El Héroe y Guardián de Heradise sabe que debe aceptar quién es, el destino le exige afrontar la verdad. Sabiendo que Heradise ruega que lo lleve en sus hombros. "Puedes negar al ser que hay dentro de ti, pero tarde o temprano este reclamará su espacio en el mundo. Es algo que no puedes evitar por siempre."
Leer másBuen día. Quiero agradecerte a ti, estimado lector por sumergirte en esta aventura llena de emociones y guerras que surgió en mi cabeza hace ya cuatro años. Soy un estudiante universitario y conseguir el tiempo para escribir se ha vuelto complicado. Pero a pesar de mis dificultades y problemas personales, he estado pensando mucho en el final de esta saga. Fui un desgraciado al dejar esta saga incompleta (comprendo el sentimiento y hace que me sienta más miserable). Pero, a día de hoy no es como que no haya escrito o diseñado el final de esta saga de fantasía. Para darles una idea, llevo actualmente 96,000 palabras del último libro de Heradise. Este libro narra una aventura totalmente distinta a las aventuras anteriores (pero siempre continuando la historia, manteniendo a sus personajes y añadiendo nuevos, sus características y los géneros que han definido esta novela, pero llevándolo a nuevos horizontes y expandiendo fronteras). Considero que estas 96,000 palabras son
—Dante… c-creo que Angeline ya viene —suspiró con dificultad. Dante gritó sorprendido y salieron en busca de Konan. Gracias a las libertades que los propios hijos de la Dama Naturaleza les dieron, pudieron llegar al templo de Konan en un santiamén. —¡Konan! —gritó Dante—. ¡Angeline viene en camino! La Creadora de Faris, cruzó el umbral de uno de los tantos pasillos y los guio a una habitación especial en el que se trataba a los heridos. Parecía un salón quirúrgico, poseía distintas camas y todo tipo de herramientas para tratar cirugías o heridas graves. —¡Déjala aquí! La cama está esterilizada. Caín viene en camino. Dante acostó con cuidado a Pandora y agarró su mano con delicadeza, siendo contrastado por el fuerte apretón de su amada. —D-Duele bastante —dijo mientras empezaba a hiperventilarse. —No pierdas la calma, respira lentamente —Dante le aconsejaba con voz relajada mientras acariciaba el dorso de su mano. <
—Copiado —dijo Kreiger.Kreiger creó un poderoso temblor con el peso de su mazo y escapó.—Maldición —musitó Dante al notar su escape.«Algo no anda bien, Dante» dijo Muerte.—¿A qué te refieres? —preguntó Dante.Alzó vuelo e intentó ayudar a Atlas a neutralizar a ambos wendigos.«Carius… Dante, acaban de matar a Carius…»Nyroh y Kleit mantenían un “contacto visual” con la Wendigo mientras esta permanecía serena y relajada, a pesar de los considerables golpes y cortes en su cuerpo. A pesar de sus heridas, no estaba enfadada con sus atacantes.Nyroh lanzó una inmensa ráfaga de cristales de luz al mismo tiempo que Kleit lanzaba un poderoso rayo contra ella. La Wendigo estaba dispuesta a absorber todo el daño que ambos lan
El ejército de Kaleb, liderado por sus fieles capitanes teñían las acendradas regiones de Gilius en rojo carmesí. La atmosfera se envolvía por los incesantes gritos de batalla y los gritos de agonía de los ciudadanos que desafortunadamente eran atacados por las salvajes fuerzas del imperio de Kaleb.Nyroh y Kleit comprendieron rápidamente la gravedad del asunto y se pusieron manos a la obra. Pero Dante sintió un terrible escalofrío en todo su cuerpo.Nunca en mi vida viví algo como esto, pensó anonadado.Edificios enteros caían impactados por proyectiles ígneos, lanzados por el grupo de hechiceros. Explosiones, sangre y extremidades por todos lados.«Esto no es solo un asedio, es una masacre» dijo Muerte.Dante tragó con pesadez.—Es un genocidio… —contestó Dante—. Piensa exterminar a los &aac
Azriel estaba sorprendido.Antes no tuvo la valentía de preguntarle sus motivos y propósitos a Kaleb. Aun extrañaba a su antiguo padre, y era ese fuerte sentimiento el que lo aferraba a él.—Entonces… ¿los demás Dioses fueron el motivo de su cambio?—Se podría decir… que sí —le había mentido a su primera creación, temía la reacción que podría tener si supiera que el principal motivo era el deseo de poder y fuerza.—Además del inmensurable deseo de poder que usted abarca. Un deseo que… disculpe lo que voy a decir, lo llevará a la muerte y sin obtener éxito en el intento. Deténgase a ver lo mal que está. El cuerpo que ha adoptado está muriendo, además de que no posee las mismas habilidades que en Luvixia. ¿Qué le sucedió?—Ni yo lo sé,
Kaleb navegó por el espacio vacío de Heradise. La sangre seguía goteando de sus labios, sus manos temblaban y perdía estabilidad. El viaje de regreso a su escondite lo sentía eterno, tanto, que pudo descifrar qué pasaba con su cuerpo heridiano y aún faltaba tiempo para llegar a su objetivo.Escupió su propia sangre y miró por un segundo como flotaba en el vacío.—Ronan…El espacio vacío devoró sus palabras antes de que pudiera mencionarlas.Recordó el peculiar daño que le causó en sus últimos instantes. El “intento desesperado” por detenerlo, al final entendió por qué se sacrificó de esa manera.«M-Maldición…» gruñó y lanzó un puño a la nada. Sentía impotencia; nunca había tenido ese sentimiento, hasta ese momento.Cans
Dante sintió paz al respirar el aire fresco de Bellger. Su cuerpo se movió por su cuenta a su casa, construida por los enanos. Observó el pequeño reloj colgado en una de las paredes y notó que marcaba las 16:00. Sin tomarle mayor importancia, caminó hasta su cama y cayó rendido en su suavidad. Su cuerpo pedía descanso y no le negaría la necesidad. Tuvo cuatro horas de sueño, las cuatro horas de sueño más relajantes que había tenido en su vida. Deseaba dormir un poco más, pero Muerte tenía otros planes. Él sintió la energía de Vida en Bellger. «Dante, despierta. ¡Despierta!» —¡¿Qué quieres?! —gritó contra la almohada. «Pandora…» —¿Eh? Sus sentidos lo motivaron a levantarse y a salir de su casa. Que Muerte la mencionara, significaba que ella estaba cerca. Alzó sus alas, dispuesto a buscarla por todo el reino, pero su suave voz lo interrumpió en pleno despegue. —Dante… —Pandora —contestó Dante, bajando sus alas—, n
Dante llegó a la entrada de Victoria y su corazón punzó. Pensar en el reino que hace tiempo vivía en armonía molestaba sus emociones. Se llenaba de odio.«Dante, sé que es estúpido, pero reitero la pregunta. ¿Estás seguro de esto?»«Sí, Muerte. Lo estoy.»Pudo escuchar como Muerte suspiraba dentro de su cabeza.«Nyroh te verá. ¿Qué crees que hará cuando sepa que estás haciendo esta locura?»Dante sonrió con confianza.«Vendrá a ayudarme.»Muerte negó las palabras de Dante y solo en pensarlo rio.«Va a evitar que Kaleb te mate para hacerlo él mismo. Nyroh es muy amistoso, pero no perdona estas actitudes.»«No será la primera vez que lo intente. Eso no me preocupa, lo que me preocupa es si Kaleb estará aquí
Dentro del enorme bosque de las hadas, en una zona recóndita y oculta en las profundidades, todo fallecía dentro de un pequeño radio y eso aterrorizaba a las hadas, las obligaba a escapar de aquel sitio. El origen de aquella extraña vibración que las perturbaba, provenía del cadáver en descomposición del depredador que hace un año atentó contra la vida de Pandora. No era un estado de descomposición cualquiera, su cabeza permanecía intacta mientras el resto del torso demacrado expandía una materialización gaseosa de energía negativa demasiado destructiva. Arrasaba con la tierra, las plantas y los animales que se encontraba a su paso. Su cabeza era un parásito que consumía la vida del bosque. El plan de Kaleb era algo tan simple y eficaz que ni el propio Nyroh pensó que haría. Al final, había sido efectivo. Sin saberlo, había dado en el refugio de la pareja que luchaba contra su voluntad. Desde la plática que había tenido con Pandora luego de despertar. Dante tuvo la idea de c