Sofia abrió muy grandes sus ojos cuando escuchó al hombre carraspear, lentamente se dio vuelta. Un joven alto y muy guapo la estaba observando.
Ella entrecerró los ojos y luego los abrió muy bien clavando su mirada en él y se puso colorada. _ Oh Dios, eres el imbécil _ musitó ella molesta u asombrada. Rosa no podía creer lo que Sofia estaba diciendo, ante el inminente desastre, salió corriendo de allí, necesitaba el trabajo y no lo perdería por la impertinencia de su joven compañera. _ Sofi... vámonos _ balbuceo la mujer haciéndole una leve seña _ ya terminamos... vámonos... Pero la joven mantuvo su postura. James hizo una mueca mirándola de manera soberbia. _ Eso parece. Oh y no te olvides... también soy la momia que apenas respira _ sonrió de manera socarrona _ Quizás ahora puedas tomarte el tiempo y hacer lo que querías hacerme hace un rato ... ¿O ya no tienes agallas?... ¿Qué esperas? ¡Derribame! Ella apretó los labios y arqueó una ceja, mostrando su desagrado, lo miró con desdén. “Cretino arrogante” pensó furiosa. _ Uff si, ya quisieras _dijo Sofia tomando sus artículos de limpieza y yéndose _ A diferencia tuya señor engreído, yo debo trabajar para eso me pagan. No tengo tiempo para perder en tus tonterías. Él se quedó un momento de espaldas mientras ella se iba, luego se giró sobre si, observando con perplejidad como la bella Sofia se retiraba de la habitación sin hacerle el menor caso. _ Aguarda un momento _ le ordenó con firmeza _ No he dicho que te retires. Ella resopló y contó hasta diez tratando de contenerse. Fue hasta él rápidamente poniéndose enfrente y mirándolo fijamente de igual a igual, James observó que ella ni siquiera se sentía intimidada por su posición. _ Y ahora... ¿Qué quieres? _ le dijo enojada _ Bueno, tú no entiendes ¿Verdad? ¿ Acaso te fallan las neuronas o qué? ¿O son tus oídos? ¡Debo ir a trabajar! A esa altura, Para James era divertido sacarla de sus casillas, Patrick le había dicho que debía entretenerse, ¿Por qué no hacerlo con la belicosa y hermosa mucama? _ Nadie te dirá nada si te quedas unos minutos más. Soy el huésped más importante del hotel, en realidad _ dijo sentándose y cruzándose de piernas totalmente distendido _ parte de esto, me pertenece. Sofia cerró sus ojos y suspiró. _ Aja... ¿Y? ¿Qué quieres que haga? _ Se cruzó de brazos y resopló _ ¡¿Quieres que me arrodille ante ti y te rinda pleitesía y honores?! O mejor aún, ¿Quieres que te pida perdón? Él se echó a reír. Esa chica sí que era totalmente fuera de serie ¿Acaso no le tenía ni un poco de temor? _ No estaría nada mal... creo que lo merezco. Desde que te conozco no has dejado de insultarme. Te recuerdo que fuiste tú la que me derribaste en la calle sin ningún miramiento _ le dijo mirándola seriamente _ podrías haberme herido. Ella frunció el ceño e hizo una mueca, no podía creer lo que ese hombre le estaba diciendo. _ Pero no te pasó nada, así que deja de victimizarte _ le reprochó ella cada vez más enojada _ No te quejes, ¿Eres dueño de este hotel? Pues antes de reclamarme algo, deberías agradecerme que llegue a tiempo para cumplir con mi trabajo y no te estoy robando el dinero. Así que si me disculpa señor... señor presumido, me retiro. Ahora si que ya él estaba perdiendo los estribos y eso era muy difícil. Normalmente James jamás perdía la compostura. _ Bueno _ dijo mirándole el gafete que indicaba el nombre _ ¡Sofia... te he ordenado que te quedes! ¿Qué parte no has entendido? Ella apretó sus puños. _ ¡Ah, no! ¡Esto es demasiado! _ exclamó furiosa _ Escúcheme señor, la esclavitud se abolió hace muchos años y la realeza solo existe en Europa, hasta donde sé, vivo en un país en donde todos somos iguales. ¿Quieres despedirme? Adelante. ¡Ya no me importa, prefiero eso a tener que soportar esto! Se dio la vuelta para irse, Sofia tenía un carácter demasiado impulsivo y explosivo, James estaba muy equivocado si pensaba que la iba a doblegar. James se levantó de un salto y la tomó del brazo atrayéndola hacia él. _ Eres una gran insolente e irrespetuosa, evidentemente no han sabido educarte _le dijo mirándola a los ojos, burlándose_ Te lo han dicho, ¿No? Sofia en ningún momento bajó su mirada, tuvo que admitir que ese hombre era intimidante. Al tenerlo tan cerca pudo apreciar, el fino y armonioso semblante del joven, ese cabello negro y esos ojos levemente rasgados del mismo color, le daban una belleza sin igual. “¿Acaso estoy pensando que este idiota es muy guapo? Bueno Dios, estoy lista para que me lleves. He perdido completamente la razón” Pensó Sofia reprobándose. _ ¿Me sueltas? ¿O también debo pensar que eres un maldito acosador? _ le espetó sin un ápice de miedo. El la sujetó con más fuerza y se acercó peligrosamente a la boca de la chica, tanto que la piel de sus mejillas podían rozarse, ella entrecerró los ojos embriagandose con el aroma del perfume que James estaba usando. En ese momento, Sofia supo lo que era sentir pánico. Era la primera vez en su vida que lo experimentaba, nunca un hombre había estado de esa manera tan cerca, ni la había intimidado tanto. _ ¡Que me sueltes! _ le gritó haciendo fuerza para escaparse desesperada _ sueltáme ¡Maledetto! Le dio una fuerte patada en la pierna para librarse y salió corriendo, él se frotó la rodilla, y salió detrás de ella como pudo, alcanzándola en el pasillo. _ ¡Espera! _ le dijo tomándola de la muñeca _ ¡no te vayas!A esa altura, la rebelde e impetuosa Sofia se sentía desvalida ante la avasallante personalidad masculina e imponente de James. ¿Qué extraña magia tenía ese hombre que lo hacía detestable y atractivo a la vez? Su cuerpo sintió un leve movimiento, como si recibiera una descarga de la cabeza a los pies, y cerró los ojos como para controlar lo que le estaba sucediendo en ese momento. _ Por favor... _ rogó ella con un hilo de voz _ sueltame, tengo trabajo que hacer. Los poderosos y vivaces ojos negros de James mostraban una extraña luz. Le costaba admitirlo, pero esa hermosa mujer lo había sacado de su zona de confort. Nunca le había sucedido algo así; él nunca perdía el control de las situaciones, hasta hoy. Aún mantenía agarrada la mano de Sofia, no quería que se fuera así. La chica tuvo miedo de lo que le provocaba aquel hombre con apenas tocarla. Jamás en su vida había sentido algo así, ella creyó que era por el poder y la seguridad que de manera innata desplegaba James. Nunca habí
James trató de calmarla tomándola de los hombros, se sentía sorprendido con su actitud impulsiva que lo había llevado a besarla, él jamás había hecho algo así. _ ¡Que me sueltes! _ le gritó ella haciendo fuerza para escaparse _ ¡Maledetto! Le dio una fuerte patada en la pierna para librarse y salió corriendo, él salió detrás de ella como pudo, alcanzándola en el pasillo. _ ¡Espera! _ le dijo él tratando de volver a agarrarla. Ella emprendió su huida sin mirar atrás. _ ¡Vaffanc*lo! (insulto en italiano) ¡Eres un maldito abusador! _ le gritó Sofia insultándolo mientras corría por el pasillo. Una vez repuesto de la sorpresiva reacción de Sofia, James regresó a su habitación sonriendo como si nada hubiese ocurrido. Esa chica le parecía fuera de serie, algo que nunca había conocido, suspiró profundamente recordando ese beso que se habían dado. Acababa de cometer una locura y lo sabía, pero lo más extraño era que no se arrepentía en absoluto. _ Muy bien Sofia. ¿Quieres
Sofia salió del hotel con pasos apresurados, con la mirada baja y los ojos llenos de lágrimas de impotencia. La injusticia de su despido pesaba en su corazón como una lápida y sentía una mezcla de rabia y tristeza. Más rabia que otra cosa. Pensó que, si tuviera en ese momento frente a ella a James, no dudaría un segundo en golpearlo hasta derribarlo nuevamente y luego dejarlo en el suelo y que fuera corroído por las ratas. Emitió una maquiavélica sonrisa de solo pensarlo. Pero al evocar aquel beso, su corazón comenzó a latir con una fuerza inusitada. Ella jamás pensó que el beso tan esperado fuera con alguien como James. Su frustración y dolor, provenía porque a pesar de cómo había sucedido todo, ese beso le despertó emociones inexplicables, una amalgama de pasión y miedo. _ Me besó de esa manera ... ¿Acaso pensó que terminaría en la cama con él, solo por ser quién es? _ dijo con tristeza y decepción. La nieve caía en copos grandes, cubriendo en su plenitud a Nueva York con un ma
Aunque Peter no estaba de acuerdo con la decisión de su jefe y amigo, accedió de inmediato a cumplir con su orden. _ Deja de mirarme así Peter _ le dijo James sin mirarlo y con el tono arrogante tan caracteristico en él. El fornido hombre lo miró por unos segundos ya que James había decidido ir en el asiento del acompañante. _ Sabe que no le temo a nada, pero llevarlo al Bronx es mi limite _ sonrió y luego carraspeó _ espero que ella valga mucho la pena como para meternos en ese lugar, si su padre lo supiera... _ ¡Callate! _ le ordenó _ Tú trabajas para mí, por lo tanto, deja de cuestionarme. James no tenía idea de como era ese lugar, tampoco le importaba mucho, lo único que le interesaba era encontrar a Sofia y hablar con ella, de ninguna manera dejaría las cosas así. Pero ¿Por qué? Cerró sus ojos proyectando y vivenciando la acentuada hermosura de la joven. Era alta y esbelta, dueña de una figura atlética; largas piernas, cintura pequeña y cadera bien torneada. Tenía rasgos de
Sofia trató de dar un paso hacia atrás, pero James la retuvo tomándole suavemente el brazo, ella se estremeció. _ Tenemos que hablar _ le susurró él al oído _ Supe lo que pasó. He venido a enmendar ese error. _ Suéltame _ musitó ella _ por tu culpa me despidieron. Él acercó a ella de manera intimidante sus respiraciones se entremezclaban ligeramente. _ Sofi, ¿quién es? _ preguntó Angelo quién aún permanecía en la sala. James apretó aún más su brazo, la miró fijamente y sonrió divertido. Sofia no quería darle explicaciones a su padre, ¿Qué le diría? “¿Es el hombre que me besó y luego me despidió?” _ No es nadie papá, ahora voy _ le dijo mirando fijamente a James con desdén. El joven siguió inamovible en su postura arrogante sin un ápice de inseguridad, a Sofia le costaba mantener la calma ante él. _ Por favor hablemos… _ musitó James con voz ronca _ ¡necesito hablar contigo! Ella iba a decirle algo, pero de pronto la voz de su padre los interrumpió. James al verlo soltó suavem
James le tendió la mano, para ayudarla a bajar del auto, Sofia lo miró y sonrió divertida. _ Es broma, ¿No? _ lo miró con incredulidad _ Puedo bajar sola, mis manos y piernas funcionan a la perfección. No podía permitirse el lujo de dejarse tocar por él. Ese hombre despertaba en ella una turbulenta mezcla de sentimientos, por un lado, rechazaba ese comportamiento soberbio que él tenía y por otro su atractivo era indiscutible. Lo miró un instante, era extremadamente guapo, pero esa atracción iba más allá de lo físico. James en sí, parecía ser un gran enigma; parco, orgulloso y autoritario, pero con extrañas actitudes como la que había tenido para con ella, una simple mucama. Sofia tuvo que admitir que ese hombre la desconcertaba. James seguía con su mano tendida, como si no la hubiese escuchado. Ella revoleó los ojos y resopló. _ Uff, como quieras _ dijo tomándole la mano para bajar. Cuando ella se incorporó quedaron frente a frente, mirándose a los ojos por un instante. Peter le
James se volvió hacia el gerente y a Katrina quienes lo miraban aterrados, ellos eran conocedores del gran poder que el joven poseía, una palabra de él y estarían acabados, así que permanecían en silencio como esperando la sentencia. _ Quiero que sepan que la decisión que he tomado es en base a lo que Sofia me ha pedido _ los miró con arrogancia _ si llego a saber que intentan dañarla o la más mínima cosa que hagan le afecta, me aseguraré de que tengan una existencia más miserable de la que ya tienen. Nadie que se meta con mi novia saldrá ileso. Todos se miraron entre sí atónitos, hasta Peter se quedó mudo del asombro._ ¿¡Novia!? _ espetaron todos incluso Sofia.La joven iba a decir algo, pero James la tomó del brazo y le dio un breve beso en los labios para callarla, ella le dio un suave empujón para separarse._ ¿En qué momento quedamos en que éramos novios?... ¿Qué estás diciendo? _le dijo ella entre dientes sonriendo sin saber que hacer _ Por favor, olviden lo que ha dich
Sofia se quedó pasmada cuando vio la exclusiva suite que le habían asignado para que se hospedara esa noche ahí. _ Señor Smith, tiene que haber un error _ le dijo mirándolo con extrañeza _ quizás le entendió mal al señor Fenton. _ En absoluto señorita Lombardi. El señor ha sido más que claro en sus órdenes, ¡Ah!... están viniendo la maquilladora y el peinador, también un asesor traerá vestidos y zapatos para que se pruebe, ya tenemos sus datos así no hace falta que nos dé su talla _ le dijo sonriendo amablemente. Ella negó moviendo su cabeza. _ Eso no hace falta, no lo necesito _ dijo levantando su palma en señal de rechazo. _ Son órdenes y debo cumplirlas _ le dijo con seriedad el gerente _ Sofia, hablando en confianza de esto depende mi trabajo. Lamento haberla despedido sin investigar bien, pero... ¿Cómo iba a saber que ustedes tenían una relación? Además usted, me dijo que el señor Fenton se había comportado mal con usted y que por eso lo había golpeado… Discúlpeme todo