¿Qué creen que este planeando Romina? Si les está gustando la historia no olviden dar likes y dejar comentarios. Gracias por su apoyo y se nos viene la boda pronto.
Andrea No puedo creer que un mes haya pasado tan rápido. Mañana me caso con Lorenzo, y no puedo negar que estoy algo ansiosa y a la vez emocionada. Por muchos años ese fue mi sueño, casarme con mi príncipe azul, el hombre quien pensé era el amor de mi vida pero todo ese sueño se vino abajo esa m*****a noche. Escuchar esas duras palabras del hombre que había sido tu mayor apoyo en tus días más oscuros fue un golpe contundente al corazón. Sus palabras me lastimaron más que las que me dijo mi madre. Es una ironía que ahora me vaya a casar con el hombre que me rompió el corazón. Por años lo odié pero estos meses que hemos compartido momentos tan íntimos me hacen recordar a ese joven de quien me enamoré. Las palabras de Jenny se han quedado grabadas en mi mente, ¿Hay algo detrás de su rechazo? Algo en la forma en que me toca, su insistente súplica de que confíe en él y su forma de mirarme antes de robarme un beso. Una parte de mi dice que le crea, que sus sentimientos son sinceros y
Andrea Después de la muy inesperada aparición de Lorenzo ayer en la noche, y los múltiples orgasmos que me regaló, me costó conciliar el sueño pues aún podía sentir sus manos en mi intimidad. Ahora tengo puesto unos parches antiojeras bajo mis ojos, para tratar de disimular un poco la falta de sueño. Siento que tocan a la puerta y veo que aparece una Jenny muy sonriente con una bandeja con mi desayuno y dos tazas de café. —Buenos días, veo que tuviste una noche algo agitada—me dice mientras deja la bandeja sobre la mesa. —No lo voy a negar, fue demasiado excitante pero ahora tengo estás ojeras. Aunque no sea la boda de mis sueños no quiero parecer un mapache—digo mientras hago un puchero. —No te preocupes nena, para eso están los maquilladores. Ven y come algo que dentro de una hora vienen juntos con la estilista para arreglarte—me dice mientras destapa el plato y veo una deliciosa frittata de espinacas y tomates acompañados con pan tostado. —Se ve delicioso. Ven y come un poco —
Lorenzo Hoy por fin me caso con el amor de mi vida. Me costó mucho tiempo poder ganarme la confianza de Stefano. Por muchos años desconfío de mí, y tenía toda la razón, mis acciones lastimaron a mi piccolina. Cuando me confío la seguridad de Andrea, no dude. Si tenía que ir al mismo infierno para mantenerla sana y salva, lo haría. Me sorprendió cuando me contó de su condición de matrimonio entre ambos. Entendí sus motivos y en el fondo se lo agradecí, es la oportunidad que necesitaba para volver estar cerca de Andrea. Sabía que no lo iba a tener fácil pero ni en mis más locos sueños pensé que íbamos a empezar este juego de seducción. Al principio pensé que me iba a rechazar pero me sorprendió cuando su cuerpo reaccionaba al igual que el mío. Y anoche, mi Piccola me regaló los mejores gemidos que he escuchado de su dulce boca. Ahora tengo que ganarme de nuevo su corazón y para eso tengo que ser honesto con ella. Ella debe saber que es el amor de mi vida, que mi cobardía logro que
LorenzoHan pasado casi diez años desde la última vez que la ví. Aún me tortura recordar su mirada vidriosa, llena de dolor y decepción.Esa noche que se suponía debía ser su gran evento, su primera aparición ante la sociedad piamontesa como la heredera de los viñedos “Mio Cuore”, terminó siendo su peor pesadilla.La peor parte fue que no hice nada, debí defenderla pero no podía. Si tan solo hubiera alzado mi voz, los hechos posteriores a ese evento pude haberlos evitado.Pueden llamarme cobarde, pero cómo podía reaccionar si la persona detrás de todo era mi propia hermana, Luciana. La humillación y las palabras duras de Sofía, la quebraron. Solo me quedaba esperar. Cuando pensé que los ánimos ya estaban calmados, quise verla, consolarla como debí hacerlo desde el principio, pero al llegar a la Casa Grande me enteré de la peor noticia, la habían exiliado, enviándola lejos.No pude verla, ni despedirme de ella. Lo peor, fue ver cómo su propia madre renegaba de ella. ¿Qué clase de muje
AndreaMio Cuore, el lugar que por mucho tiempo consideré mi hogar, donde tengo los más hermosos recuerdos y también los peores.Pensar en Mio Cuore, hace que las emociones que he reprimido por años quieran salir a flote. No puedo permitir que nadie vea mi vulnerabilidad, ya no más. La única persona que realmente me conoce es mi Nana, María. Ella y yo hemos vivido en el exilio que me impuso mi abuelo, por el escándalo generado.Los recuerdos de esa noche quieren hacerse presente por lo que pido a la azafata una copa de vino. ¡CONTROLATE ANDREA! Me reprendo a mi misma, no puedes demostrar debilidad a tus enemigos. Salgo de mis pensamientos a escuchar a mi nana.— Mi niña es muy temprano para una copa de vino — me dice mi nana pero yo la ignoro.— Lo necesito, solo pensar que voy a entrar a ese nido de víboras hace que se me revuelva el estómago. Tengo que controlarme y el vino es lo único que hay para calmarme — le contesto y ella solo niega con su cabeza.—Puede que en estos años, el
AndreaMientras el avión desciende me fijo en el hermoso paisaje a través de mi ventana. El cielo, celeste intenso con algunas nubes que lo adornan. El sol brilla en lo alto, majestuoso como siempre. Me vuelvo a recordar las palabras que me dijo mi papá en mi sueño y quisiera creerlas, pero la realidad es que mi presencia es un mero requisito para la lectura del testamento de mi nonno.Por algunos minutos me invade la culpa, cuando se vienen a mi mente las palabras que mi Nana me dijo hace poco, que mi nonno quiso verme en sus últimos días y me recuerdo las últimas palabras que le dije y que a pesar que en sus últimos días me rogó que regresara, mi orgullo fue más fuerte y ahora, solo quedan en mi mente y corazón las palabras que no nos dijimos y ya es tarde. Mi nonno ya no está entre nosotros, lo único que me unía a estas tierras. Los recuerdos de mi infancia se hacen presente, de cómo me llevaba en el lomo de su caballo “Emperador” mientras hacía sus recorridos diarios por los dife
LorenzoVerla tan altiva, hablándole de esa forma a Sofía, hace que mi corazón se acelere y mi vista quede fija en ella. Está más hermosa desde la última vez que la ví, justo en esta casa.—Bienvenida, querida—le dice Roberto, el esposo de Sofía, quien se ha levantado para ir a saludarla.—Gracias por este gran recibimiento, estoy segura que no esperaban verme por estas tierras—contesta con una gran sonrisa dibujada en sus labios.—No digas eso, hija. Siempre te hemos extrañado—contesta Roberto, quien le hace señas a Sofía para que vaya a saludar a su hija, pero esto se rehúsa.—La verdad no estoy aquí para un reencuentro familiar, solo vine porque los abogados de mi abuelo me indicaron que mi presencia era requerida para la lectura del testamento—dice Andrea, que se quita las gafas oscuras que tenía puesta y nuestras miradas se cruzan en ese momento. El contacto es breve y es roto cuando ella se dirige a uno de los asientos acompañada por su nana.—No pretendes saludar a tu madre, ni
AndreaMi nonno debió estar loco o los medicamentos que tomaba le hicieron alucinar. Aunque no lo iba a aceptar frente a todos, estoy totalmente de acuerdo con Francesco. Es una total locura, yo, Andrea, casarme con Lorenzo.El muy desgraciado sigue estando guapo, que digo guapo, es todo un maldito monumento. Cuando nuestras miradas se cruzaron, sentí como mi corazón dejó de latir al sentir lo profundo de su mirada, como si pudiera leer mis pensamientos.Para mí maldita mala suerte, al momento de la lectura del testamento, el licenciado Marcucci le asignó justo el asiento detrás mío.Su sola presencia hizo que todo mi cuerpo reaccionará. Me costó demasiado mantener mi actitud estoica, falta de emociones. Aún tengo los vellos en mi nuca erizados, porque el muy descarado no dejó de posar su mirada en mí.Francesco sigue gritando como un loco, que va a impugnar el testamento y por querer sacarlo de quicio, le regalo una sonrisa.—Señor Francesco, debe controlarse, ya le dije que está