*—Leo:Enterró la cabeza en el suave pelo marrón ante él y aspiró el olor a aceite de coco que éste desprendía. Un olor característico de su pelo y que siempre le recordaba a ella. Incluso desde mucho antes de que fueran novios, Leo recordaba entrando en el cuarto de su madre solo para oler los aceites que tenía en su cómoda, principalmente los de coco, y para recordar a Esmeralda Vázquez.Vaya, así de loco ha estado por Esmeralda, pero es que desde hace un tiempo había estado enamorado como un hombre perdido de aquella chica de hermosos y soñadores ojos café.A sinceridad, Leo no podía recordar cuándo comenzó, pero siempre estuvo observándola desde lejos, siendo cordial y amable como el joven educado que era, pero en el fondo, no dejó de pensar en lo hermoso que sería tener una relación con la misma. Lo deseó por tanto tiempo que cuando se hizo realidad, parecía como si fuera un sueño. Tuvo que pellizcarse varias veces para creer que era una realidad, que al fin su sueño de ser feliz
*—Leo:Este había sido su hogar de siempre.Desde que tenía uso de razón había vivido en Seasons y aunque de vez en cuando vacacionó en otros lugares enamorándose de estos destinos extranjeros, sus pies continuaron en Seasons, pues era su hogar, su lugar favorito, el sitio en el que quería formar su familia y en el que sus hijos crecieran, pero ahora no creía que Seasons seguiría siendo su hogar favorito, no cuando se había tornado en el lugar donde no podía ser el mismo ni andar con la persona que amaba.La vista de Leo Summers se desvío hacia la persona a su lado, quien estaba apoyada sobre su brazo y quien tenía su mano entrelazada con la suya.Por ella quería dejar a Seasons más que todo, ella era la única razón por la cual Leo podía pensar en un futuro lejos del pueblo que tanto quería pero que a la vez odiaba, sin embargo, las responsabilidades de ambos los detenía de siquiera poner un pie lejos de este.Ocultarse de la vista de todos, reunirse en este edificio abandonado y fing
*—Leo:Estaba maravillado.La vista de Leo se posó en el chico rubio de inmensos ojos verdes que estaba frente al gran espejo en los servicios de hombres secando sus manos con una toalla de papel. Los ojos verdes del chico se posaron en él y ambos se quedaron mirándose por un largo rato.Momento incómodo, podía decir Leo, pero solo estaba sorprendido de que al fin conocía al famoso Josh Greene.Una sonrisa surcó en los labios de Leo.¿Quién era y por qué era tan famoso? Pues era el hermano menor de Caleb Greene, uno de los profesores de la universidad de Seasons, quien se había robado el corazón de muchas personas cuando llegó al pueblo hace seis años. Caleb era famoso por su buena actitud y su atractivo, y vamos, debía de admitir que el hombre parecía modelo de revista de tan atractivo que era, no era ciego. Sin embargo, Caleb no era el centro ahora mismo, era su hermano, Josh, del cual Leo había escuchado que había venido a Seasons a estudiar.De todos los lugares donde alguien de c
*—Leo:Relacionarse con Josh salió tan natural que Leo estaba sorprendido de que congeniaron tan bien a pesar de la diferencia entre gustos, pero por ahí se decía que los opuestos se atraen y quizás era por ello que se llevaban tan bien.Resulta que Josh y su grupo se habían llevado muy bien. Josh se había adaptado al pueblo y había caído como anillo al dedo con sus amigos, incluso tenían cosas en común a pesar de que cuando lo conoció estaba negado a creerlo.Con Diego, tenía los videojuegos y los libros de Luca, y cada vez que se reunían, los dos siempre se apartaban para jugar online.Con Nick Sinclair, otro de sus amigos, a pesar que su buen amigo era muy serio, se llevaba bien con Josh y tenían en común la afición a los animes y mangas. Ellos podían pasar horas y horas hablando de cosas que Leo no entendía.Y con él, tenían el básquet. Josh jugaba al básquet muy bien y se debía a su padre quien era un ex jugador. No quería admitirlo, pero el chico le había dado ya varias palizas.
*—Leo:Como necesitaba calmarse un poco antes de volver a su casa para la fiesta, Leo decidió poner algo de música, por lo cual tomó su teléfono y conectó su Spotify a la radio para escuchar su Playlist de relajación. Esto siempre lo ayudaba cuando estaba de mal humor o había mucha mierda en su cabeza. Echó el asiento hacia atrás y se dedicó a buscar la paz mientras escuchaba con tranquilidad los sonidos de la naturaleza que salían por las bocinas de su vehículo.Estaba tan metido en esto que no sintió como alguien tocaba la ventanilla de su vehículo y se sobresaltó. Miró hacia fuera encabronado para echarle la bronca a quien sea que lo interrumpía, pero al ver a Esmeralda, se relajó. Bajó la ventanilla y la miró. De cerca era más hermosa todavía. Su cabello castaño estaba ondulado y caía sobre sus hombros grácilmente. A diferencia de las chicas que había visto en la fiesta de Rose, su maquillaje era suave y no tan elaborado como estas.Leo dejó de comerse a Esmeralda y decidió presta
*—Leo:Ahora que tenía su permiso, le hizo señas a Esmeralda y esta entendió. Su novia se mordió los labios y se acostó completamente sobre él, apoyando la cabeza en su pecho mientras Leo se lanzaba a tocarla donde ella más temblaba.Apartó la tela que cubría su sexo y tocó con sus dedos el espacio entre su sexo y su ano para luego moverlos hacia la gloria. Su centro estaba muy húmedo y sus dedos resbalaban con facilidad. Acarició con suaves toques sus pliegues, sintiendo como Esmeralda temblaba en sus brazos y dejaba escapar pequeños jadeos que eran música para los oídos de Leo. Le encantaba escucharla pues eso significaba que le gustaba.Con suaves toques delineó su sexo, maravillándose de lo suave que era. Buscó su botón ocultó entre sus rizos y cuando lo tocó, Esmeralda soltó un gemido de placer para luego aferrarse a su cuello. Lo estaba matando y Leo estaba tan endurecido que se sentía que iba a explotar, tampoco ayudaba a que Esmeralda estaba apretada contra él. Tenía muchas ur
*—Leo:Todo estaba con las patas hacia arriba.No podía gozar del todo su relación porque se sentía fatal por su hermana quien estaba sufriendo por tener un abusivo novio como Jack Patterson. Leo nunca comprendió cómo era que su padre podía permitir una relación así, sabiendo que Jack engañaba a su pequeña con tantas chicas que seguro ni llevaba la cuenta. Sin embargo, para su padre, negocios son negocios y los negocios con los Patterson eran inevitables.Si esto era así con Rose, no se podía imaginar que haría su padre si se enteraba que estaba con Esmeralda. Seguro los apartaría y luego trataría de destruir a Esmeralda y a su gente. Era tan insensible.Leo soltó un suspiro y movió una mano para pasarla por el cabello de Esmeralda, quien estaba acostada de espaldas a él en la colchoneta que tenían en su nidito de amor, disfrutando de un tiempo juntos hasta que fuera llamado por Rose o su padre, quienes vivían escribiéndole o llamándole, la primera para saber de Josh y el segundo para
*—Leo:Era ahora o nunca.Alzó la mano y tocó varias veces la puerta de caoba del estudio de su padre para luego esperar pacientemente una respuesta. Sabía que su padre estaba dentro, pero se estaba tomando su tiempo en responderle. Su padre había llegado a tempranas horas de la mañana y Leo había decidido aprovechar el momento que había llegado a casa para hablar con este. Quizás era muy pronto, pero el tiempo corría. Hoy tenía que reunirse con Josh y los chicos para una despedida improvisada, y para cuando eso sucediera, tenía que tener algo con lo cual hacer que Josh se quedara.No era justo que esto estuviera sucediendo, aun Rose estaba atada a Jack y sus padres no hacían nada. Había escuchado que era posible que los Patterson rompieran el compromiso, pero conociendo a su padre, éste trataría de evitar que un buen negocio saliera de sus manos.Temía por Rose y tenía que intervenir. No podía seguir cruzado de brazos sin hacer nada. No era sano, así que planeaba convencer a su padre