Axel.Creo que me voy a volver loco con estas dos mujercitas, hacen lo que quieren, las traje para que compren el regalo de mama y ellas se ponen a fisgonear con sus amigas, son tan exasperantes y pensar que tengo que cuidar de ellas o ciertos niños se les pueden acercar y eso no lo permitiré, están muy pequeñas.—Oye cielito, tus hermanas son un dolor de cabeza— comenta Lorena, mi novia, ella levanta sus cejas y mira en dirección a la tienda.—Preciosa, si mantuvieras esa boquita cerradita te vieras más bonita, mientras hablas provocas que tenga más dolor de cabeza—espete molesto, me fulmina con la mirada. La amo pero jamás permitiré que nadie le hable de esa manera a mis pequeñas hermanas.Soy el hermano mayor, tengo dieciocho años y ellas apenas once, las quiero un montón, mi madre y ellas son mi debilidad y claro amo a mi novia pero ella es tan exasperante y ni idea porque.Lorena es cuatro año mayor que yo, la conocí hace dos años. Es hija de uno de los amigos de mi padre, bueno
Axel.Camino por el jardín, el ambiente es refrescante, las luciérnagas avivan la oscuridad, me senté en uno de los balancines, dirijo la mirada en dirección a mi hermosa familia, mi padre adora a mi madre, ella es una mujer digna de ese amor. Algún día no muy lejano deseo tener una hermosa y buena esposa como lo es mama, sé que un día uniré mi vida junto a Lorena, nos amamos o bien si no es ella se que habrá otra.—Cielo, que haces solito— aparece mi novia detrás de mí.—Solo recibiendo el aire que desprende los árboles.—Te amo Axel— expresa en murmullo, la abrazo con vehemencia, ella sonríe sobre mis labios.Yo también te amo— respondi sobre su boca.Mientras nos besamos con amor, el viento acaricia nuestros rostros, me siento feliz de mi familia y feliz de tener a mi novia.—¡Axel ven, es hora de la foto familiar!— la voz angelical de Casseling nos hace separarnos de nuestro beso, Lorena deja escapar un suspiro molesto, sostengo su mano y entramos a la casa. Mi madre se acerca a m
Cariza. Cada día que pasa entiendo menos las intenciones de mi padre. Quiere que deje mis estudios ya que jamás lograre terminarlos, según él estoy perdiendo mi tiempo.Definitivamente no lo entiendo, pero como dicen por ahí, es mejor que haya un loco y no dos, no me pondré al discutir con alguien que no razona.Me llamo Cariza Golddy. Me falta poco para terminar la secundaria y unos seis meses para cumplir mis diecinueve años de edad, quizás ya soy mayor edad en este país pero mientras viva con mis padres sigo siendo una mantenida, de echo debo obedecer y hacer cada cosa que ellos me digan. Dejando atrás a mis padres, les contare un poco de mi, bueno estoy fascinada con el chocolate, amo las uva son dos cosas de cual no me puedo resistir a pesar que el chocolate tiene demasiada grasa, en fin ¡me encanta!En mis pasatiempos la paso dibujando o bien leyendo alguna historia de amor. Me encanta leer esa es una de las cosas que no dejaría jamás.Tengo novio, su nombre es Maximiliano él
—¡Estás loco!—grito al borde de la locura.—¡¿Cómo me vas a decir que este desconocido es mi futuro esposo?!—Lo siento hija pero él te compró hace años. Por esa razón hoy mismo te vas con él ya que tu boda se realizará pronto—replica mi padre con voz autoritaria y sin vergüenza. Me desmorono mientras empiezo a llorar y gritar.—¡Yo no me voy a ninguna parte con este desconocido!— vocifero con un nudo en la garganta. Lloro dando vueltas alrededor del salón, miro a mamá de pie en el lumbral de la puerta, corro hasta ella y le pido una explicación.—Mami, dime que esto es mentira una broma de mal gusto, explícame de qué se trata este absurdo juego—las lágrimas salen como cascadas.Mi madre niega y me abraza con fuerza. Ella llora, acaricia mi cabello rubio y me pide que la perdone.—Perdóname mi amor. Por favor. Caigo de rodillas al frío piso, siento un nudo fuerte en mi pecho. Cómo es posible que me obliguen a irme con ese hombre. No lo conozco y además se ve que es malo. Unos brazos me
Las lágrimas no cesan de mis ojos, duele mucho todo lo que me está pasando. Pensé que algún día me casaría con Max, pero no fue así. He sido comprada por un desconocido.Ahora comprendo lo que mis padres conversaban en la mañana.—Sí y eso que ahora el desea cobrar... la compró y nuestro deber es entregarla —decía mi padre.Desde cuando él me compró mejor dicho ¿por qué me compró como si fuera un objeto? Cuál es su propósito conmigo? Lloro frustrada, preguntándome una y mil veces ¿Por qué razón mis padres me han hecho esto?Entra una señora de servicio a la habitación, ella me avisa que la cena ya está servida y que él señor desea verme en la mesa. Miro mi reflejo en el gran espejo que está a un lado de la cama me veo deplorable, mis ojos se notan irritados y rojos por tanto llorar.Peino mi cabello, arreglo mi rostro con un poco de maquillaje que encontré en la mesita de noche. Al terminar salgo de la habitación, bajo las gradas con lentitud ya que me duele la cabeza. Me siento en la
Cariza.El día pasó rápidamente para mi desgracia. En estos momentos la estilista hace su trabajo de hacerme ver radiante (si como no). Mi madre vino junto a su marido, el hombre que un tiempo consideré mi padre, ambos quedaron en el living, por el momento no deseo verlos a ninguno.—Señorita ya está lista, se ve hermosa y radiante—comenta la estilista.—Gracias—agradezco en un susurro.Me levanto y miro mi reflejo en el espejo, el vestido de novia es de tubo muy lindo. Tiene un hermoso velo en forma de corona, si estuviera enamorada me sentiría la chica más afortunada por el hermoso vestido.Respiro sacando todo el aire que se acumuló en mi interior, reprimo las lágrimas que amenazan con salir.—Hija luces hermosa—comenta mi madre mientras me ayuda para acomodar el velo de novia. Ni siquiera tengo deseos de responderle.El jardín se encontraba repleto de invitados desconocidos, está decorado con varias flores, rosas blancas a su alrededor, las mesas con mantel blanco y muy fino, los
Arthur.Chiquilla tonta. Ella pagará todo lo que me ha hecho su maldita familia. Si piensa que nuestro matrimonio será perfecto, está equivocada.El infierno recién empieza.Termino mi baño, me envuelvo en el albornoz al salir del baño lo primero que veo es a ella, su cuerpo desnudo en mi cama es como una escultura perfecta. No pensé que fuera virgen, después de todo ya que la vi en varias ocasiones con ese tipo. No voy a mentir, me siento satisfecho sabiendo que fui el primero. Ella no tiene idea de todo el dinero que pagué por tenerla. Cuando empecé a obervarla apenas tenía 14 años, después le propuse un trato a su padre, quién no dudo en aceptarlo. Cuando sepa quién soy realmente lamentará por haberme vendido a la chiquilla. No cabe duda alguna que Demetrio no tiene corazón y tampoco la quiere, si no fuera yo quien la compra estoy más que seguro que la vendería al mejor comprador.¡Mierda! Lo mejor es nopensar en eso.Imaginar a mi ahora esposa en manos de otro hombre me enfurece.
Arthur Cuando terminamos de desayunar, nos dirigimos a los establos. Le pido al encargado que prepare la silla de montar y las riendas.—¿Cuál de los caballos jefe?— Pregunta Diego.Cariza está mirando con fascinación a los animales.—Trae a Poderoso—Le respondo a Diego.—Por supuesto señor, enseguida.A los minutos vuelve con mi gran corcel negro. Poderoso se ve imponente, me acerco para acariciar su pelaje es mi gran amigo, el no se deja dominar por ningún jinete. Al único que obedece es a mí, su dueño.—¿Es tuyo?—Pregunta Cariza con curiosidad.—Sí, todo lo que hay aquí es mío—Respondo, y agrego— Incluyéndote a ti— Sus ojos azules no dejan de observar a Poderoso.—Uhm, si, lo que digas—Replica, antes de poder articular palabra alguna, ella se acerca a mi caballo.—¡Oye! Ten cui... —Las palabras se me quedan estancadas al ver como Poderoso se deja acariciar por ella. Cariza sonríe con sinceridad, es la primera vez desde hace mucho tiempo que veo su sonrisa.Me parece sorprendente,