Los ojos de Alana se abrieron como platos, fueron de la loba al vampiro. Su cabeza comenzó a doler de una forma inimaginable, sus ojos se cristalizaron. - Ohhh, no me digas, vas a llorar? Alana no pudo hablar, sentía un nudo en su garganta. Y por si fuera poco todo aquello que estaba sintiendo, su mente comenzó nublarse. * No, no es el jodido momento de dormir* Cerró sus ojos con fuerza y una lágrima corrió por su mejilla. - No era necesario decirlo. - ¿Por qué, no? Que ibas a esperar? - ¿Es cierto? Stella rio. - Crees que mentiría? - Cállate Stella, no estoy hablando contigo. Se acercó a Alana y puso su dedo índice en su frente de forma despectiva y molesta - Mucho cuidado con la forma en que me hablas. No estás en la jodida manada. Alana buscó los ojos de Gastón y cuando sus miradas se cruzaron pudo sentir la frialdad con la que la miró. Fue imposible no sentirse como una estúpida, la habían engañado. Su labio inferior tembló. - Entonces, es cierto. Me mentiste. ¿Por qué l
Castillo - Clan Sangre y Fuego - Vamos, apresúrate. - Isan, estás seguro que no hay problema con que me quede aquí? - ¿Por qué habría problemas? - Por tu esposa. El rey rio divertido. - Yo no tengo que rendirle cuentas a nadie, soy el rey, estás son mis tierras. Betzabet se quedó en silencio, pero la verdad era que estaba feliz. Amaba a Isan, lo amaba con locura y el hecho de que le ordenara quedarse en el castillo significaba mucho. Le preocupaba un poco la reacción de la esposa, sabía que era algo a lo que no tenía que darle importancia pero lo hacía, era la mujer con la que vivía hacia muchos años. Llegaron al castillo e inmediatamente fueron recibidos por él mayordomo y la servidumbre del castillo. - Mi Rey, Zac vino y nos dió su mensaje también trajo el equipaje, están terminando de ordenar la habitación de huéspedes aquí abajo. - No se quedará abajo, prepara la habitación de arriba. Una voz que hizo sobresaltar a la servidumbre sonó desde arriba. - Para quién
Mazmorras ( Castillo Sangre y Fuego) Isan levantó su mano y con su dedo índice la señaló. -Fuiste un adorno en este castillo por años, pero estos últimos meses te volviste un grano en el culo, ahora, ahora mismo pasas por insolente, quién mierdas te crees tu para golpearme? Me pase de bondadoso contigo, pero siempre, siempre se pueden corregir los errores. - Y que hay de los tuyos? - Aún te crees con derecho a opinar? A ver, mejor hablemos de lo que dijiste. ¿Quién, quién me va a traicionar? ¿Quién desea mi caída? - Yo, yo deseo tu caída. Isan entrecerró los ojos y comenzó a reír. La verdad era que se veía bastante desquiciado y esa horrorosa y maquiavélica forma de reír erizaba la piel de cualquiera. - ¿Crees que puedas ver mi caída? Si es que eso llegara a pasar. O mejor dicho, ¿Crees que podrás salir de aquí? Los ojos de la vampiro se cristalizaron, debía usar cualquier información que le permitirá salir de tan horrible lugar, pero con Isan nada estaba claro, pod
Zilana se había desmayado después de haber recibido un fuerte golpe en su cabeza. Isan la despreciaba estaba claro. Había mandado a mudar Zilana a una celda en específico, decidió cambiarla de lugar porque la otra celda era más grande, además de que el aplastacabezas ya estaba allí. Pero no sólo se quedó con esas herramientas de tortura, había mandando a buscar unas cuántas, la celda en cuestión había sido modificada, había una gran mesa en el centro, que no era para comer, era una mesa con base de cemento y yeso, y arriba estaba cubierta de metal, tenía unas pequeñas azas, que eran usadas para amarrar a las víctimas, también tenía otras herramientas pequeñas, era obvio que no las iba a usar todas con ella, pues sabía que Zilana no resistiría mucho. También estaba el hecho de que todas esas herramientas debieron haber sido quemadas hace muchos años, fue una orden del consejo, después de aquella guerra atroz que casi acaba con todos los lobos y vampiros. La orden del consejo había s
Algo olía muy bien, el olor despertó a Ziara, pero al abrir sus ojos notó que nada de lo que veía era conocido, estaba acostada en un mueble negro y sobre ella había una manta blanca, mirando a su alrededor encontró una mesita de madera y sobre ésta había una Jarra con agua y varios tipos de plantas.Todo parecía extraño, desconocido, Donde estaba? Que le había pasado?Ziara Sintió algo humedo y frío en su abdomen, con miedo e intriga empezó a sentarse poco a poco, se quitó la cobija y se levantó la franela en su vientre había un pañito mojado y con algunas plantas, las mismas que habían en la mesa, se quitó todo eso y notó algo rojo en su vientre, tocó esa zona y algo en ella se removió, de inmediato Ziara intentó levantarse pero eso sólo le causó un gran dolor, tanto así que cayo al piso haciendo un sonido seco al impactar contra el suelo, ¡Ahhhh, ayyy maldición esto duele!!!Se escucharon unos pasos apresurados hacía donde ella estaba en el piso, una
Dos semanas habían pasado desde que Ziara se enteró que estaba embarazada,el miedo la invadió, nunca creyó que tener un hijo de su alma gemela le traería tristezay no era en si por su bebé si no por sus papás Isan y Zilana.Los Reyes Vampiros más poderosos, temidos y malvados de todos los tiempos,ellos no eran unos simples vampiros, sus papás siempre habían querido acabar con los lobos,para así consumir toda su sangre y hacerse más fuertes,y su alma gemela su pareja era nada más y nada menos que Alían.El hijo del Alfa de la manada de Hielo,Alían y su papá Silas eran los últimos lobos albinos,lobos muy raros pero no por ello menos fuertes,al contrario tenían más fuerza, y poderes que otros lobos.Los lobos albinos eran incluso más raros que los omegasy justo ella se vino a enamorar de él, del hijo del enemigo más grande de su padre.Decidió que esa misma noche
Un día Zilana despertó a Ziara y le dijo que le tenía una sorpresa que la esperaba en el estudio de su padre, ella no muy convencida, se puso encima de su pijama una bata de dormir y se fue al estudio, la puerta estaba abierta y se detuvo al darse cuenta que sus papas no estaban solos, 3 vampiros más los acompañaban Su madre al notar como ésta andaba vestida, la tomo del brazo y la arrastró por las escaleras hasta su habitación. Al llegar Zilana le exige que se quite esos trapos y se ponga ropa decente.-Tenemos algo muy importante de que hablar Ziara debes estar presentable-, se acerca al armario y saca un vestido color vino manga larga junto a unos tacones a juego, tira todo en la cama y se va.Ziara bufa y solo piensa por que debia ella vestirse asi? busco un pantalón negro una franela roja y unos tenis negros se hizo una coleta alta en su larga cabellera roja y decide bajar otra vez.Desde afuera del estudio se escuchan todos conversando, ella abre
Ziara se soltó del agarre de su padre, salió de su habitación y se fue del castillo corrió hasta que le dolieron las piernas, gracias a su velocidad ya estaba nuy lejos, se había adentrado a un bosque, hacía mucho frío, pero eso no la detuvo, siguió corriendo. Iba tan rápido que chocó con algo o más bien alguien.Un gran lobo de Color blanco, estaba en frente de ella, eso la asusto mucho, iba a empezar a correr cuando el lobo la tira al suelo, y monta sus patas en su pecho, Ziara solo piensa que va a morir pero el lobo empieza a olerla, huele su cabello, su cuello y luego le pasa la engua por su cara, ella queda en shock en el frio piso de aquel bosque, estaba nevando y había una fina capa de nieve debajo de ella.El lobo se le quita de encima y se sienta, Ziara poco a poco se va incorporando y se sienta también, están frente a frente en silencio asi pasaron varios minutos y ellos solo se miraban, el lobo empieza a transformarse y ella ve como el cambia a su