Dylan había llamado a su hermana y le dijo que un rato iría a verla. Primero fue a una florería que había cerca de su hotel. Hace mucho que no mimaba a su hermanita y ella le había dado lo más hermoso que nunca supo que quería y necesitaba: a sus dos sobrinitos. Compró unas rosas blancas y fue hasta la casa de Gina y Ryan.
Cuando llegó y su hermana le abrió la puerta. Lo primero que hizo fue dejar las flores en el recibidor y luego, la abrazó efusivamente haciéndola girar en sus brazos.
—Me estás mareando Dylan— chilló ella, cuando él la dejó en el piso, ella se abrazó a él y le dijo— yo también te extrañé. Ayer cuando tu y Ryan llegaron me hubiese gustado verte.
—No te preocupes, te extrañé muchísimo… ¿y como están mis adorables sobrinos?— dijo él mirando hacia el interior, en ese momento se dio cuenta que su hermana no estaba sola, sino que también, había una chica con rizos que jugaba tiernamente con Marco— ohh… hola. No sabía que tenías visita.
—Déjenme presentarlos— Gina miró a su amiga y le hizo un gesto con la cabeza—ella es mi amiga Alina, Alina, el es mi hermano Dylan.
Ambos se saludaron y Alina mencionó riendo que aún le faltaba conocer a Nicki, y le pidió disculpas porque ellas vinieron de sorpresa. Apenas Dylan escuchó el nombre de Nicki se tensó. El encuentro con Nicki ocurriría antes de lo esperado.
—A Maia, Nicki acaba de llevarla a acostar. Tiene un verdadero talento a la hora de hacerla dormir— aportó Gina
—Iré a ver a la niña, enseguida regreso— se escabulló él. Se dirigió por el pasillo hasta la habitación de la pequeña, se recostó sobre la pared a unos metros, esperando que Nicki saliera así la sorprendía. Vio que la joven salía lentamente de la habitación y cerraba con cuidado la puerta. La vio tan hermosa que le cortó el aliento, tenía un vestido por encima de las rodillas ajustado arriba. Quiso acercarse a ella y besarla hasta hacerle perder la cabeza; así como ella lo hacía con él.
Sin embargo, se acercó lentamente, hasta quedar detrás suyo. Esperó a que ella diera la vuelta y se topara de bruces con él. Se quedaron unos instantes viéndose hasta que él le acarició la frente, quitándole el pelo que le tapaba el ojo. La sintió estremecerse y sonrió malicioso.
—¡Oh Dios! ¡Tú!— lo miró paralizada ella— ¡qué hice!— dijo tapándose la boca y mirándolo asustada. Nicki recordó de pronto todo lo que había pasado hace meses, su borrachera, su manera de actuar y lo increíble… se había casado con un hombre que no conocía.
—Ohh cariño, aún nada, pero esto recién comienza— le agarró de la mano, sujetándola con fuerza y la llevó hasta la sala. Allí vio que Marco estaba en los brazos de su hermana mientras ella le hacía cosquillas y Alina se reía y miraba a ambos embobada— nos vemos chicas, Nicki y yo tenemos cosas que hablar.
Alina los miró a ambos estupefacta, su amiga parecía en un estado de trance y el hermano de Gina, Dylan, la tenía agarrada como si no quisiera soltarla jamás. Aún así, miró preocupada a Nicki y se aproximó a ella.
—¿Estás bien Nicki? ¿segura que quieres ir con el?— su amiga deslizó la vista desde ella hasta Dylan varias veces.
—¿Qué? ¡Claro! Las veo luego— intentó ir a darle un beso a Marco pero Dylan no la soltaba. Lo miró y le frunció el ceño, sacudiendo su mano, instándole a que la deje. Reacio, él la soltó, pero siguió con la vista sus movimientos. Observó como ella besaba al niño con amor y saludaba a sus amigas. Él también se despidió, y ambos se encaminaron hacia el coche en el que el había venido.
—Vamos a mi hotel— le informó el.
—No— se estremeció ella— vamos a mi casa, estamos a unos pocos kilómetros.
El silencio fue protagonista durante el trayecto, Nicki miraba por la ventana, mortificada por lo que estaba sucediendo. Respiró hondo y lo enfrentó.
—Tu y yo nos casamos— dijo ella, no sabía si se lo estaba preguntando o afirmándolo.
—Así es, no todo lo que sucede en Las Vegas, permanece en las Vegas— rio con sarcasmo el.
—¿Por qué viniste recién ahora? ¿y qué hacías en casa de mi amiga?
—Pues tu amiga resulta ser mi hermana— vio como ella abría grande los ojos y continuó— en todo caso ¿por qué tu no viniste a buscarme? Imaginé que deseabas el divorcio para irte con tu verdadero amor.
—¿Cómo dices? ¿qué verdadero amor?— inquirió confundida ella
—No te gastes, no te queda hacerte la tonta.
—No tengo idea de lo que estás hablando— se enojó ella
—Ahórrate el fingimiento, no lo necesitas— paró frente a la dirección que ella le dijo— bien, guíame.
Entraron a la casa de ella, Nicki besó a Lapita y lo bajó al piso. Inmediatamente el perrito fue hasta Dylan y le gruñó.
—Shh cariño… es amigo— le dijo ella al animal, intentando convencerse a si misma también, abrió la puerta del patio interno y lo guio allí— ve afuera cielo— sin embargo el cachorro siguió a su lado, pareciendo no querer alejarse de ella.
—Ahora entiendo, lo llamas Lapita porque se te prende como la lapa verdad?— dijo Dylan observando la devoción del perro hacia la joven.
—Pues si— dijo ella más cómoda, no quería entrar en territorio peligroso como el de su extraño matrimonio. Pero con las siguientes palabras que el dijo, se dio cuenta que no pensaba lo mismo.
—En fin… a lo que venimos… como bien dijiste, estamos casados. Tengo una propuesta para ti.
—¿Una qué? El divorcio no será problema imagino, yo estoy completamente de acuerdo y tu también, cuanto antes nos quitemos esto de encima mejor— farfulló ella.
Dylan tensó la mandíbula. Si, el lo calificaba como un terrible error, pero no le agradaba nada que ella lo dijera tan campal.
—No hay un contrato prematrimonial, tienes derecho a la mitad de lo que tengo…— calló unos segundos—¿alquilas esta casa? Con el dinero que te corresponde puedes comprarte algo mejor.
—¿Disculpa? Si no te gusta mi casa puedes irte por donde llegaste. Nadie te obliga a estar aquí. Nos encontraremos mas tarde en otro lugar—le señaló la puerta ella.
—No fue eso lo que quise decir— se avergonzó el, parecía un snob así— igualmente hay algo que necesito saber.
—Dime— contestó ella de mala gana.
—¿Por qué no me buscaste para el divorcio?
—¿Qué?— pregunto ella extrañada, era la segunda vez que mencionaba lo de ella buscándolo para el divorcio—no me acordaba, aquella vez no fue mi mejor día, tenía cosas en la mente y… ¡estaba ebria! ¿por qué me seguiste la corriente? tendrías que haberme detenido!— gritó Nicki.
—Claro, claro… ahora me echarás la culpa— rodó los ojos el.
—Bueno… tu estabas más lúcido.
—¡Basta! No ganamos nada lamentándonos. Ahora, en cuanto a nuestro matrimonio…
—Ya te dije que no tengo problemas en cuanto al divorcio, solo redacta los documentos o… ¿quieres que me encargue yo?
—¡Rayos no! a ti no te encomendaría ningún documento, no pareces muy confiable.
—¿Disculpa? ¡mira quién habla!— habló furiosa ella— yo al menos tengo la excusa de que no recordaba ¿pero tú?— hincó su dedo en el pecho masculino—tu fuiste un inconsciente, han pasado meses y tu recién ahora te dignas a aparecer. ¿De verdad soy yo la que no es confiable?
Dylan no esperó un segundo mas y la acorraló entre su cuerpo y la encimera. La agarró de la cintura fuertemente, necesitado de su contacto, del tacto de sus pieles. Sintió el jadeo de ella y su respiración acelerada, eso lo enloqueció, no era tan indiferente como se mostraba con el. Era pura fachada.
Nicki sintió los labios de Dylan contra su cuello y se estremeció. Apenas lo vio y sintió ese calor entre ellos, lo recordó todo. Como le atrajo desde el inicio, como prácticamente lo obligó a casarse con ella, el delicioso beso que se dieron para hacer efectiva la ceremonia. Ahora estaba allí, era el hermano de su mejor amiga y le hacía sentir muchas cosas. Eso no podía estar pasándole, seguro era la abstinencia de los últimos meses. De repente sintió un mordisco en su cuello e intentó alejarse de la tentación.
—No puedes resistirte a mi, somos fuegos juntos— dijo el reteniéndola.
—No nos conocemos, hasta hoy ni siquiera te recordaba. Es más si no fuese porque eres hermano de Gina no nos hubiésemos visto de nuevo.
—No es verdad, iba a buscarte… en algún momento.
—No interesa. Necesito que nos divorciemos, que mi amiga no se enoje porque tu y yo hayamos tenido una relación— terminó con comillas la última parte.
—Mi hermana no se enojaría— se rascó la barbilla— o en todo caso… por qué lo haría?— preguntó confundido, dándole un poco de espacio.
—¡Dío! ¡eres un hombre! Por regla general, los hermanos de tu amiga son intocables, deben tener ante tus ojos tutú. No no, nunca hay que involucrarse con el hermano de tu amiga— ladeó la cabeza repetidamente.
—¿A si? ¿y eso valdría en su caso también? digo… ella se va a casar con mi amigo, y fue primero mi amigo antes que su novio.
—Yo… —no sabía como rebatir eso.
—No importa. A lo que iba y lo que no me dejas terminar de decir, por cierto— se aproximó a ella y le soltó la bomba— quiero que sigamos casados— dijo él, provocando que ella abriera muy grande los ojos.
⭐⭐⭐
Holaaaa... espero que les esté gustando la historia. Comenten qué les está pareciendo❤otra cosa... que les viene mejor? que deje nota de autor o en el mismo capitulo escriba alguna info importante?Nicki escuchó lo que el atractivo hombre le dijo, primero sorprendida y luego, riendo histéricamente. Él no podía querer seguir casado con ella, seguramente era una broma, si, una terrible broma. Ella no era material de esposa, además, él era el tipo de hombre del que ella podría enamorarse. Y era lo que menos quería. Hizo memoria de todo lo que Gina siempre le contó sobre su hermano. Era leal, protector y amaba a su familia, y encima, ahora que lo conocía, notó el plus de su persona: era guapísimo y besaba muy bien, demasiado bien para su propio bien.Se alejó de Dylan, bueno, al menos lo intentó, ya que el presionó sus manos en las caderas de ella, evitando que se separara. La miró iracundo y la sacudió suavemente.—No es chiste. Deja de reírte.—No podemos seguir casados. Gina me mataría, mis tíos no lo creerían. Y mucho menos contigo, apenas nos conocemos— rebatió ella.—Mi hermana ya lo sabe, ¿y qué podrían decir tus tíos? Ya eres grande para andar dando explicaciones.—Yo no soy
—¡No puedes hablar enserio!Nicki lo miró furiosa. Si, Dylan era protector, leal y bla bla bla. Pero a la hora de dar golpes era realmente bueno. Ella no era una santa ni mucho menos, pero no podía dejar que su familia y amigos se enteraran de lo que hizo en un terrible estado de ebriedad. Y si bien, como le dijo a su esposo a ella no le salía mentir, en este caso debería de hacer un esfuerzo. Por su cara, él no parecía estar bromeando. No era borracha, pero la conocían y sabían que en las fechas cercanas al aniversario de la muerte de André ella se comportaba de manera diferente y derrapaba a causa de su culpabilidad. —Por supuesto que si. Mortalmente enserio— habló el tranquilo, pareciendo indiferente.—¡No me estás dando opciones!— Lapita comenzó a gruñir y ella lo alzó en brazos, lo llevó afuera y cerró la puerta— no pueden saber que me emborraché a tal punto de cometer tremenda…—iba a decir estupidez, pero vio que él la miraba con una ceja levantada, como desafiándola a termina
Nicki miró asustada hacia la puerta, Lío sonaba entre enojado y preocupado. Era extraño; de la pareja, Lucca era el que más sentimiento solía demostrar, el más extrovertido inclusive. A Lío jamás lo escuchó levantar la voz, aunque como bien decía Lucca, en la intimidad era otra cosa. Giró la cabeza y trató de levantarse, pero Dylan aún estaba sobre ella y parecía que la furia no era exclusiva de Lío. —Es Lío, algo debió haber pasado, levántate, por favor— se revolvió ella debajo de el.—¿Por qué? ¿quién es? — dijo, aún sin moverse un solo centímetro. Cómodo sobre ella. —Es mi amigo, ya muévete— empujó su pecho ella. Preocupada de que Lío cumpliera su promesa y derribara la puerta.Una vez que el hombre la soltó, ella se frotó y sacudió la ropa, acomodándosela. Tomó unas respiraciones rápidas y abrió la puerta con una gran y falsa sonrisa.—¡Lío! ¡qué sorpresa! ¿qué sucede? — preguntó, tratando de sonar tranquila. Nada mas alejado a la realidad.—¿Y cómo es eso de que tirarás la puer
Nicki volvió a la sala sonriendo, su amiga la sermoneó unos minutos, pero al tener su promesa de luego explicarle todo, se quedó mas tranquila. Vio a Dylan mirando distraido hacia el patio y tragó fuerte. Ese hombre alteraba su organismo, era demasiado apetecible para su propio bien. Luego de haber llamado a su amiga y decirle que se encontraba genial, que ya conocía al hombre con el que se fue, que no se preocupara y que luego iría a explicarle todo se acercó a Dylan por detrás, el tenía su vista dirigida a Lapita, quien estaba entretenido mordiendo una maceta. —Ya volví, hablé con Ali, por más que conversó con tu hermana, no estaba segura. Gi no le pudo decir gran cosa. ¿Ella no sabe toda la verdad no? —Ryan si lo sabe, mi hermana… no estoy seguro ¿por? —¿Sabes que te dije que seré tu novia, que actuaré como tu perfecta enamorada no? —Mmm…— no le gustaba la dirección que estaba tomando, parecía que en su discurso habría un pero bastante limitador. —Bien, bueno, yo… no puedo eng
Nicki miraba las calles florentinas, aunque lo intentara negar, se sentía sumamente nerviosa, hacer bromas tontas, mentir para hacer un chiste era una cosa, pero contar una historia romántica, ideal y totalmente falsa, eso era una mentira a toda regla. Sin embargo, había algo que la dejaba un poco contenta: sus tíos. Ellos estarían felices al saber que tenía pareja y que se trataba de una relación seria, sólida. Que ella estuviese sola, que no se comprometiera a largo plazo con los hombres los tenía tristes, según ellos ella evitaba las relaciones serias como un modo de castigo, por lo que sucedió años atrás con André. Odiaba que tuviesen razón, pero era mas fuerte que ella. Estropeaba o los dejaba cuando comenzaba a sentir algo mas profundo. Si, estaba segura de que sus tíos estarían por demás alegres. —¿Tú serás quien se encargue de contar la historia si? tenemos que ser lo más creíbles posible— comentó, interrumpiendo sus propias cavilaciones.—Exacto, así que cuando me acerque a
Nicki y Dylan iban hacia la casa de los tíos de ella. En esta oportunidad, Dylan pudo observar que ella estaba aún más nerviosa, si eso era posible. No se la imaginaba así de insegura y desconfiada con lo que pudiera pasar, podría apostar que no le temía a nada ni a nadie. Que ella solita se bastaba. Pero no, allí estaba ella, a segundos de temblar.—¡Hey! Tranquila… ¿tus tíos no son ogros verdad? —No, pero harán muchas preguntas. No sé si quiero ir, ¿qué te parece si regresamos a mi casa y ordenamos nuestras ideas? — dijo ella en una súplica.—Vamos Nicki… no me digas que quieres ir por la salida fácil… no te imaginaba una cobarde.—¿Disculpa? — se envaró ella — ¿yo? ¿cobarde? ¡ja! Ya quisieras…—¿Entonces? — la desafió el, deteniendo el coche a un costado— ¿qué haremos?—Pues continúa— dijo entre dientes, removiéndose incómoda en el asiento.—Claro…— se jactó el de su estrategia.Dylan le hizo preguntas a Nicki sobre sus tíos, ella le explicó que si con su tío hablaba de vinos o al
—Eso mismo— la miró de reojo— me quedaré en tu casa. Mañana nos mudaremos a una casa mas grande. Lo tengo cubierto.—¡Oye! ¿de qué estás hablando? ¡no te quedarás en mi casa! ¡y mucho menos nos mudaremos juntos! — rebatió ella mirándolo anonadada—Estuviste de acuerdo en hacerte pasar como mi fiel y enamorada novia. ¿Cómo alguien se creerá lo nuestro si mientras estamos en el mismo país, en la misma ciudad, vivimos cada uno en un lugar diferente?—Pues— si lo decía así, parecía lógico— podrías preguntar, en lugar de dar por hecho que aceptaré todo lo que digas. ¿Nunca se te negó nada verdad? — lo miró inquisitiva—Estoy acostumbrado a tomar decisiones. Tal vez debí comentarte lo que haríamos— medió el, para darle un poco de gusto.—¿Tal vez? No pienses que porque dije que actuaría como tu novia, tu serás mi jefe. Somos socios en esto, compréndelo— golpeó el puño en su muslo—¿Y por qué me atacas? ¿estás nerviosa porque dormiremos juntos?.—No te ataco, solo ... debato. Y ja, ja...— se
Nicki sentía pequeños besos en la mejilla, en el cuello. Intentó abrir los ojos, pero estaba tan relajada que solo quería disfrutar del calor y placer que le estaban dando. Aspiró y sintió un aroma masculino, se acurrucó, atraída por su toque. Quería disfrutar de ese maravilloso sueño, aunque solo fuera eso, un sueño.Escuchó que ese delicioso espécimen le murmuraba algo en el oído, y le mordía, dicho sea de paso. No entendió, ni quiso hacerlo. Solo sonrió y a tientas, se encontró besando y deleitándose del sabor de Dylan. Si era un sueño, podía hacer lo que deseara. Comenzó a gemir, ansiosa por el. Segundos después, la luz que entraba por la ventana le obligó a abrir los ojos y se dio cuenta de algo. No era un sueño. Estaba en su habitación y Dylan estaba a su lado, sosteniendo su cintura y hundiendo el rostro en su cuello. Jadeó, sorprendida y asustada por encontrarse allí, arrimada y anhelante por el.—Mmm italiana… estas bonita hasta cuando despiertas— continuó el con su acometid