*Sarah*"Ella es Elena, mi novia" no habían esperado mucho para sacar a la luz su relación. Mi muerte era exactamente lo que Cristhian necesitaba, obtuvo sus amadas acciones y al fin pudo ser libre para estar con su verdadero amor, aquello me afectó más de lo que me hubiese gustado.-¿Estás bien querida? -me preguntó la señora Vandervert, todos me miraban preocupados, incluso Xavier fingía no saber qué me pasaba, pero Elena, ella me miraba como si quisiera asesinarme. Sentí miedo ¿me reconocería mi hermana? o si no por qué me miraba con tanto desprecio.-Estoy bien, lo siento, solo me he mareado un poco-¡Nena! ¿será qué... -Xavier me miró con ojos brillantes de emoción, siempre le decía que su vocación no era ser empresario sino actor-No bebé -le interrumpí -recuerda que estoy en mis dias -la desilución le invadió el rostro-¡Ah! -hizo un puchero -Rubí y yo queremos tener hijos, pero... -frunció los labios-Vamos cariño, no queremos poner triste a los Vandervert con nuestro sufrimien
Cristhian—Entonces, se conocieron en la universidad… —no me lo acababa de creer. El grupo X y el grupo VanderBlake habían comenzado como uno, en un garaje en la humilde casa del señor X.—Sí —afirmaron al unísono el señor X y mi madre.—Y si las cosas hubiesen sido diferentes, Melissa y yo…—Xavier… —las risas se evaporaron del rostro de mi madre, que se ensombreció.Después de comer cerré el trato con Xanders, nuestras emoresas por fin se asociarían. Discutiamos los detalles del acuerdo cuando el mayordomo nos interrumpió—Con permiso, señor Vandervert . Lamento interrumpir, pero… —se inclinó a mi lado y me susurró al oído—. La señorita Elena se ha sentido mal y se ha ido —me informó. No me preocupé demasiado; no era raro en Elena. No soportaba los eventos de este tipo, reuniones de empresarios, cenas de negocios. Se aburría a morir y huía en cuanto tenía oportunidad—. María se ha ido, dice que ha dejado al joven Zackary con una señorita.—¿Qué? —Levanté la voz sin querer—. El joven
****Richard****¡Que se jodan! ¡que se jodan todos! Me encerré en mi oficina, cogí una botella de whisky, estaba casi vacía y mi cabeza llena de pensamientos oscuros. El maldito de Xanders creía que podía venir a mi casa y hablar del pasado. Tomé un trago directo de la botella. Y Elena, esa zorra se cree que más importante de lo que es. Tomé otro trago de whisky sintiendo el ardor en mi garganta. La oficina estaba en penumbra, iluminada solo por la luz tenue de la lámpara de escritorio. Los documentos de las demandas contra la empresa estaban esparcidos por todas partes, Percy me había dado una cátedra de por qué teníamos que mantener un perfil bajo, pero en ese momento solo podía pensar en la traición de Elena y en las artimañas de Xanders, ambos eran unas arpías, un par de sanguijuelas que acababan de adherirse a la piel de mi hijo, me frustraba la ingenuidad de Cristhian. Debí ser más duro con él, si hubiese sido más duro no sería tan imbécil. Después deunos cuantos tragos los f
***Richard***Melissa me veía asustada y al mismo tiempo indignada, había perdido la compostura y cada vez que eso pasaba ella quedaba debastada, había hecho terapia de control de la ira solo para complacerla, hacía cualquier cosa por Melissa. -Lo siento -me salió realmente del corazón me acerqué, ella dio un par de pasos atrás y eso dolió-¿Qué pasa contigo? -me preguntó con rabia en el tono -la vida te da la oportunidad de reinvindicarte con alguien a quien dañaste y te pones así -pobre Melissa, era tan inocente, confiaba mucho en las personas y eso era peligroso, por fortuna me tenía a mí para protegerla.-Xanders me ha cogido de sorpresa -eso era verdad -sabía que quería hacer negocios con Cristhian, pero... ¿sacar a relucir el pasado delante de nuestro hijo? no, no lo voy a permitir...-No sacó a relucir nada Richard, solo quería amenizar el ambiente diciéndole a Cris que ya nos conocíamos, quizas ha sido una forma de ganarse su confianza -dejé salir un suspiro, no habría podido
**Cristhian**-¡Mami! ¡mami! -el grito de Zackary hizo que Rubí se alejara de mí en un segundo - no te vayas mamita.Ambos mirábamos hacia la cama. Zackary estaba acostado, tenía los ojos cerrados y estiraba los brazos como si tratara de alcanzar algo.-Está todo bien - Susurró Rubí mientras cargaba a Zackary, lo que debía estar haciendo yo, pero ella había reaccionado mucho más rápido -estoy aquí, no me voy. Zackary se aferró al cuello de Rubí recortando su pequeño rostro en su pecho, ella lo acunó. Sentí cierta familiaridad en Rubí, algo que no había notado antes, era como si ya hubiésemos vivido antes aquel momento. Permanecí en silencio contemplando aquella escena. Rubí puso a Zackary en la cama con mucho cuidado, se quedó mirándolo ahi parada frente a la cama de brazos cruzados. Noté la expresión en su rostro, era obvio que contenía las lágrimas en un esfuerzo enorme por no llorar, pero no pudo evitarlo, se tapo la boca y gimoteó. Yo me quedé paralizado, sentí el impulso de acerca
***Sarah****En el auto, de camino a casa, Xavier me pidió el reporte de lo que había pasado con Cristhian.—No fue mi intención, ya te lo dije —iba en el asiento del copiloto; él conducía sin apartar la mirada del camino. Yo tenía las manos juntas sobre las piernas, rascando el esmalte de una uña con la otra.—¿Estás queriendo hacer las cosas por tu cuenta, Sarah? —me llamó por mi nombre verdadero, y sentí que todo el aire abandonaba mis pulmones de un tirón. Cuando Xavier me llamaba por mi antiguo nombre, también me trataba como solían tratarme las personas antes.—No. Por supuesto que no, jamás haría eso —hice un esfuerzo gigantesco para que la voz me saliera firme. Ser Sarah tenía en mí un efecto horrible. Cuando recordaba que era Sarah, la hija de la sirvienta, la esposa sumisa, y no Rubí, la chica sensual, segura de sí misma y poderosa, me desvanecía. Los miedos me apresaban, me sometían. Tomé una bocanada de aire—. Él me vio llorando. Estaba en la habitación de Zacky con mi hijo
Sarah—Sí, soy yo —Xavier respondió la llamada aún acostado, con la cabeza recostada en la almohada—. Sí, ella es mi hermana —permaneció unos segundos en silencio—. ¿¡Qué!? —se sentó de un movimiento brusco; el teléfono casi se le cayó de las manos, pero lo acomodó de nuevo en su oído—. Iré de inmediato —se levantó sin darme explicaciones; yo también me incorporé.—¿Qué ha pasado? —me acerqué a él, que ya había entrado en el vestidor.—Nada. Vuelve a la cama —su voz temblaba. Estaba desnudo, revolviendo entre su ropa como si no supiera lo que hacía. Se giró y me abrazó—. Maddy ha tenido un accidente —dijo entre sollozos—. Tengo que ir al hospital.—Yo te llevaré —le dije, rompiendo el abrazo. Cogí unos jeans y una camiseta, y los puse en sus manos. Me miró, resignado a que no le obedecería. Empezó a vestirse. Le di un abrigo negro—. Ve a lavarte la cara, yo me iré a vestir.Cuando llegamos al hospital, todo era un caos. Había muchas personas preguntando por sus familiares, al parecer
****Cristhian****El golpe me sacudió el auto, y aunque no fue fuerte, esperaba lo básico: que la persona saliera, se disculpara, como cualquiera haría. Mi pie seguía en el freno, los dedos tamborileando en el volante, tratando de no perder la paciencia. Esto es lo que se hace, pensé. Uno choca, se disculpa, intercambia información. Pero no pasó nada. Los segundos se alargaban, y el silencio del otro auto empezaba a ponerme nervioso."Me bajé y caminé hacia la ventanilla. Toqué suavemente. La ventana se abrió apenas un par de centímetros, lo suficiente para que asomara una franja de aire frío y su cara... oculta detrás de lentes de sol. '¿En serio?' pensé. ¿Qué clase de persona ni siquiera se quita los lentes en una situación como esta? La confusión me golpeaba tanto como el enojo. Parecía que estaba viendo una escena absurda, algo que no terminaba de encajar en mi mente."Y entonces, sin previo aviso, la ventanilla se cerró de golpe. El motor rugió, y el auto avanzó, esquivando el tr