Desde mi llegada a Washington, las cosas han cambiado. Pensé que encontraría refugio en mi trabajo y en este lugar pero no fue así. Las personas quieren controlar mi vida constantemente y eso es algo que no soporto en absoluto. Diría que por ser policía las cosas serían más sinceras, más honorables, más reales pero es todo lo contrario. Donde piensas que hay más lealtad, es donde ocultan más secretos y lo peor es que soy parte de ello. Llega este caso, en el que no quiero participar pero por ser el mejor, termino más involucrado que cualquiera, tras enamorarme de la pieza fundamental del éxito de todo esto: Melanie Cross, la chica de piel pálida y ojos azules que me volvió loco desde la primera vez que la vi. Desde entonces, mis problemas han comenzado. Una compañera de trabajo obsesionada con lo que sea que tuvimos una vez, un jefe manipulador sin escrúpulos, muchos casos que resolver, dos mafiosos a los que persigo y uno de ellos es el padre de la mujer que amo. Siempre tengo el control de todo, pero no de ella y eso me hace dudar todo el tiempo. No sé cómo terminará esta historia pero lo que sí tengo seguro es que la protegeré de todos ellos cueste lo que cueste, incluso de mí si es necesario.
Leer másJack Connor. "Hola, hermanito ¿Me extrañaste?”De parte de: Jacob Connor. En el momento que leo la tarjeta, mi corazón se congela por segundos. ¡Esto era lo que me faltaba! Durante años he huido de mi ciudad natal (Filadelfia) para escapar de la maldición de mi familia: muerte; tal y como lo dice la abuela, que hoy día, está loca por eso. La tengo en ese lugar atendida por profesionales para al menos mantenerla con vida, pero me he preparado mentalmente para recibir la noticia de que ha muerto en cualquier momento. Toda mi vida se puede resumir en: mentiras, traiciones, muertes, armas y todo lo que pueda ser ilegal. Y él, Jacob, mi adorable hermano, es el único que me recuerda esa etapa oscura de mi vida por las cosas que hicimos en el pasado. Lo que nos hizo ser y estar donde estamos ahora, siendo enemigos. Sin importar que sea mi hermano, en cuanto lo vea, lo mataré.
— ¿Entonces aceptas esto por las buenas? —le pregunta James. Ya estamos encubierta en los alrededores de su casa muchos agentes y yo. Escuchando toda la conversación a través de los auriculares. —Supongo que no hay otra manera. —Me alegra que aceptes, porque por las malas, ya viste de lo que soy capaz. — ¿Por qué haces esto? Eres muy apuesto y puedes enamorar a cualquier mujer. — trata de sacarle el tema para que confiese y quede todo grabado. —Ese es mi problema, no me gustan las mujeres que se enamoran de mí, me gustan a las que se acuestan conmigo en contra de su voluntad. Eso me excita, pero tú puedes ser la excepción. Después de nuestra primera noche de sexo no puedo sacarte de mi cabeza. Ahora entiendo por qué el policía estaba tan obsesionado contigo. — sigo mirando fijamente la puerta por la que entraré en cuanto vea la oportunidad. ¡Malditos protocolos! A mi manera hubiera acabado con todo esto de una buena m*****a vez. — ¿Has hecho e
No he sabido nada de ella en todos estos días y empiezo a preocuparme. La he llamado varias veces, pero su celular sale apagado. Así que tomo el valor de ir hasta su casa para que hablemos un poco. Toco el timbre y espero que abra. —Hola. —me saluda al abrir un poco la puerta. —Hola. ¿Cómo estás? —Bien, supongo. Solo un poco cansada. — se oye muy desgastada. — Te estaba llamando incontables veces pero noté que estaba apagado. Me preocupé y por eso estoy aquí. — Jack, llevamos meses sin vernos y ahora que nos reencontramos ¿lo primero que intentas averiguar es por qué mi teléfono estaba apagado? —agacho la cabeza. — Tienes razón. Perdón. Creo que jamás dejaré de preocuparme por ti. —un silencio emocional se apodera del momento y me deja pasar. Nos sentamos, me ofrece algo de tomar, pero no me apetece nada, solo hablar con ella. Se sienta en el sillón del frente sin saber qué decir. — ¿Cómo la pasaste en tu cumpl
Bigotes fue encarcelado. Bilson también falleció junto a otros de los hombres armados. Los pocos que sobrevivieron fueron encarcelados también, incluyendo a Laura. La cual, fue noticia nacional. Le quitaron su placa y su derecho a trabajar como inspectora. Recibirá la condena de 20 años de prisión por los delitos cometidos. En su lugar, estaré yo y creo que estoy listo para esto. Melanie, con Eric, a través de Lisa, me devolvió la tarjeta de crédito junto con todas las otras cosas que le había regalado, incluyendo el iPhone de último modelo. Ha recibido la parte de la herencia que había pactado con Richard y me alegra mucho saber que al menos si es hombre de palabra, aunque la haya cagado de principio a fin. Tengo que darle tiempo, dejar que sane de todo esto y pueda volver a dirigirme la palabra algún día. No la presionaré, ni la buscaré hasta que ella lo haga primero pero siempre, estaré protegiéndola, incluso de ella misma. 6 de febrero. Hoy es el
Arrojo todo lo que se atraviesa en mi camino después de llegar a casa con mi madre. La he llevado al hospital para que la revisen y afortunadamente, está bien. Excepto por algunos rasguños que se hizo al intentar escapar de las manos de esos dementes. Todo empeoró cuando Richard empezó a sospechar que estaba enamorado de ella. No le agradó la idea y su actitud pasiva cambió. Esto pasará, solo es algo temporal. Trato de convencerme a mí mismo. Sabía que esto tarde o temprano pasaría, no es algo nuevo para mí. Sigo con la idea de que será como todas las demás. La olvidaré.—¿Esa jovencita…era su hija? — mi madre entra en conversación mientras prepara algo rico de cenar. —Sí. —intento controlar mi desesperación delante de ella. —¿Y la tiene secuestrada también? —No. Bueno, algo parecido, pero es solo para protegerla. No le hará daño. —¿Lo sabes o estás tratando de convencerte a ti mismo de eso? —ya conozco lo que hace. Quiere saber si
Inicio de flashback. Horas más tarde, la llevo a casa, me doy un baño para regresar al hospital con Eric otra vez y cuando voy de camino, la llamada de un número desconocido entra en mi celular. La abro y la grabo (como siempre) por cualquier cosa. — ¿Hola? — ¡Agente Jack! ¡Qué gusto escuchar su voz! Es tal como me la imaginé — ¿y ahora este quién es? — ¿Quién eres y qué quieres? —Déjame presentarme…soy Richard. Tu querido suegro. Creo que tenemos muchas cosas de que hablar… —No tengo nada que hablar contigo maldito imbécil. — ¡Amo ese carácter feroz que tienes! Por eso te estoy llamando. Por eso te necesito —o se volvió loco o de verdad quiere morir. — ¿Sabes que puedo rastrear tu llamada, cierto? —Sí. De hecho, fue lo mismo que utilicé para encontrar a tu madre —en el momento que la menciona detengo el jeep en medio de la carretera y la piel se me congela. —Tengo ojos por todos lados, agente Connor. L
5:25 am. No he podido dormir en toda la noche y no dejo de ver el reloj. Me levanto, me doy una ducha y veo el intenso azul de mis ojos en el espejo por largos segundos. Suena el celular con la apestosa “R” delante. Es el imbécil de Richard. ¿Ahora qué quiere? Abro la llamada sin decir una sola palabra. No quiero despertar a Melanie. Salgo de la habitación y voy a otra vacía para hablar sin problemas. —Creo que ya esto se ha extendido demasiado, agente Jack. ¿Creíste que nunca me daría cuenta de que te revuelcas con mi hija? — no sé por qué su voz suena en tono burlón casi siempre. — ¿Desde cuándo te importa tanto la vida sexual de tu “hija”? la dejaste sola desde que nació, ni siquiera sé por qué quieres protegerla tanto de tu enemigo si nunca te importó — hablo en voz baja para que nadie me pueda escuchar. —No tengo porqué darte explicaciones que no te corresponden. Si ella está dispuesta a darme otra oportunidad, no la
— ¿Por qué me confiaste este folder? Si lo estabas ocultando era por algo, ¿no? —dice Laura. Le sirvo una copa de whisky mientras tenemos una calmada conversación en mi casa. —Melanie lo descubrió, no tuve otra opción. — me siento frente a ella. — ¿Ella te pidió que me contaras esto? —No, pero odia que oculte cosas, a quien sea. —Esa niña es muy rara. ¿Estás consciente de que no es la correcta para ti? Le falta mucho que aprender de la vida todavía. —No empieces, por favor. —Alguien tiene que decirte la verdad. — ¿Estás segura de que eres la indicada para hablar de sinceridad? Parece que estás empezando a padecer de pérdida de memoria. — ¡Está bien! No quiero arruinarlo otra vez. ¿Qué quieres que haga entonces? —Quiero que mantengas bien vigilado a Simmons, siento que hay algo que no me está contando y necesito saberlo. — ¿Él sabe de lo que Richard te está haciendo? —No y quiero que se mantenga a
Día siguiente. Ya hemos organizado nuestras maletas y todo lo demás para irnos. El chofer llega por nosotros y nos lleva hasta el aeropuerto donde nos están esperando en un avión privado. Al menos no me ha hecho tantas preguntas como de costumbre, quizás no quiere agobiarme. Nos subimos y seguimos el protocolo de seguridad; en cuestión de minutos el avión despega. — ¿Ahora sí me puedes decir a dónde vamos exactamente? —sabía que no aguantaría mucho. —A Filadelfia. —contesto. Su cara de emoción es notable y me gusta verla así. Después de unas cuantas horas, hemos llegado. Hago todo el papeleo necesario (que no es mucho, tan solo con decir mi nombre la gente me abre el paso) nos hospedamos en un hotel de 5 estrellas. La habitación es aún más hermosa y cómoda. Instalamos nuestras cosas y vamos a un restaurante a desayunar. — ¿Has venido antes? —pregunta mientras comemos. —Sí. He venido muchas veces. Sólo —aclaro. Sonríe.