Capítulo 91 – Renovación de votosBrenda:Cuando al fin tuve un momento de paz, luego de mucho tiempo, pude hacer una retrospectiva de lo que fue mi vida este último año y, mirándola desde lejos, diría que da un poco de miedo. Si bien mi abuela era una tirana sin corazón, era la única familia que tenía luego de la muerte de mis padres, y el hecho de que me hubiera vendido, porque eso fue lo que hizo, al mejor postor es algo que le congelaría la sangre en sus venas a cualquiera, así que ahora me la congelaba a mí. Lo que pasé los primeros meses a manos de Izan no tenían comparación a lo que viví en manos del verdadero Mateo. Los primeros tiempos quise morir, pero el destino me tenía preparada una broma macabra, pues me enamoraría de mi abusador, sí de Izan Amery. Un hombre frío y despiadado, que poco le importó que yo fuera una chiquilla 12 años menor que él y sin experiencia ninguna, sin embargo también era un hombre amoroso y protector que demostró ser capaz de hacer cualquier cosa p
Capítulo 1 – Hace 15 añosNarrador:Los Amery se disponían a pasar un fin de semana de familia en la casa del campo. Últimamente el padre había estado muy ausente debido a las responsabilidades de sus negocios, por ello quería compensarlos con este breve viaje de fin de semana‒ Chicos, ¿ya subieron sus bolsos al coche? – preguntó la madre al pie de la majestuosa escalera que unía el salón principal con el pasillo que llevaba a sus dormitorios‒ Si, mami, ya voy – dijo mientras corría hacia ella con su mochila colgando de sus hombros Mateo, el mayor de los gemelos‒ ¿Tu hermano?‒ En su dormitorio, ya sabes que le gusta estropearlo todo‒ Ve al coche que tu padre ya está allí – el niño obedeció y ella se dirigió al dormitorio de Izan. Al entrar lo encontró recostado en la cama con los auriculares puestos, se acercó y se los quitó - ¿Qué parte de “ya nos vamos”, no has entendido Izan?‒ ¿Me puedo quedar?‒ No‒ Es que no quiero irLa madre se sentó junto a él y le acarició la cabeza.‒
Capítulo 2 – BrendaNarrador:‒ Doña Elmira, usted debe mucho dinero, no solo a nuestro banco sino a muchas instituciones financieras lícitas y no tan lícitasLe había dicho Izan a la anciana en una visita que realizó a su casa‒ Pero no cuento con el dinero para saldarles, ¿podrían hacer un plan a plazos?‒ Lo siento, usted ya ha usado todas las alternativas y no ha podido ponerse al día, además si le diéramos a pagar por mes, como solicita, con el monto de su deuda no le darían los años que le quedan de vida‒ ¿Pero entonces como voy a pagarles?‒ Nos quedaremos con su casa y… – pero fue interrumpido por una joven que irrumpió en el salón‒ ¿Abuela, sabe dónde está…? – se detuvo y quedó mirando al extraño hombre que estaba hablando con su abuela – disculpe, no sabía que estaba ocupada con visita‒ Vete de aquí, ni*ña insolente, ¿no ves que estoy ocupada?La joven agachó la cabeza y abandonó la habitación‒ O tal vez podamos llegar a otro tipo de arreglo y usted pueda mantener su cas
Capítulo 3 – La bodaNarrador:Brenda se encontraba ya en casa de Mateo Amery, pasaron unos días y no lo había visto desde que lo conoció en casa de su abuela. Pero la casa era un torbellino de idas y venidas por los aprontes de la boda. Le habían hecho probar miles de vestidos, hasta que se encontró con el perfecto. La joven estaba realmente asustada, no tenía idea de lo que le depararía el futuro, la única certeza que tenía era que se casaría con un hombre que no conocía, bastante mayor que ella y paralítico. Cuando llegó el momento caminó hasta el altar, sola, bajo la atenta mirada de los allí presentes, que no eran muchos, la ceremonia era más bien íntima, solo un puñado de invitados. Al llegar frente al sacerdote, sus sentidos se perdieron, lo único que alcanzó a escuchar fue‒ Los declaro marido y mujerMiró su mano y tenía un anillo de bodas, no recordó cuando se lo colocaron, ni nada de lo dicho anteriormente. Giró y bajó la mirada para ver al hombre que yacía a su lado sentad
Capítulo 4 – Como un fantasmaBrenda:Todo había pasado tan rápido, mis padres murieron, fui a casa de mi abuela y ahora estaba casada. Tanto cambio me estaba siendo imposible de procesar. Salí de la ducha y me metí en la cama, esperando pasar una buena noche ya que venía de muchas sin casi pegar un ojo. Cuando lo estaba logrando sentí la fina seda sobre mi piel y unas manos estrujaron mi cadera. Sin darme cuenta estaba atada a la cama desnuda a merced de un hombre que ni siquiera veía por la oscuridad. Su sombra de barba rozó toda mi piel, generando que se erizara. Sentía pánico y cuando me dijo que haríamos el heredero que necesitaba mi esposo creí morir, yo nunca había estado con un hombre y no creí que lo fuera a estar, menos esa noche, pero allí estaba siendo atacada por unos abrasadores labios que quemaban mi piel. Cuando metió su lengua en mi boca, al principio me resistí, pero luego me entregué, pues reconozco que me terminó gustando. Pero al meterse en mi entrepierna, me hizo
Capítulo 5 – Inseminación artificialBrenda:Ese hombre me ponía sumamente nerviosa, se suponía que nuestro matrimonio era solo un trámite, pero ahora se había convertido en algo más. Traté de hablar con mi abuela para ver la manera de anular el trato, pero no me respondía a ninguno de sus teléfonos, todos me decían fuera de servicio, estaba enloqueciendo. Me sentía aún más sola que antes, no tenía con quien hablar ni a quien pedirle ayuda. Pasé todo el día encerrada en mi dormitorio, de pronto miré por la ventana hacia el jardín y vi a Jordan, el primo de Mateo, me había parecido muy simpático en la boda, así que bajé corriendo las escaleras para ir hasta donde se encontraba‒ Jordan, buenas tardes, ¿me recuerdas?‒ Claro que sí, eres mi flamante prima – y me dio un beso en la mejilla – lo que no recuerdo es tu nombre, perdona, soy un desastre para eso‒ Descuida, suele pasarme, soy Brenda‒ Y cuéntame Brenda, ¿cómo has estado, como te ha sentado la vida de casada? – inmediatamente r
Capítulo 6 – Las bragas que le gustarán a IzanNarrador:Brenda volvió a recluirse en su dormitorio, pero la paz le duraría muy poco‒ ¿Qué haces aquí? – le preguntó a Mateo cuando abrió la puerta y entró‒ Necesito que hablemos‒ Ya hemos hablado y lo único que me ha quedado en claro es que soy tu prisionera y la esclava de tu hermano, del cual, no puedo ni decir su nombre‒ Creo que hay cosas que debemos aclarar y pautas que debemos establecerBrenda se sentó en la cama a escuchar lo que Mateo tenía para decirle ya que era evidente que ese hombre no se marcharía de su habitación hasta que lo hiciera.‒ Bien, te escucho‒ Primero que nada, no eres mi prisionera, eres mi esposa y segundo no eres la esclava de Izan, tu interacción con él será por poco tiempo, hasta que quedes en cinta, luego no lo volverás a ver, tienes mi palabra‒ Entenderás si te digo que me es un poco difícil confiar en tu palabra, luego de que le diste carta blanca a tu hermano para que abusara de mí, con tal de c
Capítulo 7 – El tilo y la pastillaBrenda:Luego de beber el té y tener una conversación amena con la joven, quien resultó ser hija de la cocinera, que estudiaba en la Universidad pero estaba pasando con su madre las vacaciones en la mansión, volví a mi dormitorio. Mi cuerpo no dejaba de temblar, así que decidí darme un baño caliente y meterme en la cama. De todas formas no dejé de temblar, tenía pánico de lo que se avecinaba. Las palabras “tenemos una cita mañana” con esa voz grave y profunda que tenía mi agresor, retumbaron durante todo el día en mi cabeza, pero al llegar la noche era lo único que escuchaba. Era imposible que tratara de evitar lo que se avecinaba, así que decidí acostarme completamente desnuda, de esa forma vendría haría lo suyo y se iría sin demasiada demora, con un poco de suerte el té haría su trabajo y yo permanecería dormida mientras eso pasaba. El tilo y una pastilla para dormir, que me facilitó Ema, hicieron su efecto, casi arrastrándome llegué a la cama y ni