CAPÍTULO 50

Kereem parpadeó varias veces sintiendo como su anatomía palpitaba y se restregó los ojos rápidamente.

Él, junto a Zahar estaba en la cama totalmente desnudos, mientras ella tenía sus piernas enredadas en las de él.

Se giró un poco para tomar su teléfono que estaba en silencio, y comprobó que eran las ocho de la mañana. Se sentó de golpe y deslizó su dedo para ver al menos veinte llamadas de Sanem y otras más de Naim.

Le envió un mensaje rápidamente a Asad para saber si había pasado, pero su jefe de seguridad, le dijo que todo estaba bien, y aunque vio los mensajes de Sanem no abrió ninguno.

Estaba colocando el móvil en la mesa, cuando sintió que Zahar se movió, y se levantó rápidamente.

—Me quedé dormida…

—¿Tienes alguna cita? —no supo por qué le sonrió y Zahar imitó su gesto.

—¿Quieres comer algo antes de irte…? —Kereem alzó la ceja.

—¿Cocinas?

Ella había tenido que aprender hacer de todo.

—No mucho… —mintió—. Si quieres puede bañarte y yo prepararé el desayuno antes de que te vayas.
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP