ALEK
El arrepentimiento era algo que definitivamente no creí tener en mi vocabulario, pero que ahora diría libremente. Y es que de verdad estoy arrepentido de todo lo que había hecho, inclusive el mandarle a todas las manadas del Sur que no recibieran a Verina. Desde que Verina se fue no he sentido más que vacío, un dolor insoportable en el pecho me aplasta todo el día a todas horas las veinticuatro horas de la semana. Las primeras semanas pense que podría soportarlo y que pasaría el dolor, pero los meses fueron pasando y mi agonía aumentaba al grado de que tenía que tener al menos una prenda de Verina para sentir su olor, su suave y dulce aroma me arrullaba por las noches y podía consuliar el sueño, y con el tiempo me sorprendí a mi mismo yendo a su habitación en la mansión y durmiendo en su cama, donde su aroma era aún más fuerte. Ese fue mi consuelo por los primeros 4 meses, hasta que su suave aroma a jazmines se empezó a desvanecer, y el dolor de mi pecho seguía fuertemente haciendo que mi ira aumentara. Realmente era un idiota y lo sabía, sabía que Verina era mi lazo que la diosa me habia concedido, era algo tan sagrado que pocas personas hoy en día podían darse el lujo de tener. Y yo estaba consiente de ello, mi padre me lo había advertido pero había hecho oidos sordos a su sabiduría. No es como que desde que Verina crecío tuvimos una relación cercana, pero su sola presencia, con saber que estaba aqui, en la manada, a unos metros de mí, era suficiente para que mi lobo se acostumbrara y que ahora nos resultara tan doloroso la separación. Y es que el estar constantemente acostumbrado fortaleció el vinculo, y estaba muy consiente de ello, sabía cuando ella sufría, habían veces que podía sentir el dolor que ella sentía, la tristeza, la impotencia, el enojo y la decepción. Muy pocas veces había sentido su felicidad, podía contarlo con los dedos de una mano, y eso no hacía más que sentir más impotencia en mi interior. Mi lobo aullaba y aruñaba en mi pecho, deseperado por tener a nuestra compañera de vuelta, por sentir algo aunque sea mínimo a través de nuestro vínculo, pero no había nada más que silencio, si tan solo la hubiera marcado y completado el vínculo podría sentirla y saber donde esta. Me preguntaba diariamente si se encontraba bien, si tenía donde pasar la noche o si se estaba alimentando bien. Pero me hacía meras ilusiones, no alcance a hacer nada con ella, no fortalací más en nuestro vínculo que lo presencial y eso solo me hacía sentir más miserable de lo que ya era. Y desde que escogí a Sabine como mi Luna no hacía nada más que reforzar esa condición. Era el hombre más miserable que podría existir y por merito propio. Sabine no hacía más que pedir y descansar, además de que constantemente nos aparearamos, pero nunca me he permitido marcarla, y eso no hace más que subir su coraje porque mientras ella no este marcada no podrá ser llamada Luna como debe de ser. Se suponía que en la ceremonia de apareamiento lo haría, es un ritual sagrado en el que tendría que cazarla en mi forma lobuna y apararearme con ella para después marcarla. Pero no hice nada de eso, simplemente dije mis votos al igual que ella y termine la ceremonia allí, la manada no podía creer lo que estaba haciendo, simplemnete me encerre en el despacho mientras sentía que me faltaba el aire por la opresión tan intensa que sentía, y eso solo porque la había desterrado y estaba lejos de mí, no alcance a rechazarla, creo que hubiera muerto de haberlo hecho, pero en ese momento mi estrategia era solo esa porque pensaba que me aparearía con Sabine después y necesitaba estar fuerte, y al marcarla como mi pareja Verina moriría por consecuencia, así que no había caso rechazarla y sufrir en vano. Pero las cosas claramente no salieron como esperaba. Y desde ese día, ese maldito día mande a buscarla por todas partes, sin descanso, mi manada no entendía el porque la hacía, pero no tenía que dar explicaciones. - ¿Porqué sigues aquí tan solo mi adorado Alpha Alek?- no había escuchado cuando Sabine entro a mi oficina, con esa mirada verde tan intensa brillando con pasión. - No es de tu incumbencia, Sabine, vuelve a tus labores- no quería mirarla, realmente estaba pensando como sacarla de mi vida una vez que Verina volviera, tendría que suplircarle demasiado, estaba consiente de ello, pero no me desagrada la idea, solo con tenerla a mi lado de nuevo sería muy feliz. - Pero Alpha, hace tiempo que no me tocas yo solo quería un poco de tu atención, el celo vendra pronto y ya lo siento en mi cuerpo, porfavor, solo un poco de consuelo- rodeo mi escritorio mientras me hablaba, realmente no me importaba, pero en algo tenía razon, el celo se acercaba, necesitaba a mi pareja lo antes posible o tendría que encerrarme en el sotano. Solo sentí cuando me acarició el cuello y no pude evitar reaccionar, la agarre del cuello mientras ella me arullaba el brazo para soltarla, desesperada por un poco de aire. - Dije que te largaras, entiende tu lugar, no eres nada, no eres nadie, solo fuiste una puta que se colo de más, ¿entiendes?, te dije claramente que tu eres mi adorno, así que saca ese asqueroso aroma que estas soltando de mi oficina y atiende tus labores- no quise controlar mi fuerza así que la avente cerca de la puerta. - ¿Porqué haces esto? tu, ¡tú me elegiste a mí no a ella! yo no tengo la culpa Alek, si te remueve la conciencia no es por mí, ¡fue tu decisión y tienes que vivir con ello!, así que me tienes que cumplir a mí ¡lo sabes!, no puedes humillarme de esta manera, teniendome aquí como tu supuesta Luna mientras la buscas a ella- lloraba, miraba como le costaba hablarme y quería mantenerse fuerte frente a mí, pero realemnte no me importaba, ya nada lo hacía, solo quería encontrar a mi lazo lo antes posible y unirme en cuerpo y alma. Pero ella malditamente me estaba amenazando y no hacía más que alimentar el odio y repudio que sentia mi lobo y yo hacia ella.- ¿Me estas amenazando?- me levante de mi escritorio y me acerque nuevamente a ella lentamente- Podría matarte aquí mismo y ahora, ¿crees que me importa lo que digan o tu reputación?, haste un favor a ti misma y abandona mi oficina antes de que haga algo para callarte esa boca impertinente. ¿Comprendes?- le dije mientras le acariciaba el rostro.
- Si Alek- esa era una falta de respeto aunque me hablara temblorosa, así que le enterre una garra en la mejilla - Creo que no, esa no es forma de hablarle a tu superior, ¿ cómo se dice con respeto, Sabine?- le cuestione. -Si Alpha Alek, siento mucho la intromisión, porfavor deje que me retire inmediatamente- el olor de sus lagrimas eran hasta repugnantes para mí. - Largo- solo vi que salió rapidamente de la ofina, dejandome solo con mis pensamientos, con mis recuerdos más bien, de mi hermosa Verina, imaginarla era gratificante. Como se veía con su hermoso vestido blanco, su cabello deslumbraba, su figura me embobo unos minutos, y por un momento simplemente pensé en no hacer nada con Sabine, y dejar que las cosas con Verina siguieran su curso. Pero mi terquedad pudo más, mis ansias de hacer las cosas a mi manera me estaban pasando factura.Dbí luchar más para reforzar nuestro vínculo, así me hubiera dado cuenta desde antes que era un amor que se daría naturalmente y sabría que ella era la indicada; tal vez si me hubiera involucrado más en su vida que solo observarla a lo lejos, viendo como a humillaban por ser una omega. Simplemente dejar de ser un espectador a todo lo que sucededía a su al rededor las cosas serían muy diferentes y ahora no estaría con este dolor en el pecho.
Pero Verina sería mía de nuevo, eso hasta podría jurarlo.ALEKUn año había pasado desde que desterré a Verina de la manada.En ese tiempo las cosas no habían hecho más que empeorar considerablemente, seguía buscandola, claro esta, pero las rondas tuvieron que ser reducidas al ser que varios grupos de desterrados estaban atacando a varias manadas considerablemente al mismo tiempo, no eran grupos demasiado grandes pero eran estrategicos, así que si afectaba en la seguridad de la manada y de las demás que atacaban, consiguiendo bajar numerosamente los guerreros de vigía. Era una guerra, claramente, por lo que se empezó a tener alianzas con las demás manadas.Así que para mantener la seguridad y fe de la manada tuve que tener más tiempo a mi lado a Sabine de lo que hubiera querido, claramente siendo Luna de nombre, para brindar seguridad, en lo que encontraba a Verina, aunque debía admitir que tambien tuve que hacerle una pequeña marca en el cuello, incompleta clamemente ya que no nos habíamos relacionado fisicamente para completarla, para most
VerinaNunca pensé que ser desterrada se sintiera de esta manera, dolía tanto, el sentimiento de traición de toda manada, por la que tanto me esforce por agradarles, por las que pase noches en vela estudiando y mejorando para que ellos pudieran tener la mejor Luna que ninguna manada antes había visto.Me había esforzado demasiado para que Alek me mirara, me amará y me eligera a mí, para ser su Luna el resto de nuestras vidas terrenales.Pero parece ser que la traición viene de quien menos te lo esperas. Y el hecho de saber que Alek prefería a Sabine, una loba que ni siquiera era una guerrera y mucho menos la prepararon para saber todo de la manda me dolió. No sé si era más orgullo que decepción, tal vez eran ambos, pero al mismo tiempo me sentía decepcionada de mí, por haber creído tan rápido y ser una ingenua.Inna muchas veces decía que las manadas eran un nido de viboras, que no debía de confiar en nadie pero apesar de eso debía proteger la manada como su Luna, no lo entendí en ese
ALEK- Así que un collar mágico eh- la cara de Faddei era un poema mientras inspeccionaba el collar, no era común que un Alpha regalara cosas tan valiosas a su beta, solamente a su Luna, por lo que entendía completamente su desconcierto de la situación.-Al parecer, tiene gran valor sentimental- me encogí de hombros y suspire cansado mientras me recargaba en la cómoda silla de mi oficina- no entiendo como un Alpha de su calaña y siendo tan reciente pudo conseguir algo tan valioso, es más, dijo que lo consiguió de las Lagunas Sagradas, la pregunta sería ¿cómo es que llego hasta ahí?- Parece que aprecia a sus subordinados, pero aun así podría considerarse excesivo- me devolvió el collar y se sentó en unos de los sillones- aunque realmente no es como si tengamos que cuestionar, es una confianza ciega que vendrán, suponiendo qué sea cierto lo de que nos ayudarán.Y he ahí otro problema, los desterrados seguían atacando resultando en más bajas para nosotros las manadas contra ellos. Pero
Verina. La vida como desterrada era dura de verdad. Conseguir comida y techo era un reto todos los días, pero era bastante llevadero cuando se tenía buena compañía como la que había conseguido de mis salvadores, y digo salvadores porque era la única mujer en este pequeño grupo. Ellos me habían enseñado a cazar, a transformarme y a practicar el pelear con mi forma lubuna. Me habían enseñado todo sobre los peligros que acechan en este bosque y la supuesta "manada" que existía de desterrados, aunque más bien era un grupo aún de no más de 30 miembros. Quien lo pensaría que seríamos muchos los que destierran, pero me habían explicado que existían muchos que eran de otras regiones y que llegaron a parar en este bosque. En fin, según Dmitry, el Alpha de esa manada era demasiado.... demasiado, no sé ¿cruel?, aunque siento que no sería una palabra demasiado completa a los actos atroces que me decían que realizaba. Apenas llevaba con ellos un mes, y dos desde que me habían desterrado de Gar
-Hay que mantener la seguridad al máximo para que esto no vuelva a pasar, ya han demostrado que no les importa sacrificar a sus propios lobos para dañar a las demás manadas- Dmitry nos hablaba con total seguridad, como si supiera lo que se avecinaba. -Eso es algo obvio, beta, lo acabo de implementar tan pronto como se hizo el conteo de mis heridos- era consciente de la forma brusca en la que le estaba contestando, pero algo en él me generaba un rechazo qué no podía controlar.La batalla había culminado, y con ello, el conteo de heridos, los daños y muertes eran vitales de contar para saber en que estado se encontraba la manada, era obvio que me encontraba estresado y cansado, era inevitable sentir de esa manera cuando, de nuevo, atacaron mi manada sin razón aparente, ahora ya muy aparente, era encontraba de nosotros más que nada que luchaban.Aunando a la situación de que le sentía aun más el aroma de Verina en Dmitry y eso no hacía nada más que aunmetar a niveles preocupantes el eno
Alek.Mi cerebro no terminaba de procesar la situación que acababa de acontecer. Verina estaba aquí en la manada, de vuelta a donde pertenece claro, y sin embargo se sentía tan lejana, era una sensación rara de describir, porque por más que mi lobo interior y yo nos quisiéramos acercar a ella no podíamos, simplemente porque se sentía... mal. Y también por el hecho de que ese maldito de Dmitry no la dejaba ni un segundo sola ni se separaba de su lado a pesar de los intentos de mi beta (claramente mandado por mi) de alejarlo unos minutos. Pero estaba firmemente a su lado como chicle, no entendía el porque, al fin y al cabo era solo su beta; aunque si me pongo a recapitular toda su manada estaba en esa misma tesitura, tan alertas a lo que pasaba alrededor de Verina que era un poco espeluznante, y solo tal vez, la protección excesiva era detivado a que sabían que mi Luna provenía de esta manada y por ende todo lo que había pasado aquí, cosa que no era nada buena para nosotros al tenerlos
Alek.Decir que esto era incómodo era quedarse corto. Sabine pareciera que mataría con la mirada a Verina mientras que esta se encontraba completamente concentrada en el informe que le había entregado con anterioridad, cuando me lo requirió, mientras que Dmitry y yo no hacíamos más que observarla en completo silencio.-Esto es grave, Alpha Vladimir nunca arriesgaría a sus miembros de esta manera, tiene algo más en mente- afirmó de una manera bastante segura mi hermosa Verina-¿no es así, Dmitry?- Son movimientos bastante arriesgados para solo tratarse de una venganza- respondió mientras me observaba seguro.A lo que Sabine no perdió tiempo en soltar veneno como venía haciendo desde la comida.-Por lo que recuerdo, Alpha Verina, ese beta dijo que hacían esto por una desterrada de la que Alpha Vladimir se había enamorado, y provenía de esta manada- dijo mientras sonreía burlonamente. Claro, aún quedaba esa incógnita por resolver, así que no dije nada con respecto a la osadía de Sabine.
Verina.Habian sido dos días completos de viaje casi sin descanso para llegar a la ubicación en la que se encontraba Alpha Vladimir, según Dmitry, se movían constantemente así que ahora nos encontrábamos frente a un edificio humano abandonado, de esos que eran enormes con varios pisos y que ahora estaba descuidado con malesa por doquier y el creciente bosque a su alrededor.Dos lobos que al parecer estaban patrullando inmediatamente volvieron a su forma humana al vernos llegar, haciendo que copiaramos la acción.Dmytri fue el primero en acercarse después de colocarse unos pantalones y entregarme su camiseta para que no estuviera desnuda, para poder charlar con ellos.-Soy Dmitry, hermano de su Alpha, seguramente ya les aviso de mi llegada- era obvio que él siempre iba a hablar con relativa calma, pero ahora también se identificaba su cansancio. -Claro, sigamos, Alpha Vladimir los estaba esperando- dijo indicandonos que los siguiéramos. Pasamos por la extraña entrada que al parecer e