Capítulo 26. La llamada de desesperación.

El agente pareció notar su confusión y añadió con voz más suave.

—Si no tiene un abogado, podemos asignarle uno de oficio.

Amelia asintió lentamente, su mente, trabajando a toda velocidad. Necesitaba tiempo para pensar, para planear su próximo movimiento. Cada segundo que pasaba era un segundo más lejos de Anaís.

—Gracias —murmuró, siguiendo al agente hacia un teléfono en la pared.

Mientras esperaba que le asignaran un abogado, Amelia repasó mentalmente los eventos que la habían llevado a este punto y quién podía ayudarla.

Cerró los ojos repasando mentalmente quién podía ser la persona que le diera la ayuda necesaria, y sobre todo tener el suficiente poder para enfrentarse a Alejandro. Allí fue cuando se acordó de Sergio Castillo, el empresario a quien había acompañado a su comida familiar como su prometida días antes.

—Oficial, necesito una tarjeta de mi cartera, por favor, para poder hacer mí llamada —el hombre se quedó pensativo y al final terminó accediendo.

Un par de minutos des
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo