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Capítulo 5 - ¿Qué pasó?

Dylan había llamado a su hermana y le dijo que un rato iría a verla. Primero fue a una florería que había cerca de su hotel. Hace mucho que no mimaba a su hermanita y ella le había dado lo más hermoso que nunca supo que quería y necesitaba: a sus dos sobrinitos. Compró unas rosas blancas y fue hasta la casa de Gina y Ryan. 

Cuando llegó y su hermana le abrió la puerta. Lo primero que hizo fue dejar las flores en el recibidor y luego, la abrazó efusivamente haciéndola girar en sus brazos.

—Me estás mareando Dylan— chilló ella, cuando él la dejó en el piso, ella se abrazó a él y le dijo— yo también te extrañé. Ayer cuando tu y Ryan llegaron me hubiese gustado verte.

—No te preocupes, te extrañé muchísimo… ¿y como están mis adorables sobrinos?— dijo él mirando hacia el interior, en ese momento se dio cuenta que su hermana no estaba sola, sino que también, había una chica con rizos que jugaba tiernamente con Marco— ohh… hola. No sabía que tenías visita.

—Déjenme presentarlos— Gina miró a su amiga y le hizo un gesto con la cabeza—ella es mi amiga Alina, Alina, el es mi hermano Dylan.

Ambos se saludaron y Alina mencionó riendo que aún le faltaba conocer a Nicki, y le pidió disculpas porque ellas vinieron de sorpresa. Apenas Dylan escuchó el nombre de Nicki se tensó. El encuentro con Nicki ocurriría antes de lo esperado. 

—A Maia, Nicki acaba de llevarla a acostar. Tiene un verdadero talento a la hora de hacerla dormir— aportó Gina

—Iré a ver a la niña, enseguida regreso— se escabulló él. Se dirigió por el pasillo hasta la habitación de la pequeña, se recostó sobre la pared a unos metros, esperando que Nicki saliera así la sorprendía. Vio que la joven salía lentamente de la habitación y cerraba con cuidado la puerta. La vio tan hermosa que le cortó el aliento, tenía un vestido por encima de las rodillas ajustado arriba. Quiso acercarse a ella y besarla hasta hacerle perder la cabeza; así como ella lo hacía con él. 

Sin embargo, se acercó lentamente, hasta quedar detrás suyo. Esperó a que ella diera la vuelta y se topara de bruces con él. Se quedaron unos instantes viéndose hasta que él le acarició la frente, quitándole el pelo que le tapaba el ojo. La sintió estremecerse y sonrió malicioso.

—¡Oh Dios! ¡Tú!— lo miró paralizada ella— ¡qué hice!— dijo tapándose la boca y mirándolo asustada. Nicki recordó de pronto todo lo que había pasado hace meses, su borrachera, su manera de actuar y lo increíble… se había casado con un hombre que no conocía.

—Ohh cariño, aún nada, pero esto recién comienza— le agarró de la mano, sujetándola con fuerza y la llevó hasta la sala. Allí vio que Marco estaba en los brazos de su hermana mientras ella le hacía cosquillas y Alina se reía y miraba a ambos embobada— nos vemos chicas, Nicki y yo tenemos cosas que hablar.

Alina los miró a ambos estupefacta, su amiga parecía en un estado de trance y el hermano de Gina, Dylan, la tenía agarrada como si no quisiera soltarla jamás. Aún así, miró preocupada a Nicki y se aproximó a ella.

—¿Estás bien Nicki? ¿segura que quieres ir con el?— su amiga deslizó la vista desde ella hasta Dylan varias veces.

—¿Qué? ¡Claro! Las veo luego— intentó ir a darle un beso a Marco pero Dylan no la soltaba. Lo miró y le frunció el ceño, sacudiendo su mano, instándole a que la deje. Reacio, él la soltó, pero siguió con la vista sus movimientos. Observó como ella besaba al niño con amor y saludaba a sus amigas. Él también se despidió, y ambos se encaminaron hacia el coche en el que el había venido.

—Vamos a mi hotel— le informó el.

—No— se estremeció ella— vamos a mi casa, estamos a unos pocos kilómetros.

El silencio fue protagonista durante el trayecto, Nicki miraba por la ventana, mortificada por lo que estaba sucediendo. Respiró hondo y lo enfrentó.

—Tu y yo nos casamos— dijo ella, no sabía si se lo estaba preguntando o afirmándolo.

—Así es, no todo lo que sucede en Las Vegas, permanece en las Vegas— rio con sarcasmo el.

—¿Por qué viniste recién ahora? ¿y qué hacías en casa de mi amiga?

—Pues tu amiga resulta ser mi hermana— vio como ella abría grande los ojos y continuó— en todo caso ¿por qué tu no viniste a buscarme? Imaginé que deseabas el divorcio para irte con tu verdadero amor.

—¿Cómo dices? ¿qué verdadero amor?— inquirió confundida ella

—No te gastes, no te queda hacerte la tonta.

—No tengo idea de lo que estás hablando— se enojó ella

—Ahórrate el fingimiento, no lo necesitas— paró frente a la dirección que ella le dijo— bien, guíame.

Entraron a la casa de ella, Nicki besó a Lapita y lo bajó al piso. Inmediatamente el perrito fue hasta Dylan y le gruñó.

—Shh cariño… es amigo— le dijo ella al animal, intentando convencerse a si misma también, abrió la puerta del patio interno y lo guio allí— ve afuera cielo— sin embargo el cachorro siguió a su lado, pareciendo no querer alejarse de ella.

—Ahora entiendo, lo llamas Lapita porque se te prende como la lapa verdad?— dijo Dylan observando la devoción del perro hacia la joven.

—Pues si— dijo ella más cómoda, no quería entrar en territorio peligroso como el de su extraño matrimonio. Pero con las siguientes palabras que el dijo, se dio cuenta que no pensaba lo mismo.

—En fin… a lo que venimos… como bien dijiste, estamos casados. Tengo una propuesta para ti.

—¿Una qué? El divorcio no será problema imagino, yo estoy completamente de acuerdo y tu también, cuanto antes nos quitemos esto de encima mejor— farfulló ella.

Dylan tensó la mandíbula. Si, el lo calificaba como un terrible error, pero no le agradaba nada que ella lo dijera tan campal. 

—No hay un contrato prematrimonial, tienes derecho a la mitad de lo que tengo…— calló unos segundos—¿alquilas esta casa? Con el dinero que te corresponde puedes comprarte algo mejor.

—¿Disculpa? Si no te gusta mi casa puedes irte por donde llegaste. Nadie te obliga a estar aquí. Nos encontraremos mas tarde en otro lugar—le señaló la puerta ella.

—No fue eso lo que quise decir— se avergonzó el, parecía un snob así— igualmente hay algo que necesito saber. 

—Dime— contestó ella de mala gana.

—¿Por qué no me buscaste para el divorcio?

—¿Qué?— pregunto ella extrañada, era la segunda vez que mencionaba lo de ella buscándolo para el divorcio—no me acordaba, aquella vez no fue mi mejor día, tenía cosas en la mente y… ¡estaba ebria! ¿por qué me seguiste la corriente? tendrías que haberme detenido!— gritó Nicki.

—Claro, claro… ahora me echarás la culpa— rodó los ojos el.

—Bueno… tu estabas más lúcido.

—¡Basta! No ganamos nada lamentándonos. Ahora, en cuanto a nuestro matrimonio… 

—Ya te dije que no tengo problemas en cuanto al divorcio, solo redacta los documentos o… ¿quieres que me encargue yo?

—¡Rayos no! a ti no te encomendaría ningún documento, no pareces muy confiable. 

—¿Disculpa? ¡mira quién habla!— habló furiosa ella— yo al menos tengo la excusa de que no recordaba ¿pero tú?— hincó su dedo en el pecho masculino—tu fuiste un inconsciente, han pasado meses y tu recién ahora te dignas a aparecer. ¿De verdad soy yo la que no es confiable? 

Dylan no esperó un segundo mas y la acorraló entre su cuerpo y la encimera. La agarró de la cintura fuertemente, necesitado de su contacto, del tacto de sus pieles. Sintió el jadeo de ella y su respiración acelerada, eso lo enloqueció, no era tan indiferente como se mostraba con el. Era pura fachada. 

Nicki sintió los labios de Dylan contra su cuello y se estremeció. Apenas lo vio y sintió ese calor entre ellos, lo recordó todo. Como le atrajo desde el inicio, como prácticamente lo obligó a casarse con ella, el delicioso beso que se dieron para hacer efectiva la ceremonia. Ahora estaba allí, era el hermano de su mejor amiga y le hacía sentir muchas cosas. Eso no podía estar pasándole, seguro era la abstinencia de los últimos meses. De repente sintió un mordisco en su cuello e intentó alejarse de la tentación. 

—No puedes resistirte a mi, somos fuegos juntos— dijo el reteniéndola.

—No nos conocemos, hasta hoy ni siquiera te recordaba. Es más si no fuese porque eres hermano de Gina no nos hubiésemos visto de nuevo.

—No es verdad, iba a buscarte… en algún momento.

—No interesa. Necesito que nos divorciemos, que mi amiga no se enoje porque tu y yo hayamos tenido una relación— terminó con comillas la última parte.

—Mi hermana no se enojaría— se rascó la barbilla— o en todo caso… por qué lo haría?— preguntó confundido, dándole un poco de espacio.

—¡Dío! ¡eres un hombre! Por regla general, los hermanos de tu amiga son intocables, deben tener ante tus ojos tutú. No no, nunca hay que involucrarse con el hermano de tu amiga— ladeó la cabeza repetidamente.

—¿A si? ¿y eso valdría en su caso también? digo… ella se va a casar con mi amigo, y fue primero mi amigo antes que su novio. 

—Yo… —no sabía como rebatir eso.

—No importa. A lo que iba y lo que no me dejas terminar de decir, por cierto— se aproximó a ella y le soltó la bomba— quiero que sigamos casados— dijo él, provocando que ella abriera muy grande los ojos.

⭐⭐⭐

Holaaaa... espero que les esté gustando la historia. Comenten qué les está pareciendo❤

otra cosa... que les viene mejor? que deje nota de autor o en el mismo capitulo escriba alguna info importante? 

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