24

Entraron en la cueva. Martín dejó que Ibrahim le empujara un par de veces mientras le llevaba junto a su padre.

—¿Quieres ver a tu papá? —se rió el transformado.

Avanzaron a lo largo de un pasillo húmedo y estrecho, un pasillo natural creado por las paredes calizas de la cueva, hasta llegar a una estancia más amplia. Ibrahim llevaba una linterna y al llegar a la habitación se acercó hasta un farol y lo encendió. La estancia se iluminó y los ojos de Martín tardaron sólo unos segundos en acostumbrarse.

Vio un lecho en una de las esquinas. En él, un hombre cubierto por una colcha parecía dormitar. Su rostro era anciano y un rictus de dolor atravesaba su boca. Martín supo de inmediato que se trataba de Valdius.

Luego, como si Ibrahim diera por hecho que ya había observado al viejo el tiempo suficiente volvió su linterna hac

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP