*Sarah*
Estaba en el asiento trasero de un auto cuando desperté. El auto saltaba como un caballo,
-¡Ayuda! -intenté gritar, pero mi voz era un susurro débil. El auto se detuvo y el conductor giró su rostro hacia el asiento trasero en el que yo estaba tendida sin poder moverme. Al principio no lo reconocí, su rostro estaba borroso
-Hola Sarah -mis lágrimas salieron de mis ojos como mares desbordados -tranquila. Vas a estar bien- aquella voz me resultó familiar, era calma, suave, pero masculina, ya había escuchado antes a ese hombre
-¿Dónde está Zak? -era lo.unico en lo que podía pensar en ese momento. Yo ya no estaba en la.mansión Vandervert, pero mi hijo no estaba a mi lado, se había quedado con aquellas personas peligrosas
-Descuida. Te ayudaré a recuperar a tú hijo -aquella promesa parecía sincera y aunque no estaba segura de quien era aquel hombre le creí, cerré los ojos y dormí.
La casa del señor x como se hacía llamar mi salvador, era pequeña y modesta, pero contaba con todas las comodidades de la mansion Vandervert. Cuando llegué, un médico me revisó, entonces noté que estaba herida. La adrenalina que había llenado mi cuerpo.me había evitado el dolor. Pero mi rostro ardía, ardía mucho
-¿Podrá solucionarlo? -pregunto el señor X -el doctor me miró fijo por unos segundos masajeandose la barbilla, sus pupilas bailaron sobre mi rostro, saltando de un rincón al otro de este -finalmente asintió con la cabeza -Bien, cuando podría empezar?
-Creo que lo que quiere usted saber es para cuando estará lista ¿cierto?
-Me conoces bien, amigo
-pimero tendremos que tratar las quemaduras, después Podremos empezar con la.parte estética, entonces...-hizo.una pausa - yo diría que unos seis meses -anunció mientras cogía su maletín -pero su rostro cambiará por completo -le advirtió.
-Eso sería perfecto- yo lo miré intrigad. El abrió los ojos como platos -ah, no quise decir que no fueras hermosa. Sarah, pero que tu rostros cambié por completo sería lo mejor ahora- hizo una pausa para despedirse del médico con un apreton de manos. Cuando este se fue, continuó -Todos piensan que estás muerta y usaremos eso a tu favor para que puedas volver por tú hijo
-¿Quienes piensan que estoy muerta?
-Todo el país. Todos piensan que estás muerta, piensan que intentaste quemar la mansión Vandervert cuando te descubrieron robando la caja fuerte en el despacho del señor Vandervert
-¿Qué? ¿por qué robaría a los Vandervert? yo soy una Vandervert, estoy casada con Cristhian -el señor X me miró por unos segundos con los labios fruncidos, dejó salir un suspiro mientras cogía el control de la televisión.
-Lo siento, Sarah -encendió la televisión, justo pasaban las noticias
"Cristhian Vandervert es denuevo el soltero más cotizado, después de una extraña y repentina boda. Ha quedado viudo y con un bebé de un año. ¿Será que estará buscando una madrastra para su hijo?"
- Psss - el señor x dejó salir un bufido -tú has muerto y la noticia ni siquiera te menciona. No había pensado en ello en absoluto. Pero era verdad, no dijeron mi nombre, yo debía ser la noticia y aún así todo se centraba en Cristhian.
-Debe ser una confusión -dije aquello más para convencerme a mí misma que para convencer al señor X, él solo negó con la cabeza mientras buscaba algo en su celular, colocó la pantalla frente a mí
"La señorita Bennet llegó a nuestras vidas con una intención (era Raydmond Vanadervert, hablando en las noticias) estafarnos, infelizmente, mi hijo, Cristhian es un alma inocente que todavía cree en las buenas intenciones de las personas, él estab profundamente enamorado de esa mujer y saber que ella solo buscaba su dinero le ha afectado muchísimo, no está en condiciones de dar declaraciones"
-Señor Vandervert -un periodista acercó un micrófono ante el rostro pálido del señor Vandervert -¿ quién a ocasionado el incendio?
-No puedo dar declaraciones al respecto ya que se trata de una investigación policial
*Cristhian*-Felicitaciones Cristhian-dijo Percy justo después de estampar su firma en los documentos -eres el dueño oficial de la mayoría de las acciones del grupo Vandervert -me estrechó la mano. Yo tenía una mezcla agridulce de sentimientos. Era todo lo que siempre había querido ¿pero a qué costo? Tragué saliva como si tragara clavos al pensar en Sarah. Nunca pude enamorarme de ella a pesar de sus esfuerzos, pero era una buena esposa y una buena madre. Zack crecería sin ella, todo por unas acciones ¿valdría la pena?-Gracias amigo -le respondí. Percy era mi abogado de confianza, una de las pocas personas en el mundo que sabía lo que habíamos hecho por esas acciones. Nunca cuestionó nada. Sólo hacía su trabajo (resolver todo lo legal) tomaba su parte y se mantenía callado.Mi padre aplaudió y a él lo siguieron el grupo de directores ejecutivos del grupo Vandervert. Traté de sonreír. Mi padre se aclaró la garganta y los aplausos cesaron.-Querido Hijo... -hizo una pausa como si el esf
*Sarah*Hice todo lo que Xavier me había pedido. Durante el último año estudié todo lo que no había estudiado en toda mi vida. "Eres muy inteligente" me repetía él a diario, jamás había creído que era inteligente, nunca nadie me lo había dicho. Además de estudiar, entrené mucho, artes marciales, musculación, atletismo y sobretodo; baile, aprendí todo tipo de bailes y Xavier se encargó de que me concentrara en los más eróticos "eres muy sexy" me decía siempre. También tomé clase de etiqueta y modales, claes de moda y estilo "eres muy elegante" "eres muy refinada" a Xavier le sobraban los elogios para mí y aquello realmente me caló ondo, era lo que siempre había esperado de Cristhian, y el señor X me lo dio, una cosa llevó a la otra y terminé... terminamos....teniendo una relación más allá de un maestro con su pupilo, el señor X era unos quince años mayor que yo, pero eso no lo hacía menos guapo, era incluso más guapo que Cristhian, alto, piel tostada, ojos color miel, mandíbula cuadrada
*Cristhian*Atravesé todo el local y subí las escaleras hacia el segundo andar para llegar a la mesa que el señor X había reservado. No era la clase de lugar que yo acostumbrara frecuentar, menos para una cena de negocios, pero el señor X era conocido por ser un poco extravagante, era lo que llamamos un "nuevo rico" una persona que nació en una familia de clase muy pobre y que por azares de la vida o esfuerzo propio había conseguido amasar una gran fortuna, ese tipo de ricos son un poco diferentes, ellos disfrutan de los placeres de la vida de forma, digamos,...un poco menos refinada. Una cortina de terciopelo rojo nos separaba del bullicio de la pista de baile, ahí dentro teníamos una mesa y butacas cómodas, servicio particular y un pequeño escenario.-¿Has disfrutado de este tipo de espectáculo antes? -La voz del señor X me hizo girarme, él estrechó mi mano -soy fan de este tipo de baile, dijo señalando hacia el tubo metálico en el centro del escenario, me aclaré la garganta.-En un
*Sarah*Al atravesar la puerta roja un hombre corpulento me indicó el camino hacia los camerinos, ahí me cambié e hice lo que Xavier me había ordenado; bailé para él y para Cristhian."Míralo como si lo desearas" había escrito Xavier en las instrucciones que había enviado por mensajes de texto, pensé que sería más facil mirar a Cristhian con deseo, y es que yo siempre lo había deseado, incluso antes de saber que me casaría con él, cuando era apenas una niña, yo de doce y él de dieciseis, Cristhian era mi amor platónico. Ya estando con él, esperaba con ansias las sobras de amor que me daba después de estar con Elena. No creí que mirarlo con deseo podía ser tan difícil, pero lo fue, cuando subí al escenario, cuando sentí sus ojos recorriendo mi cuerpo casi desnudo, sentí una mezcla de tristeza, rabia, dolor. Le había sido tan fácil deshacerse de mí, no le había importado dejar a nuestro hijo sin su madre, las lágrimas se acum
*Cristhian*Había algo en los ojos de Rubí que me hacía sentir que la conocía. Tenía la sensación de que sabía todo de ella y a la vez no sabía nada, me sentía intrigado. Cuando se dio media vuelta me vi tentado a sostenerla del brazo para que se quedara, di unos pasos hacia ella, pero negué con la cabeza para sacudirme aquella idea estúpida, las ideas estúpidas no eran lo mio y no iban a comenzar a serlo en ese momento.Algo brillante cayó al suelo, cuando noté qué era Rubí había desaparecido, me agaché para recoger la cadena del suelo, era un hilo plateado fino y un pequeño diamane en forma de corazón, admiré la joya unos segundos, era auténtica, me levanté y la guardé en el bolsillo de mis pántalones. Cuando salí del baño y miré hacia nuestra mesa, el corazón se me heló, Rubí y el señor X no estaban, pero si estaba Elena. No había contestado mis llamadas por lo que no pude avisarle que no debía venir, me sentí avergonzado de haberla citado en un lugar tan impropio. Di unos pasos tí
*Elena*¡Asqueroso! era una palabra perfecta para describir el club en el que Cris me había citado. No es que no me gustaran las fiestas, todo lo contrario, amaba ir a lugares repletos de gente, la música alta, el olor a cigarrillo y hierva, empaparme con el sudor del cuerpo de algún desconocido, todo eso más un par de pastillas y unos cuantos tragos, eran mi definición de diversión, pero el antro en el que me citó Cris esa noche no estaba, digamos...a mi altura. Era obvio que dejaban entrar a todo tipo de gentuza y mesclarme con gente inferior a mí es algo que he detestado toda la vida.-¿A dónde ha ido el señor Vandervert? -le pregunté a la chica que nos había servido el vino-Lo siento señorita, no lo sé -¡Imbécil! porsupuesto que no lo sabes, te lo pregunto para que vayas y lo averigues. No dije una palabra de lo que me pasó por la mente porque no estaba de humor para lidiar con la escases de inteligencia de la gente -¡Ya vete! -le dije depués de que me quedara mirando como si yo
*Sarah*"Ella es Elena, mi novia" no habían esperado mucho para sacar a la luz su relación. Mi muerte era exactamente lo que Cristhian necesitaba, obtuvo sus amadas acciones y al fin pudo ser libre para estar con su verdadero amor, aquello me afectó más de lo que me hubiese gustado.-¿Estás bien querida? -me preguntó la señora Vandervert, todos me miraban preocupados, incluso Xavier fingía no saber qué me pasaba, pero Elena, ella me miraba como si quisiera asesinarme. Sentí miedo ¿me reconocería mi hermana? o si no por qué me miraba con tanto desprecio.-Estoy bien, lo siento, solo me he mareado un poco-¡Nena! ¿será qué... -Xavier me miró con ojos brillantes de emoción, siempre le decía que su vocación no era ser empresario sino actor-No bebé -le interrumpí -recuerda que estoy en mis dias -la desilución le invadió el rostro-¡Ah! -hizo un puchero -Rubí y yo queremos tener hijos, pero... -frunció los labios-Vamos cariño, no queremos poner triste a los Vandervert con nuestro sufrimien
Cristhian—Entonces, se conocieron en la universidad… —no me lo acababa de creer. El grupo X y el grupo VanderBlake habían comenzado como uno, en un garaje en la humilde casa del señor X.—Sí —afirmaron al unísono el señor X y mi madre.—Y si las cosas hubiesen sido diferentes, Melissa y yo…—Xavier… —las risas se evaporaron del rostro de mi madre, que se ensombreció.Después de comer cerré el trato con Xanders, nuestras emoresas por fin se asociarían. Discutiamos los detalles del acuerdo cuando el mayordomo nos interrumpió—Con permiso, señor Vandervert . Lamento interrumpir, pero… —se inclinó a mi lado y me susurró al oído—. La señorita Elena se ha sentido mal y se ha ido —me informó. No me preocupé demasiado; no era raro en Elena. No soportaba los eventos de este tipo, reuniones de empresarios, cenas de negocios. Se aburría a morir y huía en cuanto tenía oportunidad—. María se ha ido, dice que ha dejado al joven Zackary con una señorita.—¿Qué? —Levanté la voz sin querer—. El joven