Holly aún seguía desconsolada, y muy enojada. Sus manos temblaban sin cesar y las lágrimas, no podían ser contenidas, porque simplemente le dolía.
En su mente seguía reproduciéndose la imagen de su prometido follando con su mejor amiga, el corazón estaba estrujado, y podía escuchar como tiritaban, rompiéndose. Nunca creyó que las palabras de su hermano se convertirían en algo que le trabajaría la mente.
» ¿En verdad soy tan aburrida? «
Esa pregunta se repetía constantemente en su mente, y la llevaba a sentirse insegura, más de lo que en mucho tiempo no lo hiso.
En el pasado nunca tuvo una relación, porque todos se acercaban a ella por lo que podía ofrecer, y una vez más lo confirmó. Estaba cansada de ser objeto de burlas, de que las personas se acerquen a ella solo por lo que tiene y no por lo que es. Estaba harta de ser utilizada, justo como su ex novio lo hiso y su hermano se lo dijo.
Él también la utilizaba para simplemente tapar sus fechorías.
La joven médica, estacionó su coche un poco alejado de la entrada, y decidió ingresar caminando, para tener más tiempo de calmar sus emociones. A lo lejos observó a su joven hermano, caminando de un lado a otro, completamente nervioso, y a un lado, se encontraba un sujeto, alto. No se lograba ver su rostro, porque simplemente lo llevaba cubierto con una capucha, y estaba entre las sombras.
Cuando el joven Brusquetti, vio a su hermana llegar, corrió de inmediato hacia ella y la envolvió con sus brazos, sin embargo, eso solo ocasionó que su hermana volviera a sentirse vulnerable, y para evitar que vuelva a llorar, lo apartó, y le dio una sonrisa que no llegaba a sus ojos.
— ¿Estás bien? — preguntó el joven Raúl, al ver los ojos hinchados su hermana, y se sintió fatal. Ella asintió, estando lejos de estar bien.
— Estoy bien. ¿Qué has hecho esta vez? — Raúl comenzó a temblar al oír la voz rota de su hermana. Él sabía que ella no se encontraba bien, pero no podía continuar perdiendo el tiempo.
Mientras tanto, el hombre de las sombras se dedicaba a mirarla de lejos, percatándose de que ella en verdad tenía un rostro de desdicha absoluta; y eso, solo despertaba su interés en ella.
Raúl le había explicado todo a su hermana, y ella estaba demasiado ofuscada, que no entendía porque simplemente no le ofreció dinero para pagar el daño causado.
— Es que no lo acepta, es una edición limitada — explica, y su hermana suspira.
Camina decidida hacia el sujeto, y este baja la cabeza para que no le mire el rostro. Lo que menos desea es asustarla con su imagen y la cicatriz que posee en su piel. Tal comportamiento, llenó de incertidumbre a la pequeña médica, y no sabía si sentirse ofendida o rechazada.
— Oye, tú… ¿Por qué no me enfrentas? — manifiesta molesta, la pequeña médica. El hombre sonríe, y retrocede unos pasos, con las manos en sus bolsillos —. Intimidas a jóvenes, pero no quieres dar la cara.
— Holly, no le hables así. Es el dueño de las calles — susurra el joven Raúl, y tal cosa, llenó de repugnancia a la mujer.
— ¿Dueño de las calles? Y yo que creía que vivía en un país democrático — Coloca sus manos en jarra, y vuelve a observarlo —. Si tan dueño eres, porque no vienes a decirme en la cara cuánto dinero necesitas para dejar en paz a mi estúpido hermano.
El comportamiento rebelde de la pequeña, atraía de sobremanera al hombre. No creía que fuera de esa forma, y pudo darse cuenta, que algo más la impulsaba a comportarse así.
— El dinero no compensará el daño que ha causado tu egoísta hermano — las palabras del hombre, salieron tosca, dura, afiladas. Las mismas erizaron la piel de todos los que estaban presente —. Pero tú sí.
Holly estaba un poco sorprendida, pero no podía dejar intimarse por alguien que se ocultaba tras una nube oscura. Soltó un suspiro e intentó avanzar, sin embargo, el hombre volvió a retroceder, y sus hombres se acercaron a la mujer.
— ¡No se atrevan a tocarme! — siseo. Ella ya se comenzaba a sentir molesta, especialmente por las últimas palabras que salieron de la boca del sujeto. Volvió a avanzar, arriesgándose a su suerte —. ¿Piensas que puedo pagar, pero no aceptas mi dinero?
Raúl estaba muy preocupado por el comportamiento de su hermana. Todos sabían de lo peligroso que era el hombre, y que una orden suya, podía destruir por completo a su familia.
Los hombres, rodearon a la mujer, y la sostuvieron de sus brazos.
— No he dado la orden para que la detengan — vociferó con malhumor el hombre, asustando a todos —. Nadie tiene el derecho de ponerle un dedo encima.
Todos comenzaron a retroceder, asustados por la orden y sorprendidos al mismo tiempo. Era la primera vez, que el jefe reaccionaba así por una mujer, a no ser que ella… Los hombres realizaron una inclinación de cabeza.
— Por favor, dile lo que quieres.
— Llévate el auto de mi hermano, también es edición limitada, y si quieres más dinero, dinos el precio y veré como lo consigo. Ya es suficiente de tu aire misterioso, y necesito ir a casa a descansar. — Holly volteo, para continuar marcharse.
— Tú eres el pago — dijo completamente duro, pero solo para que ella lo escuche.
Tal confesión, erizo la piel de la médica, y el corazón se le hizo tan pequeño, pero la rabia incrementó. Volteó a enfrentar al sujeto, pero él ya se estaba marchando.
— Es todo. Pides algo imposible, y simplemente te marchas como un cobarde — grita ella. El hombre detiene sus pasos, y ella aprovecha para acercarse más —. ¿Piensas que soy alguna mercancía al que puedes intercambiar así nada más? Estoy bastante segura que mi valor es más que ese coche estúpido… ni siquiera tengo un precio.
— Indudablemente, señorita Brusquetti. Eres una pieza invaluable que quiero tener en mi poder.
— No. Mi respuesta es no — Ella se da la vuelta, y no encuentra a su hermano por ninguna parte, no hay absolutamente nadie. El lugar paso de estar lleno de espectadores, a un siniestro desierto oscuro —. Raúl.
— Ya se ha marchado. Mis hombres se encargarán de él.
— ¿Dónde está?
— En un lugar seguro, y solo tú puedes salvarlo —. Ezekiel sabía que estaba exagerando las cosas, por lo que debía actuar de forma rápida. Él la quería con él, y si no fuera porque el tiempo es corto, indudablemente, haría las cosas de una mejor manera —. Solo debes aceptar mi propuesta, y te prometo, una vida digna de una reina.
El aura que desprendía el sujeto, era muy fuerte y atrayente. Ella sentía curiosidad, y no podía simplemente alejarse sin saber, pese al peligro que significaba su presencia.
No obstante, Ezekiel presentía que se negaría, y si eso pasaba, perdería todo, absolutamente todo y no podía permitirlo.
— ¿Eres algún tipo de mafioso? — El hombre no pudo evitar sentir ternura, al ver sus ojos llenos de temor —, porque si es así, habrá una guerra, porque mi familia…
— Sé quién es tu familia — dice Ezequiel, ya llegando al límite. Sabía que se estaba arriesgando demasiado con esa propuesta.
— ¿Entonces?
— Eres ideal para caminar a mí lado. Sé que no quieres preocupar a tu familia, así que te propongo ser mi esposa solo por un año, luego simplemente, serás libre y nadie… — Holly soltó una carcajada.
— Definitivamente no. Ya estoy comprometida…, o sea, estuve comprometida.
— ¿Estás o estuviste? — Los ojos de la joven médica, se llenaron de lágrimas al recordar lo que había visto y eso debía aprovecharlo —. Demuéstrale que eres mejor.
Holly levantó el rostro y lo observó. En su mente surgieron muchas dudas, pero no podía arriesgarse a que sus padres se enteraran de lo que hiso su hermano, y de que ella había roto el compromiso. Ella quería por primera vez sentirse poderosa y darle una lección a Ricky.
— Debo pensarlo. No me inspiras confianza — confiesa —. En realidad, desconfío de muchas cosas.
— Ten por seguro que no planeo interponerme en tu vida, solo necesito que hagas algo por mí, y yo suelto a tu hermano, y tus padres no se enterarán de nada.
— No puedo. No puedo simplemente aceptarlo.
— En ese caso, despídete de tu malcriado Raúl. — Holly no podía creer lo frívolo que era ese sujeto, ni siquiera era capaz de acercarse a él —. Ni siquiera te estoy pidiendo que hagas algo difícil. Solo firmar y fingir frente a mí abuelo.
— Eso acabas de decírmelo — responde ella, indignada.
— En tus manos está decidir, y para que veas cuan caballero soy, te daré la oportunidad de pensarlo con tu almohada. Recuerda, en tus manos está — dice.
Podría ser un error darle esa oportunidad, pero tambien necesitaba que ella tomara confianza. Por otra parte, la joven médica, se sentía un poco asustada, dolida e indignada.
— Aceptaré con una condición — dice. Ezekiel sonríe y asiente —. Quiero sentirme poderosa en frente de él. Quiero que sienta que ha perdido el mejor diamante, quiero que se arrepienta.
— Es una promesa.
— Entonces, sí, acepto.
El sol comenzaba a filtrarse, y los ojos de Holly aún no se habían cerrado desde que volvió a su casa esa madrugada. Ella sabía que tenía que darle una respuesta a ese hombre, y se sentía fatal, pese a que había aceptado sin pensar; pero, sobre todo, necesitaba recuperar a su hermano.Días antes, escuchó hablar a sus padres respecto al comportamiento de su hermano menor, y ella, pese a que era un malagradecido, también lo adoraba para dejarlo sufrir. Sabía que precisaba una ayuda, que algo estaba pasando con él, pero no podía hacer mucho si Raúl no confiaba. Y ahora, esto de que está comprometida con un hombre que no conoce, la vuelve más vulnerable, porque sabe que está mal, y la vez, siente que puede hacerlo.No obstante, está decidida a confesarle a sus padres lo que ha pasado. En definitiva, ella no puede simplemente dejarse amenazar por un hombre, cuando tiene la suerte de estar en una familia con gran poder en el país, e incluso fuera de él. Por lo que, decidida, decide salir de
Holly Brusquetti, es una estudiante de medicina, que planea realizar su residencia en uno de los mejores hospitales del país. Una chica estudiosa, muy inteligente y ni hablar de la rebeldía que poseía. Amaba a su familia, pero era tan rebelde, que se encontraba en la mira de su padre, molesto porque pese a ser una hija excepcional, y muy disfuncional, no hacía más que dedicarse a ser el orgullo de ellos, a comparación de su hermano, que era lo contrario ella.Los padres de Holly, no sabían de las andanzas en la que se encontraba el hijo menor, pero cuando la hija mayor de los Brusquetti se enteró, de las aberraciones, no dudó en ponerle un escarmiento al jovencito. Especialmente por lo que había pasado en el despacho.— ¿En qué te has metido, Raúl? — preguntaba su hermana, indignada; sin embargo, al joven no le importaba. Él decía que la vida era demasiado corta para desperdiciarlo como lo hace su hermana, mientras que, Holly pensaba que las enseñanzas de su padre, fueron tomadas equi
Para el hombre de las sombras, estar frente a una chiquilla consentida, y ser estudiado minuciosamente, era aterrador, solo porque se traba de ella. La adolescente que siempre observaba de lejos, la misma estudiante de medicina que le encantaba ver en las conferencias. Sus ojos azules, eran diferentes a los de sus padres, pero únicos al mismo tiempo. En ella lucían preciosos, y la hacían ver tan encantadora.— ¿Me estás siguiendo? — pregunta la joven médica, una vez que pudo salir de su encantamiento. Nunca antes, un hombre le había parecido tan atractivo, como lo era ese hombre frente a ella —. Si tienes miedo que rompa el trato, puedes estar tranquilo.Ezekiel frunció el ceño. Realmente esperaba eso, pero escucharla decir aquello, le hizo sentir un poco…, diferente.— No te sigo — miente —. Es mi lugar favorito para pensar.Holly ni siquiera lo estaba escuchando. En su mente solo se reproducía las palabras duras de su hermano y la imagen de Fernando, con su mejor amiga, en ese patét
La fecha estimada había llegado, y todos estaban emocionados, menos Holly. Ella estaba reacia a asistir, pero sus padres insistieron en que los acompañe para despejarse un poco. Esos últimos días estuvo encerrada, y estaban muy preocupados. Tampoco volvieron a ver al que era su prometido, a excepción de esta fiesta organizada por la familia de él.— Es hora de irnos, Holly — grita el padre de la misma. Ella baja corriendo, porque simplemente no lleva tacones bajo su vestido. Suben al auto, mientras te sonríe a sus padres —. ¿Cómo te fue en tu examen?— Estoy segura de que he aprobado, lo que significa, que mi residencia inicia la otra semana y eso, me pone nerviosa. no será como las practicas comunes, sino que es una residencia donde me decidiré por una especialización — responde emocionada.— ¿Y él? — La pregunta toma sorpresa a Holly, quien no logra entender a quien se refiere —. ¿Qué piensa tu prometido? No has hablado de él, ni con él.Para Holly fue como una cubeta de agua fría.
Los ojos de la joven médica se abrieron, por la luz del día que irradiaba en esa habitación. Intentó estirar su cuerpo, pero se estremeció cuando se sintió enredada con otro cuerpo, quedando completamente quieta en su lugar. Intentó hacer memoria, y, efectivamente, los recuerdos de la noche anterior, arremetieron contra su mente, haciéndola saber, que fue ella fue quien buscó, pidió y suplicó tener sexo.» ¡Maldita sea, Holly! ¿En que estabas pensando? «Con suma dificultad, comienza a hacer una maniobra, para liberarse del agarre del hombre en cuestión; y, cuando finalmente lo hace, no le importa absolutamente nada, y se viste tan rápido para huir del lugar.Ni siquiera se toma el tiempo, de investigar si el hombre está despierto, solo anhelaba, estar oculta entre las cuatro paredes de su habitación. Ella creía que lo que hiso estaba mal, pero a su vez, se sentía completa. Esos pequeños fragmentos de lo que hicieron, hacía que su corazón comenzara a latir tan rápido. Ella lo disfrutó
Ezekiel, había tomado esa decisión. A Holly como esposa, no le faltaría nada, viviría como una reina; sin embargo, sabía lo que se venía. Ella no sería fácil de domar, porque simplemente, era una mujer muy rebelde, y se lo haría saber, salvo que decidiera continuar con el plan.Holly por su parte, estaba sentada en el comedor con sus padres, en total silencio. No tenía ganas de hablar, pues en su mente, solo estaba la propuesta del hombre, y la noche que pasó con él. No tenía cabeza para otra cosa, y tampoco estaba segura de continuar con eso.— ¿Holly? ¿Estás escuchando? — pregunta su madre, observándola —. ¿Está todo bien?— Sí, solo estaba pensando en la residencia — responde. Su hermano suelta una risa, en forma de burla.— ¿Cuántos años más planeas estudiar, para dejar al fin de ser una aburrida?— Lo suficiente, para no ser una mantenida, sin oficio como tú — responde.Raúl no dice nada más, porque le había tocado una fibra sensible, además, necesitaba burlarse de ella, para evi
Holly estaba tan concentrada en su libro, que no se había percatado de la presencia de su prometido. Los días se contaban con los dedos de una sola mano, y ella no había ni siquiera escogido el vestido. No tenía intenciones de hacerlo, menos con uno de color blanco, porque, evidentemente, ese hombre no era el amor de su vida, y cuando el tiempo estipulado se cumpla, podrá marcharse finalmente de su vida, y ella podrá estar con el hombre que en verdad la quiera. — Los preparativos están listos — avisa Ezekiel, sobresaltándola en ese momento. Pese a que era un hombre muy duro, no quería ser un ogro con ella. Sabía que no se merecía ese trato, ni nada de lo que estaba haciendo, pero en el fondo, quería creer que también estaba de acuerdo, por no acusarlo con sus padres. » Ella no está obligada a nada. «pensaba en ese momento. Sin embargo, aun así, estaba dispuesta a continuar. Para Holly, no obstante, era como un desafío el casarse con él. Demostrarle a su hermano que no era juego; en
Y AÚN ASÍ, ES UNA BODA DE ENSUEÑOS.Ezekiel, es una persona completamente diferente, cuando de salvar niños se trata. Este mundo, es completamente oscuro, y lo único que busca, es que otros niños no sufran lo que el sufrió. Como se decía más atrás, su vida no fue de color de rosas, pero se puso como meta, convertirse en el dolor de cabeza de aquellos que lastimaban a inocentes.Su mano derecha, Luis, el hombre que ha caminado a su lado desde siempre, se sentía muy orgulloso, pero al mismo tiempo, con mucho miedo. Su jefe estaba haciendo algo, que la justicia debería de hacer, pero no lo hace. Cuando este tipo de acontecimientos pasa, su jefe se transforma en alguien completamente diferente.En alguien capaz de jugar con la cordura de sus víctimas, y era justo lo que, en este mismo momento, Ezekiel estaba haciendo.— Vamos a jugar — musita con voz cantarina, mientras los hombres bajo su disposición realizaban un nudo en sus muñecas, impidiendo con eso, el uso de las mismas. Se acerca a