GLYNDONCuando me despierto, lo hago abrazada de Dashiel, o al menos él es quien me tiene abrazada con fuerza, sus brazos son tan fuertes, y mientras me permito permanecer así un tiempo, hago un recuento de todo lo que ha cambiado mi vida en estos últimos meses, se supone que comencé con una meta clara, y era trabajar en el hospital, mantenerme alejada de los problemas, y eso equivalía a no relacionarme con la gente. Luego papá me pidió que me comprometiera con Hunter, él estaba y amaba a Davina, luego pasaron muchas cosas, me rompió el corazón, y ahora estoy en los brazos de Dashiel, un chico que apenas y conozco pero que me hace sentir viva por primera vez en la vida. Dios, mamá lloraría si escuchara este pensamiento. No estoy enamorada de él, eso es claro, pero sin duda comienzo a sentir ciertas cosas por él, no sé si sea bueno o malo, solo sé que por el momento está bien, en algún momento vamos a salir y lo más probable es que no nos volvamos a ver. El hecho de que mi primo Gar
GLYNDONNo duermo, lo mismo que no dejo de pensar en Dashiel, Gareth me ha escuchado atento a lo que le he dicho y luego de haber ido a la enfermería a golpear a Hunter por lo que me hizo, ha regresado a mi lado, sin separarse de mí, estando entre sus brazos me siento segura, no he dejado de llorar. La directora no le hizo nada a mi primo porque mi tío Tobias se encargó de dar mucho dinero a la cárcel de locos, así que lo tiene bien protegido al igual que a mí. —No quiero que nada malo le pase —susurro de repente—. Todo es mi culpa. —No puedes ser responsable de todo. —Pero lo es, si no… —¿Amas a Hunter? —me pregunta sin ocultar la curiosidad en su tono de voz. —No, ya no. —¿Qué sientes por ese idiota de Dashiel? Me quedo callada un par de segundos antes de que responda. Siempre he sido una especie de experimento para mi primo, él sr muestra fascinado por mis problemas sentimentales y yo confío en él y en sus consejos que a muy corta edad me da. —Me hace sentir segura. Y me g
GARETHAlgo anda mal, lo presiento cuando me doy cuenta de que el maldito sistema de seguridad se activa, perdí demasiado tiempo con este imbécil, a quien tengo sometido por el cuello, su espalda choca contra la nevera y me parece que esta noche los dos nos quedaremos afuera a dormir, en la sala de estar, la única zona que permanece libre. —¿Te comió la lengua el gato o qué? —me dice el hijo de puta de Dashiel. —No, pero si me entero que le haces daño a mi prima… —Ella es mía. —Haz fila, príncipe de mierda, ella es más mía que tuya, no lo repetiré dos veces, le rompes el corazón a Glyn, y juro que te voy a descuartizar… Mis palabras rápidamente se quedan a medias cuando veo de soslayo a alguien correr, ambos volteamos a la misma dirección y me encuentro con que es esa chica, Issla, con el terror en el rostro, pero lo que más llama mi atención, es la navaja que sostiene con las manos ensangrentadas. No, ella no lo hizo, esa hija de perra no se atrevió a lastimar a Glyn. —Maldita
GLYNDON Han pasado dos meses desde que Issla me apuñaló y al mismo tiempo desapareció de mi vida. Así, de la nada, cuando investigué o quise saber acerca del castigo que tuvo, la directora solo me dijo que la transfirieron a otra cárcel de lujo en Londres, por lo que ya estaba a salvo, increíblemente se comportó demasiado amable conmigo para mi gusto. Gareth no se me ha despegado en ningún solo momento, e incluso recibí la visita de mamá y papá, quienes no querían dejarme aquí por obvias razones. Mi madre lloró y dijo que ya habían atrapado a Jaxon y que estaba en prisión, que mi tío Tobias se había encargado del caso, cosa que me dejó tranquila, y casi de inmediato, cuando se supo la verdad, acerca de que Jaxon fue quien mató a Davina y luego me echó la culpa, Hunter no tardó en venir conmigo a pedirme una nueva oportunidad. —¿Lo amas? —me preguntó. —No —me sinceré—. Pero podría llegar a hacerlo, siento cosas por Dashiel, cosas que no he sentido con nadie. Aún puedo ver la s
GLYNDON —¿Estás lista? Levanto la mirada y me encuentro con los ojos inquisidores de Stella, mi prima, quien no se ha despegado en ningún momento desde que hace un mes, papá y mamá me sacaron de ese sitio, haciendo que dejara a Dashiel y a mis amigos en aquella cárcel, mi tío Tobias, a petición mía, y porque Marina prácticamente le rogó que me ayudara a sacar más rápido a mis amigos, es lo que está haciendo, trabajando en sus casos y diciendo a pecho hinchado que sus abogados son unos incompetentes y que su bufete es el mejor del país. —No —niego—. Hace un mes que no lo veo. —Hay vamos, no seas tan buena, sé que has ido a visitarlo —sonríe de oreja a oreja. Frunzo el ceño. —Dime, ¿qué se siente follar? —me pregunta en un tono que denota vergüenza. —Yo puedo ponerte en práctica para que sepas qué se siente follar. La voz de Gareth hace que de un respingo y que Stella blanquee los ojos. —No sabía que el incesto te gustaba como un tipo de perversión, primo. —No tienes
MADDISON Miro mi reflejo en el espejo, estoy satisfecha, hace mucho tiempo que Dorian no me invita a salir, de hecho, no lo hace por la carga de trabajo que tiene, es comprensible, después de todo, es el CEO de Dosse Company, la empresa en la que trabajo como su asistente personal. Sí, es mi jefe, y puede que no sea lo más correcto, pero me enamoré. —Deja de verte tanto en el espejo, te ves bien. La voz cantarina de Harley, mi mejor amiga, hace que salga de mi ensimismamiento. Volteo a verla y le sonrío. —Estoy nerviosa —suspiro—. Sé que esta cena es para celebrar el trato que ha cerrado con los socios turcos, que lleva meses tratando de convencer, para que inviertan más en las acciones, sin embargo, hace mucho que no pasamos tiempo a solas. Harley cambia su expresión, pasa de ser alegre, a una en blanco. —¿Sucede algo malo? —inquiero con cautela. —Sabes que ese tipo es… —Pero lo amo —la interrumpo. A Harley no le agrada Dorian, solo lo conoció una vez y tuvo una impr
MADDISONEn cuanto hago frente a la situación, me doy cuenta de que no es Dorian quien ha entrado, sino, un hombre del que no puedo distinguir bien sus rasgos debido a la tenue luz que se emite por toda la estancia. Se tambalea un poco al dar el paso. —Señor, creo que se ha equivocado de habitación —mi voz tiende de un hilo. El tipo no me presta atención, al contrario, se acerca hacia la cama. Tomo el valor que se necesita y aprieto mis puños. —¡Señor, si no se marcha en este preciso instante, juro que voy a llamar a la policía! —lo amenazo sin logro alguno. Me doy cuenta de que el teléfono del piso, así como mi móvil, se encuentran demasiado cerca de él. Lo que me complica un poco las cosas, él se sostiene la cabeza, balbucea algo, no entiendo qué, pero por su tono de voz, deduzco que está molesto. A paso sigiloso me intento acercar al móvil, para tratar de actuar y defender mi vida, aunque él parece darse cuenta y me toma de los brazos, sus ojos son penetrantes, el color a
MADDISONObservo la hora en el reloj colgado en una de las paredes de la habitación, a esta hora debe estar en la Universidad, cuando toma clases, Harley siempre apaga el móvil. Me pongo de pie y me tambaleo, las piernas las siento débiles, mi respiración se entrecorta debido a que cada paso es una tortura, me duele. Aun así, logro llegar al baño, me doy una ducha de agua caliente. Cuando el agua caliente cae sobre mi cuerpo, las lágrimas hacen recorrido por mis mejillas, un sollozo imposible de oprimir me abruma y es cuando dejo salir el llanto, dos hombres me han lastimado en una misma noche, uno me ha roto el corazón con el engaño, y el otro ha abusado de mí. Estoy tan dolida, tan rota, que es como si el alma se me desgarrara por dentro, la rabia mezclada burbujea en mi interior, al tomar una esponja y tallar mi cuerpo con jabón una y otra vez, mi piel estaba roja e hinchada por haberme frotado ,pero se que eso no puede borrar cada huella que ha dejado ese hombre en mí, los sollozo