*Sarah*
Hice todo lo que Xavier me había pedido. Durante el último año estudié todo lo que no había estudiado en toda mi vida. "Eres muy inteligente" me repetía él a diario, jamás había creído que era inteligente, nunca nadie me lo había dicho. Además de estudiar, entrené mucho, artes marciales, musculación, atletismo y sobretodo; baile, aprendí todo tipo de bailes y Xavier se encargó de que me concentrara en los más eróticos "eres muy sexy" me decía siempre. También tomé clase de etiqueta y modales, claes de moda y estilo "eres muy elegante" "eres muy refinada" a Xavier le sobraban los elogios para mí y aquello realmente me caló ondo, era lo que siempre había esperado de Cristhian, y el señor X me lo dio, una cosa llevó a la otra y terminé... terminamos....teniendo una relación más allá de un maestro con su pupilo, el señor X era unos quince años mayor que yo, pero eso no lo hacía menos guapo, era incluso más guapo que Cristhian, alto, piel tostada, ojos color miel, mandíbula cuadrada, dientes perfectos, cuerpo torneado, no pasó mucho tiempo para que Xavier empezara a enseñarme algo más que literatura, historia y modales, había un antes y un después de Xavier Xanders en cuanto a mi vida sexual se refería, Cristhian siempre se había acostado conmigo como un acto de estricto deber y obligación, Xavier se concentraba en darme el máximo placer y lo más importante, me enseñó a complacer a un hombre, con mis manos, con la boca, me enseñó a usar mi cuerpo entero, cuando estaba en los brazos de Xavier me olvidaba por completo de Cristhian, pero ese día en la oficina de la presidencia, ese dia, cuando vi a Cristhian no pude estar ahí, sus ojos, su mirada encendió un fuego en mi interior que me consumía, sentí mi cuerpo arder.
-No puedo hacerlo -le susurré al señor x al oído, él no respondió, pero asintió con la cabeza, así supe que tenía permitido salir de ahí y lo hice lo más rápido que pude.
Mas tarde en casa...
-¿cómo te ha ido?
-De maravilla -me respondió Xavier -eso que has hecho...
-Lo siento, realmente lo siento, no volverá a pasar
-oh, no, claro que no volverá a pasar, tienes que apegarte siempre al plan, pero creo que fue algo bueno lo que ocurrió
-¿Ah sí?
-Ah quedado intrigado contigo, lo vi seguirte con la mirada, sus ojos estaban cargados de curiosidad
-¿Y eso es bueno? -pregunté acercando a Xavier una taza de té
-eso es excelente -respondió él entusiasmado -he quedado en cenar con él hoy y necesitaré que des el máximo, tienes que estar ahí. Hoy será tu primer encuentro con Cristhian Vancdervert y tiene que ser inolvidable, sublime, épico- Sonreía mientras hablaba, los ojos le chispeaban de emoción. No entendía muy bien el objetivo de sus planes, pero no lo cuestionaba, esa noche tomé un baño, me puse la ropa que Xavier había elegido para mí.
Xavier y yo no fuimos juntos, él salió primero conduciendo su auto. Mandò a alguien por mí.
-Estamos llegando- anunció el chófer y aquel par de palabras me aplastaron. El aire se volvió difícil de respirar, abrí la ventanilla en un intento por no ahogarme, exhale hondo. El aire helado de la noche acarició mis mejillas que parecían arder en fuego. -hemos llegado, el pequeño instante de calma se acabó.
-¿es aquí? -la pregunta fue como un pensamiento en voz alta. El lugar era casi un callejón con espacio para un solo carro, estaba oscuro, había una pareja besándose y un par de chicas fumando y riendo. Había basura en el suelo, la única entrada que alcanzaba a ver era una puerta roja que casi se caí a pedazos. Mi re al chófer por el espejo retrovisor. Sus ojos bailaron en un vaivén del retrovisor al mapa de su teléfono y otra vez al retrovisor
-estoy seguro de que es aquí - bajo del auto y me abrió la puerta
Baje del auto con el corazon en un hilo y las lágrimas acumulándose detrás de mis parpados. Las persona me miraron curiosas y yo di unos pasos apresurados hacia la puerta roja. Me habia preparado psicologicamente para ver a Cristhian ese día, pwro Xavier me habia enviado quien sabe a donde.
Mi teléfono sonó, eran varios mensajes de Xavier.
"INSTRUCCIONES" decía el primero al que le.siguió una larga lista de cosas que debía hacer esa noche, todas detalladas hasta en lo mínimo. Xavier siempre me decía qué hacer y como hacerlo pero nunca por qué. Pero quiien era yo para cuestionarlo. Después de todo, mi nueva vida era gracias a él. Atravesé la puerta. El humo y las luces de colores me cegaron al principio, di unos pasos tímidos.
-Señorita -un tipo alto y fornido me susurró en el oído -¿es usted la invitada del señor X?
-Sí -respondí asintiendo también con la cabeza
-Sígame -me indicó y yo lo seguí.
*Cristhian*Atravesé todo el local y subí las escaleras hacia el segundo andar para llegar a la mesa que el señor X había reservado. No era la clase de lugar que yo acostumbrara frecuentar, menos para una cena de negocios, pero el señor X era conocido por ser un poco extravagante, era lo que llamamos un "nuevo rico" una persona que nació en una familia de clase muy pobre y que por azares de la vida o esfuerzo propio había conseguido amasar una gran fortuna, ese tipo de ricos son un poco diferentes, ellos disfrutan de los placeres de la vida de forma, digamos,...un poco menos refinada. Una cortina de terciopelo rojo nos separaba del bullicio de la pista de baile, ahí dentro teníamos una mesa y butacas cómodas, servicio particular y un pequeño escenario.-¿Has disfrutado de este tipo de espectáculo antes? -La voz del señor X me hizo girarme, él estrechó mi mano -soy fan de este tipo de baile, dijo señalando hacia el tubo metálico en el centro del escenario, me aclaré la garganta.-En un
*Sarah*Al atravesar la puerta roja un hombre corpulento me indicó el camino hacia los camerinos, ahí me cambié e hice lo que Xavier me había ordenado; bailé para él y para Cristhian."Míralo como si lo desearas" había escrito Xavier en las instrucciones que había enviado por mensajes de texto, pensé que sería más facil mirar a Cristhian con deseo, y es que yo siempre lo había deseado, incluso antes de saber que me casaría con él, cuando era apenas una niña, yo de doce y él de dieciseis, Cristhian era mi amor platónico. Ya estando con él, esperaba con ansias las sobras de amor que me daba después de estar con Elena. No creí que mirarlo con deseo podía ser tan difícil, pero lo fue, cuando subí al escenario, cuando sentí sus ojos recorriendo mi cuerpo casi desnudo, sentí una mezcla de tristeza, rabia, dolor. Le había sido tan fácil deshacerse de mí, no le había importado dejar a nuestro hijo sin su madre, las lágrimas se acum
*Cristhian*Había algo en los ojos de Rubí que me hacía sentir que la conocía. Tenía la sensación de que sabía todo de ella y a la vez no sabía nada, me sentía intrigado. Cuando se dio media vuelta me vi tentado a sostenerla del brazo para que se quedara, di unos pasos hacia ella, pero negué con la cabeza para sacudirme aquella idea estúpida, las ideas estúpidas no eran lo mio y no iban a comenzar a serlo en ese momento.Algo brillante cayó al suelo, cuando noté qué era Rubí había desaparecido, me agaché para recoger la cadena del suelo, era un hilo plateado fino y un pequeño diamane en forma de corazón, admiré la joya unos segundos, era auténtica, me levanté y la guardé en el bolsillo de mis pántalones. Cuando salí del baño y miré hacia nuestra mesa, el corazón se me heló, Rubí y el señor X no estaban, pero si estaba Elena. No había contestado mis llamadas por lo que no pude avisarle que no debía venir, me sentí avergonzado de haberla citado en un lugar tan impropio. Di unos pasos tí
*Elena*¡Asqueroso! era una palabra perfecta para describir el club en el que Cris me había citado. No es que no me gustaran las fiestas, todo lo contrario, amaba ir a lugares repletos de gente, la música alta, el olor a cigarrillo y hierva, empaparme con el sudor del cuerpo de algún desconocido, todo eso más un par de pastillas y unos cuantos tragos, eran mi definición de diversión, pero el antro en el que me citó Cris esa noche no estaba, digamos...a mi altura. Era obvio que dejaban entrar a todo tipo de gentuza y mesclarme con gente inferior a mí es algo que he detestado toda la vida.-¿A dónde ha ido el señor Vandervert? -le pregunté a la chica que nos había servido el vino-Lo siento señorita, no lo sé -¡Imbécil! porsupuesto que no lo sabes, te lo pregunto para que vayas y lo averigues. No dije una palabra de lo que me pasó por la mente porque no estaba de humor para lidiar con la escases de inteligencia de la gente -¡Ya vete! -le dije depués de que me quedara mirando como si yo
*Sarah*"Ella es Elena, mi novia" no habían esperado mucho para sacar a la luz su relación. Mi muerte era exactamente lo que Cristhian necesitaba, obtuvo sus amadas acciones y al fin pudo ser libre para estar con su verdadero amor, aquello me afectó más de lo que me hubiese gustado.-¿Estás bien querida? -me preguntó la señora Vandervert, todos me miraban preocupados, incluso Xavier fingía no saber qué me pasaba, pero Elena, ella me miraba como si quisiera asesinarme. Sentí miedo ¿me reconocería mi hermana? o si no por qué me miraba con tanto desprecio.-Estoy bien, lo siento, solo me he mareado un poco-¡Nena! ¿será qué... -Xavier me miró con ojos brillantes de emoción, siempre le decía que su vocación no era ser empresario sino actor-No bebé -le interrumpí -recuerda que estoy en mis dias -la desilución le invadió el rostro-¡Ah! -hizo un puchero -Rubí y yo queremos tener hijos, pero... -frunció los labios-Vamos cariño, no queremos poner triste a los Vandervert con nuestro sufrimien
Cristhian—Entonces, se conocieron en la universidad… —no me lo acababa de creer. El grupo X y el grupo VanderBlake habían comenzado como uno, en un garaje en la humilde casa del señor X.—Sí —afirmaron al unísono el señor X y mi madre.—Y si las cosas hubiesen sido diferentes, Melissa y yo…—Xavier… —las risas se evaporaron del rostro de mi madre, que se ensombreció.Después de comer cerré el trato con Xanders, nuestras emoresas por fin se asociarían. Discutiamos los detalles del acuerdo cuando el mayordomo nos interrumpió—Con permiso, señor Vandervert . Lamento interrumpir, pero… —se inclinó a mi lado y me susurró al oído—. La señorita Elena se ha sentido mal y se ha ido —me informó. No me preocupé demasiado; no era raro en Elena. No soportaba los eventos de este tipo, reuniones de empresarios, cenas de negocios. Se aburría a morir y huía en cuanto tenía oportunidad—. María se ha ido, dice que ha dejado al joven Zackary con una señorita.—¿Qué? —Levanté la voz sin querer—. El joven
****Richard****¡Que se jodan! ¡que se jodan todos! Me encerré en mi oficina, cogí una botella de whisky, estaba casi vacía y mi cabeza llena de pensamientos oscuros. El maldito de Xanders creía que podía venir a mi casa y hablar del pasado. Tomé un trago directo de la botella. Y Elena, esa zorra se cree que más importante de lo que es. Tomé otro trago de whisky sintiendo el ardor en mi garganta. La oficina estaba en penumbra, iluminada solo por la luz tenue de la lámpara de escritorio. Los documentos de las demandas contra la empresa estaban esparcidos por todas partes, Percy me había dado una cátedra de por qué teníamos que mantener un perfil bajo, pero en ese momento solo podía pensar en la traición de Elena y en las artimañas de Xanders, ambos eran unas arpías, un par de sanguijuelas que acababan de adherirse a la piel de mi hijo, me frustraba la ingenuidad de Cristhian. Debí ser más duro con él, si hubiese sido más duro no sería tan imbécil. Después deunos cuantos tragos los f
***Richard***Melissa me veía asustada y al mismo tiempo indignada, había perdido la compostura y cada vez que eso pasaba ella quedaba debastada, había hecho terapia de control de la ira solo para complacerla, hacía cualquier cosa por Melissa. -Lo siento -me salió realmente del corazón me acerqué, ella dio un par de pasos atrás y eso dolió-¿Qué pasa contigo? -me preguntó con rabia en el tono -la vida te da la oportunidad de reinvindicarte con alguien a quien dañaste y te pones así -pobre Melissa, era tan inocente, confiaba mucho en las personas y eso era peligroso, por fortuna me tenía a mí para protegerla.-Xanders me ha cogido de sorpresa -eso era verdad -sabía que quería hacer negocios con Cristhian, pero... ¿sacar a relucir el pasado delante de nuestro hijo? no, no lo voy a permitir...-No sacó a relucir nada Richard, solo quería amenizar el ambiente diciéndole a Cris que ya nos conocíamos, quizas ha sido una forma de ganarse su confianza -dejé salir un suspiro, no habría podido