XXII.

Azriel estaba sorprendido.

Antes no tuvo la valentía de preguntarle sus motivos y propósitos a Kaleb. Aun extrañaba a su antiguo padre, y era ese fuerte sentimiento el que lo aferraba a él.

—Entonces… ¿los demás Dioses fueron el motivo de su cambio?

—Se podría decir… que sí —le había mentido a su primera creación, temía la reacción que podría tener si supiera que el principal motivo era el deseo de poder y fuerza.

—Además del inmensurable deseo de poder que usted abarca. Un deseo que… disculpe lo que voy a decir, lo llevará a la muerte y sin obtener éxito en el intento. Deténgase a ver lo mal que está. El cuerpo que ha adoptado está muriendo, además de que no posee las mismas habilidades que en Luvixia. ¿Qué le sucedió?

—Ni yo lo sé,

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP