Las VegasNicki estaba tomando su séptimo trago, primero fue al casino y estuvo allí apostando un buen rato, era bastante buena en el póker y el truco, pero luego de jugar unas manos, se aburrió. Ese día era el aniversario de la muerte de André, estaría cumpliendo veintiséis años. Aún recordaba su sonrisa, su cariño, su sinceridad. Ella lo adoraba, era su mejor amigo y cuando este murió, una parte de ella también lo hizo. Por mucho tiempo, apenas comió y solo lloraba, pero luego, debido a la insistencia de sus tíos comenzó a vivir nuevamente o a intentar vivir, en todo caso. Ya se estaba sintiendo borracha, esos días eran en los que ella más recordaba todo y quería desaparecer. De hecho, lo hacía, casi siempre se emborrachaba hasta caer rendida y se alejaba de todos unos días y/o se la pasaba llorando en el cementerio.Pero esta vez, tendría que conformarse con tomar hasta solo caer rendida en la cama. Por suerte el casino tenía hotel y ella se hospedaba allí. Deseaba con tantas fue
Ya hacía dos semanas que Nicki había vuelto de África, había alquilado una nueva casa, su familia y amigos le había sugerido que se la comprara, pero ella se negó, no quería algo que la atara a un lugar. Pensó mucho para decidirse, si su hogar era pequeño, tal vez no habría tanto desorden, que era lo que la caracterizaba. La casa tenía un patio atrás, especial para que su nuevo perrito disfrutara de el. Lo encontró lastimado a unas calles de una panadería a la que siempre iba. Estaba sucio y flaco, así que imaginó que no era de nadie y se lo quedó para ella.Bostezó y se recostó una vez mas. Se sentía muy cansada. Mientras estuvo en África, hizo todo lo que pudo para ayudar a los niños y personas del lugar, ella particularmente estaba con los más pequeños, los cuidaba y les daba todo el amor que podía. Allí necesitan más dinero que ayudantes, así que, desde que tuvo más solvencia económica (propia) comenzó a donar dinero a una cuenta que había sido creada para esos fines.Desde hace c
—¡Ey! ¿qué sucede? es obvio que me has extrañado ¿no?— rio Nicki—Por supuesto que si. Ven pasa— le contestó Gina— Maia duerme, pero Marco está jugando con autitos que le trajo mi hermanito.—¡Uy! Las veces que vengo, la niña duerme ¿a quién habrá salido?—¿Tal vez a su tía? Tu eres la persona mas dormilona que conozco— la reprendió ella.—En fin… no estábamos hablando de mi. ¿Como está Marco? Mira lo que le traje— salió corriendo y fue al maletero del coche a buscar el monopatín que le compró.—Nicki… no tenías que molestarte— miró el regalo— le gustará mucho, te lo aseguro. Mi papá le dio un cuatriciclo eléctrico, pero aún es pequeño para usarlo. Estoy segura que el monopatín lo podrá utilizar desde ya. ¿Quieres dárselo tu misma?—Claro que si— dijo ella yendo hacia donde estaba Marco.—Tiiiia— gritó el pequeño cuando la vio. Se lanzó hacia ella y esta lo abrazó fuertemente y besó en sus cachetitos redonditos. Aspiró su aroma a bebé y le sonrió.—¿Como está mi niño adorado? Mira lo
Dylan llegó a Florencia con dos horas de retraso. Había tanto tráfico que llegó tarde y tuvo que tomar otro vuelo. Encima, poco antes de marcharse casi comete una estupidez. Llamó por teléfono a su amigo y apenas este le contestó, le preguntó dónde se encontraba—Estoy en las oficinas, ¿y tú por donde andas?—Acabo de subir a un taxi, me están llevando al hotel ¿sabes si Gina está en la casa?—No, iría a ver a Alina y a su otra amiga. —Que lástima, quería ver a los chicos, bueno, lo haré luego. —Bien, ven a la empresa, necesito consultarte algo, y después podemos ir a mi casa.—Excelente. Dejo mis maletas y voy para allá. Adiós.Colgó el teléfono y le dio la dirección al conductor.Una vez entró, se registró y fue hasta su habitación. Se refrescó un poco y nuevamente salió. Primero fue al alquiler de coches y luego de escoger un Maserati se dirigió a la empresa. Cuando llegó, se dirigió hasta la oficina de Ryan y lo saludó.—¿Cómo está el nuevo papá? —Mas feliz creo que es imposib
Nicki fue hasta el gimnasio y allí buscó a su entrenador y amigo Lucca. Fue hasta el y se le tiró encima, como lo hacía siempre y el como otras tantas veces logró agarrarla antes que cayeran juntos.—Esta vez casi te derribo— se jactó ella.—Eso no te lo crees ni tu— se mofó el— siempre estoy preparado, en caso de que una loca se me lance. ¡Oh! Espera… la única loca que se me prende de esa manera eres tu.—¡Ay! Que estirado eres. Algún día podré contigo… en fin ¿me extrañaste?—Por supuesto que si princesa… hace casi veinticuatro horas que no nos vemos— se rio.—Listillo— lo golpeó ella— bueno, yo si te extrañé. A que no sabes a quién vi tan bonita y chiquita. Bueno, te lo digo igual. Mi sobrinita, Maia es una dulzura. Tienes que ver sus manitas y esa carita— continuó ella— se parece muchísimo a Gina y a Ryan. Están locos por ella. ¡Y ni te cuento sobre Marco! Tendrías que haber visto la sonrisa cuando le di el monopatín. Inmediatamente fue a jugar con el.—Te lo dije. A Gio también l
Dylan había llamado a su hermana y le dijo que un rato iría a verla. Primero fue a una florería que había cerca de su hotel. Hace mucho que no mimaba a su hermanita y ella le había dado lo más hermoso que nunca supo que quería y necesitaba: a sus dos sobrinitos. Compró unas rosas blancas y fue hasta la casa de Gina y Ryan. Cuando llegó y su hermana le abrió la puerta. Lo primero que hizo fue dejar las flores en el recibidor y luego, la abrazó efusivamente haciéndola girar en sus brazos.—Me estás mareando Dylan— chilló ella, cuando él la dejó en el piso, ella se abrazó a él y le dijo— yo también te extrañé. Ayer cuando tu y Ryan llegaron me hubiese gustado verte.—No te preocupes, te extrañé muchísimo… ¿y como están mis adorables sobrinos?— dijo él mirando hacia el interior, en ese momento se dio cuenta que su hermana no estaba sola, sino que también, había una chica con rizos que jugaba tiernamente con Marco— ohh… hola. No sabía que tenías visita.—Déjenme presentarlos— Gina miró a
Nicki escuchó lo que el atractivo hombre le dijo, primero sorprendida y luego, riendo histéricamente. Él no podía querer seguir casado con ella, seguramente era una broma, si, una terrible broma. Ella no era material de esposa, además, él era el tipo de hombre del que ella podría enamorarse. Y era lo que menos quería. Hizo memoria de todo lo que Gina siempre le contó sobre su hermano. Era leal, protector y amaba a su familia, y encima, ahora que lo conocía, notó el plus de su persona: era guapísimo y besaba muy bien, demasiado bien para su propio bien.Se alejó de Dylan, bueno, al menos lo intentó, ya que el presionó sus manos en las caderas de ella, evitando que se separara. La miró iracundo y la sacudió suavemente.—No es chiste. Deja de reírte.—No podemos seguir casados. Gina me mataría, mis tíos no lo creerían. Y mucho menos contigo, apenas nos conocemos— rebatió ella.—Mi hermana ya lo sabe, ¿y qué podrían decir tus tíos? Ya eres grande para andar dando explicaciones.—Yo no soy
—¡No puedes hablar enserio!Nicki lo miró furiosa. Si, Dylan era protector, leal y bla bla bla. Pero a la hora de dar golpes era realmente bueno. Ella no era una santa ni mucho menos, pero no podía dejar que su familia y amigos se enteraran de lo que hizo en un terrible estado de ebriedad. Y si bien, como le dijo a su esposo a ella no le salía mentir, en este caso debería de hacer un esfuerzo. Por su cara, él no parecía estar bromeando. No era borracha, pero la conocían y sabían que en las fechas cercanas al aniversario de la muerte de André ella se comportaba de manera diferente y derrapaba a causa de su culpabilidad. —Por supuesto que si. Mortalmente enserio— habló el tranquilo, pareciendo indiferente.—¡No me estás dando opciones!— Lapita comenzó a gruñir y ella lo alzó en brazos, lo llevó afuera y cerró la puerta— no pueden saber que me emborraché a tal punto de cometer tremenda…—iba a decir estupidez, pero vio que él la miraba con una ceja levantada, como desafiándola a termina