*—Leo:Todo estaba con las patas hacia arriba.No podía gozar del todo su relación porque se sentía fatal por su hermana quien estaba sufriendo por tener un abusivo novio como Jack Patterson. Leo nunca comprendió cómo era que su padre podía permitir una relación así, sabiendo que Jack engañaba a su pequeña con tantas chicas que seguro ni llevaba la cuenta. Sin embargo, para su padre, negocios son negocios y los negocios con los Patterson eran inevitables.Si esto era así con Rose, no se podía imaginar que haría su padre si se enteraba que estaba con Esmeralda. Seguro los apartaría y luego trataría de destruir a Esmeralda y a su gente. Era tan insensible.Leo soltó un suspiro y movió una mano para pasarla por el cabello de Esmeralda, quien estaba acostada de espaldas a él en la colchoneta que tenían en su nidito de amor, disfrutando de un tiempo juntos hasta que fuera llamado por Rose o su padre, quienes vivían escribiéndole o llamándole, la primera para saber de Josh y el segundo para
*—Leo:Era ahora o nunca.Alzó la mano y tocó varias veces la puerta de caoba del estudio de su padre para luego esperar pacientemente una respuesta. Sabía que su padre estaba dentro, pero se estaba tomando su tiempo en responderle. Su padre había llegado a tempranas horas de la mañana y Leo había decidido aprovechar el momento que había llegado a casa para hablar con este. Quizás era muy pronto, pero el tiempo corría. Hoy tenía que reunirse con Josh y los chicos para una despedida improvisada, y para cuando eso sucediera, tenía que tener algo con lo cual hacer que Josh se quedara.No era justo que esto estuviera sucediendo, aun Rose estaba atada a Jack y sus padres no hacían nada. Había escuchado que era posible que los Patterson rompieran el compromiso, pero conociendo a su padre, éste trataría de evitar que un buen negocio saliera de sus manos.Temía por Rose y tenía que intervenir. No podía seguir cruzado de brazos sin hacer nada. No era sano, así que planeaba convencer a su padre
*—Leo:Después de pasar unos minutos pensando sobre la decisión que tenía que tomar, Leo decidió que necesitaba estar en paz para tomar una buena decisión sin arriesgarse a perderlo todo y con la cabeza como un lio como la tenía, se dijo que había algo que lo ayudaba a respirar y fue a por ello.Leo tomó su camioneta y condujo lejos, saliendo del pueblo y tomando la carretera que lo llevaría hacia otro pueblo. Había pasado tiempo desde que, hacia esto, pero por el momento, necesitaba liberar sus pensamientos y no conocía otra cosa que lo hiciera mejor que surfear o nadar en el mar.Green Coast era un buen lugar para vacacionar. Era un pueblo turístico y pesquero, muchas personas venían a visitarlo por sus ricas playas y su delicioso pescado. Había pasado mucho tiempo desde que Leo visitó el pueblo. Había estado tan ocupado últimamente con su amorío con Esmeralda que no había tenido tiempo para él. De vez en cuando había que tomarse un momento para uno mismo.El pueblo no estaba lejos,
*—Leo:Lo había logrado, pero, ¿a qué costo?La vista de Leo se dirigió hacia Esmeralda, sentada en su camioneta mientras iban hacia Green Coast para tener su primera y última cita. Esmeralda se veía tan feliz mientras el viento le daba en la cara, sin saber de lo que se estaba cocinando a sus espaldas.Leo había resuelto la situación, Josh se había quedado en el pueblo y había comenzado a salir con Rose. Todos estaban felices, sin embargo, Leo no lo estaba. Había renunciado a la única cosa que pensaba que podía hacerlo feliz y ahora tenía que vivir con las consecuencias de ello.Su padre le había informado que Los O’Brien estarían llegando pronto al pueblo y las cosas iban a tornarse más calientes que el mismísimo verano cuando la noticia de su compromiso se supiera. Aún no sabía cómo abordar este tema con Esmeralda sin que se culpara o lo odiará por esto, pero tenía que hacerlo, porque cuando Noelle llegará, conociéndola, sabía que se engancharía a su brazo como una sanguijuela y no
*—Leo:Cuando decidieron visitar el último destino, lo cual era una vieja iglesia en mármol blanco y vidrieras que quedaba cerca de la casa vacacional de su familia, ya el cielo estaba muy feo, pero Leo quiso llevarla allí pues recordaba haber visto cuando era niño una boda en dicho lugar y en sus sueños no cumplidos con Esmeralda, unir sus vidas en aquella vieja iglesia, había sido uno.La maleza arruinaba el pequeño jardín frente a la iglesia, las vidrieras estaban muy sucias y podía ver que había pasado mucho tiempo desde el último mantenimiento. No obstante, decidieron entrar para disfrutar de la arquitectura y las hermosas vidrieras que había dentro de esta. Leo estaba sorprendido de que los ladrones no hubieran hecho mella en aquel lugar, pero podía decir que los encargados se habían llevado las cosas de más valor para evitar ser robados.—¿Por qué me trajiste aquí? —preguntó Esmeralda luego de que recorrieron el abandonado lugar.A decir verdad, no había nada interesante allí m
*—Leo:Al aceptar tener relaciones con ella, tenía que prepararse. Leo se bajó de la cama y pensó en donde había visto preservativos, no había traído pues no había estado en sus planes dormir con ella, pero debía de haber en la habitación vacacional de sus padres ya que ellos habían estado recientemente allí.—Vendré en un momento, ¿sí? —le dijo Leo y antes de esperar respuesta de Esmeralda, tomó la linterna y abandonó la habitación.No quería husmear en las cosas de sus padres, pues era asqueroso siquiera imaginarlo, pero sus padres eran jóvenes y sabía que tenían sus momentos de pasión. Se metió en la habitación principal y fue hacia la cómoda, con temor de encontrar alguna cosa rara, pero para su suerte, sus padres no eran traviesos y sí encontró lo que buscaba. Tomó un par de preservativos, dejándolos dentro del bolsillo del albornoz y volvió a la habitación. Esmeralda seguía sobre la cama, con su bata media abierta, cuando lo vio, bajó de la cama y fue hacia él directamente.Ante
*—Leo:Estuvieron abrazados y respirando agitadamente por un largo rato, hasta que Leo sintió como Esmeralda se movía debajo de él, la estaba aplastando. Leo se tumbó a su lado y miró hacia su amada, como está buscaba el aire perdido y se frotaba las piernas una contra la otra, seguro sintiendo su sexo arder por la reciente actividad.—Estoy cansada —dijo Esmeralda poco después y Leo le dio la razón.Estaba muy cansado por igual. Haber estado en la misma posición lo había dejado hecho polvo, sin embargo, lo disfrutó bastante y más al ver las diferentes facetas de Esmeralda. Si tan solo hubiera sabido que sería así de caliente, lo habría tratado de hacer antes, pero ya era muy tarde para ello.—Durmamos un poco —sugirió Leo. Aún estaba lloviendo y la energía no había vuelto. Además de que estaban ambos cansados y una siesta les sentaría bien para reponer la energía perdida.—De acuerdo —aceptó Esmeralda sin rechistar y se acomodó sobre él, pasándole una pierna por encima y apretándose
*—Leo:Estaba sucediendo.Tragó el nudo que se había formado en su garganta desde que subió al vehículo que los transportaría a la mansión de los O’Brien que quedaba afueras de Seasons de camino a Green Coast.Su compromiso estaba sucediendo.Desde aquella noche en la que su padre lo descubrió con Esmeralda y Noelle fue a su hogar, Leo sabía que el tiempo había llegado y debía dejar de correr, pero una parte de él, pensó que no sería tan pronto, que aún podría respirar y fingir que todo está bien. Sin embargo, unas noches después de aquel encuentro, sus padres le habían informado que tenían que asistir a la cena de compromiso en casa de los O’Brien, Leo sabía que estos no iban a permitir que sucediera lo que pasó con Jack y Rose, por lo cual, adelantaban el compromiso y también porque tampoco iban a permitir que Leo encontrará la manera de romperlo.Ya que era un hecho, Leo pidió que no se le dijera nada a Rose, quería ser él mismo quien hablara con su pequeña hermana, quien se enfada