Inmadura, caprichosa, sé que lo estás disfrutando, que te gusta verme perder la cordura por ti, te gusta tenerme a tus pies, voy a quitarte lo caprichosa Violet.
Ella lo miraba con picardía, haciéndose ideas, recorrió el fuerte cuerpo del hombre e involuntariamente mordió sus labios.—¿Lo ves? Eres una caprichosa, también te deseo Violet, me estás volviendo loco.—Tengo que irme Ignacio…—¿Por qué? ¿Tienes miedo de lo que estás provocando?—¿Miedo? Ignacio no tienes idea de lo que dices.—Demuéstramelo Violet…—Es un privilegio que te costará, Ignacio, si quieres algo debes demostrar que pensarás antes de volver a ofenderme, que puedes confiar en mí.—¿Este es tu castigo? Me estás volviendo loco, Violet te deseo, te necesito —se acercó y rozó su cuello con sus dedos—. No tienes idea de las cosas que me tienes imaginando, y no quiero sonar enfermo, pero…—Tengo que irme —excusó Violet sintiéndose acalorada por aquellas palabras, miradas y roces.—¿Estás segura de que irte es lo que deseas? —la detuvo acorralándola contra la puerta.—Aléjate Ignacio…Violet se sintió víctima de su propio juego al sentir el deseo de quedarse y no negarle lo que su cuerpo pedía a gritos.Ignacio se acercó con astucia, rozando el cuello de la nerviosa mujer.—Ya acepta mis disculpas y dame una oportunidad Violet, prometo no volverá a pasar.Violet lo miró deseando decir que sí, pero optó por dejarse llevar por su orgullo y hacerse la difícil.—Suerte con tu erección, un poco de hielo puede ayudarte, nos vemos.Violet logró escapar, Ignacio dejó caer su cabeza contra la puerta.«Juro que va a volverme loco»Ignacio abrió la puerta y salió de su oficina, puso ambas manos en sus bolsillos, logró verla. Le sonrió a Liana quien lo miraba con gesto confuso.—Llame a la floristería de los últimos días, que lleven sus diez mejores arreglos a la dirección de Violet, como nota, “para la caprichosa, indolente de mi mujer”—Pero se va a molestar, señor O’Kelly.—Que sean 20, así consigo que me visite, no le responda las llamadas después de que lleven las flores, ¿qué sigue en mi agenda?Liana procedió a informarle lo que seguía en la agenda, Ignacio fue a la oficina por las llaves de su auto y móvil, pasó por el área de producción a consultar el inventario, desde ahí salió de la empresa.Se había dirigido a uno de los almacenes anfitriones de su marca, quienes le pedían una nueva colección como la que había lanzado Violet y la querían como modelo. Ignacio dejó claro no podían contar con ella, sin embargo, les dio el contacto para que hicieran negocios directamente con ella.Desde ese lugar se fue a otros asuntos personales, mientras Violet hablaba vía móvil con Zaid, quien le comentaba la posibilidad de otra campaña donativa, Violet estuvo de acuerdo en colaborar, hasta que dejó la llamada para abrir la puerta.—¿La señorita Williams? —preguntó un repartidor.Violet, asintió, le pidieron firmar y empezaron a entrar los hombres con diferentes y grandes arreglos florales, ignorando que ella les pedía detenerse, insistió en que se llevaran los arreglos, pero los hombres se fueron sin más.Violet buscó entre las flores y encontró la nota, sonrió y decidió que no lo llamaría, sabía que quería provocarla y no lo permitiría, Lana salió con juguetes para Salomé.—Wow, ¿vamos a poner una floristería?De inmediato, Salomé mencionó a su padre.Violet, asintió para afirmarle a Lana.—¿Qué vamos a hacer con tantos arreglos? Necesitamos espacio para seguir planeando el cumpleaños de la jefecita.—Esperemos que Salomé, se duerma y me ayudas a meterlas al auto, iré a dejárselas.—¿Solo a eso, Violet?Ella sonrió y evitó responder, olió un arreglo de rosas blancas y decidió que se quedaría con esas y devolvería el resto. Se habían sentado, ella diseñaba el traje que quería usar y el de su hija, mientras hablaba con Lana, contándole sobre sus proyectos.Ignacio había dejado su reunión y visitó varios lugares buscando adelantar el regalo de la jefecita. Al revisar su móvil y no ver mensajes ni llamadas de Violet, llamó a Liana para saber si le había enviado los arreglos.Aceptó que no había conseguido su objetivo, decidió no darle importancia y entraba y salía de lugares que no conseguían complacer su deseo.Había entrado y salido de 4 lugares que no habían logrado ofrecer lo que él buscaba, decidió entrar a un último lugar donde consiguió con exactitud lo que quería. Mientras conducía de regreso a la empresa, a Ignacio se le ocurrió la idea de tatuarse el rostro de su hija.Al ingresar a la empresa, se encontró con Michael, quien le pidió ir a echar un vistazo a los últimos diseños. Lo siguió y al estar de acuerdo, le pidió hacer uso de una de las modelos de campañas anteriores, sabía que no serían el gran éxito, pero tenía asuntos más importantes, al igual que proyectos y nuevas campañas por lanzar que consideraba serían un éxito.Ignacio había llegado y se había dispuesto a trabajar del mismo modo en que desde casa Violet trabajaba, se estaba preparando, no quería un gran evento en el cumpleaños de su hija, pero quería que fuera algo adecuado, como pretendía que fuera su vestuario, cómodo y adecuado, diseñado por ella misma.La hora de irse había llegado e Ignacio, quien no era un hombre de muchas aventuras o planes de ocio, decidió ir a casa, en donde se dispuso a trabajar después de haber llamado a Lana, para dar las buenas noches a su hija y evitar hablar y pensar en Violet.Habían pasado dos horas, desde que había alimentado y hecho dormir a su hija, Violet con ayuda de Lana, puso en su auto 19 de los 20 arreglos florales, se puso algo abrigado y salió con dirección a casa de Ignacio, no había querido la compañía de Lana, mucho menos de Mariska.Ignacio, quien había decidido tomar una ducha y afeitarse, aun cuando no lo necesitaba, salió de su habitación con el cabello húmedo y con una toalla cruzada a por agua.Llamaron a la puerta, extrañado por el modo en que recordaba, solo Fermina, molesta, lo hacía, se dirigió a la misma, al darse cuenta de que era Violet, no le dio importancia al modo en que estaba.Abrió la puerta con una amplia sonrisa, Violet quien tenía listo el insulto, se detuvo al ver el torso desnudo, su marcado abdomen, su cabello húmedo.—Hola, qué linda, me trajiste flores, me siento alagado —cerró un poco la puerta para asomar su rostro—. Violet hola, hola.Concentrada en su marcado abdomen y lo que la toalla le permitía apreciar, Violet reaccionó cuando el hombre le zarandeó su mano frente al rostro, Ignacio se apoyó al marco de la puerta mientras la miraba.—¿No vas a decirme nada, Violet, me trajiste flores?—Tú… ¿Tú estás con alguien?Para mortificarla, Ignacio miró al interior y sonrió con malicia al volver a mirarla.—Que te diviertas —le dejó los cuatro arreglos que había conseguido subir—. Baja por el resto de tus flores.Violet pretendía marcharse y este la alcanzó
Tras esperar unos minutos y no verlo regresar, Violet decidió entrar, desnudo, Ignacio seguía en la llamada.Violet se acercó y acarició su espalda, Ignacio se giró y sonrió, ella pudo escuchar, se trataba de un asunto legal importante.Violet empezó acariciar sus abdominales, para terminar con su mano en el erecto miembro.—¡No! —balbuceó Ignacio al verla ponerse de rodillas—. No, Richard, no estoy hablando contigo, resume el asunto, tengo algo impor…Ignacio apretó sus labios para evitar gemir al sentir la lengua de Violet en su glande.Lo miró con morbo para después escupir en su miembro, Ignacio cerró los ojos e inclinó la cabeza, apoyó el móvil con su hombro y recogió el cabello de Violet, ayudándole a profundizar.—Richard ahora no puedo atenderte, haz lo que puedas —tiró la llamada antes de obtener respuesta.Ayudó a Violet a continuar hasta que sintió debía tomar el control.Le extendió la mano, al tenerla de pies le sonrió y acarició la mejilla para después besarla y subirla
—¿Puedo pensarlo?Se quedó observándola, Violet se mordió el labio y sonrió por lo bajo.—¿Qué te preocupa?—No he vivido antes en pareja, sería mi primera relación seria, honestamente eres mi primer novio Ignacio y…—Marido, seré tu marido Violet. Pero no debes preocuparte, no pretendo atarte, sé que aún tienes mucho que vivir, y experimentar, aunque esta última, espero sea solo conmigo, en asuntos más íntimos, sé que puedes hacer de lo nuestro algo maravilloso, será como tú quieras, pero me encantaría despertar a tu lado todos los días. Ver y recrear recetas venezolanas al desayuno y seguir practicando el Kama sutra.—Me quedaré esta noche, pero lo de vivir juntos, ¿puedo pensarlo?—Por supuesto, solo no te demores mucho —le besó el cuello y se acostó de espaldas.Violet se acomodó sobre su pecho, subió su pierna.—Eres hermosa Violet, tienes una figura de ensueño y ni hablar de tu destreza en la intimidad.—Solo dime qué me quieres Ignacio.—Qué presumida, pero sí, es justo lo que
—Ok, Violet, es tu decisión, no quiero imponerte nada, solo quería asegurar el bienestar de Salomé, no quiero parecer tóxico, solo ten en cuenta que no estoy celoso.—Está bien, no estás celoso, para nada celoso, puedes ayudarme, evaluar mis poses, seguro que todo se verá perfecto, la lencería me quedará hermosa, mira, se verá mejor que esta, solo imagina todo.Ignacio se sirvió más agua.—¿Todo será así diminuto Violet? —inquirió señalándole el panti que usaba, se acercó para mirar mejor—. No está cubriendo debidamente lo que debe cubrir.—Si, incluso, pueden ser más pequeños, a juego con el sostén o la parte superior, hay tantos modelos, diseños, tú lo sabes, eres diseñador, pero le daré mi toque especial, ya sabes, todo se verá mejor cuando lo esté usando y si me preparas, si ayudas con algunas poses…—Basta Violet, no tienes que darme detalles.—Ok, pensé que querías escuchar que no le afectará a Salomé.Violet se dejó la camisa abierta, se acercó a servirse agua, Ignacio la mira
—Solo por ella le daremos importancia —la tumbó aprisionándole las manos—. No me importa reconocer que estaba en un error, quiero que todos sepan que eres mi mujer, alejará a los interesados, no quiero que piensen que eres una mujer libre.—No hubiera imaginado que resultaras tan tóxico, Ignacio.—No soy tóxico, no conozco ese término.—Sí, tampoco eras celoso.—No eran celos, era una estrategia, por cierto, tengo mi regalo para Salomé, ¿tú quieres que compre algo? Lo que desees, ya que no quieres un gran evento, dime exactamente que quieres para nuestra hija.—Algo familiar, ¿tu padre estará fuera para esas fechas?—Sí, está bien, podría poner el mundo a sus pies si quieres, es una O’Kelly.—Sí, también es Mauco, estamos en la misma posición, Ignacio, pero es cuestión de seguridad, por su bienestar.—Lo sé — le dio un beso y se puso de pies.Ignacio revisó su móvil mientras Violet lo miraba.—Eres un desconsiderado con tus empleados, Ignacio, es tarde, tú estás pasando bien, deja al
—Interesante —le acarició los pechos—, ¿qué te gustaría desayunar?—Ah, lo haré en casa, ya nos comimos el postre antes.—Ok, iré a dejarte, a saludar a la jefecita y haré el desayuno, piensa en mi propuesta, prometo que te gustarán los despertares a mi lado. Piénsalo, tú, nuestra hija y yo siendo una familia.—Lo somos, vamos un poco despacio, debo asumir que tendré marido.—Ok, piénsalo, te gustará, me aseguraré de ello.—Muy adecuado, me gustas Ignacio —le acarició el brazo que la arropaba—. ¿Superaste lo de los empleados?—No quiero gustarte, quiero que me ames, Violet. En cuanto a los empleados, de haberlo sabido antes hubiera hecho algo, me gusta que todo funcione, no me gusta forzar las cos… ok, contigo las forzaría todo lo necesario, al punto que voy es que si no me determinan desconozco, no soy mala persona, puedo realizar cambios y adaptarme, si la situación lo requiere.—Lo sé, lo he notado —dijo ella algo ansiosa.—Ok, vamos a la ducha, veo que de veras quieres irte. ¿Sigu
—Ok, solo ese pedacito, y no creas que siempre va a funcionarte.Ella sonrió satisfecha.Él continuó conduciendo, ella comía los chocolates. Al llegar se bajó para abrirle y recoger las compras, Violet se acomodó el abrigo y entró.Desde afuera escucharon los gritos de alegría de Salomé, Violet llamó a la puerta con la esperanza de que su hija la hubiera extrañado tanto como ella.La jefecita agitó sus manos mientras llamaba con alegría a su padre.Lana se acercó a Violet y para evitar hacerla sentir incómoda, empezó a contarle lo que habían hecho con Salomé.—Trajimos algunas cosas para el desayuno, Lana, te pagaré horas extras, te agradezco mucho.—Descuida Violet, siempre has sido muy generosa, sabes que me encanta estar con ella, además tú merecías lo que sea que te hayas quedado haciendo.—Desempolvando la cueva —dijo Mariska acercándose, saludando a todos—. Tienes una cara de que liberaste más que un demonio y ni hablar del robot, parece sacado de fábrica.Violet se sonrojó, par
Ignacio entró a su oficina y realizó algunas llamadas para contratar el personal que se haría cargo de su padre, llamó al hombre con el cual tenía un asunto legal pendiente y quedaron de verse.Una hora después, Ignacio salió de su oficina y le pidió a Liana informar a los empleados de su decisión y de que tenían una reunión al día siguiente.Ignacio dejó las instalaciones para ir a reunirse con el hombre con el cual se disputaban el fallo de una estrategia comercial, de algún modo las malas decisiones de Fermina estaba afectando sus negocios con algunos anfitriones de su marca.Estaba tan decidido a cambiar algunos aspectos de su vida que decidió que perder una vez no sería gran cosa, ya había acumulado suficientes éxitos a lo largo de su trayectoria como el mejor en su sector, se dio cuenta de que tenía asuntos más importantes en los que concentrarse, como el disfrutar de su familia, de la presencia de su padre e hija, de su mujer, por lo mismo decidió ceder, aceptando la derrota.E