Capítulo 230
Luego, observando la montaña de ropa interior sensual, escogió unas quince piezas y las llevó a la habitación.

— Faustino, ¿qué… qué es todo esto? —Lara se incorporó, la sábana se deslizó, revelando su cuerpo sin pudor alguno, aunque a ella parecía no importarle. Rosalba, al no poder ver, no entendía qué tramaba Faustino, pero esperaba su explicación.

— ¡Rosalba, ábrelo y lo verás! —Faustino, con una sonrisa de oreja a oreja, tomó una prenda y rasgó el envoltorio. Una lencería extremadamente sensual quedó al descubierto: un conjunto negro de encaje, semi-transparente y extremadamente corto, que rebosaba de provocación. ¡Con eso puesto, Lara o Rosalba volverían loco a Faustino!

— ¡Ay, Dios mío! ¡Pero qué ropa has comprado, chico! —exclamó Lara—. ¡Es más corto que mi minifalda, y además es semi-transparente! ¡Casi no cubre nada! ¡Eres un travieso!

Lara comprendió perfectamente las intenciones de Faustino: era ropa para dormir. A ella, como mujer, le provocaba un calor intenso solo con
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP