MADDISONEn cuanto hago frente a la situación, me doy cuenta de que no es Dorian quien ha entrado, sino, un hombre del que no puedo distinguir bien sus rasgos debido a la tenue luz que se emite por toda la estancia. Se tambalea un poco al dar el paso. —Señor, creo que se ha equivocado de habitación —mi voz tiende de un hilo. El tipo no me presta atención, al contrario, se acerca hacia la cama. Tomo el valor que se necesita y aprieto mis puños. —¡Señor, si no se marcha en este preciso instante, juro que voy a llamar a la policía! —lo amenazo sin logro alguno. Me doy cuenta de que el teléfono del piso, así como mi móvil, se encuentran demasiado cerca de él. Lo que me complica un poco las cosas, él se sostiene la cabeza, balbucea algo, no entiendo qué, pero por su tono de voz, deduzco que está molesto. A paso sigiloso me intento acercar al móvil, para tratar de actuar y defender mi vida, aunque él parece darse cuenta y me toma de los brazos, sus ojos son penetrantes, el color a
MADDISONObservo la hora en el reloj colgado en una de las paredes de la habitación, a esta hora debe estar en la Universidad, cuando toma clases, Harley siempre apaga el móvil. Me pongo de pie y me tambaleo, las piernas las siento débiles, mi respiración se entrecorta debido a que cada paso es una tortura, me duele. Aun así, logro llegar al baño, me doy una ducha de agua caliente. Cuando el agua caliente cae sobre mi cuerpo, las lágrimas hacen recorrido por mis mejillas, un sollozo imposible de oprimir me abruma y es cuando dejo salir el llanto, dos hombres me han lastimado en una misma noche, uno me ha roto el corazón con el engaño, y el otro ha abusado de mí. Estoy tan dolida, tan rota, que es como si el alma se me desgarrara por dentro, la rabia mezclada burbujea en mi interior, al tomar una esponja y tallar mi cuerpo con jabón una y otra vez, mi piel estaba roja e hinchada por haberme frotado ,pero se que eso no puede borrar cada huella que ha dejado ese hombre en mí, los sollozo
MADDISON —¡Joder, lo sabía, ese maldito…! —exclama ella cuando termino de contarle todo.Mis ojos están hinchados de tanto llorar, me siento perdida aún en su compañía, los analgésicos ayudan a calmar el dolor físico, más no el interno.—Seguro borraron la evidencia —bufa—. Eso es lo que hacen los ricos.Levanto la mirada.—¿A qué te refieres?—Vamos, piénsalo bien Mad, dices que los agentes actuaron bien al principio, luego ese tipo recibió una llamada y su actitud frente al problema cambió —me explica—. Está claro que borraron la evidencia de las cámaras de seguridad, lo que quiere decir que quien te violó, es alguien pesado, alguien poderoso.Sopeso sus palabras, ya se había cruzado por mi mente esa teoría, no obstante, tenía la esperanza de que fueran ideas mías, al parecer no estaba equivocada, y todo comienza con aquel tipo raro en la recepción del hotel.—Como sea, tenemos que encontrar otra solución —finaliza Harley.Estoy a nada de hablar, cuando mi móvil suena, no reconozco
MADDISONMientras tecleo las palabras en la laptop, los recuerdos de aquella noche me avasallan, es como una pesadilla interminable, una que sigo repitiendo una y otra vez, hay un par de segundos en los que pienso en tomar el camino fácil y acabar con todo esto, aunque al tocar el relicario que me regaló mi madre hace muchos años, y que contiene una foto de nosotras dos, me doy la fuerza necesaria. Jamás conocí a mi padre, y a mi madre no le gusta hablar del tema, al parecer una mañana solo se fue y listo, no es que me importe, solo, no me gustaría que mamá tuviera esa mirada llena de tristeza cada que llegamos a tocar el tema. Las horas se me pasan volando, envío un par de curriculums, hago un par de llamadas hasta que doy con el trabajo perfecto, debido a mi experiencia en el área y a mis habilidades, logro conseguir una última entrevista en la empresa Carrier Company, una que por jugada del destino, resulta ser la competencia de la empresa de Dorian y su esposa, eso solo fue sin
LEVI llego a mi oficina. —¿Entonces? —Me pregunta Tobias, quien al parecer revisa su reloj con insistencia—. Siento que algo me ocultas, huele a problemas. Este tipo es un imbécil, pero un buen abogado, una de las razones por las que es mi mejor amigo, es porque es la única persona que conozco del planeta, que no tiene alma como yo. Esa es la razón por la que nos llevamos tan bien. Guardo silencio un par de segundos. llaman a la puerta y casi puedo asegurar que se trata de la secretaria de mi abuelo, es una Sra. malcriada. —Joven Evenson —dice con un tono de voz casi tan molesta—. Su abuelo y hermano lo están esperando en su oficina. Lo sabía. —Diles que no tengo tiempo. —Lo siento, me temo que su abuelo no está de buen humor. —Algo que compartimos los dos el día de hoy. —Es importante —dice para luego salir sin decir nada más. Cierra la puerta a sus espaldas, dando un portazo, sabe que odio que hagan eso, aunque lo hace solo para molestar. Mi abuelo, sin duda, le da mucha
LEVI—¿Levi, casado? —ríe Nolan—. Por Dios, abuelo, pones muchas esperanzas en él.—Silencio,— dije. —¡No! —replica Nolan y se pone de pie para estar a la altura del viejo—. ¡Levi es un irresponsable, ni siquiera se compromete con la empresa de lleno, él no merece ser un Evenson! Tenso el cuerpo, vuelve al mismo tema, decirle la verdad de que el abuelo es a él de quien desconfía y no considera una opción para la presidencia por la influencia de su esposa, sería un golpe duro, sin duda alguna.—¿Y tú sí?Se me viene encima, estoy preparado, pero el abuelo decide interponerse en el camino con su dura voz, Nolan se detiene y rechina los molares.—¡Alto! —se dirige a mi hermano—. Con esa actitud no vas a llegar a ningún lado, mucho menos das una buena imagen a la empresa.Mi hermano se queda callado, su pecho sube y baja debido a la adrenalina que recorre su cuerpo.—Lo siento, abuelo —se inclina—. No volverá a ocurrir, si no hay nada más que quieras decir, me retiro, tengo cosas que ha
MADDISONEntro y me encuentro con un dos pares de ojos verdes, los de mi jefe y el hombre que está de pie, con las manos metidas en los bolsillos de sus costosos pantalones. Es alto, fornido, cabello castaño y una barba algo espesa, en general podría decir que tiene una apariencia amable, si tan solo no viera el odio que destilan sus ojos.—Siento interrumpir, solo es para avisarle que todo está preparado, en cinco minutos tienen que llegar sus invitados —digo en tono neutro.El señor Félix me observa con detenimiento, luego le lanza una mirada indescriptible y fugaz al hombre que parece más joven.—Maddison, te presento a mi nieto mayor —carraspea mi jefe—. Nolan Evenson, Nolan, ella es mi asistente personal, la señorita Maddison Cox.Nolan, como ahora sé que se llama, me mira de pies a cabeza, estoy a nada de abrir la boca para saludar como es debido, cuando él solo se da la vuelta justo al estirar mi mano para estrecharla con la de él, y se dirige a su abuelo.—Terminaremos de habl
FÉLIX CARRIEREscucho atento los comentarios finales de los socios, hace poco menos de una hora que cerramos el trato, como siempre, yo gano. Salgo de la junta después de que mi nieto Levi es el primero en salir, como si es lo que más quisiera en el maldito mundo, el ingrato solo se esfuma.Y yo hago lo mismo antes de que Nolan me aborde como suele hacer cuando termina una junta de socios.—Abuelo —el ávaro me llama a las espaldas.No me detengo, no tengo el ánimo de hablar con él de un tema que ya me sé de memoria. No cumplo mi cometido, ya que enseguida entra sin autorización a mi oficina. Molesto, tomo asiento y comienzo a leer los papeles que Maddison me dejó para firmar sobre estado financiero de las últimas semanas.—Abuelo, sé que no quieres volver a hablar de lo mismo, pero sabes que tengo razón —insiste con lo mismo.—Si ya sabes lo que quiero, no gastes saliva, muchachito —siseo sin apartar la mirada de los papeles.No obstante, Nolan, como siempre suele pasar, me saca de mi