GARETHAlgo anda mal, lo presiento cuando me doy cuenta de que el maldito sistema de seguridad se activa, perdí demasiado tiempo con este imbécil, a quien tengo sometido por el cuello, su espalda choca contra la nevera y me parece que esta noche los dos nos quedaremos afuera a dormir, en la sala de estar, la única zona que permanece libre. —¿Te comió la lengua el gato o qué? —me dice el hijo de puta de Dashiel. —No, pero si me entero que le haces daño a mi prima… —Ella es mía. —Haz fila, príncipe de mierda, ella es más mía que tuya, no lo repetiré dos veces, le rompes el corazón a Glyn, y juro que te voy a descuartizar… Mis palabras rápidamente se quedan a medias cuando veo de soslayo a alguien correr, ambos volteamos a la misma dirección y me encuentro con que es esa chica, Issla, con el terror en el rostro, pero lo que más llama mi atención, es la navaja que sostiene con las manos ensangrentadas. No, ella no lo hizo, esa hija de perra no se atrevió a lastimar a Glyn. —Maldita
GLYNDON Han pasado dos meses desde que Issla me apuñaló y al mismo tiempo desapareció de mi vida. Así, de la nada, cuando investigué o quise saber acerca del castigo que tuvo, la directora solo me dijo que la transfirieron a otra cárcel de lujo en Londres, por lo que ya estaba a salvo, increíblemente se comportó demasiado amable conmigo para mi gusto. Gareth no se me ha despegado en ningún solo momento, e incluso recibí la visita de mamá y papá, quienes no querían dejarme aquí por obvias razones. Mi madre lloró y dijo que ya habían atrapado a Jaxon y que estaba en prisión, que mi tío Tobias se había encargado del caso, cosa que me dejó tranquila, y casi de inmediato, cuando se supo la verdad, acerca de que Jaxon fue quien mató a Davina y luego me echó la culpa, Hunter no tardó en venir conmigo a pedirme una nueva oportunidad. —¿Lo amas? —me preguntó. —No —me sinceré—. Pero podría llegar a hacerlo, siento cosas por Dashiel, cosas que no he sentido con nadie. Aún puedo ver la s
GLYNDON —¿Estás lista? Levanto la mirada y me encuentro con los ojos inquisidores de Stella, mi prima, quien no se ha despegado en ningún momento desde que hace un mes, papá y mamá me sacaron de ese sitio, haciendo que dejara a Dashiel y a mis amigos en aquella cárcel, mi tío Tobias, a petición mía, y porque Marina prácticamente le rogó que me ayudara a sacar más rápido a mis amigos, es lo que está haciendo, trabajando en sus casos y diciendo a pecho hinchado que sus abogados son unos incompetentes y que su bufete es el mejor del país. —No —niego—. Hace un mes que no lo veo. —Hay vamos, no seas tan buena, sé que has ido a visitarlo —sonríe de oreja a oreja. Frunzo el ceño. —Dime, ¿qué se siente follar? —me pregunta en un tono que denota vergüenza. —Yo puedo ponerte en práctica para que sepas qué se siente follar. La voz de Gareth hace que de un respingo y que Stella blanquee los ojos. —No sabía que el incesto te gustaba como un tipo de perversión, primo. —No tienes
MADDISON Miro mi reflejo en el espejo, estoy satisfecha, hace mucho tiempo que Dorian no me invita a salir, de hecho, no lo hace por la carga de trabajo que tiene, es comprensible, después de todo, es el CEO de Dosse Company, la empresa en la que trabajo como su asistente personal. Sí, es mi jefe, y puede que no sea lo más correcto, pero me enamoré. —Deja de verte tanto en el espejo, te ves bien. La voz cantarina de Harley, mi mejor amiga, hace que salga de mi ensimismamiento. Volteo a verla y le sonrío. —Estoy nerviosa —suspiro—. Sé que esta cena es para celebrar el trato que ha cerrado con los socios turcos, que lleva meses tratando de convencer, para que inviertan más en las acciones, sin embargo, hace mucho que no pasamos tiempo a solas. Harley cambia su expresión, pasa de ser alegre, a una en blanco. —¿Sucede algo malo? —inquiero con cautela. —Sabes que ese tipo es… —Pero lo amo —la interrumpo. A Harley no le agrada Dorian, solo lo conoció una vez y tuvo una impr
MADDISONEn cuanto hago frente a la situación, me doy cuenta de que no es Dorian quien ha entrado, sino, un hombre del que no puedo distinguir bien sus rasgos debido a la tenue luz que se emite por toda la estancia. Se tambalea un poco al dar el paso. —Señor, creo que se ha equivocado de habitación —mi voz tiende de un hilo. El tipo no me presta atención, al contrario, se acerca hacia la cama. Tomo el valor que se necesita y aprieto mis puños. —¡Señor, si no se marcha en este preciso instante, juro que voy a llamar a la policía! —lo amenazo sin logro alguno. Me doy cuenta de que el teléfono del piso, así como mi móvil, se encuentran demasiado cerca de él. Lo que me complica un poco las cosas, él se sostiene la cabeza, balbucea algo, no entiendo qué, pero por su tono de voz, deduzco que está molesto. A paso sigiloso me intento acercar al móvil, para tratar de actuar y defender mi vida, aunque él parece darse cuenta y me toma de los brazos, sus ojos son penetrantes, el color a
MADDISONObservo la hora en el reloj colgado en una de las paredes de la habitación, a esta hora debe estar en la Universidad, cuando toma clases, Harley siempre apaga el móvil. Me pongo de pie y me tambaleo, las piernas las siento débiles, mi respiración se entrecorta debido a que cada paso es una tortura, me duele. Aun así, logro llegar al baño, me doy una ducha de agua caliente. Cuando el agua caliente cae sobre mi cuerpo, las lágrimas hacen recorrido por mis mejillas, un sollozo imposible de oprimir me abruma y es cuando dejo salir el llanto, dos hombres me han lastimado en una misma noche, uno me ha roto el corazón con el engaño, y el otro ha abusado de mí. Estoy tan dolida, tan rota, que es como si el alma se me desgarrara por dentro, la rabia mezclada burbujea en mi interior, al tomar una esponja y tallar mi cuerpo con jabón una y otra vez, mi piel estaba roja e hinchada por haberme frotado ,pero se que eso no puede borrar cada huella que ha dejado ese hombre en mí, los sollozo
MADDISON —¡Joder, lo sabía, ese maldito…! —exclama ella cuando termino de contarle todo.Mis ojos están hinchados de tanto llorar, me siento perdida aún en su compañía, los analgésicos ayudan a calmar el dolor físico, más no el interno.—Seguro borraron la evidencia —bufa—. Eso es lo que hacen los ricos.Levanto la mirada.—¿A qué te refieres?—Vamos, piénsalo bien Mad, dices que los agentes actuaron bien al principio, luego ese tipo recibió una llamada y su actitud frente al problema cambió —me explica—. Está claro que borraron la evidencia de las cámaras de seguridad, lo que quiere decir que quien te violó, es alguien pesado, alguien poderoso.Sopeso sus palabras, ya se había cruzado por mi mente esa teoría, no obstante, tenía la esperanza de que fueran ideas mías, al parecer no estaba equivocada, y todo comienza con aquel tipo raro en la recepción del hotel.—Como sea, tenemos que encontrar otra solución —finaliza Harley.Estoy a nada de hablar, cuando mi móvil suena, no reconozco
MADDISONMientras tecleo las palabras en la laptop, los recuerdos de aquella noche me avasallan, es como una pesadilla interminable, una que sigo repitiendo una y otra vez, hay un par de segundos en los que pienso en tomar el camino fácil y acabar con todo esto, aunque al tocar el relicario que me regaló mi madre hace muchos años, y que contiene una foto de nosotras dos, me doy la fuerza necesaria. Jamás conocí a mi padre, y a mi madre no le gusta hablar del tema, al parecer una mañana solo se fue y listo, no es que me importe, solo, no me gustaría que mamá tuviera esa mirada llena de tristeza cada que llegamos a tocar el tema. Las horas se me pasan volando, envío un par de curriculums, hago un par de llamadas hasta que doy con el trabajo perfecto, debido a mi experiencia en el área y a mis habilidades, logro conseguir una última entrevista en la empresa Carrier Company, una que por jugada del destino, resulta ser la competencia de la empresa de Dorian y su esposa, eso solo fue sin