Capítulo 84 – La traiciónNarrador:Mateo irrumpió en la habitación de Brenda y cerró la puerta con fuerza. Sus ojos destilaban furia mientras enfrentaba a la mujer que desafiaba su control.–Brenda, esto se ha acabado. Si no haces exactamente lo que digo, Izan pagará las consecuencias.– ¿De qué estás hablando Mateo?, ¿hacer que cosa?, ¿qué tiene que ver Izan? – preguntó sorprendidaMateo esbozó una sonrisa siniestra.– Tengo a Izan justo donde quiero. ¿Quieres que siga con vida? Entonces, escucha con atención.– ¿De qué carajos estás hablando? Pareces un mafioso salido de una mala película– Tú me obligaste a eso– Sigo sin entender– Sé que hoy a las 2 se quedaron de encontrar en el aeropuerto para fugarse juntos– ¿Pero qué locura estás diciendo?– Ninguna locura y lo sabesSe acercó a la mesa de noche y tomó el móvil de Brenda, pues ella no esperaba que el fuera y no le dio tiempo a esconderlo. Brenda comenzó a temblar. Entonces Mateo lo abrió y localizó el mensaje de Izan– No t
Capítulo 85 – Tu palabra no valeNarrador:El regreso a la mansión fue en total silencio. Brenda estaba cabizbaja, así como destruida por dentro, un trozo de su corazón se había quedado en el aeropuerto junto con Izan, el otro dentro de su pecho pero en mil pedazos. Mateo saboreaba su retorcida victoria. Al llegar lo primero que hizo fue despojar a Brenda de su móvil y conducirla a su habitación, la cual se convertiría en su prisión de ahora en más. En el angosto pasillo que llevaba a dicha habitación, se cruzaron brevemente con Ema, testigo involuntario de la tragedia y responsable de que Mateo supiera sus planes. Se encontró con los ojos de Brenda y la vergüenza se apoderó de ella, mientras las miradas se entrelazaban.– Lo siento mucho Brenda – dijo bajando la cabeza y tratando de esquivar la mirada– No es tu culpa, es solo mía por haber confiado en ti – le respondió con una mezcla de rencor, desesperación y humillación, lamentando lo que una vez fue su amistadEl silencio volvió
Capítulo 86 – todo es mi culpaNarrador:La noche llegó y con ella toda la incertidumbre de un futuro no muy prometedor para la joven que ahora era cautiva de su esposo. La cena debe serle llevada a lo que Mateo, con su autoridad intimidante le ordena de Ema que lo haga, quien se resiste– Ema tienes que llevarle la comida a Brenda– No, señor Amery no puedo hacer eso, no me lo pida, no es justo– ¿Justo?, ¿acaso tú crees que es justo lo que está viviendo Brenda por tu culpa?, porque es tu culpa y lo sabes, así que ve y hazlo, es parte de tu castigo, no tienes opciónA pesar de la negativa inicial de Ema, Mateo la obliga a enfrentarse a la difícil situación de obedecer sus órdenes o perder su futuro universitario. Finalmente decide llevarle la cena a Brenda. La habitación se encuentra en un tenso silencio cuando Ema cruza la puerta, llevando la bandeja con el plato. Brenda la observa desafiante y rompe el silencio– ¿vienes a disfrutar del espectáculo?– No es así Brenda, lo siento mu
Capítulo 87 – Las llavesNarrador:Ema, con el corazón latiéndole a un millón de pulsaciones por segundo y a punto de salírsele del pecho, se mete sigilosamente en la habitación de Mateo mientras él se encuentra durmiendo. Logra al fin acercarse a la mesa de noche que tiene las llaves para liberar a Brenda de su prisión. Cuando casi las alcanza, Mateo resopla profundamente, Ema queda paralizada por el pánico de que se despierte y la descubra, pero la suerte está de su lado y Mateo vuelve a sumirse en un profundo sueño. Así que se hace de las llaves, sintiendo la fría textura en sus manos temblorosas. Con en preciado tesoro entre sus manos, se retira de la habitación, cerrando con suavidad la puerta para no despertar al monstruo que duerme dentro. Ahora, ya con las llaves en su poder, corre hacia la habitación donde se encuentra la joven cautiva. Brenda escucha la llave entrar en la cerradura y el cerrojo destrancarse, el pánico se apodera de ella y salta de la cama para dirigirse al r
Capítulo 88 – el ginecólogoNarrador:El hecho de que Mateo encontrara las llaves en el suelo fuera de la puerta de su habitación, hizo que empezara a ser más precavido y no las dejara tan descuidadamente en cualquier sitio, a lo que siempre las llevaba con él, atadas con una cadena a su cinturón y en la noche, cuando dormía, no solamente pasaba el cerrojo en su habitación, sino que las guardaba en una pequeña caja fuerte que tenía oculta detrás de un cuadro. Así que Ema ya no pudo llevarle el móvil a Brenda para que se comunicara con Izan, ya que la paranoia de Mateo hacía que Ema no pudiera tener el móvil consigo cuando iba a llevar comida para Brenda, pero como no sospechaba que ella la estaba ayudando no lo revisaba, con que ella lo dejara en la mesa que estaba en el pasillo junto a la puerta del dormitorio de su esposa, le era más que suficiente.– Brenda – respondió Izan la llamada entrante con mucha expectación– No, señor Amery, soy Ema – dijo en tono bajo – lamento decepciona
Capítulo 89 – no eres aptaNarrador:Como ya se le había hecho costumbre, Mateo irrumpe en la habitación de Brenda, cosa que hace sobresaltar a la joven quien se estaba quedando dormida luego del almuerzo.– Brenda, he conseguido hora con tu ginecólogo para ésta tarde– ¿en serio?, no esperaba que fuera tan rápido – en realidad sentía alivio, pues sabía que había altas probabilidades de que Izan usara esa salida para rescatarla– Quiero que todo esté en orden para que puedan hacer la inseminación artificial cuanto antes– ¡por supuesto! Estoy lista para cumplir con mi parte del trato, espero que luego tu cumplas con la tuya – Mateo solo gesticuló una mueca – ¿a qué hora es?– A las 4, así que será mejor que te prepares, salimos a las 3 y mediaUna vez en el consultorio fue atendida de inmediato– ¿Podríamos hacer la revisión detrás del biombo? – le preguntó al doctor y luego dirige su mirada a Mateo – si a ti no te molesta cariño– ¡No, claro que no!, como te sientas más cómoda – pues
Capítulo 90 – la marca de sangreNarrador:Izan lo ve caer con horror y corre hacia él, que yace en el suelo, se arrodilla a su lado, toma la cabeza de su hermano con desesperación y le ruega que no se muera– No te mueras hermano, no te mueras – grita llorando– Viví muchos años de prestado, tendría que haber muerto en aquel accidente – respondió con mucha dificultad– Pero no lo hiciste, podemos arreglar las cosas, como siempre lo hacemos– Nunca lo hicimos – tosió y un borbollón de sangre salió por su boca – yo jamás te perdoné – y en un suspiro la vida lo abandonóIzan desesperado y sin importarle la crueldad de las últimas palabras de su hermano, lo sacude tratando de revivirlo. Brenda, quien se suelta del agarre de Luka, corre a su lado para abrazarlo, pero Izan no reacciona, sigue llorando y sacudiendo el cuerpo, ahora sin vida, de su hermano.– Izan mi amor – y lo abraza con fuerza– He visto morir a toda mi familia, ya no me queda nada, ¿qué va a ser de mí?– No Izan, estoy y
Capítulo 91 – Renovación de votosBrenda:Cuando al fin tuve un momento de paz, luego de mucho tiempo, pude hacer una retrospectiva de lo que fue mi vida este último año y, mirándola desde lejos, diría que da un poco de miedo. Si bien mi abuela era una tirana sin corazón, era la única familia que tenía luego de la muerte de mis padres, y el hecho de que me hubiera vendido, porque eso fue lo que hizo, al mejor postor es algo que le congelaría la sangre en sus venas a cualquiera, así que ahora me la congelaba a mí. Lo que pasé los primeros meses a manos de Izan no tenían comparación a lo que viví en manos del verdadero Mateo. Los primeros tiempos quise morir, pero el destino me tenía preparada una broma macabra, pues me enamoraría de mi abusador, sí de Izan Amery. Un hombre frío y despiadado, que poco le importó que yo fuera una chiquilla 12 años menor que él y sin experiencia ninguna, sin embargo también era un hombre amoroso y protector que demostró ser capaz de hacer cualquier cosa p