—¿Qué noticias me tienes? — pregunta Curthwulf en el teléfono mientras los vampiros de bajo rango vigilan la propiedad.—Tenemos al menos cincuenta hombres que quieren hacerlo.—No muerdan o den su sangre a personas que no desean ser transformados. Díganles las consecuencias si ocurre o no el cambio. Aunque deseo que mi manada crezca, no puedo hacer las cosas impulsivas o Charlotte me mataría por estar aniquilando su especie. — dice Curthwulf.—Todos los que han aceptado, no tienen nada que perder. Estamos tomando a los suicidas q
Curthwulf de inmediato, se marchó hasta la habitación donde Charlotte aun dormía. Los niños, ya se habían levantado y estaban caminando hacia el estudio donde tendrían sus clases. Seok Min, quien los llevaba, miró por encima de su hombro a Curthwulf y siguió su camino hablando con los niños.— Necesitan aprender mucho, en este mundo, el conocimiento es poder. Porque cuando sabes cómo funciona todo, puedes mejorarlo y hacerlo tuyo. — dice Seok Min y Curthwulf bufa molesto mientras lleva su mano al pomo de la puerta.— Buen día, papá. Mamá está durmiendo aun, deberías entrar con cuidado.— ¿Aun? ¿Cómo es que duerme tanto? ¿Será por el embarazo? Vaya, tendré que hablar seriamente con nuestros hijos — dice Curthwulf resaltando de quien está embarazada Charlotte.— No es eso. Mi experiencia en casos así con ella, me lo dicen. Es solo que esa cama le gusta mucho. Siempre ha sido así. — dice Seok Min con una sonrisa triunfante que enoja mucho a Curthwulf.— Papá, ¿estas bien? Tus manos son
Estaba en peligro y a diferencia de todos los peligros anteriores, este era demasiado grande, ¿Por qué? Porque sin tocarlo, sabía que había perdido. Ahora mismo, su esposa podría decirle que se arrodillara y él no lo dudaría. Porque omitiendo el hecho de que Seok Min le había dicho cosas molestas que lo hacían sentir celoso, él ahora tenia a una mujer extremadamente sexy, en ropa interior, con su cabello desordenado por estar durmiendo y su voz tan ronca que parece la incitación a la lujuria.— Cariño…— Si que muero por saber qué es lo que vas a decir sobre mis bebés. Pero, creo que, si te dejo hablar, el que va a morir es otro. — dice Charlotte con frialdad y Curthwulf aclara su garganta y desvía su vista mientras toma la sabana y la cubre un poco.— No voy a hablarte de eso. Debemos irnos.— Sí, hay alguien que se debe ir, pero, no sé yo. Aquí estoy bien y a menos que tengas un avión que sea una casa para mí, dudo que haya otro lugar seguro que no sea este.— ¿Qué pasa? ¿Ya te gus
Claramente estaba en graves problemas Curthwulf. Porque, ahora no sólo Charlotte no se iría del castillo de Park Seok Min, sino que, estaba hablando de un divorcio. Algo que no se le había pasado por la cabeza a Curthwulf. — Pienso que debemos calmarnos un poco. — dice Curthwulf como si estuviera en un partido pidiendo tiempo fuera para procesar la nueva información.— Y yo pienso que no estoy interesada en estar despierta discutiendo contigo. Así que, ¿me dejas dormir? — pregunta Charlotte y Curthwulf asiente, marchándose de la habitación.El problema con el embarazo y su inminente muerte, ya lo estaba atormentando lo suficiente, para ahora tener que enfrentarse a un ex amante de Charlotte. Aunque no sabe si debería clasificarlo así.— Quizás dijo eso para hacerme perder la cabeza por los celos. No debo darle importancia. — murmura Curthwulf caminando hacia la azotea. Necesitaba un poco de aire puro y así, despejar todas las dudas y celos que sentía. Realmente quería que las cosas
El ánimo de Curthwulf, cayó al suelo al comprender que él era más cruel que todos los lobos que a él le habían hecho daño. Si había odiado a Gustav por todo lo que había hecho por destruirlo, era normal que se odiara a sí mismo, al herir a su esposa.— Soy una completa basura. Soy peor que Gustav. — murmura Curthwulf con dolor.— No sé quién es. Pero, no quiero volver a escucharte hablar así de lo que desea Charlotte o te romperé la cara. Pueda que no esté de acuerdo con su decisión, pero, no acepto que desprecies la misma y menos que desprecies lo que ella siente. — dice Seok Min para después marcharse.Había subido a la azotea, deseando despejar su mente para comenzar a realizar la pócima para Charlotte, pero, solo consiguió enojarse por el hombre que no valoraba a la mujer que en seis vidas había él atesorado y aun le parecían pocas.— Debí aparecer antes, si no hubiese entrado en hibernación, la habría alejado de ese desgraciado desde el primer momento en que se fijó en ella. — di
Narra CharlotteHabía dormido bien, pero soñado mal. Básicamente, había dormido al menos dos horas más después que me enojé con Curthwulf y eso es sorprendente, porque me hizo enojar bastante. Quizás por eso, tuve todas esas pesadillas con él, mismas que podrían volverse realidad en cualquier momento, si no tomo medidas sobre su desprecio hacia los bebés. Suspiro profundo y camino fuera de la habitación.— Buen día, señora Charlotte. — saluda un chico sentado frente a la puerta, asustándome un poco, por no esperar ello.— Oh, hola, ¿Qué haces aquí? ¿Estas vigilando algo? — pregunto confundida y después me golpeo la frente mentalmente al ver como levanta una ceja.— La vigilo a usted, señora. Me han pedido escoltarla.— Oh, sí. Ya lo he notado. Pero, ¿es necesario que me cuides incluso dentro del castillo? — pregunto confundida.— El castillo es muy amplio. Es posible que se pierda si no está con alguien que lo conozca.— Si es grande, pero, no creo que sea para tanto.— Es del grande
La guerra de miradas entre ellos, era tan molesto como sus discusiones sin sentidos y ese deseo de siempre estar discutiendo, cuando ni siquiera hay motivos para hacerlo. Por lo que, negándome a ser parte de esto, me suelto molesta del agarre de los dos.— ¿Son unos niños acaso? Ni siquiera Zaid se porta así con Lowell, ¿no les da vergüenza que siendo jefes se porten así? — pregunto molesta.— Él me provoca. — dice Curthwulf en una queja como si fuera un niño pequeño.— No voy a decirlo dos veces. Seok Min, recuerdo que eras un buen chico, pero, estas actuando altivo y hostil con mi esposo y eso no me agrada.— Él no me agrada como tu esposo — dice Seok Min cruzándose de brazos y yo suspiro profundo.— Entiendo que no te agrade, pero, no puedes ser así. es muy infantil para alguien que es un adulto y jefe de sus negocios. Además, debes respetar mis decisiones, lo escogí a él como mi esposo y si quieres que tengamos una buena relación, debes por lo menos, ser respetuoso con mi esposo.