Los preparativos para la boda habían comenzado. La emoción más notoria, venía por parte de Ezekiel. Él anhelaba desde hace mucho tiempo, poder darle, un matrimonio de ensueño a su esposa.Su amigo había llegado al país, y ahora, acompañado de su esposa y una bebé.— Estás muy emocionado, amigo — dijo, tocándole los hombros.— ¿Se nota mucho? — preguntó.Ciertamente, la ceremonia estaba a punto de comenzar, y la ansiedad e Ezekiel, crecía bastante. Enzo, al ser su padrino, y estar cerca de él, podía notarlo a la perfección, y no podía evitar burlarse cada cierto tiempo.— Bastante. Trata de quedarte quieto — respondió con una sonrisa.El sonido nupcial, hizo que Ezekiel levante la cabeza, y vea a su esposa en la entrada mismo. Aquel vestido, sencillo pero elegante, la hacía ver como una princesa de ensueños. Su vestido marcaba su silueta, que después de tener a Eris, se veía voluptuosa.Holly era hermosa. Brillaba con cada paso que daba y Ezekiel, se enamoraba un poco más.La ceremonia
Raúl se encontraba bastante nervioso. Había estado planeando esto con tanta anticipación, que temía que algo saliera mal. Holly lo observaba con ternura, y con una sonrisa dibujada en los labios.— Deja de hacer eso — pidió. El joven, tenía las mejillas levemente sonrojada.— ¿Qué cosas? — preguntó, su hermana mayor.— Sonreír como si fueras nuestra madre — manifestó.— No puedo evitarlo — respondió, poniéndose de pie y caminando hacia su cartera. De ella sacó una caja pequeña, borrada de cuero negro y se lo extendió —. Estoy orgullosa de ti. Te has convertido en un buen hombre.— ¿Crees que lo acepte?— Definitivamente, lo hará. Estás en la universidad, trabajas en la empresa más grande e importante del país, eres hijo del dueño, hermano de la directora del hospital más grande, cuñado de Dankworth; yo me casaría contigo — dijo riéndose —. No te preocupes. Ella te aceptará, no por eso, sino porque eres un buen hombre.— Gracias por estar aquí, Holly. Siempre estás.— Y siempre estaré
El sol se asomaba en el horizonte mientras Holly y Ezekiel. compartían un tranquilo bocadillo, antes de la ceremonia. El aroma del café recién hecho llenaba la cocina, y la risa de su pequeño bebé resonaba en el aire, llenando el lugar de alegría y amor.La armonía que envolvía la vida de Holly y Ezekiel se reflejaba en cada rincón de su hogar. Después de superar desafíos juntos, habían construido una vida llena de amor, comprensión y apoyo mutuo. Se sentían agradecidos por las experiencias que habían compartido, fortaleciendo su vínculo día a día.Holly, había logrado demostrar finalmente la mujer fuerte que era, y su esposo, había superado los traumas del pasado, aquella vida solitaria, finalmente había quedado atrás, y ahora compartía un vínculo puro y real, junto a la mujer que escogió para caminar con él.— Holly, ¿realmente eres feliz conmigo? — preguntó el hombre, quien estaba sentado en la cabecera del comedor.La mujer, un sorprendida por la pregunta tan repentina, lo observó
Holly aún seguía desconsolada, y muy enojada. Sus manos temblaban sin cesar y las lágrimas, no podían ser contenidas, porque simplemente le dolía.En su mente seguía reproduciéndose la imagen de su prometido follando con su mejor amiga, el corazón estaba estrujado, y podía escuchar como tiritaban, rompiéndose. Nunca creyó que las palabras de su hermano se convertirían en algo que le trabajaría la mente.» ¿En verdad soy tan aburrida? «Esa pregunta se repetía constantemente en su mente, y la llevaba a sentirse insegura, más de lo que en mucho tiempo no lo hiso.En el pasado nunca tuvo una relación, porque todos se acercaban a ella por lo que podía ofrecer, y una vez más lo confirmó. Estaba cansada de ser objeto de burlas, de que las personas se acerquen a ella solo por lo que tiene y no por lo que es. Estaba harta de ser utilizada, justo como su ex novio lo hiso y su hermano se lo dijo.Él también la utilizaba para simplemente tapar sus fechorías.La joven médica, estacionó su coche u
El sol comenzaba a filtrarse, y los ojos de Holly aún no se habían cerrado desde que volvió a su casa esa madrugada. Ella sabía que tenía que darle una respuesta a ese hombre, y se sentía fatal, pese a que había aceptado sin pensar; pero, sobre todo, necesitaba recuperar a su hermano.Días antes, escuchó hablar a sus padres respecto al comportamiento de su hermano menor, y ella, pese a que era un malagradecido, también lo adoraba para dejarlo sufrir. Sabía que precisaba una ayuda, que algo estaba pasando con él, pero no podía hacer mucho si Raúl no confiaba. Y ahora, esto de que está comprometida con un hombre que no conoce, la vuelve más vulnerable, porque sabe que está mal, y la vez, siente que puede hacerlo.No obstante, está decidida a confesarle a sus padres lo que ha pasado. En definitiva, ella no puede simplemente dejarse amenazar por un hombre, cuando tiene la suerte de estar en una familia con gran poder en el país, e incluso fuera de él. Por lo que, decidida, decide salir de
Holly Brusquetti, es una estudiante de medicina, que planea realizar su residencia en uno de los mejores hospitales del país. Una chica estudiosa, muy inteligente y ni hablar de la rebeldía que poseía. Amaba a su familia, pero era tan rebelde, que se encontraba en la mira de su padre, molesto porque pese a ser una hija excepcional, y muy disfuncional, no hacía más que dedicarse a ser el orgullo de ellos, a comparación de su hermano, que era lo contrario ella.Los padres de Holly, no sabían de las andanzas en la que se encontraba el hijo menor, pero cuando la hija mayor de los Brusquetti se enteró, de las aberraciones, no dudó en ponerle un escarmiento al jovencito. Especialmente por lo que había pasado en el despacho.— ¿En qué te has metido, Raúl? — preguntaba su hermana, indignada; sin embargo, al joven no le importaba. Él decía que la vida era demasiado corta para desperdiciarlo como lo hace su hermana, mientras que, Holly pensaba que las enseñanzas de su padre, fueron tomadas equi
Para el hombre de las sombras, estar frente a una chiquilla consentida, y ser estudiado minuciosamente, era aterrador, solo porque se traba de ella. La adolescente que siempre observaba de lejos, la misma estudiante de medicina que le encantaba ver en las conferencias. Sus ojos azules, eran diferentes a los de sus padres, pero únicos al mismo tiempo. En ella lucían preciosos, y la hacían ver tan encantadora.— ¿Me estás siguiendo? — pregunta la joven médica, una vez que pudo salir de su encantamiento. Nunca antes, un hombre le había parecido tan atractivo, como lo era ese hombre frente a ella —. Si tienes miedo que rompa el trato, puedes estar tranquilo.Ezekiel frunció el ceño. Realmente esperaba eso, pero escucharla decir aquello, le hizo sentir un poco…, diferente.— No te sigo — miente —. Es mi lugar favorito para pensar.Holly ni siquiera lo estaba escuchando. En su mente solo se reproducía las palabras duras de su hermano y la imagen de Fernando, con su mejor amiga, en ese patét
La fecha estimada había llegado, y todos estaban emocionados, menos Holly. Ella estaba reacia a asistir, pero sus padres insistieron en que los acompañe para despejarse un poco. Esos últimos días estuvo encerrada, y estaban muy preocupados. Tampoco volvieron a ver al que era su prometido, a excepción de esta fiesta organizada por la familia de él.— Es hora de irnos, Holly — grita el padre de la misma. Ella baja corriendo, porque simplemente no lleva tacones bajo su vestido. Suben al auto, mientras te sonríe a sus padres —. ¿Cómo te fue en tu examen?— Estoy segura de que he aprobado, lo que significa, que mi residencia inicia la otra semana y eso, me pone nerviosa. no será como las practicas comunes, sino que es una residencia donde me decidiré por una especialización — responde emocionada.— ¿Y él? — La pregunta toma sorpresa a Holly, quien no logra entender a quien se refiere —. ¿Qué piensa tu prometido? No has hablado de él, ni con él.Para Holly fue como una cubeta de agua fría.