30

*—Antonella:

La semana transcurrió sin sobresaltos. Max y Antonella habían trabajado en armonía, y la tensión que antes marcaba sus interacciones parecía haberse desvanecido. Ambos lo sabían: la mejora en su relación laboral no era casualidad, sino resultado de los momentos secretos que compartían, donde la adrenalina y el deseo les robaban el aliento.

Cada mañana, al llegar Max a la oficina, él encontraba la manera de invitarla a su despacho. Apenas cruzaban la puerta, Max la tomaba entre sus brazos, como si no pudiera esperar un segundo más para tenerla cerca. Su oficina, libre de cámaras, era el único refugio donde podían ser ellos mismos, y Max lo aprovechaba al máximo. La besaba con intensidad, sus manos recorriendo su cuerpo sin reparos. No era raro que, en esos instantes de pasión, él dejara escapar sus deseos más íntimos: “No sabes cuánto quiero hacerte mía, Antonella”, le susurraba al oído mientras acariciaba su rostro.

Antonella disfrutaba esos momentos, aunque una parte de
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo