Dos razas que se odian a muerte, Dos almas gemelas, Una Futura Reina y Un Futuro Alfa, Un Lobo y Una Vampiro. e El fruto de un amor prohibido en medio de sangre, dolor, odio y muerte. Un amor imposible... Una historia de amor única en que terminará? Podrá el amor vencer al odio?
Leer másZiara tragó grueso, su instinto le indicaba que estaba en peligro, era su padre si, pero también sabía que no eran una familia como tal, nunca le había si quiera dado amor, no recordaba ni una vez que lo hubiera hecho, la mayoría de las veces se preguntaba si realmente era su hija, no podía creer que un padre actuara así con un hijo. Vió sus ojos, eran abrumadoramente normales, lo que le pareció extraño, no quería mostrarse nerviosa, porque su padre odiaba a la gente débil, pero tampoco podía ser altiva, como pudo intentó relajarse, enterró sus uñas en sus manos y comenzó a respirar de manera lenta, para que su ritmo cardíaco volviera a la normalidad. Tenía en mente lo que iba a decirle y rogaba que le creyera, porque no creía estar en condiciones de tener un problema más en sus hombros y mucho menos una muerte inocente más. - Yo, yo averigüe algo. - Y bien, soy todo oídos. Se echó hacia atrás en su silla de forma relajada. - Rowena. - Rowena? Preguntó Isan - ¿ Que hay con
Ziara La vampiro iba de regreso al bosque, no quería usar la rapidez que poseía porque quería pensar, debía pensar muy bien que le diría a su padre, no quería decir la verdad Pero tenía que saber también que tanto sabía Gastón y también que es lo que pretende. No podía darse el lujo de mentirle a su padre y que Gastón le contara la verdad porque ya sabía que haría su padre. Debía contarle algo sobre Alana, pero qué? Si ni ella sabía en realidad que era lo que le sucedía a la loba, todo era un misterio, era algo importante si y por lo mismo no querían que nadie lo supiera, también estaba el nombre de esa loba, Rowena, algo tenía que ver esa loba con Alana y debía averiguar qué. Mientras iba de camino al castillo y dejaba que su mente hiciera todos los planes posibles, los mareos volvieron a ella, sintió como todo los árboles comenzaban a dar vueltas, todo se tornaba borroso, decidió aferrarse al árbol que tenía más cerca, el sudor comenzó a correr por su cuerpo, ese sudor frío
El desayuno no termino con la misma paz con la que empezó, el sólo hecho de saber que parte del consejo estaría en su casa lo irritaba, algo estaba pasando porque el consejo no estaría allí así como así. Fue el primero en levantarse de la mesa porque no pudo terminar de comer. Silas tenía muchas cosas que contar al consejo, pero no sabía cómo hacerlo, o mejor dicho si sabía, pero quería evitar lo que vendría después. Les pidió a Alian y a Gabriel que fueran a su habitación, pues tenía algo que hablar con ellos, sobre todo con Gabriel, debía ponerlo al tanto sobre todo lo que pasaba con Alana. A Eva le encargó que juntos con las chicas, Matt y Jacob prepararan todo para recibirles, debían preparar habitaciones, tener comida hecha, preparar el salón donde se hacían algunas reuniones, mientras el Alfa, Alian y Gabriel se encargaban de otras cosas. El Alfa estaba sentado en la silla de su oficina, con las manos sobre la mesa y con sus dedos tocaba la mesa, lo hacía para distraers
Confianza, confianza, todo se trataba de la confianza. Alian confiaba ciegamente en Ziara, Pero su padre no, sus razones? No las sabía, no estaba de acuerdo, pero debía respetar, porqué de la misma manera que el confiaba en Ziara confiaba su padre en él. Tragó saliva y pensó muy bien las palabras que quería decir, porque no quería que Ziara las malinterpretara. Se aclaró un poco la garganta antes de hablar. - Claro que confío en ti, no se trata de eso. Es sólo qué, es un asunto delicado y hasta que no estemos seguros de que no habrá problema alguno con que se sepa, podremos hablar de ello, ni yo mismo estoy empapado completamente con lo que sucede con Alana, mi padre no tiene las respuestas completas.Ziara notó el actuar de Alian, era claro que era delicado y que también podría ser peligroso. Pero por qué? Que era lo peligroso? Que pasaba con Alana? Se sintió frustrada. Necesitaba hablar con su padre hoy mismo y también tenía que averiguar que era lo que tramaba Gastón. No tuvo otr
GabrielEl poco sol que había entraba por la ventana, no sabía a qué hora se había quedado dormido, había pasado gran parte de la noche despierto, pensando que debía hacer, tenía ganas de renunciar a la manada, dejar su puesto de beta a alguien más. No iba a ser fácil, vivir allí y verla todos los días con otro que no fuera él.Ella era su compañera, de eso estaba seguro, pero algo más pasó y aunque paso la noche pensando distintos escenarios con ninguno consiguió la respuesta que buscaba.Siempre pensó que su felicidad se encontraba allí, miró la mesita de noche, esa era una de las pocas fotos que tenía de sus padres, se veían felices, la foto se la habían tomado en uno de los tantos viajes de su padre, por lo que él le había comentado, allí su mamá ya estaba embarazada. Tomó la foto entre sus manos y la observó por varios minutos. Suspiró y la colocó en el mismo sitio donde había estado, los extrañaba, hoy era uno de esos días donde más los extrañaba no importaba que hiciera, con q
Se sentaron cerca donde habían unos banquitos, estaban más o menos lejos de la fiesta, la música no se escuchaba y Alana se preguntó el porqué, no recordaba bien que había pasado, pero si que Gastón era su compañero. Ahorita se sentía mejor que hace unos cuántos minutos. Aunque su mente seguía siendo un lío, parecía que por ahora, la luz había triunfado, su mente estaba un poco más tranquila también. Miraba al chico a su lado y no sabía por dónde empezar. - Gastón, yo, yo, asssh- bufó - ¿Cómo te lo digo sin que suene extraño? - Habla, que sea lo que sea, yo te entenderé. La loba sonrió y pensó, eso es porque no sabe que es lo que diré. - Yo soy una loba. Gastón se rio. -Como así que Una loba? Dijo levantándose y mirándola de forma extraña - Si, una loba- contestó Alana un poco nerviosa - No te entiendo- Dijo arrugando un poco su entrecejo. - Estás es una manada de lobos- El chico miró a su alrededor mostrando confusión - Somos hombres lobos. - Qué? No existe
Alana intentaba no dormirse, pero había algo a su alrededor que le provocaba sueño, sentía como si estuviera levitando y no caminando, la sensación era extraña y nada placentera. El chico a su lado, le soltó la mano cuando se alejaron lo suficiente de los demás, la misma Alana le había dicho que debían alejarse de todos en la manada, para ella poder aceptarlo. La loba ingenua aún creía que el chico no sabía que ella era una loba. Delante de todos le había tomado la mano y se habían ido, pero al alejarse lo suficiente la soltó. Alana no parecía estar consciente de algunas cosas, su cabeza daba vueltas y ni hablar de lo oscura que estaba su mente. Gastón se paró frente a ella, mirándola fijamente, tenía que aprovechar su estado, para poder tomarla, porque sabía que Alana a pesar de que le había prometido que la próxima vez si iban a estar juntos, le iba a poner peros. Se acercó y tomándola por la barbilla, levantó su rostro y la besó, la loba no se resistió pero tampoco resp
Todos murmuraban, se podía decir que todos en la manada estaban impactados y lo que más les preocupaba era que el Alfa hubiera abandonado la fiesta después de haberse dado cuenta quien era el compañero de su hija. Cómo Alfa era difícil aceptarlo, porque ni siquiera sabía quien era, ni de dónde venía, aparte de lo que le hacía sentir, le daba inseguridad, sentía que su hija estaba en peligro, pero ahora no habia nada que hacer porque dudaba que Alana lo rechazara. Pidió a la diosa paciencia, pues ella no se equivocaba. La puerta de la oficina se abrió dejando ver a Alian molesto. - No haremos nada? Preguntó a su padre. -Qué vamos a hacer? Crees que Alana lo va a rechazar? El chico ni le prestó atención en toda la noche y resultó ser su compañero, si esto es una prueba necesitaré mucha ayuda para poder superarla. - No lo sé, pero algo hay que hacer, ese tipo, no me cae bien. Hay algo en él que me roba la tranquilidad. - No, eres el único, pasa lo mismo con tu madre. Pero ya lo
Los minutos se fueron volando, como si el mismo tiempo estuviera de parte de Alana para hacer su espera mucho más corta. Todos se fueron ubicando a su alrededor. La loba se sentía mal, pero luchaba con el dolor y el malestar en su mente. Su mente era blanco y negro. Alana estaba en el centro, frente a ella, estaban su familia, sus amigos, Gastón, pero, donde estaba Gabriel? Lo busco con la mirada hasta que lo ubicó a lo lejos sentado en una silla, se sintió mal por él. No quería lastimarlo, el parecía herido, ofendido y sabía que era su culpa, pero en realidad las cosas se habían salido de control y eso si había sido culpa de ambos. Gabriel la miraba de igual forma, pero con mucha molestia en su mirar, Gabriel le sostuvo la mirada y ella lo hizo también, hasta que sintió otra mirada en ella, una mucho más dominante, rompió el contacto visual con el lobo y dejó que su cerebro la guiara al lugar de donde provenía la intensa mirada, cuando la consiguió su piel se erizo y aunque por un