Carla
Salí súper relajado de la ducha y fui directa a la habitación a vestirme. Me puse un pijama ligero largo, ya que en esta casa siempre hacía mucho calor, me até la toalla al pelo y me dirigí al espejo echarme mis cremas en la cara. Terminé y me miré, el pijama se pegaba un poco en mis pechos y en mi trasero. “Quizás debería comprarme uno más grande para visitas ” pensé mientras intentaba que quedara un poco más separado de mi cuerpo. Sin darle más vueltas salí de mi habitación y me dirigí a la cocina. Allí me encontré a Marc, con música en su móvil mientras cocinaba algo sin camiseta. Se me desvió la vista hacia su espalda, le había visto muchas veces sin camiseta, pero siempre me sorprendía un poco. Marc siempre había tenido un cuerpo increíble, desde que le conocí, espalda ancha, torso definido, pero últimamente se había puesto todavía más en serio a entrenar y los resultados eran más que evidentes. Miré la curva de sus hombros y la definición de sus brazos. Si, cada día que pasaba estaba mejor que el anterior. No me di cuenta de que le estaba mirando tan fijamente hasta que subí la cabeza y me encontré directamente con sus ojos mirándome, divertidos. ”¿Qué, disfrutando de las vistas?“ me dijo intentando avergonzarme. ”Bah, no está mal" dije con desinterés intentando disimular el calor que se había subido hasta mi cara e instalado en mis mejillas. Él subió una ceja y me miró suspicaz. ”ah, ¿no está mal?, bueno a ver si puedo mejorar tu opinión sobre mi de otra forma“ y acto seguido me mostró la sartén con la comida que estaba preparando, dándome tregua y no avergonzándome más. ”Bueno, quizás puedas hacer que cambie un poco de opinión, pero lo dudo“ dije intentando aparentar indiferencia, aunque la verdad es que la comida olía increíble. Él se rió a carcajadas. Un sonido precioso. “Venga, vamos a la mesa que creo que tienes algo muy importante que contarme” Le seguí hasta la mesa, sirvió los platos y nos sentamos. “¿Y bien?” dijo mirándome expectante. ”Ejem ejem” me aclaré la voz y dejé unos segundos en silencio para aumentar la tensión del momento. Dándole vueltas al vino en mi mano.¡Menos teatro y habla claro!, me decía mi madre siempre cuando era pequeña pequeña. ”Venga pesada, deja de hacerte tanto la interesante“ me regañó Marc mientras me empujaba suavemente y se reía. ”Adivina adivinanza, adivinas quién a recibido una llamada muy importante de un sitio muy importante y es la nueva empleada de..“ empecé a decir. No pude ni terminar la frase, Marc de forma increíblemente rápida cogió con cuidado la copa de mi mano y la apoyó junto con la suya en la mesa para, acto seguido levantarme con un gran abrazo y cogerme en volandas y saltar y gritar por toda la habitación ”¿TE HAN COGIDO? ¿TE HAN COGIDO!??? ¿CÓMO NO ME LO HAS DICHO NADA MÁS ENTRAR?? QUÉ ALEGRÍA MÁS GRANDE ME ACABAS DE DAR!” grito dando vueltas todavía por la habitación conmigo en brazos. Le miré con cara de será una broma, ya que nada más entrar había irrumpido en mi baño, pero en un momento me uní a su alegría gritando por toda la casa. Ver cómo Marc se alegraba como si el éxito fuera propio, era una sensación muy reconfortante. Al cabo de un rato le tuve que pedir por favor que me bajara, ya que me estaba mareando. Me bajo todavía emocionado y nos volvimos a sentar en la mesa De la alegría del momento empezamos a beber y a divagar sobre el futuro, la comida además estaba buenísima. Cuando terminamos de comer nos sentamos en el sofá para jugar a algún juego de mesa. He de decir que todo lo bueno que tenía Marc desaparecía cuando jugábamos, era muy competitivo y le gustaba mucho ganar. Seguimos bebiendo y bebiendo, tanto que cuando me di cuenta había pasado ya mi límite ya de por si bajo de tolerancia al alcohol y me estaba empezando a quedar dormida en el sofá. Noté como Marc me cargaba en brazos para llevarme al baño, me obligó a cepillarme los dientes, como a una niña pequeña y me metió en la cama arropándome con cuidado. „¿Te vas?“ pregunté ya muy adormilada y borracha. “¿Quieres que me quede? Así por lo menos habrá alguien que pueda traer un cubo corriendo por si vomitas“ dijo Marc susurrando. ”Siiiii quédate porfa“ dije sin haber escuchado del todo lo que me había dicho. Escuché la ropa de Marc caerse al suelo para después notar el peso de su cuerpo hundiendo el colchón al tumbarse a mi lado. ”que calorcito desprende” pensé antes de caer rendida en los brazos de Morfeo.Me desperté con un dolor de cabeza tremendo y no recordando el final de la noche de ayer. Me empecé a desperezar y de repente noté un cuerpo pegado a mi. Me quedé inmóvil, alguien me estaba abrazando por detrás, y en la zona de mi culo notaba una dureza considerable. Me levanté rápidamente primero asustada, y, tras ver a Marc profundamente dormido, profundamente avergonzada. ¿Le dije que se quedara a dormir?, ¿Pasó algo?, ¿Por qué estábamos tan pegados? Me puse unas zapatillas y una bata y con mucho esfuerzo me dirigí a la cocina a hacerme un buen batido anti resacas con muchas vitaminas y a despejar mi mente de lo que hubiera ocurrido en esa habitación.Estuve leyendo para distraerme un poco hasta que Marc por fin se levantó. “Buenos días campeona, ¿cómo va esa resaca“ dijo de forma totalmente natural, todavía desperezándose y estirando el cuerpo. Le miré mientras lo hacía, el sol que entraba por la ventana le daba directamente en su torso perfectamente bronceado, por deba
Me desperté asustada, ¿Qué hora era?, ¿Llegaría tarde?. Busqué mi móvil rápidamente por la cama, ¿había sonado la alarma? ¿La había pospuesto?. Por fin lo encontré entre las sábanas y lo encendí, las 5:30. Un suspiro enorme salió de mi, menos mal, ni siquiera había sonado la alarma. Me empecé a estirar bostezando. Por fin había llegado el día. Me di una ducha mientras se hacía el café y me intenté tomar un par de tostadas, aunque sólo me pude acabar media, tenía el estómago completamente cerrado. Después fui hacia mi habitación y observé la ropa que me había comprado ayer, ¿Cuál sería la perfecta para el primer día? Estuve unos minutos dándole vueltas y al final me decidí por un traje de dos partes gris plateado muy elegante. Tenía pantalones de pata ancha que se apretaban al llegar a la parte del culo acompañados con un chaleco a juego, me puse una camisa blanca debajo, por encima llevaría sólo mi abrigo largo beige. Acto seguido fui al baño a hacerme mi rutina de crem
Carla Me giré un poco sobresaltad al escuchar esa voz detrás de mi. “¿Sería el jefe?“ pensé, pero lo descarté casi al momento por la forma totalmente irónica en la que había dicho “privacidad” era evidente que no podía haber ninguna privacidad en este sitio siendo todo de cristal. Detrás de mi, apoyado relajadamente en una de las puertas había un joven sonriendo perezosamente. Era alto y atractivo, con pelo moreno en melenita que le llegaba por encima de las orejas abriéndose en dos en su frente, dándole un aspecto juvenil y despreocupado, ojos marrones claros, y un sonrisa que haría desmayarse a muchas a su paso. “Señor Klaus“ dijo Rubi no muy entusiasmada por la intervención no pedida del hombre, “esta es la señorita Alec, su nueva compañera, empezará a trabajar en este despacho“ después se giró hacia mi para dar por finalizada la conversación con el señor Klaus. “Es un placer señorita Alec, mi nombre es Alejandro, si en algún momento necesita algo, estaré en la fila de
Gabriel “Otra reunión inanguantable para hacerme perder el tiempo” pensé recostado en la silla, aburrido ya por la charla interminable y sin conclusiones que estaban teniendo mis subordinados a mi alrededor. “¿Qué opina entonces señor De Luca?” dijo uno de ellos mirándome. Me levanté de mi asiento. “Opino que llevamos dos horas dando vueltas a lo mismo y no hemos llegado a ninguna conclusión, me gustaría posponer esta reunión hasta que obtengan más información sobre esa empresa y por qué alguien querría hacerse con sus datos” dije con indiferencia. Acto seguido cogí mis documentos y salí por la puerta. No soportaba perder el tiempo y mucho menos que me lo hicieran perder. Hace años que era el propietario de esta empresa y había conseguido que en este poco tiempo se convirtiera en una de las empresas más importantes del mundo. Las grandes compañías no dudaban en reclamar nuestros servicios para proteger todas sus bases informáticas o para crear nuevos recursos tecnológic
Me levanté como cada día desde hacía tres semanas, con el sonido horrible de la alarma, pero feliz y satisfecha con mi vida. Fui a por café a la cocina y estaba leyendo las noticias en mi móvil cuando me llegó un mensaje. “Buenos días señora, le mando este mensaje para notificarle que no olvide que tenemos reunión a las 9:30” Solté una carcajada, era Alejandro, mi compañero de trabajo. Estas dos semanas nos habíamos estado conociendo y la verdad es que me estaba empezando a caer muy bien. Hablábamos todos los días y nos ayudábamos a resolver los problemas del trabajo. Tenía que reconocer que Alejandro me alegraba allí la vida, siempre con su cara pilla y sus bromas. Con ese pensamiento llegué al trabajo, sabiendo que Alejandro me esperaba para tomarnos nuestra reglamentaria taza de café. Me bajé del ascensor y allí estaba, con una sonrisa de oreja a oreja. Aunque… hoy le pasaba algo, no le llegaba la sonrisa a los ojos, que parecían muy cansados. “Buenos días, ¿cómo has desc
Me desperté sobresaltada y gritando.Busqué la luz rápidamente y la encendí. Gotas de sudor caían por mi frente.Otra vez pesadillas, hacia mucho que no me pasaba, pero siempre me despertaba con una sensación horrible que permanecía en mis entrañas durante todo el día. Una mezcla de angustia y miedo.Siempre soñaba sobre lo mismo, la muerte de mi padre y la desaparición de mi madre, y cómo cambió mi vida después de eso. Me quedé sola a los 15 años, sin familiares ni nadie que quisiera atenderme. Al principio caí en un agujero negro de tristeza del que pensé que jamás podría salir. Dormía en casas abandonadas y robaba comida para sobrevivir pero sin tener realmente ganas de seguir viviendo. La gente con la que me cruzaba me miraba con desprecio o desviaban la mirada. Por dios era una NIÑA, ¿cómo puede ser que nadie me ayudara?. Aprieto los puños con rabia.Hasta aquel día que ÉL me recogió, aprieto más la mandíbula. Roger Klein, el hombre que creía que iba a salvarme y acabó destru
Ahí estaba, avanzando por el pasillo bajo la mirada de ese hombre imponente y serio. ¿Tal había sido la magnitud de los daños como para que se presentara el señor De Luca personalmente? En estos momentos quería que la tierra me tragase. Llegué a donde estaban sin atreverme a levantar la mirada. ¿Por qué no decían nada? “He llegado lo antes posible” dije para romper el silencio “Señorita Alec, el señor Klaus ha resuelto ya el problema de filtración de datos, ahora deberemos valorar de qué magnitud ha sido” dijo Rubi cortándome. El señor De Luca se irguió y me miró con frialdad. “La quiero al final del día en mi despacho señorita Alec” dijo y vi cómo se alejaba por el pasillo. Rubi se marchó detrás sin decir una palabra más. “Hola…” le dije a Alejandro cuando se marcharon “siento que te hayas visto envuelto en este lío” Alejandro suspiró. “No pasa nada, yo ya estaba aquí, y sabes que estoy encantado de ayudarte. He he hecho un arreglo temporal, tendrás que
Me fui acercando al despacho del señor De Luca y mi ansiedad fue subiendo con cada paso que daba a enfrentarme a ese poderoso hombre. Respiré hondo. Haciendo un acopio de fuerzas y llamé a la puerta sintiendo su abrasadora mirada vigilando cada movimiento que hacía. “Entre” dijo el señor de Luca con voz grave. Entré por la puerta y ahí estaba, recostado sobre su butaca negra con los brazos cruzados.“Siéntese” me ordenó.“Señorita Alec, supongo que ya sabrá quién soy, me presento formalmente, soy el señor De Luca, jefe y dueño de esta empresa”Asentí con la cabeza.Se levantó y se puso delante de mi, apoyado ligeramente sobre su mesa, pero de pie, lo que me obligaba a mirarle desde abajo, posición que me incomodó un poco.“No son las mejores condiciones para conocernos, pero así ha ocurrido.” dijo con tono neutro.Tragué saliva.“Cómo debe de haber visto en el informe, ha cometido un error muy grave, gracias al cuál se han filtrado datos muy importantes de una gran empresa.”