Nicole Reed es una chica dulce, amable y trabajadora, a la que desde muy joven le ha tocado una vida difícil. Sin embargo desde que empezó a trabajar en la empresa “Powell Publicity”, las cosas han mejorado considerablemente para ella y su pequeña sobrina Chloe, a la cual adoptó después de la muerte de sus padres. Pero Nicole sueña con tener un hombre que la ame, y que le haga el amor de tal forma que la haga olvidar hasta su nombre. El único problema es su virginidad, y está más que dispuesta a sacarla del camino para conseguir lo que quiere. Bryce Powell, es el multimillonario presidente y dueño de “Powell Publicity”, una de las mejores empresas de publicidad a nivel mundial. Está en casi todas las portadas de las revistas, y es un mujeriego empedernido que solo ve a las mujeres como si fueran platos en la carta de un restaurante, y obviamente después de haberlos comido…solo se deshace de ellos. Pero desde que lleva a su asistente a la casa que tiene en las afueras de la ciudad por cuestiones de trabajo, las cosas empiezan a cambiar. Y luego de escuchar por accidente, que ella es virgen, ahora no logra sacársela de la cabeza. Quiere ser el primero, y la quiere en su cama, desnuda, y en todas las posiciones posibles hasta que ese deseo que siente por ella, abandone su cuerpo. Porque al final solo se trata de eso; puro y físico deseo, en su forma más primitiva. Él no quiere compromisos y mucho menos enamorarse, ya que desde un evento trágico en su vida, piensa que eso solo trae infelicidad.
Leer másHabía pasado ya, un año y medio. El tiempo en verdad corría y para ella era como si fuera ayer, cuando Bryce había ido por ella a casa de su tía y se habían reconciliado.Le costó trabajo al principio volver a confiar en él, y no podía negar que tuvieron sus tropiezos. Sin embargo, él había sabido ganarse su confianza y le demostraba en cada detalle y cada día, lo mucho que la amaba y lo que valoraba su relación. Ya estaban lejos de aquella mujer odiosa que a punto estuvo de acabar con su amor, y en este momento, ella era historia.Poco a poco, ella también había aprendido a tomar su lugar en la vida de él, en su familia, y en la sociedad. Y donde antes la criticaron, actualmente, le invitaban a muchos eventos y hablaban de la linda pareja que hacían. Aunque ella tampoco se creía todo. Sabía que mucho era porque su esposo era un hombre poderoso y no les convenía estar mal con él o con su familia. Pero ella había aprendido a sacar garras y defenderse. Ya no era la misma de antes, que s
Nicole miraba a Bryce, pero no se decidía a creerle. Él no dejaba de disculparse y de decirle que la amaba, pero hacía pocas semanas también estaba seguro de lo que sentía por ella, y de un momento a otro , la había dejado.—Y si Alexa, te hace la vida imposible y cumple todas esas amenazas? Nuevamente te hará dudar y esto pasará de nuevo...—Eso no pasará. Le dejé muy claro lo que pienso de ella, y de sus chantajes. Pero lo cierto es que la razón por la que te dije que era mejor separarnos, fue porque ella no me dijo que estaba embarazada.Nicole perdió todo color en su rostro— ¿está embarazada?—Sí. Y me chantajeaba con decirle a la prensa y a todo el mundo que por mi romance con mi asistente, yo no quería estar al lado de ella y de mi hijo.—Bryce, yo jamás podría interponerme entre tu hijo y t&uacut
Tras más días de búsqueda en las zonas, donde tal vez podía estar Nicole, Bryce estaba tan cansado que no podía dar un paso más. Llevaba semanas durmiendo por pocas horas y la ira y la vergüenza eran sus constantes compañeras. Era una tortura imaginarse a Nicole esforzándose en sacar adelante sola a su hija. Él las adoraba a ambas, pero fue tan estúpido que no se lo dijo a Nicole. Su miedo no lo dejó actuar y ahora parecía un loco buscándola por donde fuera, para disculparse y decirle lo que en verdad sentía.Al marcharse, Nicole había dejado la silla de bebé y la cuna portátil de la niña y todas las cosas que le había dado. Se fue con poco más que lo puesto, y él sabía que era porque le había hecho mucho daño.Encontrar a alguien que se negaba a contestar las llamadas y que no tenía presencia en redes sociales, era frustrante. No tenía ni idea de si Nicole estaba en un hotel, o si al menos estaba en la ciudad. Podría haberse mudado queriendo poner distancia entre ellos, o simplement
El mundo entero parecía moverse a cámara lenta. Se sentía como si estuviera caminando en un mundo de sueños; un mundo de sueños horroroso y de pesadilla.Se sintió enferma, el hombre del que se había enamorado, la traicionaba de aquella forma tan terrible. Se quedó allí sorprendida sin saber que responder o cómo actuar. — ¿Qué quieres decir con que es lo mejor?—Quiero decir que creo que deberíamos terminarlo ahora y no más tarde para no hacerte más daño. Te proporcionaré ayuda financiera mientras te recoloco en otra de las oficinas de la empresa.—Es decir que lo tienes todo pensado. No me quieres aquí, pero tampoco en la empresa.—Lo siento, de verdad no sabes cuánto lo siento. Y no lo hago por ti, sino porque sé que va a ser difícil después de lo que ha pasado, que te encuentres con Alexa, y sobre todo conociéndola. No se va a quedar callada y te hará la vida imposible.—Ya no me necesitas —dijo, tratando de mantener la compostura.— Bryce le dio un medio encogimiento de hombros—
Cuando llegaron a la habitación, Bryce la hizo entrar y cerró la puerta tras él. Luego fue hasta ella, que al verlo tan cerca, sintió que el corazón le empezaba a latir a toda velocidad.Entonces la besó y ella se rindió, agarrándose a los hombros de él. Sintió sus manos, acariciándole la espalda y subiendo luego hasta la horquilla que le sujetaba el moño. La mata de cabello cayó sobre sus hombros, una vez liberado, y Bryce después de observarlo fascinado y acariciarlo, comenzó a besar su cuello, haciéndola estremecer de placer.Nicole sintió las manos de él sobre su cintura y, poco después, sobre sus senos. Sus manos despertaron un intenso deseo en ella, como siempre que la tocaba de aquella forma. Bryce le quitó la blusa, ella sabía que debería detenerlo, quería hablar un poco más con él, dejar
Alguien tocó a la puerta y ella rezó porque no fuera Alexa. Ya había tenido suficiente de esa mujer y por más que estuviera trabajando allí, no permitiría que fuera a asustar a su hija y a gritar allí. Fue hacia la puerta y abrió, para encontrarse con que era Bryce quien estaba frente a ella.—Bryce ¿Qué haces aquí?—Necesitaba hablar contigo. De verdad siento mucho lo que pasó allá—dijo avergonzado.—Si Alexa sabe que estás aquí, se armara un lío tremendo.—Ella está ocupada con sus amigas en el cine, están viendo una película y tomando champaña, hasta quedar sin sentido.Nicole por un momento pensó que habían salido a ver una película, aunque le parecía que estaban muy lejos para eso. Después cayó en cuenta de que él hablaba de la
Al día siguiente Nicole estaba muy temprano en la casa, haciendo el desayuno para que cuando Alexa se despertara, Bryce y ella se sentaran a comer. Pero ella comió con un pajarito y fue Bryce el que degustó cada cosa que hizo, diciendo que todo estaba delicioso.—Sé que le gustan los pancakes de avena a la señorita Alexa, y a usted, el pastel de banano, así que hice ambos, para que coman bien.—Yo no soy de mucho comer al desayuno—se echó a reír—creo que a ninguna hora o me vería como una vaca—miró a Nicole de pies a cabeza. —No te parece que deberías ponerte a dieta, Nicole? Has ganado bastante peso desde la última vez que te vi.Nicole se sonrojó y miró hacia otro lado avergonzada.—Nicole no está aquí para ser modelo, así que no tiene por qué parecerse a ti, Alexa.—Oh querido, ella jamás será parecida a mí, en nada—se levantó de la mesa y sin decir nada más se marchó.Bryce se quedó allí con las manos cerradas en puños—eso solo traerá problemas.— ¿Qué cosa? ¿Pasa algo malo?—preg
Nicole escuchó a través del monitor, los sonidos que emitía su hija. Se desperezó y sonrió cuando recordó la noche que había tenido con Bryce. Se sentía feliz. Al darse la vuelta en la cama, vio que el otro lado estaba vacío. No había nota, ni nada que explicara la ausencia de Bryce. Nicole se dijo que no debía tener expectativas, y que la anoche anterior solo había sido sexo. Las palabras que usó Bryce en aquel momento, solo las dijo para convencerla. Ella no era el tipo de mujer de la que un hombre como ese se enamoraría, y se regañó por si quiera haberlo pensando por un microsegundo. Se dijo que la tristeza era algo que no debía sentir y al final la vida continuaba.Como Chloe estaba entretenida con su osito de peluche, Nicole se vistió deprisa y le preparó el biberón antes de ir a su habitación. Chloe se puso muy contenta al verla. Nicole le cambió el pañal y le puso uno de los bonitos enterizos había encontrado en el armario de su dormitorio. Después se sentó en la mecedora a
Nicole muy en su interior quería pensar que eran ciertas las palabras de Bryce, y que ahora la veía distinto, que no le gustaba simplemente como mujer, porque le parecía atractiva y punto. Porque si llegaba a ser cierto que él podía enamorarse de ella, como ella creía estar enamorándose, de él, las cosas serían muy distintas. Sin embargo, un soltero multimillonario, con tantas mujeres detrás, no sufría de esa enfermedad llamada “Amor”. Si la deseaba, lo mejor que podía pasar era que ambos se quitaran las ganas y luego hacer de cuenta que sufrían de amnesia. Esta vez fue ella la que se abalanzó sobre él y lo besó, mandando al diablo, todas sus razones por la que no debería hacerlo, al diablo.Bryce al principio estaba sorprendido, pero luego tomó la delicada nuca de ella, y la acercó más, para profundizar el beso.