El lugar es hermoso. Mis ojos no pueden dejar de ver todo mi alrededor. Lo cubre un verde pasto y hermosos huertos de hortalizas, flores y árboles frutales. Puedo ver a lo lejos ganado y enormes graneros.
Creo saber en dónde me he metido. He venido a relajarme un poco y pasar un verano con mi mejor amiga en la casa de su familia. Creo que estas vacaciones pueden resultar placenteras, tal vez incluso pueda salir de esta rutina que me quita vida.
Mi mente juguetea con la posibilidad de que tal vez un día, el menos esperado, el menos pensado, llegues… ¿o llegue yo?
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Miranda, A.©
Corina:Al fin el verano ha llegado, Adriana mi compañera de habitación y mi mejor amiga me ha convencido de viajar a Texas, más específicamente a Georgetown y pasar todo el verano en la granja de sus padres.—Te he dicho que será genial —repite Adriana—Sabes que me siento un poco apenada con tus padres… estar tanto tiempo…—¿De qué hablas?, mi madre te adora, ¿que no recuerdas lo que ha dicho la última vez que estuvo aquí?, te lo recordaré… —dice sin permitirme hablar—. Eres como una hija para mí Corina…Guiña un ojo y no puedo evitar sonrojarme, nunca podré ganarle a mi amiga. Y es que es verdad, Yvone, la madre de Adriana es muy gentil conmigo, podemos hablar por varias horas sin que el tema de conversación se termine y lo mejor es que viene a visitarno
Corina:Los campos son espectaculares, la vista es hermosa y más porque está a punto de atardecer. Llevamos ya casi media hora de camino.—¿Qué tal les fue en el vuelo? —pregunta Yvonne—Genial, fue muy cómodo ¿no es así Cori?—Muy cómodo —me limito a contestar.—Tenemos una cena preparada para ustedes.—Muchas gracias, no debió molestarse —tomo un respiro y dejo que mi amiga siga hablando con su madre sobre las novedades que tiene.Recargo mi frente en el cristal del auto. Después recuerdo que no he encendido mi móvil, tal vez mi madre ya haya contestado… Pero la pantalla no muestra ninguna notificación nueva. Vuelvo a recargar mi frente en el cristal y una punzada de dolor me invade, pero al final lo sé. No soy su prioridad ahora.▮▮▮▮▮▮▮Al fin lleg
Joel:—Estoy tan feliz de tenerlas aquí —repite mi madre una y otra vez. Mi hermana ha vuelto después de casi un semestre fuera de casa y ha traído a su amiga… Corina.—Corina ha crecido desde la última vez que la vi —dice mi padre mientras toma asiento. Esa chica es, muy hermosa y… delicada—. ¿No te parece bueno tener a tu hermana aquí por el verano Joel?—Teniendo en cuenta que yo nunca la habría dejado ir tan lejos… si padre, es bueno tenerla aquí —me hace mala cara.—Joel…—Dejémoslo—termino la conversación con esas palabras cuando escucho la puerta.—¡Estamos aquí! —entra mi hermana gritando como una adolescente.—Adriana por favor… —digo quejándome y al alzar la mirada me encuen
Corina:He dormido genial. Miro el reloj entrecerrando los ojos. 5:45 am Poco a poco me pongo de pie.No quiero perder la costumbre de salir a correr por las mañanas, probablemente sea temprano pero habrá alguien a quien pueda preguntarle dónde puedo ir a correr.Lavo mi cara, los dientes y me coloco un pantalón deportivo y una blusa al cuerpo, mis zapatillas para correr y recojo mi cabello con una cola de caballo. Bajo las escaleras en silencio, Puedo escuchar algunos ruidos en la cocina.—Buenos días —digo dirigiéndome a Tomasa—Niña, ¿Qué hace despierta a las 6 de la mañana?—Voy a correr un poco, ¿sabes dónde puedo hacerlo sin molestar a ninguna animalito o persona? —me dedica una dulce sonrisa mientras corta un pimiento verde.—Kevin está en la entrada, puedes preguntarle a &eacu
Joel:Apenas el pequeño cuerpo de Corina sale del salón me pongo de pie y camino con pasos pesados hacia el establo 4.Al llegar me encuentro con un desastre de plumas por doquier y varios de mis hombres tratando de controlar a 4 gallinas que se han escapado de la vacunación.—Joel, hemos tratado pero… —ignoro las palabras de Kevin y tomo a la primera. Con dos pasos más tomo a la segunda.—¿Quieren que haga su trabajo?, porque me puedo quedar con su paga… —se esfuerzan por capturarlas y al cabo de un momento las gallinas están en su lugar.El veterinario les coloca la vacuna y vuelven a las jaulas. Inspecciono el desorden y doy la orden de que limpien el espacio. Ahora me dirijo hacia mi caballeriza.—Buen día, Joel —saluda el encargado—¿Cómo está él? —digo refirié
Corina:Son las 2 de la tarde y no sé nada de Adriana, ¿Cómo puede dormir tanto?—No te pongas histérica —dice irrumpiendo en la habitación.—No lo hago, yo sé cuáles son tus horarios —guiño un ojo—Pues vámonos de compras ahora mismo —dice jalando mi brazo, apenas alcanzo a tomar mi bolsa y salir corriendo.▮▮▮▮▮▮—Me gusta este short —dice mi amiga—Es un poco corto ¿no crees? —me mira con los ojos bien abiertos—¿Y cuál crees que es su finalidad?, ¡evitar que te mueras de calor!, por favor Cori tienes que poner de tu parte —suspiro y termino tomando el short.También selecciono un par de camisas a cuadros, varios short de diferentes colores y también deportivos para mis recorridos por la mañana.—No
Joel:Que estúpido… ¿Por qué subí?, Bajo a toda velocidad las escaleras y siento sudor en mi rostro. Salgo de casa y voy directo a las caballerizas en busca de Jeff. Tengo que hablarlo con él.Me aseguro de que no haya nadie en el lugar, ya ha anocheciendo y el cambio de turno aún no llega.—Jeff —le llamo pero no responde como de costumbre—. Tengo que hablar contigo…Bufo, hablarle a un caballo… claro que sirve, para mí. Él es más fiel que cualquier hombre en estas hectáreas. Abro la puerta de madera y lo veo mascando pasto… está muy sereno.—Te necesito amigo… —me acerco a él y acaricio su negro pelaje—. No sé qué mierda me está pasando, estoy actuando como un adolescente… ¿crees que soy viejo?Niego varias veces, soy demasiado
Corina:—¿Por qué?, ¿luce mayor? —bufo tomando una cucharada de helado.—¿Kevin?, ¿mayor? —sonrió—. ¿Es de nuestra edad que no?—Dos o tres años mayor solamente—Pues no me parece que luzca mayor, pero es muy extraño, siempre está… mirándome.—Pues claro tonta… te digo que le gustas.—No es mi tipo, es muy lindo y guapo, pero no es mi estilo —Adriana asiente mientras empuja una cucharada de helado a su boca.—Lo sé, después del chico ese que ordenaba libros en la biblioteca entendí que tu próximo novio sería un anciano de 70 años que apenas se pudiera mover para hacerte el…—¡Adriana! —interrumpo y ella suelta una carcajada—Es la verdad amiga, era un bobo aburrido.