Estaba desesperada buscando, realmente habían pasado algunos minutos cuando encontró unos lentes tirados a un lado del edificio. Se imaginó que eso le pertenecía.
Para cuando quiso mirar hacia atrás el hombre ya no estaba, soltó un suspiro y analizó las gafas.-A lo mejor esto no era lo que estaba buscando-Se dirigió hasta su apartamento con las gafas.En cuanto llegó a su habitación, olfateo las gafas, olían a perfume, se asomó a la ventana para poder mirar al hombre, pero desafortunadamente estaba cerrada.Mordió su labio inferior, al saber que por lo menos tenía algo que la acercaban a él. Eso le causaba mucha excitación, por lo tanto no aguanto las ganas y busco su vibrador, lo puso en un nivel bajo, y luego quitó su toalla y comenzó a masturbarse.Tenía las gafas puestas en su nariz, y con sus ojos cerrados se imaginaba que quien la estaba complaciendo realmente era su vecino. Más no su vibrador.Los fluidos de Debora mojaron su sofá, a ella le encantaba meter sus dedos en su privacidad y luego lamerlos. Decía que el sabor de sus jugos era el mejor.Se quedó dormida aún con las gafas en sus manos.A la mañana siguiente despertó de un brinco, no vio el reloj solo corrió hasta su clóset y tomó el uniforme y se lo puso como sea. No sé molestó siquiera en verse al espejo, solo tomó los planos de su dibujo y corrió escaleras abajo como una loca, su cabello estaba hecho un desastre y sus ojos tenían lagañas.Al llegar a la empresa lo primero que encontró fue a su jefe cruzado de brazos mientras miraba su reloj.-Bonitas horas de llegar, Debora-Ruge enojado.-Lo siento, mi gata estaba enferma por eso demore-ella siempre se excusaba con su gata; quien vivía una vida muy feliz.Se sentó en su cubículo y empezó a acomodar su plano, su amiga Angela estaba en otro grupo, ambas estaban compitiendo, para ver con cuál plano se quedaba la empresa.Hoy era la fiesta, como era fin de semana ambas amigas salían del trabajo más temprano.-Debora estaré en tu casa luego, y mucho ojo, procura verte sexi-Aviso Angela.Se despidieron de una ligera sonrisa, Angela estaba muy feliz, claro, Debora no era de andar en fiestas y licor.Al llegar a su casa, lo primero que hizo fue mirar por su ventana, y claro él aún no llegaba, esto ya era un vicio, andar asomándose a cada instante a la ventana. Tomó las gafas de su vecino y se las coloco.-Me las pondré está noche-se echó a reír.La noche había llegado y Debora se colocó la ropa que había pedido por internet junto con su amiga. Aparte de eso pidió unos cuantos objetos eróticos para saciar sus necesidades.Mientras se maquilla escucho un grito el cual provenía de la otra ventana, de inmediato se asomó y vio a su vecino mientras golpeaba la pared del balcón.-¡Maldición!-Gritó su vecino enfurecido.-¿Qué le sucede?-Se preguntó así misma, esta semana su vecino no la estaba pasando bien. Su cuerpo estaba envuelto en una toalla y su cabello estaba despeinado.No lo dudo más y decidió ir de nuevo hasta el apartamento, eso sí, con la excusa de devolverle sus gafas. A decir verdad, le dolía verlo lastimándose.El vigilante no se molestó en preguntar para dónde iba, por ello subió hasta la habitación, estaba muy nerviosa, tanto así que soltó un suspiro antes de girar la manija., por suerte, la puerta estaba abierta, su corazón se acelera un poco, no sabía sí entrar o simplemente quedarse afuera, pero no lo dudo y entró a la habitación, todo estaba oscuro, pero sus ansias de saber qué pasaba, eran más.-¿Estás bien?-Preguntó sin obtener respuestas-Te puedo ayudar-añade mientras camina más adentro, la habitación olía a marihuana, ella sintió mucho temor en ese momento, ya que jamás imaginó que un hombre como él, consumiera ese tipo de sustancias. Soltó un grito cuando escuchó que la puerta se cerró con seguro, sus manos estaban como maracas, agitadas y pálidas-Oye no me asustes-Exclamó en medio de lo que podría ser una sala de estar, ya que sintió como sus manos tocaron un sofá. Su garganta se vio forzada, luego de sentir unas manos encima de su cuello-¡Por favor! ¡No me lastimes!-su voz estaba aterrada.Su cuerpo fue arrastrado hasta una cama, que estaba un poco húmeda, instantáneamente su piel se puso rígida.El hombre se subió encima de ella y comenzó a besar su cuello de manera brusca, mientras Debora se retorcía de dolor.-¿A qué vienes niña?-Susurra el hombre encima de su cuello, esa voz ella la conocía perfectamente, pero está olía a marihuana.En efecto él estaba fumando.-Solo venía a dejar tus gafas-Dijo con voz entrecortada.-No te creo, solo venías por mí.-No, no, solo venía a darte tus gafas-Sintió como sus muslos eran acariciados.-¿Sabías que eres una pequeña molestia para mí?-cuestionó el hombre con cierta necedad.-Por favor no me hagas daño-Él se echó a reír de manera juguetona y luego lamió la mejilla de Debora.-Se que me espías, mujer tonta-Dijo cerca de su oído y eso hizo que ella soltará un suspiro.-No, no lo hago.-Se que te mueres por mi-Sumerge sus manos dentro del cabello de Debora.-No me hagas daño-voceó en un ahogo.-No chiquita, no te haré nada-El hombre llevó su mano con más intensidad hasta uno de sus pezones.No había duda de que a ella le estaba encantando todo este juego, tanto así que se dejó llevar. Aflojó sus manos entregándose a él.-¿Por qué me haces esto?-Preguntó ella, pero el hombre la hizo callar con un beso; Su estómago se retorció, luego de probar esos labios prohibidos, esos labios llenos de arrogancia.El hombre no le permitió hablar más, ya que a cada pregunta que ella le hiciera él le daba un beso.El hombre se detuvo luego de escuchar la bocina de un auto y claro era Angela quién estaba haciendo semejante escándalo.-Es Angela-exclama mientras se intenta incorporar pero el hombre no la deja-Es mi amiga quien me está buscando para ir a la fiesta-Le explica. inmediatamente él se separa de ella.-Anda y lárgate-La echo como un perro.Ella salió espantada de aquella habitación, en el fondo estaba muy feliz pero por fuera estaba en pánico,corrió hasta su apartamento, encontrándose con Angela, quien había entrado con una llave de copia. Debora se asomó a la ventana, y pegó un salto, después de ver a su vecino, quien estaba asomado a la ventana justo mirando hacia la habitación de ella, parecía un fantasma o un tipo de aparato que causaba mucha incertidumbre.-¿Dónde estabas?-Cuestiono Angela exigiendo una buena explicación. Debora no sé inmuta en decirle nada, solo le dijo que fue a la tienda a comprar unos tampones-Amiga la fiesta ya está apunto de empezar, y sabes muy bien que debo ir de primeras no quiero que ninguna babosa toque a mi ex-aviso Angela muy segura.-Otra vez-Debora coloca los ojos en blanco, estaba cansada con el cuento del ex de su amiga -Además porque no llevas el conjunto que pedimos juntas?-Porque mi hermana se enamoró de él, y me tocó dárselo.-Como siempre me dejas mal. Pero bueno, no es novedad.-Debora no es para tanto.-Buenos ya deja de hablar, y vamos rápido.Ambas amigas salieron de la habitación, con una enorme sonrisa, aunque Debora antes de entrar al auto miró nuevamente hacia la ventana, y el hombre aún seguía postrado mirando para donde Debora. Su mirada era fría y distante.Debora se dispuso a salir ahora sí. Llegaron a la fiesta, la cual era de su empresa, estaban celebrando por la inauguración de los nuevos diseños que con tanto esfuerzo habían logrado.En la diapositiva habían muchos diseños, pero el que más llamó la atención fue el de Debora, ella había hecho un hombre sin rostro, el cuerpo de aquel hombre era esculpido por los mismos demonios, pero en su rostro tenía un signo de interrogación.Y eso llamó la atención de las empresas vecinas, quienes se habían fijado en el trabajo de ella.Debora estaba muy emocionada por eso, por tanto decidió beber un poco con su amiga Angela.-Eres la mejor, pero no sé en qué momento diseñaste esa belleza.-Bueno, en realidad, la había hecho hace unos días.-No me digas que ese hombre, es tu vecino-Susurro Angela y ella soltó un suspiro.-En realidad si, es él. El maldito engreído de mi vecino.-No entiendo qué más buscas en él, primero te quita la virginidad y segundo te ignora.-Bueno, eso no importa ahora-Dijo Debora con incomodidad.Los tragos habían hecho de ellas unas locas, ambas saltaban al son de la música urbana, de las pocas veces que había tomado licor, Debora siempre tenía la mala costumbre de quitar su ropa en su balcón, lista para que su vecino la viera desnuda.La fiesta acabó, y claro no faltaron uno que otro piropo de hombres que se fijaron en Debora, en especial Camilo; él es un compañero de trabajo realmente lleva "enamorado" de Debora varios años.Aquel chico es de aspecto agradable, tiene ojos de color marrón, y un cuerpo en forma, aparte, padece de síndrome de Tourette.-Me encanto tu diapositiva, además hoy estás hermosa-Dijo Camilo acercándose a Debora.Debora solo le sonrió y siguió su camino, realmente él estaba fuera de su gusto, no por su síndrome sino más bien por su intensidad.-No entiendo porque no le prestas atención, es un bombón-Dijo Angela refiriéndose a Camilo.-Te dije que no me gusta, además él es muy pasivo, a mi me encanta que sean dominantes.-Lo dices porque eres rechazada constantemente por el idiota de tu vecino.-Te pasas… dijo Debora sin ánimos.Luego de contemplar todos los diseños, las amigas inseparables se disponen a bailar un rato, claro está, Angela era una dura en eso del jazz, mientras que Debora a duras penas podía mover sus pies, ella tenía otra clase de talentos.-Amiga no quiero, si mi padre se entera que ando de bebedora es muy capaz de venir hasta aquí y darme un jalón de cabello-Exclamó
El hombre se situó en el cuello de Debora quien moría de miedo, su respiración estaba muy alterada y eso le encantaba a él, verla como una gallina. -Creo que esto no está bien-Exclamó colocando sus manos temblorosas sobre el pecho de Jarli. La tomó por la cintura y la pegó hasta su pelvis -Serás mía nuevamente -respondió Jarli con una sonrisa diabólica. Debora aflojó sus manos y se dejó llevar por las suaves caricias, luego fue llevada a una cama. La cama tenía un montón de ropa encima; Jarli no era organizado Lentamente le fue quitando el vestido rojo hasta dejarla con los melones colgados, el frío del aire acondicionado hacía que sus picos se pusieran erectos y esto hizo que los ojos de Jarli brillarán tras ver esa imagen tan encantadora. Uno a uno los besaba y tocaba como si fueran un diamante preciado, Debora no sé molesto en quitarle ya que esto la estaba excitando. En un abrir y cerrar de ojos, Jarli estaba azotando su zona más íntima a punta de estocadas suaves, sus meji
Oye déjame salir, enserio.Jarli sonrió con malicia y pasó sus dedos por los labios de Debora. Él podía hacer con ella lo que se le viniera en gana.-Ve a comer y luego te vas-le ordenó con frialdad.Jarli se desplaza hasta la mesa y trae consigo el paquete y la gaseosa, luego lo abre y es una rica pizza, él toma una rodaja y se la entrega a Debora.-Me la puedo llevar a casa y comerla allá.-Mira, haz lo que quieras, en serio hablas demasiado.-¡Mi gata!-Se acordó al instante.-¿Qué pasa contigo?-Preguntó Jarli dejando su pizza en la mesa y así prestar atención a Debora, quien se levantó de su asiento de manera rápida y se volvió un ocho al imaginar a su pequeña gata maullando toda la noche, mientras ella se acostaba con Jarli sin importar una mierd@ si su gata estuviera viva o quizás muerta.-Mi gata, ella durmió sola-Se rasca la cabeza con gran desespero.-Te preocupas por un simple gato-Chasqueo sus labios, y la miró como si eso fuera algo normal.-Ese simple gato, es una reliquia
Debora había realizado su taller a la perfección, luego preparó un guisado de costillas, y se sentó en la ventana a comer.Su balcón era algo pequeño pero acogedor y podía ver el inmenso paisaje que le regalaba el país en el cual se encontraba.-Que hermosa vista-Le dió una probada a su plato.Miro hacia la ventana de Jarli, claro está, su intención era llamar su atención y vaya que lo logró.Jarli se acercó a la ventana mientras se acomodaba sus gafas, al parecer iba a salir, los ojos de Debora se ensancharon.-¡¿Vas a salir?!-preguntó Debora, pero Jarli la miró por unos segundos y luego le respondió.-¡Eso no te incumbe, chismosa!-Ella no lo tomó a mal, solo se rió de su pregunta tan evidente.Jarli se retiró de la ventana y Debora se sintió mal en su interior, pero de repente una idea se le cruzó por la mente.-Tengo que averiguar a qué te dedicas maldito infeliz.De inmediato se fue hasta su clóset y tomó lo primero que vio, no sé molestó en verse al espejo porque se consideraba h
Debora llegó a casa con el corazón roto y se dejó caer en el sofá, sus lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos y rodaron por sus mejillas mientras se sentía abrumada.En ese momento, su gata Mili se acercó a ella y se restregó contra sus piernas, como si pudiera sentir su angustia. Debora sollozó mientras acariciaba el pelaje suave de Mili, agradecida por su presencia reconfortante.-Lo siento, Mili -murmuró Debora entre sollozos-. Parece que todo está saliendo mal. No sé qué hacer.Mili ronroneó suavemente en respuesta, como si intentara consolar a su dueña con su simple presencia. Debora se aferró a ella con fuerza, encontrando un poco de consuelo.Durante un largo rato, Debora y Mili se quedaron juntas en silencio, compartiendo su dolor mutuo en medio de la tranquilidad de su hogar. Aunque las lágrimas seguían cayendo, Debora sintió que al menos no estaba sola, y eso era suficiente.-No puedo llorar por ese cabrón, si él no me quiere ver, es su problema.Debora se levantó de golpe
Debora asintió, mientras temblaba como gelatina. -Sí, lo estoy. Y necesitamos hablar sobre qué vamos a hacer al respecto. Jarlil se quedó en silencio por un momento, y Debora pudo ver cómo la irá empezaba a reflejarse en su rostro. -¡No puedo creer que hayas sido tan irresponsable!-gritó Jarli, su voz llena de furia. Debora se encogió, sintiendo el peso de sus palabras. Las lágrimas empezaron a acumularse en sus ojos mientras luchaba por encontrar las palabras adecuadas. -Lo siento, Jarli. No fue mi intención. Pero ahora necesitamos encontrar una solución juntos. -No puedo creer que hayas sido capaz de eso, ¿Lo hiciste a propósito verdad?. -Porfavor no me hables de esa manera tan cruel. -Eres una zorra-Jarli la miró con desdén antes de bajar de su moto y dar media vuelta para subir a su apartamento dejando a Debora sola con sus miedos y su corazón destrozado. Debora se quedó paralizada por un momento, sintiendo cómo el peso de la situación caía sobre sus hombros. Las palabras
-Solo quería decirte... que bailas increíblemente bien- respondió con timidez.Una sonrisa se formó en los labios del hombre, iluminando su rostro. -Gracias. ¿Te gustaría bailar conmigo?- La invitó extendiendo una mano hacia ella.Debora sintió un cosquilleo de emoción recorrer su cuerpo mientras tomaba la mano del hombre y se dejaba llevar a la pista de baile. Con cada paso, se sentía más cerca de descubrir el misterio que rodeaba a aquel enigmático vecino, pero también más enamorada de su irresistible encanto. Se sintió impulsada por la emoción del momento y la conexión que había surgido entre ella y su vecino. Mientras bailaban, el calor del momento envolvía sus cuerpos, y Debora sentía que el momento era adecuado para expresar lo que estaba en su corazón.-Quiero decirte algo-Dijo Debora mirando profundamente a los ojos del hombre-Estoy enamorada de ti-añade.El hombre la miró con sorpresa, y sus labios se curvaron en una sonrisa suave y misteriosa.-Eso me encanta…. Susurra el h
Jarli.-Amor, la chica de enfrente es rara, ¿no crees?-Dijo Amanda mientras se acercaba a su novio de manera sensual.-No me he fijado en eso, linda.-Bueno, olvidemos eso. Ahora vamos a centrarnos en nosotros, ¿qué dices?-Amanda es muy hermosa, tiene unos ojos muy llamativos.La feliz pareja se besaba apasionadamente. Después del beso, Amanda volvió a mencionar a la vecina.-¿Qué piensas de la chica de enfrente?-preguntó mirando a Jarli con inseguridad.-Mejor ignorala, amor. No quiero que nos distraiga-respondió tratando de cambiar de tema y volver a centrarse en su velada. Amanda asintió con resignación y decidió seguir su consejo, pero algo en su mirada mostraba una curiosidad que Jarli no podía ignorar-¿Que pasa linda?-insiste Jarli mientras le da un beso en sus labios.-No es nada, solo vamos a seguir en lo que estábamos.Jarli carga a su novia y la lleva hasta la cama, en sus ojos brota la lujuria, mientras Amanda suelta un suspiro, lista para llevarse la follada del año.Justo