Durante el camino no me dice nada más, llegamos casi al anochecer, me jala del brazo como hace un momento, varios ven la escena, pero solo se limitan a hacer reverencias, subimos hasta su habitación y me empuja dentro, cierra la puerta a su espalda. —Estoy jodidamente enojado contigo, ¿cómo lo vas a solucionar? —Me toma por la cara. Lo ignoro, volteando la cara. —Respóndeme, ¿cómo me vas quitar la ira Erys? Estoy tan furioso que podría matarte, pero no será placentero para ninguno de los dos. —Me besa el cuello. Baja las manos a mi cadera y me pega a él con fuerza, intento zafarme, pero su agarre se hace más fuerte. —Soluciónalo Erys, es la única forma en la que podremos vivir, te lo dije y aceptaste. —Te odio. —Lo sé. Me besa, quisiera que las ganas de alejarme fueran igual de grandes que el deseo que siento por él, ojalá. Me hace caminar en reversa, dejándome sobre la cama, me aferro a sus brazos sin romper el beso, abro las piernas, enredándolas en su cadera, me besa el
Me acuesto sobre el pecho de Rhett, me abraza por la cintura, entrelazó los dedos de su mano libre con los míos, le dejo un pequeño beso en la mandíbula y suspiro.—Es la primera vez que estamos en mi habitación —susurro.—Faltaba darle un uso a esta cama.—Yo sí le doy uso, a veces vengo a dormir en las tardes. —Un buen uso. —Dormir es un buen uso —Ruedo los ojos. —Te burlaste de Willis cuando te pidió que te escaparas con él. —¿Escuchaste eso? —Sí, pensaba entrar desde el momento en que te lo propuso, pero quise escuchar tu respuesta primero. No escucho la primera vez que lo hizo, menos mal. —Vince tiene una percepción alterada de las cosas, no se que le pasa.—Le gustas, te quiere para él —Juega con mi cabello. Echo atrás la cabeza para besarlo y le acaricio el cuello.—Tendré que matarlo, no ahora, lo necesito para ciertos asuntos, pero eventualmente, lo haré. —Vuelve a besarme.—No lo hagas, se va a casar con una de mis hermanas, nunca fueron buenas conmigo, pero tampoco
Rhett me cuenta el plan, niego con la cabeza, mientras habla. —Eso es lo que haremos —Me besa la mano. —Suena a que puede salir muy mal, ¿y si me descubren? —No lo harán, te prometo que no lo harán. —Besa la palma de mi mano y cierra mi puño. —Rhett, tengo miedo, yo no creo poder hacerlo, ni siquiera sé porque te dije que si podía, no estoy segura. —Es la segunda vez que te retractas, vas a practicar con William, empiezas la próxima semana, necesitas mejorar tu tiro, no solo por esto, si no porque lo que está por venir. —No me asustes más —Lo miro a los ojos. —Confió en ti Erys, en que podrás hacerlo. —Yo no… Me calla con un beso intenso, el corazón me late con fuerza, me aferro a sus brazos, no se que me pasa con él, pero estas últimas semanas, tenerlo es muy importante para mí, hablar con él, mirarlo, tocarlo, es extraño, pero lo necesito. Mi boca choca con la suya, varias veces en besos largos y cortos, suaves y salvajes. —Verás que después de esto, solo m
Beso a Rhett, quiero creerle, voy a tomar sus palabras como la absoluta verdad, ya no me interesa, no sé en que momento me perdí, no sé en qué momento empecé a ver a Rhett como algo inevitable, no puedo detenernos y tampoco quiero hacerlo. Solo hay una sola cosa en todo esto que me hace dudar, pero he decidido ignorarla por ahora, me concentro en los besos que reparte en mi cuello, le acaricio la espalda desnuda. —Bésame, bésame hasta que ya no pueda respirar, hasta que me olvide quién soy y de quien eres —le digo y me besa. Entrelazo los dedos de nuestras manos, nuestros cuerpos chocan, pienso en todo lo que hablamos, de todo lo que dijimos que haríamos, nada es bueno, todo es malo, puedo perder. Pero ya lo he perdido todo, solo tengo esta enfermedad que Rhett me causó, que solo él puede curar. —Eres la única culpable de mi mal Erys, pero no lo pares —Me besa. —Lo arreglaré para ti, lo prometo, buscaré la forma, mi sol. Dice en un susurro, se de lo que habla, no le d
William me entrega un arco, lo miro es negro y tiene detalles en dorado, me entrega una aljaba llena de flechas. Hoy empezaba mi entrenamiento. —El bastardo lo mandó a hacer para ti, seguro que le dio vergüenza dártelo, porque no quiere que sepamos lo coladito que está por ti. —No le digas así y no está coladito por mi, dices muchas boberas. Saco una flecha para verla, es negra con la punta dorada, antes de llegar a las plumas tiene grabado en letras doradas “ER” las letras están entrelazadas, sonrió. —Me pidió que practicarlos toda la mañana. —¿Dónde está? Cuando desperté esta mañana no estaba y no me dijo a dónde iría. —Fue a recoger a la reina Violet. La reina. Me había olvidado de su existencia, dejó la capital hace varios años, solo viene cuando es sumamente necesario, para la mayoría del reino es invisible, sin poder alguno, solo la respetan por el rey, a él lo quieren y alaban, de ella nadie se acuerda. —¿Qué? ¿Nerviosa por conocer a tu suegra?Deberías de
Rhett me besa, acaricia mis labios con sus dedos. —Partiremos esta noche a Slyth, ya pedi que te preparan tus cosas. —¿Por qué iremos a Slyth? —Tengo algo muy importante que hacer, William, Vince y Make son los únicos que nos acompañarán. —De acuerdo, iré a darme un baño antes de partir. —Vamos. —Tu usarás la otra bañera. —¿Otra vez estás dándome órdenes? —No, es una orden, solo te digo que es lo que pasará. Me levanto de la cama, Rhett me mira con una ceja alzada, pero no me dice nada, salimos de la habitación, caminamos juntos hacia el salón de baños y nos topamos al rey en el camino, apenas nos mira, viene con una botella de licor en la mano y camina tambaleándose, chocando con los muebles y paredes. Otra Erys probablemente hubiera sentido compasión por él y lo hubiera ido a ayudar, pero ya no sé qué Erys soy Entramos al salón hay dos sirvientas terminando de preparar los baños, hacen una reverencia antes de marcharse, me quito el vestido y me meto a la
Me despiertan cuando llegamos a Slyth, William baja del carruaje, después lo hace Rhett quien me ayuda a bajar cargándome en brazos, aprovecho que quedo mas cerca de su cara y lo beso, no me baja, le paso las manos por el cabello, el beso continúa por unos segundos y finalmente me baja al suelo. Observo el palacio por afuera, Rhett me toma de la mano, un grupo de sirvientes salen, le hacen una reverencia a Rhett y empiezan a meter las cosas. Entramos al palacio, más sirvientes esperan y le hacen una reverencia a Rhett, algunos me miran raro, se supone que debería de estar detrás de él, junto con William, Vine y Make, no a su lado tomándolo de la mano, pero si al no le molesta, supongo que da igual. —Bienvenido, su alteza real —Un hombre mayor se nos acerca. —¿Las cosas de su doncella, quiere que las enviemos al anexo o… —Las cosas de mi doncella van en mi habitación. —Como ordené. —¿Tienes hambre? —Rhett me pregunta. —Yo sí —William se le acerca abrazándolo por los hombros.
Me cepillo el cabello, Rhett me mira desde la cama.—¿Estás nerviosa? —Algo —Tomo el coastal y lo guardo. —Ya me voy, hablamos después. Rhett se levanta de la cama y viene abrazarme, me besa la cien, lo beso antes de salir de la habitación, William me espera en la entrada con dos caballos.—¿No iremos en carruaje? —No, el carruaje tiene el escudo del ejército negro. Me ayuda a subir la caballo, medio acomodo mi falda para que sea más fácil, William sube al otro caballo y empezamos a andar, sigo a William, nos adentramos a un bosque.—¿Está muy lejos? —Lejos no, está en las profundidades del bosque pero el camino es algo confuso, es fácil perderse por eso tenemos que ir lento. —Vale. —Erys, ¿tu problema sigue o porque venimos a ver a una bruja? —Sí, sigo maldita. —No digas eso. —Si todo sale bien hoy sabremos si es verdad o no. Seguimos avanzado, llegamos a una cabaña cerca de un lago, William me ayuda a bajar del caballo, los amarra en un árbol y golpea la puerta.Una mujer