Capítulo 88 – el ginecólogoNarrador:El hecho de que Mateo encontrara las llaves en el suelo fuera de la puerta de su habitación, hizo que empezara a ser más precavido y no las dejara tan descuidadamente en cualquier sitio, a lo que siempre las llevaba con él, atadas con una cadena a su cinturón y en la noche, cuando dormía, no solamente pasaba el cerrojo en su habitación, sino que las guardaba en una pequeña caja fuerte que tenía oculta detrás de un cuadro. Así que Ema ya no pudo llevarle el móvil a Brenda para que se comunicara con Izan, ya que la paranoia de Mateo hacía que Ema no pudiera tener el móvil consigo cuando iba a llevar comida para Brenda, pero como no sospechaba que ella la estaba ayudando no lo revisaba, con que ella lo dejara en la mesa que estaba en el pasillo junto a la puerta del dormitorio de su esposa, le era más que suficiente.– Brenda – respondió Izan la llamada entrante con mucha expectación– No, señor Amery, soy Ema – dijo en tono bajo – lamento decepciona
Capítulo 89 – no eres aptaNarrador:Como ya se le había hecho costumbre, Mateo irrumpe en la habitación de Brenda, cosa que hace sobresaltar a la joven quien se estaba quedando dormida luego del almuerzo.– Brenda, he conseguido hora con tu ginecólogo para ésta tarde– ¿en serio?, no esperaba que fuera tan rápido – en realidad sentía alivio, pues sabía que había altas probabilidades de que Izan usara esa salida para rescatarla– Quiero que todo esté en orden para que puedan hacer la inseminación artificial cuanto antes– ¡por supuesto! Estoy lista para cumplir con mi parte del trato, espero que luego tu cumplas con la tuya – Mateo solo gesticuló una mueca – ¿a qué hora es?– A las 4, así que será mejor que te prepares, salimos a las 3 y mediaUna vez en el consultorio fue atendida de inmediato– ¿Podríamos hacer la revisión detrás del biombo? – le preguntó al doctor y luego dirige su mirada a Mateo – si a ti no te molesta cariño– ¡No, claro que no!, como te sientas más cómoda – pues
Capítulo 90 – la marca de sangreNarrador:Izan lo ve caer con horror y corre hacia él, que yace en el suelo, se arrodilla a su lado, toma la cabeza de su hermano con desesperación y le ruega que no se muera– No te mueras hermano, no te mueras – grita llorando– Viví muchos años de prestado, tendría que haber muerto en aquel accidente – respondió con mucha dificultad– Pero no lo hiciste, podemos arreglar las cosas, como siempre lo hacemos– Nunca lo hicimos – tosió y un borbollón de sangre salió por su boca – yo jamás te perdoné – y en un suspiro la vida lo abandonóIzan desesperado y sin importarle la crueldad de las últimas palabras de su hermano, lo sacude tratando de revivirlo. Brenda, quien se suelta del agarre de Luka, corre a su lado para abrazarlo, pero Izan no reacciona, sigue llorando y sacudiendo el cuerpo, ahora sin vida, de su hermano.– Izan mi amor – y lo abraza con fuerza– He visto morir a toda mi familia, ya no me queda nada, ¿qué va a ser de mí?– No Izan, estoy y
Capítulo 91 – Renovación de votosBrenda:Cuando al fin tuve un momento de paz, luego de mucho tiempo, pude hacer una retrospectiva de lo que fue mi vida este último año y, mirándola desde lejos, diría que da un poco de miedo. Si bien mi abuela era una tirana sin corazón, era la única familia que tenía luego de la muerte de mis padres, y el hecho de que me hubiera vendido, porque eso fue lo que hizo, al mejor postor es algo que le congelaría la sangre en sus venas a cualquiera, así que ahora me la congelaba a mí. Lo que pasé los primeros meses a manos de Izan no tenían comparación a lo que viví en manos del verdadero Mateo. Los primeros tiempos quise morir, pero el destino me tenía preparada una broma macabra, pues me enamoraría de mi abusador, sí de Izan Amery. Un hombre frío y despiadado, que poco le importó que yo fuera una chiquilla 12 años menor que él y sin experiencia ninguna, sin embargo también era un hombre amoroso y protector que demostró ser capaz de hacer cualquier cosa p
Capítulo 1 – Hace 15 añosNarrador:Los Amery se disponían a pasar un fin de semana de familia en la casa del campo. Últimamente el padre había estado muy ausente debido a las responsabilidades de sus negocios, por ello quería compensarlos con este breve viaje de fin de semana‒ Chicos, ¿ya subieron sus bolsos al coche? – preguntó la madre al pie de la majestuosa escalera que unía el salón principal con el pasillo que llevaba a sus dormitorios‒ Si, mami, ya voy – dijo mientras corría hacia ella con su mochila colgando de sus hombros Mateo, el mayor de los gemelos‒ ¿Tu hermano?‒ En su dormitorio, ya sabes que le gusta estropearlo todo‒ Ve al coche que tu padre ya está allí – el niño obedeció y ella se dirigió al dormitorio de Izan. Al entrar lo encontró recostado en la cama con los auriculares puestos, se acercó y se los quitó - ¿Qué parte de “ya nos vamos”, no has entendido Izan?‒ ¿Me puedo quedar?‒ No‒ Es que no quiero irLa madre se sentó junto a él y le acarició la cabeza.‒
Capítulo 2 – BrendaNarrador:‒ Doña Elmira, usted debe mucho dinero, no solo a nuestro banco sino a muchas instituciones financieras lícitas y no tan lícitasLe había dicho Izan a la anciana en una visita que realizó a su casa‒ Pero no cuento con el dinero para saldarles, ¿podrían hacer un plan a plazos?‒ Lo siento, usted ya ha usado todas las alternativas y no ha podido ponerse al día, además si le diéramos a pagar por mes, como solicita, con el monto de su deuda no le darían los años que le quedan de vida‒ ¿Pero entonces como voy a pagarles?‒ Nos quedaremos con su casa y… – pero fue interrumpido por una joven que irrumpió en el salón‒ ¿Abuela, sabe dónde está…? – se detuvo y quedó mirando al extraño hombre que estaba hablando con su abuela – disculpe, no sabía que estaba ocupada con visita‒ Vete de aquí, ni*ña insolente, ¿no ves que estoy ocupada?La joven agachó la cabeza y abandonó la habitación‒ O tal vez podamos llegar a otro tipo de arreglo y usted pueda mantener su cas
Capítulo 3 – La bodaNarrador:Brenda se encontraba ya en casa de Mateo Amery, pasaron unos días y no lo había visto desde que lo conoció en casa de su abuela. Pero la casa era un torbellino de idas y venidas por los aprontes de la boda. Le habían hecho probar miles de vestidos, hasta que se encontró con el perfecto. La joven estaba realmente asustada, no tenía idea de lo que le depararía el futuro, la única certeza que tenía era que se casaría con un hombre que no conocía, bastante mayor que ella y paralítico. Cuando llegó el momento caminó hasta el altar, sola, bajo la atenta mirada de los allí presentes, que no eran muchos, la ceremonia era más bien íntima, solo un puñado de invitados. Al llegar frente al sacerdote, sus sentidos se perdieron, lo único que alcanzó a escuchar fue‒ Los declaro marido y mujerMiró su mano y tenía un anillo de bodas, no recordó cuando se lo colocaron, ni nada de lo dicho anteriormente. Giró y bajó la mirada para ver al hombre que yacía a su lado sentad
Capítulo 4 – Como un fantasmaBrenda:Todo había pasado tan rápido, mis padres murieron, fui a casa de mi abuela y ahora estaba casada. Tanto cambio me estaba siendo imposible de procesar. Salí de la ducha y me metí en la cama, esperando pasar una buena noche ya que venía de muchas sin casi pegar un ojo. Cuando lo estaba logrando sentí la fina seda sobre mi piel y unas manos estrujaron mi cadera. Sin darme cuenta estaba atada a la cama desnuda a merced de un hombre que ni siquiera veía por la oscuridad. Su sombra de barba rozó toda mi piel, generando que se erizara. Sentía pánico y cuando me dijo que haríamos el heredero que necesitaba mi esposo creí morir, yo nunca había estado con un hombre y no creí que lo fuera a estar, menos esa noche, pero allí estaba siendo atacada por unos abrasadores labios que quemaban mi piel. Cuando metió su lengua en mi boca, al principio me resistí, pero luego me entregué, pues reconozco que me terminó gustando. Pero al meterse en mi entrepierna, me hizo