Nota: Jack Connor, es una parte de la saga de Different People que cuenta la misma versión del primer libro, con la diferencia de que estará narrado por él. Aquí entenderán mejor cómo se dieron los planes y algunas cosas importantes que quizás no entendieron muy bien desde el punto de vista de Melanie.
También conocerán nuevos personajes en la vida de Jack, que serán esenciales para el segundo libro y algunos acontecimientos que pasarán en él.
El orden de los libros de la saga, es el siguiente:
1. Different People.
2. Jack Connor (Different People).
3. Dangerous People.
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@lirianokate.
Por allá publico los booktrailers, adelantos, anuncios importantes y las playlists con muchos temones para que puedan disfrutar mejor de esta historia. De antemano, gracias por el apoyo. Los quierooo.
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— ¿Y si te dijera que el mundo está lleno de esquinas oscuras donde los cuerpos sin almas invaden? ¿Cambiarías tu manera de ver la vida?…El tiempo es corto. La vida es un juego que juegas sin manual para que forjes tu propio destino; cuyo destino, te guiará al final que mereces. ¿Cómo crees que terminarás?— le leo a la hermosa anciana que tengo acostada en la cama frente a mí. Por múltiples problemas de salud, no puede levantarse. Esta anciana es mi abuela, madre de mi fallecido padre. Tiene 87 años y es increíble que aún viva a pesar de sus condiciones, ya que también está ciega. Cierro el libro del que le he leído este párrafo y concentro mi mirada en ella, en lo tranquila que está después de escucharme.
— ¿Tú terminarás como tu padre? —su pregunta me da escalofríos. Me acerco más, la tomo de la mano y la acaricio suavemente.
—No pienses en esas cosas. Nada malo me pasará. No tendré el mismo final que papá, ¿de acuerdo? —trato de quitarle los horribles pensamientos que creo que siempre tiene.
—Si no detienes a tu hermano, lo hará. ¡Hará que tengas el mismo destino que Williams y destruirá lo poco bueno que tienes en la vida! No hay escapatoria. Este es el final de los Connor: ¡la muerte! ¡Siempre la muerte! ¡Muerte! ¡Muerte! ¡Muerte!—le han comenzado esos ataques de pánico y locura que ya son comunes en ella. Los enfermeros entran de inmediato a la sala para controlarla mientras sujetan sus brazos a la camilla y le inyectan algo que la duerme al instante. Estoy muy preocupado esperando noticias afuera, hasta que, después de varios minutos, salen.
— ¿Está mejor? —les pregunto de inmediato.
—Lo estará. Solo necesita estar alejada de personas que le recuerden el pasado — responde la enfermera principal encargada de su cuidado diario. Lo que dice me da malas vibras y me hace sentir ofendido.
— ¿Está pidiendo indirectamente que me aleje de ella?—frunzo el ceño.
—No del todo. Puede venir a verla cuando quiera pero sin entrar a la habitación. Solo por las ventanas o si quiere podemos darle acceso a las cámaras de seguridad como lo tenemos nosotros. Entienda que la salud de la paciente es lo primordial para nosotros —contesta. Logro entenderla. Si de algo estoy seguro, es que está con vida gracias a ella y sus cuidados, así que opto por hacerle caso. Asiento, me despido y salgo del lugar. El atardecer ha caído. Me detengo en la cera y respiro profundo. La vista desde esta calle es muy hermosa y solitaria. Filadelfia en sí, es la ciudad perfecta. Saco la cámara que hace poco me he comprado y tomo una fotografía. Postear fotos como estas en I*******m es una de mis pocas cosas favoritas.
Creo que ha sido suficiente lejos de mi ciudad castrosa (Washington) y tal vez es hora de regresar. Tomar un respiro de mi trabajo como agente policial es una de las cosas que no me gustan porque siento que pierdo mucho tiempo sin castigar a los malos, considerando que soy uno de los mejores; pero por reglas, tengo que tomarlos.
Esta misma noche, tengo que regresar…
—Solicito más patrullas en el banco central. Repito: solicito patrullas en el banco central —escucho por la radio mientras estoy de camino a mi apartamento, ya en Washington. Reconozco la voz de inmediato. Sé que es la inspectora Adams. Así que cambio rápidamente de dirección y voy a la ubicación que ha dicho. Acelero lo más que puedo y por suerte, no hay mucho tránsito. Minutos después de llegar, dejo mi vehículo estacionado no muy lejos. La zona está rodeada de patrullas y lazos que dicen "no pasar". Hay un helicóptero sobre nosotros verificando que todo a nuestro alrededor esté en orden. Un grupo de personas y periodistas tratan de acercarse al lugar para saber qué está pasando pero los policías les bloquean el paso por seguridad. Así de chismosos son. Inspecciono toda la zona antes de dar cualquier paso. Ni siquiera sé qué hago aquí. No estoy en mis horas de servicio y nadie sabe que acabo de regresar de Filadelfia. Mient
El horrible sonido de la alarma me despierta. La apago enseguida y termino de levantarme. Tengo el departamento hecho un desastre. Como estuve de vacaciones unas cortas semanas, le di ese tiempo libre a la señora que se encarga de la limpieza de este lugar. Como no tengo mucho tiempo extra (por mi trabajo) solo vengo a dormir aquí. Abro las ventanas y dejo que el sol ilumine toda la habitación. Me lavo los dientes, me doy un baño, me pongo la ropa adecuada para un nuevo día de trabajo; una camisa blanca, con chaleco de tela fina y negra, una gabardina negra y tenis blancos. Mi estilo permanente. Antes de salir, tomo una manzana y la muerdo. Recojo todas mis cosas, incluyendo la llave del vehículo para poder irme de aquí. Justo cuando abro la puerta, casi choco con la cara de una mujer elegante parada en mi puerta. Me aparto de inmediato. Mi cara de confusión debe ser bastante notoria. — ¿Tú quién eres? ¿Y por qué estás en m
Cae la noche. Después de un día muy pesado, voy al burdel de Judith, una vieja amiga. Para pasar por más desapercibido, llevo puesto un abrigo y jeans negros, tenis blancos y mi arma, la que nunca se puede quedar. Eric se quedó en la estación para entender más sobre el caso y lo que tiene que hacer al respecto. Podría considerar que es una de las técnicas más difíciles: entrar a la vida de alguien, hasta incluso enamorarla para poder sacarle información y tenerla bajo la mira para poder conseguir el éxito de una misión. La parte más abrumadora es cuando tienes que decirle la verdad. Estos casos pueden llevarse una gran parte de ti. Solo creo que he tenido la suerte de repararlas a tiempo para que no profundicen en mi conciencia. Minutos después de conducir, ya estoy aquí. El lugar está lleno como de costumbre, un poco más organizado, tal vez. Camino sin prisa hasta el final del espacio donde está Judith esperándome
—Soy la inspectora Adams. Te haré un par de preguntas y necesito que respondas con honestidad para poder ayudarte, ¿de acuerdo? —Laura se presenta. Estamos en la sala de interrogatorio; ellas en una habitación cerrada y nosotros detrás del cristal por donde no nos puede ver. —Hemos identificado a su acosador. Su nombre es Frank G. Uno de los mafiosos más buscados de toda la ciudad. ¿Puede decirme cuál podría ser la razón por la que se acerca tanto a ti? —sigue diciéndole. —Mi madre es prostituta. Llevaba sus clientes a casa y él era uno de ellos. Siempre me miraba con morbo, pero lo ignoraba. Hasta que ayer todo se salió de control. Estaba sola en mi habitación, desnuda. Solo olvidé asegurar la puerta, así que entró, me agredió y me...y me...me...me...violó. —confiesa y comienza a llorar. Claramente no ha sido nada bonito lo que ha vivido. Laura le da un paño para que se seque las lágrimas. — ¿Qué pasó después? — continúa con el interrogatorio. —Mart
Ya estamos de camino a la dichosa casa de seguridad. Después de alistarme y hablar con los demás agentes que vienen detrás de nosotros por seguridad, solo puedo enfocarme en conducir hasta llegar a dicha casa de máxima seguridad. No sin antes encontrar algún almacén abierto para comprar algunas cosas que ella posiblemente pueda necesitar. No sabemos cuántos días estaremos encerrados. Tiene la cabeza recostada en el ventanal de la puerta del coche, observando el paisaje. Necesita descansar y comer algo. Debe de estar muy hambrienta. —¿Estás bien? —pregunto. —Sí. Solo estoy cansada. —responde sin verme. —Agente Connor, dos camionetas sospechosas nos siguen. —avisan por la radio y cuando observo por el retrovisor, evidentemente es así. Cuando saben que los hemos descubierto, abren fuego. Por suerte, tanto este jeep como las otras patrullas, están blindadas y no dejan que las balas perforen el material. Los agentes abren
Amanece. Estoy dándome un baño para seguir con este día tan aburrido. Me hace falta algo de acción, pero tampoco quiero poner a Melanie en peligro. Estoy completamente desnudo y no he asegurado la puerta. Así que pasa lo esperado: Melanie entra y al verme, salta del susto, se da la vuelta y se cubre los ojos para no ver. — ¡Disculpa! No sabía que estabas aquí. — Tranquila. Pero ya que estás aquí, podríamos bañarnos juntos, ¿qué dices? — sonrío maliciosamente. Sé que nunca accedería, pero me gusta molestarla. —No, gracias. Disfruta tu baño y no tardes. — y sale. Ella se lo pierde. Horas más tarde. Estoy asegurándome de que todo esté en orden mientras Eric me informa por la radio que los que venían detrás de nosotros, eran gente de Frank y que seguían investigando más a fondo el tema. Observo a Melanie y está hablando con alguien por la laptop sospechosamente. Llamo a Jimmy y l
Le quito las esposas. La vuelvo a besar con más calma. Le beso el cuello y echa la cabeza hacia atrás para darme espacio. Me deslizo hasta sus pezones y con mi lengua juego con ellos. Desciendo a su vagina, le quito las bragas, dejándola completamente desnuda para mí. Percibo que se siente un poco avergonzada y le doy una de mis miradas para que se calme y confíe en mí. Aparentemente, funciona. Abre más las piernas y mi boca se adueña de ella. Se retuerce en la cama con mis ágiles lamidas y caricias. Minutos después, me aparto. Me quito los pantalones junto con los bóxeres, dejando mi pene a plena vista. Se queda viéndolo por varios segundos y sonrío al percibir que le gusta lo que ve. Abro un condón con los dientes, lo saco y me lo coloco perfectamente. Se queda viéndome hacerlo con mucha atención. Vuelvo a ponerme encima de ella. Rozo mi glande unos segundos por encima de su vagina para seguir estimulándola. Quiero volverla loca. Trato de
Anochece. Me la he pasado pegado al celular casi todo el día. Mucho más después de las cosas que me dijo Melanie de su madre y el supuesto infiltrado. Ha estado haciendo sus clases de la universidad, al menos eso la distrae un poco, recordando que ha pasado por cosas muy trágicas. —Por lo visto, Martha es más testaruda de lo que pensé. No ha dicho nada desde que llegó. Solo se quedó a solas con Laura unos momentos y tampoco dijo nada — le digo entrando a la habitación con ella. Está en bragas con una franela de tiros. Por lo rico que huele puedo deducir que se ha bañado. —No tienes idea. No fueron pocas las que aguanté con ella —contesta. Me siento en el borde de la cama. —No has tenido una linda infancia, ¿verdad? —Claramente, no. Todo lo que conozco son acosos, los gemidos de mi madre por las noches, maltratos verbales en mi corta e inestable familia y todo lo demás. —Aparte de tu hermano y tu madre, ¿no tie