Nicki abrió los ojos confundida. Enfocó la vista, vio a Dylan y se sorprendió considerablemente. ¿Qué estaba haciendo el allí? ¿por qué la miraba así? Lo qué era mas importante ¿qué hacia ella allí? Se fijó su alrededor ¿qué era ese lugar? —¿Dylan? —¿Si mi amor? ¿te sientes bien? — le tocó la frente, pasando el dedo por su ceño fruncido. —¿Pero qué rayos estoy haciendo contigo? ¡¿qué si me siento bien?! ¡¿qué si me siento bien?! ¡Me secuestraste! ¡Tú estás loco! — habló enojada ella. Se levantó de la cama, alejándose de su magnetismo, ese magnetismo que ejercía demasiado control sobre ella. Como se enderezó como demasiada prisa, se mareo un poco. Inmediatamente Dylan fue hacia ella, sosteniéndola y apoyándola sobre el. —Ten cuidado. Te puedes lastimar. —Suéltame, no me toques. ¿Me drogaste? — se dio cuenta ella— ¡Oh por Dios! ¡me drogaste! ¡¿cómo pudiste?! — lo empujó y fue hasta la puerta rápidamente. —Fue por nuestro bien, ¡no me dejaste otra opción que secuestraste! Te marc
Dylan despertó primero, Nicki dormía abrazada a el. El no pudo mas que disfrutar el momento. Besó su cabeza, su cabello olía a miel y suave brisa. Suspiró profundamente. Agradecía la nueva oportunidad que tenía, y en esta ocasión no la desaprovecharía. Sintió a Nicki removerse y se preocupó un poco, ella se portó pasional y entregada durante toda la noche, pero también era testaruda y tenaz cuando algo se le metía algo en la cabeza. Y al menos hasta ayer estaba terriblemente enfadada con el por haberla raptado. Fue arriesgado, pero aparentemente había funcionado. Un lugar alejado, sin televisor, ni internet o teléfono… era el lugar apropiado para su situación. El único teléfono que funcionaba era el suyo, ya que era por satélite y la cobertura no alcanzaba a un teléfono normal. Cuando Nicki supo que no podía pedir ayuda llamando a nadie y que no había personas cerca puso el grito en el cielo. A según como se levantaba ella y si seguía medio enojada con el, continuarían allí, hasta qu
EpílogoDylan salió de la oficina temprano, habló un momento con su amigo y socio Ryan y luego se marchó. Ambos residían en Italia, la empresa de Chicago no necesitaba tanta supervisión. Se organizaban de manera tal que precisaban ir cada dos o tres semanas solamente. O bien, por cuestiones urgentes. Aunque eso no ocurría con frecuencia. Ya había pasado seis meses de su boda con Nicki. No sabía cómo, pero cada día se enamoraba mas de su mujer. Disfrutaba escucharla hablar, si bien no siempre entendía lo que decía, solo la escuchaba. Oírle conversar sobre su pasión, sobre el arte o solo sobre su día lo llenaba. En ese instante se encontraba preocupado, Nicki se estaba sintiendo últimamente muy cansada y aunque a el no le gustaba dejarla sola, ella había insistido en que solo era un posible resfriado. La monitoreaba llamándola cada hora, y le preguntaba como se sentía, pero durante la última hora, no había recibido contestación y luego de unos minutos comenzó a sentirse bastante ansios
Las VegasNicki estaba tomando su séptimo trago, primero fue al casino y estuvo allí apostando un buen rato, era bastante buena en el póker y el truco, pero luego de jugar unas manos, se aburrió. Ese día era el aniversario de la muerte de André, estaría cumpliendo veintiséis años. Aún recordaba su sonrisa, su cariño, su sinceridad. Ella lo adoraba, era su mejor amigo y cuando este murió, una parte de ella también lo hizo. Por mucho tiempo, apenas comió y solo lloraba, pero luego, debido a la insistencia de sus tíos comenzó a vivir nuevamente o a intentar vivir, en todo caso. Ya se estaba sintiendo borracha, esos días eran en los que ella más recordaba todo y quería desaparecer. De hecho, lo hacía, casi siempre se emborrachaba hasta caer rendida y se alejaba de todos unos días y/o se la pasaba llorando en el cementerio.Pero esta vez, tendría que conformarse con tomar hasta solo caer rendida en la cama. Por suerte el casino tenía hotel y ella se hospedaba allí. Deseaba con tantas fue
Ya hacía dos semanas que Nicki había vuelto de África, había alquilado una nueva casa, su familia y amigos le había sugerido que se la comprara, pero ella se negó, no quería algo que la atara a un lugar. Pensó mucho para decidirse, si su hogar era pequeño, tal vez no habría tanto desorden, que era lo que la caracterizaba. La casa tenía un patio atrás, especial para que su nuevo perrito disfrutara de el. Lo encontró lastimado a unas calles de una panadería a la que siempre iba. Estaba sucio y flaco, así que imaginó que no era de nadie y se lo quedó para ella.Bostezó y se recostó una vez mas. Se sentía muy cansada. Mientras estuvo en África, hizo todo lo que pudo para ayudar a los niños y personas del lugar, ella particularmente estaba con los más pequeños, los cuidaba y les daba todo el amor que podía. Allí necesitan más dinero que ayudantes, así que, desde que tuvo más solvencia económica (propia) comenzó a donar dinero a una cuenta que había sido creada para esos fines.Desde hace c
—¡Ey! ¿qué sucede? es obvio que me has extrañado ¿no?— rio Nicki—Por supuesto que si. Ven pasa— le contestó Gina— Maia duerme, pero Marco está jugando con autitos que le trajo mi hermanito.—¡Uy! Las veces que vengo, la niña duerme ¿a quién habrá salido?—¿Tal vez a su tía? Tu eres la persona mas dormilona que conozco— la reprendió ella.—En fin… no estábamos hablando de mi. ¿Como está Marco? Mira lo que le traje— salió corriendo y fue al maletero del coche a buscar el monopatín que le compró.—Nicki… no tenías que molestarte— miró el regalo— le gustará mucho, te lo aseguro. Mi papá le dio un cuatriciclo eléctrico, pero aún es pequeño para usarlo. Estoy segura que el monopatín lo podrá utilizar desde ya. ¿Quieres dárselo tu misma?—Claro que si— dijo ella yendo hacia donde estaba Marco.—Tiiiia— gritó el pequeño cuando la vio. Se lanzó hacia ella y esta lo abrazó fuertemente y besó en sus cachetitos redonditos. Aspiró su aroma a bebé y le sonrió.—¿Como está mi niño adorado? Mira lo
Dylan llegó a Florencia con dos horas de retraso. Había tanto tráfico que llegó tarde y tuvo que tomar otro vuelo. Encima, poco antes de marcharse casi comete una estupidez. Llamó por teléfono a su amigo y apenas este le contestó, le preguntó dónde se encontraba—Estoy en las oficinas, ¿y tú por donde andas?—Acabo de subir a un taxi, me están llevando al hotel ¿sabes si Gina está en la casa?—No, iría a ver a Alina y a su otra amiga. —Que lástima, quería ver a los chicos, bueno, lo haré luego. —Bien, ven a la empresa, necesito consultarte algo, y después podemos ir a mi casa.—Excelente. Dejo mis maletas y voy para allá. Adiós.Colgó el teléfono y le dio la dirección al conductor.Una vez entró, se registró y fue hasta su habitación. Se refrescó un poco y nuevamente salió. Primero fue al alquiler de coches y luego de escoger un Maserati se dirigió a la empresa. Cuando llegó, se dirigió hasta la oficina de Ryan y lo saludó.—¿Cómo está el nuevo papá? —Mas feliz creo que es imposib
Nicki fue hasta el gimnasio y allí buscó a su entrenador y amigo Lucca. Fue hasta el y se le tiró encima, como lo hacía siempre y el como otras tantas veces logró agarrarla antes que cayeran juntos.—Esta vez casi te derribo— se jactó ella.—Eso no te lo crees ni tu— se mofó el— siempre estoy preparado, en caso de que una loca se me lance. ¡Oh! Espera… la única loca que se me prende de esa manera eres tu.—¡Ay! Que estirado eres. Algún día podré contigo… en fin ¿me extrañaste?—Por supuesto que si princesa… hace casi veinticuatro horas que no nos vemos— se rio.—Listillo— lo golpeó ella— bueno, yo si te extrañé. A que no sabes a quién vi tan bonita y chiquita. Bueno, te lo digo igual. Mi sobrinita, Maia es una dulzura. Tienes que ver sus manitas y esa carita— continuó ella— se parece muchísimo a Gina y a Ryan. Están locos por ella. ¡Y ni te cuento sobre Marco! Tendrías que haber visto la sonrisa cuando le di el monopatín. Inmediatamente fue a jugar con el.—Te lo dije. A Gio también l