Verina
Nunca pensé que ser desterrada se sintiera de esta manera, dolía tanto, el sentimiento de traición de toda manada, por la que tanto me esforce por agradarles, por las que pase noches en vela estudiando y mejorando para que ellos pudieran tener la mejor Luna que ninguna manada antes había visto. Me había esforzado demasiado para que Alek me mirara, me amará y me eligera a mí, para ser su Luna el resto de nuestras vidas terrenales. Pero parece ser que la traición viene de quien menos te lo esperas. Y el hecho de saber que Alek prefería a Sabine, una loba que ni siquiera era una guerrera y mucho menos la prepararon para saber todo de la manda me dolió. No sé si era más orgullo que decepción, tal vez eran ambos, pero al mismo tiempo me sentía decepcionada de mí, por haber creído tan rápido y ser una ingenua. Inna muchas veces decía que las manadas eran un nido de viboras, que no debía de confiar en nadie pero apesar de eso debía proteger la manada como su Luna, no lo entendí en ese momento, pero ahora lo hago. Y más con hecho de saber que Alek había pedido que no me recibieran en ninguna manada del Sur, toda esa traición y odio era lo que me motivaba a sobrevivir. Realmente no sabía cuanto tiempo había pasado desde que me desterro de la manada, los días y las noches parecían igual cuando no tienes alimento y tomas agua de donde puedas, cuando no tienes ni donde dormir más que la malesa. Mi forma lobuna aun no había despertado, por lo que no podía transformarme para defenderme de los peligros que acechaba el enorme bosque. En especial de los desterrados. Mi cuerpo se puso en alerta de forma repentina, no sabía que estaba pasando pero empece a correr y miré hacia atrás, y fue cuando lo ví. Eran tres osos enormes que me seguían sin parar, yo no podría defenderme y eso era seguro, tanto como que iba a morir. El miedo y el panico me invadió, mi mente no podía procesar otro manera para escapar de allí que correr en línea recta, mientras me empezó a invadir un dolor insoportable en todo el cuerpo, sentía que el aire me faltaba. Tropecé y sentí como empecé a rodar por una pendiente, cayendo en seco al final de la colina, mi cuerpo actuó solo y segui corriendo mientras escuchaba los gruñidos y jadeos de los osos a mis espaldas. Mientras que el dolor en mi cuerpo se convirtió en quebraduras. Me estaba transformando mientras huía, mi primer transformación y tal parece que es solo por las circunstancias, tal vez era una señal de que no debería de morir aún. Pero derrepente dejé de sentir el pesar, y que corría aun más rápido y me dí cuenta que ya estaba en cuatro patas escapando, cosa que no ayudaba si no sabia pelear en esa forma. Pero al menos pude sentir 5 presencias más. Eran Lobos que se encargaron de matar a los osos que me seguían, y el más grande de ellos, uno color café y mirada tan apasible fue el primero en volver a su forma humana. - ¿Estas bien?- dijo tranquilamente mientras se acercaba a paso firme pero seguro- ¿Puedes volver a tu forma humana?- movi mi oscico de forma negativa- Bien, al paracer es tu primera transformación, visualizate lo más real que puedas en tu mente, y no te desesperes. Eso hice, y poco a poco empece a volver a mi forma humana, desnuda. Al parecer notó mi incomonidad cuando me tape con mis propias manos lo más que pude. - Tranquila, no te haré daño, ¿cuál es tu nombre? Dude un poco en decírcelo, pero seamos realistas no tenía nada que perder - Verina Orlov. - Bueno Verina, ya estas a salvo, yo me encargaré de protegerte- lo dijo con tanta seguridad que me contagió. Y por alguna extraña razón le creí, y por primera vez algo en mi vida se sentía bien. Así que le hable con un poco más de confianza.-Yo... no puedo estar de esta manera- le hable un poco timida.
-No te preocupes- no había caido en cuenta de que el se encontraba desnudo igual que yo, asi que sin ningun tipo de pena me dio una camiseta que tenía en el tobillo amarrado- ten, al ser tu primera transformación no podras hacerlo de nuevo hasta dentro de unos días, así que irás en mi lomo- diosa su sonrisa era tan tranquila.
-¿Eso significa que puedo ir con ustedes?- eso era una suerte que no me creía que tenía.
-Claro, acabo de decirte que te protegeré, ¿no es así?- hablaba mientras me ayudaba a pararme, sentía todo el cuerpo en extremo debil, y me dolía de formas que nunca imaginé- y es peor ahora que estas en ese estado, la primera vez siempre afecta-
- Gracias- le dije con lagrimas en los ojos- de verdad muchas gracias, yo no se hacer muchas cosas pero aprenderé.
-Estoy seguro que lo harás- se volvió a transformar y se hecho en el piso para que pudiera subir lo más comodamente posible, y habiendo hecho eso hizo una señal para que los otros lobos nos siguieran.
No sé lo que me tiene preparado el futuro, pero esto se sentía bien, la oportunidad de alejarme de todos mis problemas y mis desgracias todo lo que viví en la manada Garra Oscura; las humillaciones y el desamor con el que creía que era mi amor eterno, mi lazo, el Alpha Alek, quería que todo eso desapareciera y olvidarme de todo.
Desde hoy tenía una nueva vida junto con mi salvador, Dmitry.
ALEK - Así que un collar mágico eh- la cara de Faddei era un poema mientras inspeccionaba el collar, no era común que un Alpha regalara cosas tan valiosas a su beta, solamente a su Luna, por lo que entendía completamente su desconcierto de la situación. -Al parecer, tiene gran valor sentimental- me encogí de hombros y suspire cansado mientras me recargaba en la cómoda silla de mi oficina- no entiendo como un Alpha de su calaña y siendo tan reciente pudo conseguir algo tan valioso, es más, dijo que lo consiguió de las Lagunas Sagradas, la pregunta sería ¿cómo es que llego hasta ahí? - Parece que aprecia a sus subordinados, pero aun así podría considerarse excesivo- me devolvió el collar y se sentó en unos de los sillones- aunque realmente no es como si tengamos que cuestionar, es una confianza ciega que vendrán, suponiendo qué sea cierto lo de que nos ayudarán. Y he ahí otro problema, los desterrados seguían atacando resultando en más bajas para nosotros las manadas contra ellos. Pe
Verina. La vida como desterrada era dura de verdad. Conseguir comida y techo era un reto todos los días, pero era bastante llevadero cuando se tenía buena compañía como la que había conseguido de mis salvadores, y digo salvadores porque era la única mujer en este pequeño grupo. Ellos me habían enseñado a cazar, a transformarme y a practicar el pelear con mi forma lubuna. Me habían enseñado todo sobre los peligros que acechan en este bosque y la supuesta "manada" que existía de desterrados, aunque más bien era un grupo aún de no más de 30 miembros. Quien lo pensaría que seríamos muchos los que destierran, pero me habían explicado que existían muchos que eran de otras regiones y que llegaron a parar en este bosque. En fin, según Dmitry, el Alpha de esa manada era demasiado.... demasiado, no sé ¿cruel?, aunque siento que no sería una palabra demasiado completa a los actos atroces que me decían que realizaba. Apenas llevaba con ellos un mes, y dos desde que me habían desterrado de
-Hay que mantener la seguridad al máximo para que esto no vuelva a pasar, ya han demostrado que no les importa sacrificar a sus propios lobos para dañar a las demás manadas- Dmitry nos hablaba con total seguridad, como si supiera lo que se avecinaba. -Eso es algo obvio, beta, lo acabo de implementar tan pronto como se hizo el conteo de mis heridos- era consciente de la forma brusca en la que le estaba contestando, pero algo en él me generaba un rechazo qué no podía controlar. La batalla había culminado, y con ello, el conteo de heridos, los daños y muertes eran vitales de contar para saber en que estado se encontraba la manada, era obvio que me encontraba estresado y cansado, era inevitable sentir de esa manera cuando, de nuevo, atacaron mi manada sin razón aparente, ahora ya muy aparente, era encontraba de nosotros más que nada que luchaban.Aunando a la situación de que le sentía aun más el aroma de Verina en Dmitry y eso no hacía nada más que aunmetar a niveles preocupantes el en
Alek. Mi cerebro no terminaba de procesar la situación que acababa de acontecer. Verina estaba aquí en la manada, de vuelta a donde pertenece claro, y sin embargo se sentía tan lejana, era una sensación rara de describir, porque por más que mi lobo interior y yo nos quisiéramos acercar a ella no podíamos, simplemente porque se sentía... mal. Y también por el hecho de que ese maldito de Dmitry no la dejaba ni un segundo sola ni se separaba de su lado a pesar de los intentos de mi beta (claramente mandado por mi) de alejarlo unos minutos. Pero estaba firmemente a su lado como chicle, no entendía el porque, al fin y al cabo era solo su beta; aunque si me pongo a recapitular toda su manada estaba en esa misma tesitura, tan alertas a lo que pasaba alrededor de Verina que era un poco espeluznante, y solo tal vez, la protección excesiva era detivado a que sabían que mi Luna provenía de esta manada y por ende todo lo que había pasado aquí, cosa que no era nada buena para nosotros al tenerlo
Alek. Decir que esto era incómodo era quedarse corto. Sabine pareciera que mataría con la mirada a Verina mientras que esta se encontraba completamente concentrada en el informe que le había entregado con anterioridad, cuando me lo requirió, mientras que Dmitry y yo no hacíamos más que observarla en completo silencio. -Esto es grave, Alpha Vladimir nunca arriesgaría a sus miembros de esta manera, tiene algo más en mente- afirmó de una manera bastante segura mi hermosa Verina-¿no es así, Dmitry? - Son movimientos bastante arriesgados para solo tratarse de una venganza- respondió mientras me observaba seguro. A lo que Sabine no perdió tiempo en soltar veneno como venía haciendo desde la comida. -Por lo que recuerdo, Alpha Verina, ese beta dijo que hacían esto por una desterrada de la que Alpha Vladimir se había enamorado, y provenía de esta manada- dijo mientras sonreía burlonamente. Claro, aún quedaba esa incógnita por resolver, así que no dije nada con respecto a la osadía de Sa
Verina. Habian sido dos días completos de viaje casi sin descanso para llegar a la ubicación en la que se encontraba Alpha Vladimir, según Dmitry, se movían constantemente así que ahora nos encontrábamos frente a un edificio humano abandonado, de esos que eran enormes con varios pisos y que ahora estaba descuidado con malesa por doquier y el creciente bosque a su alrededor. Dos lobos que al parecer estaban patrullando inmediatamente volvieron a su forma humana al vernos llegar, haciendo que copiaramos la acción. Dmytri fue el primero en acercarse después de colocarse unos pantalones y entregarme su camiseta para que no estuviera desnuda, para poder charlar con ellos. -Soy Dmitry, hermano de su Alpha, seguramente ya les aviso de mi llegada- era obvio que él siempre iba a hablar con relativa calma, pero ahora también se identificaba su cansancio. -Claro, sigamos, Alpha Vladimir los estaba esperando- dijo indicandonos que los siguiéramos. Pasamos por la extraña entrada que a
ALEK.Las cosas no iban según lo planeado. Durante el tiempo en el que esperaba las contestaciones de las demás manadas sobre la junta que invoqué trataba de acercarme a Verina a como diera lugar, pero mis esfuerzos eran en vano al tener a Dmitry pupulando a su alrededor, siempre obteniendo respuestas como:-Alpha Verina no tiene tiempo-Alpha Verina esta ocupada en este momento.-Alpha Verina no quiere verlo-Creo que debría dejar de esforzarce, mi Alpha no quiere tenerlo cerca.-Ni lo intente.Convinado con portazos en la cara o simplemente siendo ignorado olimpicamente con ella. En resumen, fue una semana muy larga.Al verla, había confirmado todos mis sentimientos por ella, pero al perecer eso sucedió con Verina por igual pero en su caso de forma contraproducente para mí, al parecer yo era como la peste para ella, y yo simplemente la miraba como todo lo que necesitaba en mi vida para ser feliz. Realmente no tenia muy en claro porque mi Luna no sentía los mismos tirones en el pecho
ALEK.Decir que esto era incómodo era quedarse muy corto.Desde que iniciamos la reunión con los Alphas y sus respectivas Lunas todo ha sido algo...caótico, ya que no se esperaban que yo tuviera a Sabine a mi lado izquierdo como mi Luna y al otro lado a Verina. No era un secreto el hecho que la desterre de la manada, ni mucho menos que ella era mi prospecto de Luna inicial, así que aparte de sentir la incomodidad de las dos hembras a mis lados le sumaba la intensa mirada que todos tenían sobre nosotros. Pero sinceramente a mí lo que más mi importaba era era el sentir de Verina, ella quería que Dmitry estuviera aquí pero ningun Beta entró así que no tenía caso que él lo hiciera, algo que por obvias razones me hacía sentir de lo más tranquilo ya que podían pensar que era la nueva pareja de ella y eso no me agradaría para nada y no ayudaría a mis inestables sentimientos ni a las ganas de asesinarlo que tenía, por lo que solo me limite a observarla de reojo cada cierto tiempo.-Y bien Alp