Nicki fue hasta el gimnasio y allí buscó a su entrenador y amigo Lucca. Fue hasta el y se le tiró encima, como lo hacía siempre y el como otras tantas veces logró agarrarla antes que cayeran juntos.
—Esta vez casi te derribo— se jactó ella.
—Eso no te lo crees ni tu— se mofó el— siempre estoy preparado, en caso de que una loca se me lance. ¡Oh! Espera… la única loca que se me prende de esa manera eres tu.
—¡Ay! Que estirado eres. Algún día podré contigo… en fin ¿me extrañaste?
—Por supuesto que si princesa… hace casi veinticuatro horas que no nos vemos— se rio.
—Listillo— lo golpeó ella— bueno, yo si te extrañé. A que no sabes a quién vi tan bonita y chiquita. Bueno, te lo digo igual. Mi sobrinita, Maia es una dulzura. Tienes que ver sus manitas y esa carita— continuó ella— se parece muchísimo a Gina y a Ryan. Están locos por ella. ¡Y ni te cuento sobre Marco! Tendrías que haber visto la sonrisa cuando le di el monopatín. Inmediatamente fue a jugar con el.
—Te lo dije. A Gio también le regalé un monopatín hace años y hasta hoy día para el es un tesoro.
—Lucca…
—Mmm… no me gusta ese tono— se defendió el hombre
—Irás conmigo a la boda de Gina y Ryan?
—Eso ni tienes que preguntarme. Sabes que iré a cualquier lado que me necesites. También te quiero dar las gracias por dejarme participar en tu proyecto. André estaría muy orgulloso de ti.
—Lo extraño mucho Lucca. Hay días en los que estoy tan feliz… y de pronto recuerdo lo que sucedió…
—¡Ey! no… no vuelvas a eso— la abrazó el—ya no te castigues mas. ¿Piensas que el querría que fueses infeliz?, te adoraba Nicki. No tenía una pizca de maldad, te aseguro que desde el cielo te está reprendiendo por ser tan cabeza dura y por no darte una oportunidad y tener paz.
—¿Tu crees? Por mi causa el no tuvo la posibilidad de crecer, de estudiar una profesión, de tener familia. Su hermano piensa lo mismo, tendrías que ver como me mira , hay odio en sus ojos— se lamentó ella.
—Su hermano siempre fue un imbécil, a mi siempre me hacía chistes respecto a mi sexualidad, y a ti y a André los chicaneaba por su estrecha amistad.
—Lo se. Ustedes fueron los hermanos que siempre desee — se soltó y lo miró a los ojos— Creo que nos tenía celos, porque el no compartía la misma afinidad con André que tu y yo.
—Puede ser, pero eso no quita que sea un bastardo. Tu no tienes la culpa de nada. En todo caso la culpa fue de ese hombre borracho que los embistió.
—Si, pero el no habría estado en el coche si yo no le hubiera insistido a que me llevara al concierto, nada de eso habría ocurrido. Al menos agradezco que tu no estuviste junto. No hubiera soportado perderlos a los dos.
—Mi hermana había armado un buen follón, y yo no quería agregar leña al fuego. No imagino lo que viviste Nicki, pero tienes que perdonarte. André querría que fueses feliz— mencionó sobre su cabeza.
—Y lo soy. Se que para ti, ser feliz significa tener una pareja, casarme y demás, pero ¿qué tengo para dar? ¿qué pasaría si me enamoro y se muere? ¿si tengo un hijo y lo pierdo?— comenzó a lagrimear.
—¿Por qué pensar en las peores posibilidades? Te mereces estar con un hombre que te ame, eres la mujer mas fuerte que conozco, has superado cosas terribles y sigues de pie, con esa hermosa sonrisa que te caracteriza— dijo el estrechándola fuertemente en sus brazos.
Era otro día, Nicki se levantó contenta, primero fue hasta su estudio, tenía una entrega muy importante en unos meses y aún estaba haciendo los bosquejos. Ya había esculpido la alegría, el miedo, el dolor. Aún le faltaba el amor, la libertad y algunos mas.Estuvo un buen rato pensando, no estaba para nada inspirada, ¿cómo iba a expresar algo que nunca sintió? ¿qué era el amor en todo caso? Decidió comenzar a tallar lo que ya tenía. Escogió madera de manzano, era suave y quedaría hermoso una vez terminado.
Lugo de una hora, su celular sonó, era Alina, quien le decía que pasaba a buscarla para ir a lo de Gina. Nicki fue rápidamente hasta su habitación y se puso un vestido ajustado de la cintura hacia arriba y con escote en corazón. Se puso unas sandalias y en eso escuchó la bocina del auto. Se despidió de Lapita, su perrito, y bajó rápidamente entrando al auto de su amiga.
—No puedo creer que estuvieras lista— rio Alina—imaginé que tendría que bajar a buscarte.
—Por supuesto que no— rodó lo ojos ella—¿dónde está Dante?
—Fue al hotel, hubo un problema con uno de sus empleados y lo necesitaban.
—Genial, mas espacio para nosotras en el coche. ¿Sabes qué? Me compré una motocicleta. El coche aún lo tengo por si debo viajar o algo. Pero lo dejé en un garaje ya que aquí no tengo espacio.
—¿Una moto? ¿ya la vieron tus tíos? No creo que les agrade la idea de verte montada en una de esas cosas.
—No, no la vieron, igual dudo que les guste. Bueno… a mi tío si le gustará la moto, no así, que yo la tenga y mi tía… indudablemente pegará el grito en el cielo.
—Te gusta que te reten eh?
—Es divertido. Me sermonean, pero saben que haré lo yo quiera. No se para que se gastan.
—Hay Nicki, eres un caso— se rio Alina— ¿y cómo está Lucca?
—Super bien, es genial tener a mi amigo de nuevo. Si bien, siempre charlamos por celular o en ocasiones especiales, tenerlo aquí, verlo constantemente me encanta. Me hace recordar tiempos pasados.
—El te hace mucho bien. Estás mas contenta cuando el viene a Italia.
—Lo se, yo… soy feliz cuando estoy con el, es mi mejor amigo, es como un hermano para mi.
—Te entiendo, tienes un semblante diferente cuando estas junto a el.
—Si, y ahora que se quedará definitivamente por aquí nos veremos mas seguido. El me está ayudando con la fundación.
Una vez que llegaron a la casa de Gina y la saludaron, inmediatamente fueron hasta los niños. Nicki la notó nerviosa, pero imaginó que era solo estrés. Las tres se sentaron en la sala de estar, mientras Nicki sostenía en brazos a Maia y Marco jugaba con unos muñequitos en el suelo, sobre la alfombra. Luego de un rato, cuando Maia ya se había dormido, Nicki la llevó hasta su habitación y la colocó en la cuna. Le dio un pequeño beso y salió. Cuando estaba cerrando la puerta despacio, para no despertar a la niña y se dio vuelta para regresar con sus amigas, chocó con un cuerpo que la sostuvo fuertemente.Dylan había llamado a su hermana y le dijo que un rato iría a verla. Primero fue a una florería que había cerca de su hotel. Hace mucho que no mimaba a su hermanita y ella le había dado lo más hermoso que nunca supo que quería y necesitaba: a sus dos sobrinitos. Compró unas rosas blancas y fue hasta la casa de Gina y Ryan. Cuando llegó y su hermana le abrió la puerta. Lo primero que hizo fue dejar las flores en el recibidor y luego, la abrazó efusivamente haciéndola girar en sus brazos.—Me estás mareando Dylan— chilló ella, cuando él la dejó en el piso, ella se abrazó a él y le dijo— yo también te extrañé. Ayer cuando tu y Ryan llegaron me hubiese gustado verte.—No te preocupes, te extrañé muchísimo… ¿y como están mis adorables sobrinos?— dijo él mirando hacia el interior, en ese momento se dio cuenta que su hermana no estaba sola, sino que también, había una chica con rizos que jugaba tiernamente con Marco— ohh… hola. No sabía que tenías visita.—Déjenme presentarlos— Gina miró a
Nicki escuchó lo que el atractivo hombre le dijo, primero sorprendida y luego, riendo histéricamente. Él no podía querer seguir casado con ella, seguramente era una broma, si, una terrible broma. Ella no era material de esposa, además, él era el tipo de hombre del que ella podría enamorarse. Y era lo que menos quería. Hizo memoria de todo lo que Gina siempre le contó sobre su hermano. Era leal, protector y amaba a su familia, y encima, ahora que lo conocía, notó el plus de su persona: era guapísimo y besaba muy bien, demasiado bien para su propio bien.Se alejó de Dylan, bueno, al menos lo intentó, ya que el presionó sus manos en las caderas de ella, evitando que se separara. La miró iracundo y la sacudió suavemente.—No es chiste. Deja de reírte.—No podemos seguir casados. Gina me mataría, mis tíos no lo creerían. Y mucho menos contigo, apenas nos conocemos— rebatió ella.—Mi hermana ya lo sabe, ¿y qué podrían decir tus tíos? Ya eres grande para andar dando explicaciones.—Yo no soy
—¡No puedes hablar enserio!Nicki lo miró furiosa. Si, Dylan era protector, leal y bla bla bla. Pero a la hora de dar golpes era realmente bueno. Ella no era una santa ni mucho menos, pero no podía dejar que su familia y amigos se enteraran de lo que hizo en un terrible estado de ebriedad. Y si bien, como le dijo a su esposo a ella no le salía mentir, en este caso debería de hacer un esfuerzo. Por su cara, él no parecía estar bromeando. No era borracha, pero la conocían y sabían que en las fechas cercanas al aniversario de la muerte de André ella se comportaba de manera diferente y derrapaba a causa de su culpabilidad. —Por supuesto que si. Mortalmente enserio— habló el tranquilo, pareciendo indiferente.—¡No me estás dando opciones!— Lapita comenzó a gruñir y ella lo alzó en brazos, lo llevó afuera y cerró la puerta— no pueden saber que me emborraché a tal punto de cometer tremenda…—iba a decir estupidez, pero vio que él la miraba con una ceja levantada, como desafiándola a termina
Nicki miró asustada hacia la puerta, Lío sonaba entre enojado y preocupado. Era extraño; de la pareja, Lucca era el que más sentimiento solía demostrar, el más extrovertido inclusive. A Lío jamás lo escuchó levantar la voz, aunque como bien decía Lucca, en la intimidad era otra cosa. Giró la cabeza y trató de levantarse, pero Dylan aún estaba sobre ella y parecía que la furia no era exclusiva de Lío. —Es Lío, algo debió haber pasado, levántate, por favor— se revolvió ella debajo de el.—¿Por qué? ¿quién es? — dijo, aún sin moverse un solo centímetro. Cómodo sobre ella. —Es mi amigo, ya muévete— empujó su pecho ella. Preocupada de que Lío cumpliera su promesa y derribara la puerta.Una vez que el hombre la soltó, ella se frotó y sacudió la ropa, acomodándosela. Tomó unas respiraciones rápidas y abrió la puerta con una gran y falsa sonrisa.—¡Lío! ¡qué sorpresa! ¿qué sucede? — preguntó, tratando de sonar tranquila. Nada mas alejado a la realidad.—¿Y cómo es eso de que tirarás la puer
Nicki volvió a la sala sonriendo, su amiga la sermoneó unos minutos, pero al tener su promesa de luego explicarle todo, se quedó mas tranquila. Vio a Dylan mirando distraido hacia el patio y tragó fuerte. Ese hombre alteraba su organismo, era demasiado apetecible para su propio bien. Luego de haber llamado a su amiga y decirle que se encontraba genial, que ya conocía al hombre con el que se fue, que no se preocupara y que luego iría a explicarle todo se acercó a Dylan por detrás, el tenía su vista dirigida a Lapita, quien estaba entretenido mordiendo una maceta. —Ya volví, hablé con Ali, por más que conversó con tu hermana, no estaba segura. Gi no le pudo decir gran cosa. ¿Ella no sabe toda la verdad no? —Ryan si lo sabe, mi hermana… no estoy seguro ¿por? —¿Sabes que te dije que seré tu novia, que actuaré como tu perfecta enamorada no? —Mmm…— no le gustaba la dirección que estaba tomando, parecía que en su discurso habría un pero bastante limitador. —Bien, bueno, yo… no puedo eng
Nicki miraba las calles florentinas, aunque lo intentara negar, se sentía sumamente nerviosa, hacer bromas tontas, mentir para hacer un chiste era una cosa, pero contar una historia romántica, ideal y totalmente falsa, eso era una mentira a toda regla. Sin embargo, había algo que la dejaba un poco contenta: sus tíos. Ellos estarían felices al saber que tenía pareja y que se trataba de una relación seria, sólida. Que ella estuviese sola, que no se comprometiera a largo plazo con los hombres los tenía tristes, según ellos ella evitaba las relaciones serias como un modo de castigo, por lo que sucedió años atrás con André. Odiaba que tuviesen razón, pero era mas fuerte que ella. Estropeaba o los dejaba cuando comenzaba a sentir algo mas profundo. Si, estaba segura de que sus tíos estarían por demás alegres. —¿Tú serás quien se encargue de contar la historia si? tenemos que ser lo más creíbles posible— comentó, interrumpiendo sus propias cavilaciones.—Exacto, así que cuando me acerque a
Nicki y Dylan iban hacia la casa de los tíos de ella. En esta oportunidad, Dylan pudo observar que ella estaba aún más nerviosa, si eso era posible. No se la imaginaba así de insegura y desconfiada con lo que pudiera pasar, podría apostar que no le temía a nada ni a nadie. Que ella solita se bastaba. Pero no, allí estaba ella, a segundos de temblar.—¡Hey! Tranquila… ¿tus tíos no son ogros verdad? —No, pero harán muchas preguntas. No sé si quiero ir, ¿qué te parece si regresamos a mi casa y ordenamos nuestras ideas? — dijo ella en una súplica.—Vamos Nicki… no me digas que quieres ir por la salida fácil… no te imaginaba una cobarde.—¿Disculpa? — se envaró ella — ¿yo? ¿cobarde? ¡ja! Ya quisieras…—¿Entonces? — la desafió el, deteniendo el coche a un costado— ¿qué haremos?—Pues continúa— dijo entre dientes, removiéndose incómoda en el asiento.—Claro…— se jactó el de su estrategia.Dylan le hizo preguntas a Nicki sobre sus tíos, ella le explicó que si con su tío hablaba de vinos o al
—Eso mismo— la miró de reojo— me quedaré en tu casa. Mañana nos mudaremos a una casa mas grande. Lo tengo cubierto.—¡Oye! ¿de qué estás hablando? ¡no te quedarás en mi casa! ¡y mucho menos nos mudaremos juntos! — rebatió ella mirándolo anonadada—Estuviste de acuerdo en hacerte pasar como mi fiel y enamorada novia. ¿Cómo alguien se creerá lo nuestro si mientras estamos en el mismo país, en la misma ciudad, vivimos cada uno en un lugar diferente?—Pues— si lo decía así, parecía lógico— podrías preguntar, en lugar de dar por hecho que aceptaré todo lo que digas. ¿Nunca se te negó nada verdad? — lo miró inquisitiva—Estoy acostumbrado a tomar decisiones. Tal vez debí comentarte lo que haríamos— medió el, para darle un poco de gusto.—¿Tal vez? No pienses que porque dije que actuaría como tu novia, tu serás mi jefe. Somos socios en esto, compréndelo— golpeó el puño en su muslo—¿Y por qué me atacas? ¿estás nerviosa porque dormiremos juntos?.—No te ataco, solo ... debato. Y ja, ja...— se