—Andrea —le grito a la loca de mi amiga, mientras suelto el delantal y vuelvo a mirar el reloj—, se me olvidó Jack.
Ella pone cara de no entender nada. —Quedamos en vernos a las cinco —le digo—. Son las seis ya. Ella me dedica un mohín. —¿Qué importa Jack? —dice entre risas—. Salgamos hoy, tu y yo —comenta dando una palmada como si se le hubiese ocurrido la mejor idea—. Keira últimamente está muy ocupada con su matrimonio. —Andrea en primera, Jack es mi novio... —Un novio que no amas —me interrumpe—. Sabemos que es otro el que te gusta real... Suena la campana de la puerta de el gastropub. Nuestros ojos ubican a la persona que acaba de llegar. Mi maldito corazón tiene el ritmo acelerado. Parezco adolescente. —Vale —me dice ignorando que Liam acaba de llegar—. Después continuamos nuestra conversación. —Tardísimo —digo en alta voz mirando nuevamente el reloj. Cojo mi bolso y camino hacia la salida. Sin querer choco con Liam. —Disculpa —le digo, él con su mal carácter no me responde—, estoy algo apurada. Paso de él. Aprendí a no darle importancia. Desde que lo vi la primera vez me encanta, pero no soy una cría de quince años, no estaré babeando por él. Además, estoy comprometida. —Eileen —grita Andrea haciendo que voltee a verla—. ¿Pasamos a las diez por tí?. —Qué no —le grito y me marcho. Comencemos desde el inicio para que no piensen que soy una loca. Soy Eileen, la chica de cabellos rojizos y piel pálida, delgada, y común, muy común; aunque hay aspectos que pueden hacerme extraordinaria y es contar con mi abuela, mi amigo Jack y mi mejor amiga Andrea, quien tiene una mejor amiga Keira, que también es mi amiga. Algunas personas dicen que me parezco a Marina Ruy Barbosa, ''la pelirroja'' de Jonathan en Totalmente Diva y María Isis en Imperio; no es que me desagrade esa comparación, pues para mí es todo un placer, pero ella es una reina, literal, y yo solo una mini copia barata, eso es lo que creo. La parte complicada de mi vida, tener un mejor amigo que hace ya cuatro años se convirtió en mi novio y que me guste otra persona. Esa persona, ya la conocen, el mismísimo Liam. Lo primero, ¿por qué soy novia de Jack?. Jack es mi amigo de la infancia, lo quiero muchísimo, pero no lo veo con esos ojos de amor. Resulta que me ha apoyado muchísimo, es tierno, cariñoso, atento, es una persona maravillosa, pero aún así, no sé por qué nosotras las mujeres nos encaprichamos con los fuckboy. Jack hace cuatro años confesó su amor, me pidió una oportunidad. ¿Por qué acepté? Por la emoción de nuestras abuelas, me pidió que fuera su novia después de un discurso precioso delante de las personas que queremos. ¿Cómo rechazarlo? ¿Cómo decirle que no y hacerlo sufrir? Si ha sido él quien más me ha apoyado y tratado de hacerme feliz. En estos cuatro años no he logrado enamorarme. Lo quiero muchísimo y no puedo evitar que mis ojos expresen el cariño que le tengo, porque la verdad es que importante en mi vida si es, pero no logro enamorarme. Liam, ese tipo arrogante, egocéntrico, engreído, jodidamente sexy hasta decir basta y esa cualidad que debe ser crucial para tener a más mujeres de las que debería detrás: mujeriego. Sí, escucharon bien. No sé si a todas les ha pasado, pero creo que si hago una encuesta la mayoría es que sí. Si tienen dos opciones: la primera un chico tierno y locamente enamorado, que está constantemente demostrando lo que siente; la segunda, el mujeriego, cabrón, sexy, que no demuestra que le importas, que tiene montones de chicas detrás, que vive solo por él; creo que la gran mayoría va hacia la segunda opción ¿no?. Mientra menos te escribe, más te gusta, mientras menos te demuestra lo que siente, más te gusta, es así. Eso no es del todo masoquismo, es la realidad. Ya especifiqué anteriormente que no me refiero a todas, pero una gran mayoría sí. ¿Dónde entra Liam? Lo conocí una noche en un club, fue ahí donde lo vi por primera vez. Estaba ahí con Andrea y sus amigos. Andrea me llamó y ahí me ''embarque''. Sonrío al recordar las palabras de Andrea. Esa noche Liam no dejó de mirarme. Estaba encantada, porque a decir verdad alguien tan común como yo, que sea el objetivo de su mirada, es un honor. Para resumirle el cuento, acabó marchándose con dos chicas. Sí, dos, como si una no hubiese sido suficiente. Después de esa noche, he coincido más de tres veces con él y siempre es lo mismo. Su mirada impertinente y la noche acaba con una chica en sus brazos. Es esa mirada, tiene que ser eso lo que me gusta y me da tanta curiosidad, porque no hemos cruzado más de unas palabras. Jack me hará bien —pienso entrando a Delancey Street Restaurant. Él no estaba ya, con razón, me he tardado mucho.Camino nuevamente hasta la salida. Él pone mucho empeño en nosotros, por tanto no me gusta hacerle desplantes cuando se le ocurre un plan. —Ei —escucho la voz de Jack. —Jack —lo abrazo—. Disculpa por llegar tan tarde, tuve mucho... Su mano agarra la mía. Mis palabras se quedan en el aire. Él es apuesto, es atento, es cariñoso. De seguro tiene opciones, muchas, en su trabajo. —Tranquila, he esparado. Sé que estabas trabajando. Ven, no miento cuando digo que es un amor de persona. El chico más increíble que haya. Pero...¿y la mirada sensual? —Me voy a volver loca —sin querer acabo de decir eso en voz alta. Jack acaba de mirarme con asombro. —Loca de amor por ti —digo para justificar lo que acabo de decir arriba y resulta que acabo de tapar una estupidez con otra. Jack sonríe emocionado. ¡Puede funcionar! Jack es bueno, debo darle la oportunidad a él y dármela a mí. La mejor opción es dejar de compararlo con Liam. Hay una cruel realidad en esto. Y es que si realmente hubiese estado enamorada de Jack jamás me hubiese fijado en Liam. —Eres tan hermosa —comenta. M****a. Cómo el: ''con ese vestido puedo llegar muy rápido a tus bragas'' (la única frase que me ha dicho Liam), puede provocar más impacto que esto. Definitivamente estoy jodida. Tierra trágame ya. Al principio eran más llevaderas las cosas, los besos, las miradas, los planes, todo con Jack se hacía más fácil tratar. Sin embargo, desde que conocí a Liam, me cuesta un poco o mucho más las cosas con Jack. ¡Siento que no estoy donde quiero estar! La cena con Jack, fue tranquila. Conversamos de cómo me había ido durante el día. Jack no dejaba de mencionar lo feliz que estaba de tenerme como novia y de haber conseguido un puesto como abogado en el mejor bufete de la ciudad. —Ei, no me tomes esto a mal —comienza a decir frente a la puerta de mi casa—, pero llevamos tres semanas sin hacer el amor y me estoy volviendo loco ya por las ganas de tocarte. Es cierto. Pero, es que no me apetece. No logro mirarlo a los ojos con pasión y deseo. En la cama me tiene como un cristal. Me estoy empezando a frustrar, llevo cuatro años en esto, la verdad. No quiero ser mala persona y hacerlo sufrir, por ello acepté esto hace cuatro años y sigo, porque él jamás me ha hecho daño, al contrario, siempre ha velado por mi felicidad. No puedo comportarme diferente. Por otra parte, en la cama me tiene como un cristal. Y yo siento que necesito más. —Disculpa Jack, el cansancio puede conmigo. Podemos dejarlo para otro momento. —Ok —contesta. Me despido de él y entro a mi casa. En mi interior me siento algo mal por pasar de él así. Sé que tiene necesidades. Han sido cuatro semanas. —¿Cómo te fue hoy? —pregunta mi abuela dejando un cálido beso en mi mejilla. —Normal —digo como si fuese obvio—. Iré a darme una ducha. —¿No vas a comer? —pregunta. —Ya comí con Jack —respondo, mi abuela sonríe. Mejor doy una ducha y me pongo mi pijama. Estoy cansada, pero aún así, me detengo a revisar I*******m hasta que los ojos se me cierran.Un ruido proveniente de la ventana hace que me despierte. La ventana está abierta. Es Jack. ¿Por qué hace eso?Voy a encender la lámpara, solo vi cuando estaba cerca de la ventana por la claridad de la luna, pero agarra mi mano y lo impide. No puedo negar que me tiene nerviosa, aunque no grito, ni hago ruido, solo me quedo tranquila.Me da unos besos suaves por todo el cuello. Algo pasa dentro de mí que no hago por detenerlo. Roza sus labios con los míos, para luego darme un beso con lengua que me dejó caliente, demasiado diría yo. Después de todo, Jack tenía esta parte intensa, que me hará olvidarme de aquellas miradas.Baja su mano por mi barriga y la introduce por debajo de mis bragas. Su mano acaricia mi sexo, suaves gemidos se escapan de mi boca.Ahora es él, el que recorre el mismo camino que su mano anteriormente, me quita la parte inferior del pijama y con su boca acaricia mi sexo por encima de la braga. De un tirón rompe la braga y confieso que esta parte de él tan salvaje pu
Saliendo del bar siento naúseas y acabo con las manos apoyadas en la rodillas y vomitando. Liam me recoge el pelo y me alcanza un pañuelo.Cuando me repongo nuevamente...—Gracias, pero yo sé defenderme sola —le digo a Liam.—Vamos te llevaré a mi casa —declara.—Estás loco. Estoy bien, puedo irme a mi casa —casi grito.—Estás tomada —contesta empujándome a su carro.Sí, he tomado, bastante, pero no me estoy cayendo. No estoy tan mal como para no poder irme a casa.—No iré contigo a ningún lado —le grito tratando de soltarme—. Iré a mi casa.Él ignora por completo lo que acabo de decir y me monta en su auto.Mi teléfono suena. En la pantalla sale el nombre de Jack. Miro para los lados pensando si es buena idea hablar con él, automáticamente pienso en mi abuela que debe estar preocupada. —¿Tu novio? —pregunta él Asiento.—Jack —respondo.—Ei tu abuela está preocupada —comenta tan dulce como siempre—. ¿Dónde estás? ¿Necesitas que vaya por ti?—Jack, siento no avisarte, salí un rato
—Estoy aburrida de que hagas lo que se te antoja —le digo.Él me mira, pero no responde.—Es mi casa —contesta al fin.—Genial, pues ya me voy de tu casa —comento y me coloco el vestido.—Te queda bien —dice.—¿Qué? —inquiero.—La ropa interior —contesta—, pero desnuda me gustas más.—Acaso me has visto desnuda —reclamo, pero recuerdo que acabó de verme en la cocina, ayer también.—Perdí la cuenta de la cantidad de veces —contesta él con una risa impertinente. —Han sido solo dos veces —contesto.Él solo ríe.Busco mi ropa para meterla dentro del bolso, pero me falta algo: mi braga. Busco más pero no la encuentro. —No encuentro mi braga —suelto sin pensarlo.—No la necesitas —manifiesta con dominio.—Liam devuélveme la braga —lo amenazo.—El morado te asienta —comenta cambiando de tema y esto provoca que me mire de arriba a abajo.—Declaran que es un color que aleja a los hombres —bromeo. Recojo mi bolso y camino para marcharme. Que se quede con las bragas.Me aprieta contra él ante
Llego temprano al trabajo. Saludo a David y a Hugo, mi jefe. Andrea aún no ha llegado. —Eileen podrías quedarte al frente – comenta Hugo—. Saldremos.En todo el tiempo que llevo aquí trabajando esta es la primera vez que esto sucede.—Está bien —contesto.Ellos se marchan y yo me quedo deseando que llegue Andrea, como me haré cargo de esto sola.La campana de la entrada suena. Volteo contenta creyendo que es Andrea, automáticamente mi cara cambia cuando lo veo a él, a Liam.—¿Qué haces aquí? —pregunto de mala manera—. Esta persecución se está volviendo repugnante.Llega como si nada y me besa. Es tóxico, es posesivo, está loco.—Liam deja de hacer estas cosas —digo y él me ignora tomándome de las caderas y subiéndome sobre una mesa.—Liam —vuelvo a llamarlo mientras que con su mano roza mi sexo por encima de la ropa.—Me vuelves loco nena —yo abro la boca ante esas palabras.—No jodas Liam —contesto—. Sé que es una técnica para que acabe acostándome contigo, pero luego de que eso pas
Llegamos al club, él toma mi mano, pero me suelto.—Es muy pronto —digo.—Eres mi mujer —comenta.—No soy tu mujer —contraataco. Entramos al club, ya estaba la fiesta en su plenitud, principalmente en la mesa de nuestros amigos.—Eileen Evans —grita Andrea—. Estás preciosa.Le sonrío.Saludo a Keira, a Aiden y a Dylan.Liam va a la barra y me trae un whisky. Ni siquiera me pregunta qué es lo que quiero tomar.—Otra de las mías —dice Dylan.No sé a que se refiere, pero le sonrío.—Liam cariño —se acerca una chica a nosotros, es de esas a las que yo les llamo no común. Le planta un beso en la cara a Liam, un poco más y es en la boca. Todos se quedan en silencio en la mesa y yo me siento la mayor estúpida de la tierra. Solo una vez lo miro, así como él me mira cuando está molesto. Liam la toma de la muñeca hasta la barra. Todos siguen en silencio.—No pasa nada. Ustedes ya conocen a Liam —expreso en alta voz.Me pongo a bailar con las chicas, tratando de olvidarme de lo que sucedió a
—Ei nos vemos mañana —se despide Andrea. Ya Liam se acerca a nosotras.—Si la haces sufrir —le dice a Liam—, te mato.Liam la fulmina con la mirada.—¿Qué haces aquí Liam? —le pregunto, él aún no me atiende—. Liam —vuelvo a llamarlo.Me empuja hacia él y me besa. Otra vez que no me separo de él. —Eileen —la voz de Jack me devuelve a la realidad.Que la tierra me trague ahora.Me separo de Liam y ahí esta él. En sus ojos veo el dolor y la decepción, me duele y mucho haberle hecho daño. Una lágrima cae por mi mejilla, no logro controlarlo. Aunque no lo amaba como novio, lo quiero muchísimo, como amigo. Observo a Liam y esta como si no pasara nada. Él ya habia visto a Jack, por eso me besó.—Jack no quiero justificarme, pero al menos déjame contarte cómo sucedieron las cosas —él rie irónico.—¿Ahora? —manifiesta—, ya es demasiado tarde Eileen.—Lo sé —Liam me tenía una mano agarrada aún, me suelto—. Lo intenté, ¡créeme! Pero no pude, tenía miedo perderte.—Es peor ahora Eileen —me hab
Han pasado algunos días ya desde aquel mal rato con Jack. No lo he vuelto a ver. Sé por mi abuela que está bien, que ya está conociendo a otra chica en su trabajo. He intentado hablar con él para explicarle cómo sucedieron las cosas y aunque no va a perdonarme, necesito que entienda que no quería lastimarlo.Hoy es el último día de trabajo de la semana. Debería estar feliz solo por eso. Andrea tiene una felicidad brutal. No es para menos, hoy es día de fiesta. Aunque también mañana y pasado. —Tengo una plan —comenta apenas me coloco el delantal.—Beberme una docena de wiskys y terminar en la cama de cualquier idiota —le respondo mientras me recojo el pelo en una coleta—. ¡No gracias!.Andrea me dedica un mohín que ignoro.—Iba a decir salir a bailar y conocer chicos, claro —contesta ella. —Suena demasiado tranquilo para que se te ocurra a tí —digo.Ella ríe.—En teoría —responde—, en práctica es exactamente como lo describes tú. Me le quedo mirando y automáticamente comenzamos a r
Salgo del baño, Andrea me llama.—¿Qué le ha sucedido a tu vestido? —pregunta curiosa.—Acabo de chocar con el hombre que estuvo en el gastropub en la mañana —comento bajo su cara de asombro.—Mi vida tienes la idea de cuantos hombres desfilan por ahí diario —responde.—El tío serio que pidió el café fuerte…—Te llevó al baño y te bajó las bragas —me interrumpe Andrea—, para hacerte pagar que le hayas ensuciado su carísimo traje de corte italiano.—La que acabé con el vestido manchado fui yo —digo—Mejor aún —contesta—, te hizo sexo oral como recompensa—. Definitivamente amiga algo te hizo, esa cara que tienes es de «mujer satisfecha» y acabas de salir del baño.Acabo riéndome. —¿Cómo te va con Enzo? —pregunto y por su cara le he hecho una pregunta difícil.—Lo normal, más tarde todo irá mejor —lo busca con la mirada—. Realmente lo nuestro se resume a «después del club».—Acaso no es el tipo de relación que te interesa.—En realidad sí —comenta buscándolo con la mirada—, pero algo me