11. Regalo.

El príncipe me besa, su mano se aferra a mi cabello, su lengua invade mi boca.

¿Debería detenerlo?

Sí.

Mi boca se mueve contra la suya, chocando una y otra vez, se separa de mi y me mira.

—Me iré a lavar, quédate aquí y después nos iremos.

Asiento confundida, ¿por qué me beso? ¿por qué le bese? Peor aún, ¿de quién era esa sangre?

Estoy verdaderamente asustada, no puedo confiar en nadie, ni en mi misma.

Me dejo caer en la cama, me enredo la capa en la cara y la aprieto, si muero todo estará mejor, siento mi respiración caliente, me quito la capa de la cara, hasta mi manera de suicidarme es patética.

Me despeino el cabello desesperada, somos príncipe y doncella, lo que pasó es perfectamente normal, compartimos cama todas las noches, él es hombre y yo mujer, creo.

Es normal, normal.

El príncipe regresa, dos sirvientes entran para ayudarlo a vestirse, me hago la tonta y salgo de la habitación, ya sería demasiado verlo desnudo la misma noche.

Paseo por los pasillos, sintiéndome estúpid
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP