—NATALIA— —¿Necesitan ayuda? —Pregunte al paso en el que me introducía en la cocina. Aryen me miró sobre su hombro, regalándome una pequeña sonrisa antes de volver a concentrarse en su labor, fregando los platos apilados a un costado suya. —No es necesario, cariño —Dijo antes de pasar el plato enjuagado ha Kol, quien se había distraído observándome desde esa distancia casi asechadora que compartía con Belt y Nova. Le regale una pequeña sonrisa que le hizo apartar su atención de mi para enfocarla en su padre, el mismo que parecía divertido por la timidez camuflada en tosquedad tras la que se mantenía Kol — Ya tengo un buen ayudante aquí. Aryen continuo con su labor, en una dinámica a la que Kol se adaptó sin quejas, como si estuvieran acostumbrados a repartir las tareas. Era placentero sentir el equilibrio que habían implantado en esta familia, incluso cuando existía esos momentos intimidatorios de supremacía que derrochaban tanto Nox como Badel o Kail hacia el resto. Ese mismo qu
—NATALIA— En cuanto nuestras bocas se unen, un mar de sensaciones burbujea hasta la superficie, envolviéndome en un deseo y una necesidad casi primitiva que repiten una y otra vez, lo que tanto ansió, reclamo. Aryen ruge en la profundidad de nuestro beso, ese en el que no pierde el tiempo en dominar hasta dejarme a su merced, deseosa de más de su boca, de su hambre, de su feroz necesidad. Sus manos se deslizan hasta anclarse a mis caderas, haciéndome rodar sin perder la destreza hipnótica de su lengua tentando a la mía en un vals infernal, hasta que finalmente, con un movimiento demasiado fácil, estoy siendo alzada por sus manos para terminar sentada en el borde del granito que conforma la encimera contigua al fregadero. Gimo contra su boca, rodeando su nuca con mis manos, enredando mis dedos en su espeso cabello. Abro mis piernas, concediéndole el espacio que necesita para acercarme más a él y reclamar ese punto que ambos ya sabemos. La gran necesidad candente que a crecido entr
Mil disculpas, acabo de ver que he subido el capítulo que no era por las prisas ante el limite de tiempo para actualizar en el día y la pésima señal no cooperativa con la que he amanecido en mi casa.Dejo esto por aquí, a través de la app del móvil, antes de que se me vuelva a ir la señal, esperanzada con que se publique a tiempo y os ahorre el gasto de lo que será un capítulo que deba editar nada más mi Internet se estabilice de nuevo.Si en cualquier caso gastas el dinero en este capítulo repetido, no te preocupes que no será un gasto en vano ya que simplemente lo editaré utilizando el capítulo duplicado que habéis adquirido, en esta ocasión si el Internet está de mi parte podré editarlo a tiempo para que la edición no se demore tanto como había ocurrido con el capítulo 55. (¡El cual ya está disponible!)Dependiendo del transcurso del día y de lo mucho que aproveche estar sin señal, es posible que nada más recupere el Internet en el PC os ofrezca en recompensa un Capítulo Extra Gratu
—BADEL— Busco alejarme antes de perder el control. Las horas en las que me he perdido en el bosque, soltando a mi malhumorado lobo ante mi negativa a reclamar a nuestra hembra, parece no haber servido para nada más que intensificar el hambre atroz que ruge desde la profundidad de mi oscuridad. Sobre todo al ser recibido con un dulce golpe ante el aroma de su excitación recargando el área próxima a la cocina. Aún podía sentir su delicioso perfume cargado de feromonas cosquillear bajo mi nariz, tentándome a mandar todo a la m****a y arrematar contra ella sobre la misma encimera donde Aryen la había acorralado. Intento alejar el recuerdo de la imagen pecaminosa y tentadora que ambos habían formado para mí, pues a pesar de los celos posesivos que sacuden al monstruo en mi interior, ante la idea de otro hombre tocando a nuestra hembra, el oler la fragancia chispeante de Aryen envolviendo la suavidad de la de Natalia, con ese toque aún de mí en él, me había empujado casi al limite del d
—NATALIA——¿Badel?Mi voz sale entrecortada, quizás por la extraña necesidad que fluye en descontrol sobre mi cuerpo, esa que me hace sentirme hambrienta y sedienta de la oscuridad que amenaza con engullirme del hombre que aún me carga entre sus brazos.Como si no pesara nada.Como si no importara nada más que alcanzar la privacidad de su cuarto.Puedo sentir esa oleada caliente que Bade induce con autoridad sobre mí como el reclamo que aparentemente he estado esperando todo este tiempo.Con mis brazos enrollados alrededor de su cuello, contemplo jadeante la situación en la que repentinamente nos encontramos, más concretamente repasando con una curiosidad morbosa la habitación de Badel.Su refugio.Una habitación que no había alcanzado a explorar ni visitar durante el tiempo que he convivido bajo el mismo techo que ellos.Él no me quería ahí y yo simplemente respeté su deseo.Hasta este momento.Badel me suelta tras cerrar la puerta de un puntapié.Mis pies descalzos hundiéndose en la
[ADVERTENCIA]Este capítulo contiene vocabulario obsceno y escenas explicitas. +18—NATALIA—La petición de Nox sigue deslizándose como un eco profundo sobre mi piel, intensificando así la sensación de una presa cautiva a punto de ser devorada por dos feroces depredadores sin piedad.¿Ellos piensan compartirme?¿Justo ahora? ¿Estoy preparada para algo como eso?Mi cuerpo dice que sí, casi está rogando por ello, mientras que mi mente repasa con detalle lo doloroso y repentino que es todo esto.Cuando varios hombres me reclamaron, claro que pensé en una posibilidad como está… pero siento que es tan nuevo y tan pronto, que vuelvo a sentirme como una niña torpe con su cuerpo.Más aún ante las profundas miradas de Nox y Badel, que atraviesan y noquean mi sexo, contrayendo mi bajo vientre, tensando mis músculos e inundando el nexo intimo por el que ambos parecen salivar.Son tan claras sus intenciones.Son tan claras sus demandas.Cuando arrastran sus ojos por mi cuerpo en un repaso lento,
[ADVERTENCIA]Este capítulo contiene vocabulario obsceno y escenas explicitas. +18—NATALIA—Jadeante y extasiada mientras mi cuerpo convulsiona en una nueva sacudida de placer a causa de la habilidosa boca de Badel, mis manos desesperadamente se aferran a las sábanas, cuando sus labios vuelven a cerrarse sobre mi pequeño botón de carne, succionando una última vez antes de pasar su lengua por toda la cremosidad que inunda mis pliegues.Me estremezco soltando un escurridizo jadeo, curvando los dedos de mis pies que aún permanecen en el aire, por mis piernas encontrarse recargadas sobre sus hombros.Badel lentamente y con cuidado me suelta, bajándome hasta que mi cuerpo cae en un pequeño rebote sobre el colchón.Mi respiración es un completo desastre que intento ordenar, mientras salgo de ese pequeño estambay post orgásmico en el que Badel me ha mantenido sumergida sin piedad por lo que podría sentir una eternidad.Cada musculo de mi cuerpo se siente tembloroso y sensible, así como el h
—NATALIA—Una ráfaga cosquilleante de calor asciende por mi cuerpo, erizando mi piel a su paso y activando esa parte recientemente descubierta de mi misma que me sumerge en esta vorágines de deseo y anhelo.Me remuevo, apretándome inconscientemente contra el calor demandante y suave del hombre que me sujeta entre sus brazos casi posesivamente, desde mi espalda.Soy consciente de la suavidad tersa de su piel desnuda, de cada musculo firme y esculpido presionando y casi conquistando cada parte de mi cuerpo, cediendo a su demanda de fundirme contra su piel.El recuerdo vibrante de haber sido reclamada por Badel, la constancia aún de sentir el calor de su semilla derramada en mi interior, sondea mi cuerpo y pulsa mi sexo a calentarse de nuevo, palpitando tan ferozmente como mi corazón.Pero es el movimiento inconsciente de aspirar a la par que extiendo mi mano al frente, acariciando la tersa superficie musculosa de unos pectorales, en el que me doy cuenta que no es solo Badel el que está