7. Señor de Luca

Gabriel

“Otra reunión inanguantable para hacerme perder el tiempo” pensé recostado en la silla, aburrido ya por la charla interminable y sin conclusiones que estaban teniendo mis subordinados a mi alrededor.

“¿Qué opina entonces señor De Luca?” dijo uno de ellos mirándome.

Me levanté de mi asiento.

“Opino que llevamos dos horas dando vueltas a lo mismo y no hemos llegado a ninguna conclusión, me gustaría posponer esta reunión hasta que obtengan más información sobre esa empresa y por qué alguien querría hacerse con sus datos” dije con indiferencia.

Acto seguido cogí mis documentos y salí por la puerta. No soportaba perder el tiempo y mucho menos que me lo hicieran perder.

Hace años que era el propietario de esta empresa y había conseguido que en este poco tiempo se convirtiera en una de las empresas más importantes del mundo. Las grandes compañías no dudaban en reclamar nuestros servicios para proteger todas sus bases informáticas o para crear nuevos recursos tecnológicos para sus empresas.

Cogí el ascensor mientras me pasaba una mano por el pelo pensando en todas las reuniones que tendría hoy. Lo que tenía claro y la experiencia me lo demostraba cada día, es que si si quieres que algo se haga rápido y bien lo tienes que hacer tú mismo.

Llegué a la planta de mi despacho y empecé a cruzar el pasillo cuando empecé a escuchar voces que provenían del final, del lugar donde se encontraba mi despacho.

Una parecía venir de mi asistente personal, la señorita Philip, pero la otra no la reconocía.

Me fui acercando y me encontré a las dos mujeres de espaldas. Miré a la mujer de la cual no reconocía la voz. Iba enfundada en un traje gris de dos piezas, con una camisa elegante abajo y unos pequeños tacones. No se habían dado cuenta de que estaba allí, así que me quedé un poco más observando. Los pantalones se iban estrechando hasta desembocar en un culo bastante marcado, apretado por la tela del pantalón.

“Interesante” pensé. Y justo en ese momento la escuché preguntar por mi despacho.

“Es mío” dije sobresaltándolas.

“Señor De Luca, no sabía que su reunión terminaría tan pronto, estaba enseñándole las instalaciones a la nueva empleada, la señorita Alec” contestó la señorita Philip .

La miré sin hacer mucho caso a lo que me decía y le recordé que confirmara mi reunión de mañana. Después me di la vuelta y me metí en mi despacho, dejándolas ver qué la visita en este zona estaba finalizada.

Escuché cómo se iban y noté que alguien se giraba furtivamente a mirarme. Era la mujer nueva, ¿cómo había dicho mi asistente que se llamaba? Señorita Alec o algo así.

Levanté la mirada para clavar mis ojos directamente en los suyos, se quedó un poco paralizada lo que aproveché para poder observar su cara. Maquillaje ligero, pelo castaño que caía en ondas, cara fina y suave, labios gorditos y ojos que parecían color miel, aunque de eso no estaba muy seguro ya que a esta distancia no se apreciaban bien.

“Muy interesante” pensé sosteniendo la mirada.

Reaccionó y se dio la vuelta deprisa, lo que me volvió a dar una visión de sus pantalones apretados.

Y entonces recordé, ya me había cruzado con esta mujer antes, en el ascensor, cuando me tiró el café por encima arruinándolo para el resto del día.

“Tendré que estar atento a lo que hace, no quiero que arruine mi empresa por no estar pendiente de lo que tiene que estar” pensé con desprecio.

El resto del día fue un continuo ir y venir de llamadas y correos. Me quedé un poco más de tiempo para resolver todo antes de volver a mi casa.

Al llegar me desnudé completamente y, aunque ya era de noche, me metí en mi piscina para relajarme un poco. Después salí, me puse una bata y me dirigí a la casa.

Me senté en el sofá de mi casa con una copa en la mano.

Me puse a repasar el día para comprobar que no se me había pasado nada y mi mente volvió al encuentro en mi despacho.

Cogí mi teléfono y marqué un número. Pitidos.. y al final una voz algo somnolienta se puso al teléfono.

- “¿Señor De Luca? Qué puedo hacer por usted?”

- “Buenas noches señor Klaus, me gustaría pedirle algo. Quiero que investigue a la señorita Alec, su nueva compañera, ya sabe, vida, antecedentes, familiares, parejas… todo lo que pueda encontrar.”

- “Por supuesto señor De Luca, veré lo que puedo encontrar”

- “Buenas noches señor Klaus”

Colgué el teléfono satisfecho e impaciente por ver qué conseguía encontrar Klaus sobre es chica.

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