Capitulo 2

—¡Estás loco!—grito al borde de la locura.—¡¿Cómo me vas a decir que este desconocido es mi futuro esposo?!

—Lo siento hija pero él te compró hace años. Por esa razón hoy mismo te vas con él ya que tu boda se realizará pronto—replica mi padre con voz autoritaria y sin vergüenza. Me desmorono mientras empiezo a llorar y gritar.

—¡Yo no me voy a ninguna parte con este desconocido!— vocifero con un nudo en la garganta. Lloro dando vueltas alrededor del salón, miro a mamá de pie en el lumbral de la puerta, corro hasta ella y le pido una explicación.—Mami, dime que esto es mentira una broma de mal gusto, explícame de qué se trata este absurdo juego—las lágrimas salen como cascadas.

Mi madre niega y me abraza con fuerza. Ella llora, acaricia mi cabello rubio y me pide que la perdone.

—Perdóname mi amor. Por favor. 

Caigo de rodillas al frío piso, siento un nudo fuerte en mi pecho. Cómo es posible que me obliguen a irme con ese hombre. No lo conozco y además se ve que es malo. Unos brazos me levantan y me sujetan, empiezo a patalear y a gritar con fuerza.

—¡Suéltame!chillo desesperada—¡Mami, no permitas esto!

—Arthur, llévesela—ordena el maldito de mi progenitor. El tipo me levanta recargándome en su hombro como un saco, yo sigo llorando y gritando para que me baje.

—Pueden ir a visitarla cuando quieran—replica el maldito.

—¡Oh mi hija!—exclama mamá entre lágrimas.

—¡Mamá!... Mamá por favor...— levanto la vista a mi padre y segura le grito—¡Te odio ojalá estés maldito toda tu vida—lloro más fuerte.

—Llévese a esta ingrata— nuevamente ordena mi padre. El desconocido sale de la casa conmigo en su hombro, lloro pero creo que de nada me sirve. Cierro los ojos y pido al cielo que esto sólo sea una m*****a pesadilla y no la jodida realidad.

—Si te portas bien y dejas de gritar, te aseguro que estarás bien, pero si sigues con tu berrinche, recibirás unos buenos azotes y una bofetada que jamás olvidarás—me advierte con dureza.

Mi corazón retumba con fuerzas, mi cuerpo tiembla po achina. Dejo de gritar y lloro en silencio sintiendo como se me desgarra el alma en pequeñas partes. Abrocha mi cinturón y cierra la puerta del copiloto con llave sube y a los segundos arranca a toda velocidad, a los minutos nos encontramos en la autopista de la ciudad.

Cierro los ojos reprimiendo las lágrimas que amenazan con salir, el nudo formado en mi garganta duele y quiere explotar. Lloro tapando la boca, la cabeza me retumba por lo ocurrido hace unos minutos. Miro al tipo de reojo, éste maneja con tranquilidad. ¿Quién es él?, ¿por qué dice el maldito de mi padre que él me ha comprado? No entiendo nada, todo es tan confuso y raro, este caso parece salido de una película de terror, donde el tipo compra a la chica por mucho millones y luego la lleva a prostituir hasta luego matarla y vender sus órganos con los más ricos del mundo. Negando cierro los ojos y me digo que eso no será mi caso. Eso espero. 

Durante el trayecto del viaje que ha saber dónde me lleva, decido perderme en mis pensamientos. ¿Qué pasará conmigo? Mis estudios, mis dos únicos y valiosos amigos, 

¡Oh! mi novio Max.

Pongo las manos en mi pecho, las aprieto por el dolor de sentir esto que me está pasando. Me quedo sumergida en mis pensamientos por horas, no me percato cuando el coche se detiene.

—Ya llegamos—Espeta saliendo del coche, lo rodea y abre la puerta de copiloto.

Salgo abrazada a mí misma, el viento sopla con rigor, miro para todos lados sin saber qué lugar es éste. ¿En dónde me ha traído?

—Estamos en Estelí, en carretera Panamericana lejos de la ciudad, esta es mi finca y acá se realizará nuestra boda—Explica como si leyera mi mete de querer saber en dónde demonios estoy.

Toma de mi brazo y me lleva con rapidez, una vez adentro de la finca se aprecia una casa grande y hermosa de corredor con un porche, sala y una área de comedor de la cual tiene palmeras a su alrededor, con flores de todo tipo pasto verde y está repleto de plantas amarillentas. Su clima es agradable mientras que mi vida es un total caos.

Varios hombres al ver a este mal nacido hijo de su mamá lo saludan y luego siguen en lo suyo.

—¡Carmen!—grita el pendejo de m****a, ¿quién es Carmen? Aparece una señora bajita y regordeta justo en la entrada de la gran casa.

—Hola señor Arthur, ha vuelto.

—Carmen ella es mi futura Esposa— declara sin quitar la mirada de mí. — Cariño mío,  ella es Carmen, la persona que se encargará de ti y desde ahora que se te quede grabado en tu cabecita, nada es color de rosa—trago saliva y reprimo el llanto que amenaza con salir de mis ojos. El tal Arthur da la orden a un tal Josep para que meta mis cosas, no entiendo en que momento me empacaron todo y a qué hora los habrá metido en la cajuela del coche de este tipejo.

—Carmen avisa a los demás empleados que preparen todo para la ceremonia que se llevara a cabo mañana.

Dios mío, todo esto es real. Absorbo por la nariz, el aire se me hace espeso mientras que el corazón y el alma me duelen.

—Prepara la cena es para mi amada ella ama el un zumo de uva, pollo asado y tortillas de maíz, pronto bajaremos para la cena— replica con tono autoritario.

Yo quedo en shock, ¿Cómo él sabe mis gustos? Seguramente mi padre es él que se lo ha dicho. Maldito. El tipo no suelta mi brazo trato de zafarme, pero no puedo mientras que sube las escaleras. Cuando llegamos a una habitación grande en donde hay una cama doblemente más grande que la mía y una ventana doble se puede apreciar la naturaleza pero por ahora solo se ve la oscura noche con el resplandor de la Luna.

—Desde hoy esta será tu habitación mientras estemos acá—explica—. Ah ni se te ocurra escapar o llamar a ese chico con el que te besuqueabas ayer. ¿Entendido?

Lo miro incrédula y enfurecida. A este tipejo le diré unas cuantas verdades.

—Ese chico es el amor de mi vida—mi voz tiembla—. Al hombre que amo le guste o no, a usted. No sé quién demonios es y por qué el maldito de mi progenitor me ha vendido a un maldito loco, acosador y pervertido que no puede conseguir a una mujer con sus propios méritos. Jamás lograré quererlo, aunque me haya comprado ¡Entiende ahora usted señor!—Grito ya molesta.

Él me mira sin parpadear, sus labios se forman en una línea recta. Me toma del hombro y me lanza en la cama como si de una muñeca se tratara. Luego sube encima de mí y con ira me advierte.

—Di lo que deseas, esa boquita que tienes es muy traviesa y espero que así como hablas puedas usarla para hacerme otras cosas—sin pensarlo, lo escupo.

Me mira con los ojos muy abiertos y en un movimiento rápido, me asusta queriendo golpearme, haciéndome que se me escape un grito y que el aire me comience a faltar, toma mis manos y las pone a cada lado de mi cabeza.

—No te golpeo el rostro porque te verás fea para mañana, espero que esta sea la primera y la última vez que me desafías y escupes mi rostro, porque la próxima vez será peor.

Sus ojos verdes me penetran, se me dificulta respirar por el susto, mientras que con una mano sigue sujetando mis dos muñecas arriba de mi cabeza y con la otra me toma la barbilla y junta sus labios con los míos. Aprieto con dureza mi boca para no sentir su asquerosa lengua en mi interior, pero él es más fuerte por lo que hace que termine abriendo mi boca y pueda sentir como adentra su lengua hasta así atraparla con la mía.

Su aliento es una mezcla de menta, su beso provoca una sensación extraña en mí, cierro los ojos diciendome a mi misma que este hombre es un mal hombre, una Bestia. Sin poder hacer nada dejo que invada mi boca, las fuerzas se me han ido ya no sé qué mas me va a pasar junto a este demonio.

Maximiliano mi amor ¿Por qué nunca te hice caso al pedirme que me fuera a estar contigo? Si hubiera aceptado, nada de esto me estaría pasando. 

Por favor que todo sea una simple pesadilla y no la jodida realidad.

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