Sofia se detuvo un instante para ver a quien había sido víctima de su atropello.
_ ¡Oh, lo siento! Lo siento mucho señor _ le dijo mirándolo a James de manera apenada, llevándose las manos a la boca. El joven la miró un segundo, frunció el ceño e inmediatamente trató de incorporarse. Ella al ver el esfuerzo que él estaba haciendo, reaccionó. _Por favor, déjeme ayudarlo _ le dijo presurosa y amable. Estiró su brazo ofreciéndole su mano para ayudarlo a levantarse, pero James visiblemente contrariado la rechazó. _ No necesito su ayuda, puedo levantarme solo. Sería bueno que al momento de andar por la ciudad se comportara como una señorita civilizada y no como una simple campesina, eso ayudaría bastante _ le dijo James de manera arrogante mirándola con furia, sacudiéndose la nieve que tenía en su costoso y elegante abrigo. Sofia apretó los labios, cerró sus puños con tanta furia que sus nudillos se tornaron blancos. Su sangre italiana entró en ebullición en dos segundos provocando que la blanca piel de su rostro se enrojeciera de la indignación que sentía en ese momento. _ ¡Vaya, tú sí que eres imbécil! Te pedí disculpas ¡Maledetto! _ le gritó ella enfurecida _ ¡Debería derribarte de nuevo y esta vez asegurarme que te quedes ahí por horas! Pero no tengo tiempo para perder en idiotas arrogantes como tú _ le dijo tomando las cosas que había dejado en el suelo para ayudarlo y emprendiendo la carrera nuevamente. James se quedó atónito. Al instante, dejó de pasarse la mano por su ropa para observar cómo se alejaba la chica. _ ¡No puedo creerlo... realmente no puedo creer que haya gente tan maleducada! _ musitó mientras la seguía mirando _ Actúa como una desquiciada y encima se da el lujo de insultarme. ¡A mí! Maleducada, salvaje, casi una fiera. ¡Pero que hermosa era! Por suerte, él era un gran observador y pudo captar al instante el furioso pero hermosísimo rostro de su “atacante”. Emprendió su camino sonriendo y meneando la cabeza. Al menos le había sucedido algo fuera de lo común en su vida, haciéndolo sentir por unos minutos que estaba vivo. Decidió tomarse un tiempo más y entrar a un local para tomar un café, estaba decidido a ser alguien normal por un rato más. Sin guardaespaldas, ni asistentes, ni aduladores. Solo James. _ Bueno, hoy ya me han derribado, insultado y maldecido _ sonrió mientras saboreaba su exquisito café_ Creo que no puedo quejarme. Pero su mente había quedado impregnada con el rostro de la bella Sofia. Sin darse cuenta se estaba maldiciendo por haber sido el mismo idiota arrogante de siempre y en lugar de aceptar su ayuda, comportarse como lo hizo. Si hubiese tenido más tacto o ser distinto a lo que él era, ese café podría estar compartiéndolo con ella o al menos haber conseguido su número telefónico. Pero no, arruinó todo antes de empezar. Hizo una mueca. _ ¿Pero en qué demonios estoy pensando? _ dijo reprobándose _ ella actúa como una cavernícola ¿y yo soy el que procedió mal? Sin duda me debo haber golpeado la cabeza. Claro, ¡era eso! Él jamás se equivocaba y mucho menos, procedía por impulsos. Fue educado para ser todo un correcto caballero. A pesar del intenso frio, Sofia había llegado al hotel toda sudada. Rápidamente se colocó su uniforme y se dispuso a trabajar. En el camino se encontró con el señor Jones, su jefe. _ Perdón señor Jones, he llegado tarde lo sé _ dijo agobiada _ ¡Es que si yo le contara! El hombre arrugó su frente y se rascó la cabeza. _ ¿Pero de qué diablos estás hablando Sofia? _ dijo sonriendo_ Llegaste a horario, sube con Rosa deben asear la suite principal. Necesito que lo hagan lo más rápido posible ya que al huésped no le gusta que haya gente extraña cuando él está presente, aprovechen que no está. Ella dio un suspiró como quejándose. _ Otro insoportable soberbio _ musitó frunciendo el ceño. _ ¿Qué? _ dijo su jefe frunciendo el ceño. _ Nada... nada olvídelo iré con Rosa _ le dijo Sofia diligente. Salió al encuentro de su compañera que ya estaba yendo hacia el lugar, quien la recibió con una gran sonrisa. Todos apreciaban a la chica en ese lugar, todos menos Katrina. Por alguna razón desconocida odiaba a la joven. _ Uf... la señorita perfecta, como siempre excusándose o haciéndose la tonta para dejarnos mal al resto _ dijo tratando de meter discordia entre sus compañeras _ a ella solo le importa quedar bien ante los ojos del señor Jones para que él, le tenga consideración en todo. La mayor de todas las empleadas la hizo callar. _ ¿Por qué no te dedicas a hacer lo que debes y dejas de mirar lo que hace Sofia? Ella cumple muy bien con su trabajo_ le dijo mirándola muy molesta y con seriedad _ trabaja aquí hace más de dos años y jamás ha faltado. ¡No sé porque la odias tanto! _ ¡Porque se cree más que nosotros! _replicó Katrina _ es una presumida. La señora le hizo un ademán porque ya no quería seguir escuchándola. Katrina apretó los labios y se fue a su puesto. _M*ldita estúpida _dijo por lo bajo _ uno de estos días, harás algo mal... ya verás. Sofia sabía a la perfección lo que debía hacer, así que el aseo de la habitación lo harían en un santiamén. _ Oye Rosa... ¿Quién se hospeda aquí? ¿Una momia? _ bromeó la chica _ parece que no viviera nadie aquí, todo está impoluto. La mujer se echó a reír. _ No conozco al señor, me han dicho que es uno de los hombres más ricos del mundo, que tiene no sé cuántos millones _ respiró hondo _ Quien pudiera... _ Pues a juzgar por la habitación, diría que casi ni respira _ sonrió Sofia _ Debe ser uno de esos millonarios excéntricos que te miran desde arriba ¿No? _ Hum, las chicas me han dicho que ni siquiera habla... no lo sé _ dijo Rosa. Sofia se encogió de hombros. _ ¡Pues bien aburrido debe ser! _ Le espetó la joven riendo. Estaba tan compenetrada en su trabajo, que no se había dado cuenta que el distinguido huésped estaba detrás de ella. Sorpresa ... sorpresa.Sofia abrió muy grandes sus ojos cuando escuchó al hombre carraspear, lentamente se dio vuelta. Un joven alto y muy guapo la estaba observando. Ella entrecerró los ojos y luego los abrió muy bien clavando su mirada en él y se puso colorada. _ Oh Dios, eres el imbécil _ musitó ella molesta u asombrada.Rosa no podía creer lo que Sofia estaba diciendo, ante el inminente desastre, salió corriendo de allí, necesitaba el trabajo y no lo perdería por la impertinencia de su joven compañera. _ Sofi... vámonos _ balbuceo la mujer haciéndole una leve seña _ ya terminamos... vámonos...Pero la joven mantuvo su postura. James hizo una mueca mirándola de manera soberbia. _ Eso parece. Oh y no te olvides... también soy la momia que apenas respira _ sonrió de manera socarrona _ Quizás ahora puedas tomarte el tiempo y hacer lo que querías hacerme hace un rato ... ¿O ya no tienes agallas?... ¿Qué esperas? ¡Derribame!Ella apretó los labios y arqueó una ceja, mostrando su desagrado, lo miró con de
A esa altura, la rebelde e impetuosa Sofia se sentía desvalida ante la avasallante personalidad masculina e imponente de James. ¿Qué extraña magia tenía ese hombre que lo hacía detestable y atractivo a la vez? Su cuerpo sintió un leve movimiento, como si recibiera una descarga de la cabeza a los pies, y cerró los ojos como para controlar lo que le estaba sucediendo en ese momento. _ Por favor... _ rogó ella con un hilo de voz _ sueltame, tengo trabajo que hacer. Los poderosos y vivaces ojos negros de James mostraban una extraña luz. Le costaba admitirlo, pero esa hermosa mujer lo había sacado de su zona de confort. Nunca le había sucedido algo así; él nunca perdía el control de las situaciones, hasta hoy. Aún mantenía agarrada la mano de Sofia, no quería que se fuera así. La chica tuvo miedo de lo que le provocaba aquel hombre con apenas tocarla. Jamás en su vida había sentido algo así, ella creyó que era por el poder y la seguridad que de manera innata desplegaba James. Nunca habí
James trató de calmarla tomándola de los hombros, se sentía sorprendido con su actitud impulsiva que lo había llevado a besarla, él jamás había hecho algo así. _ ¡Que me sueltes! _ le gritó ella haciendo fuerza para escaparse _ ¡Maledetto! Le dio una fuerte patada en la pierna para librarse y salió corriendo, él salió detrás de ella como pudo, alcanzándola en el pasillo. _ ¡Espera! _ le dijo él tratando de volver a agarrarla. Ella emprendió su huida sin mirar atrás. _ ¡Vaffanc*lo! (insulto en italiano) ¡Eres un maldito abusador! _ le gritó Sofia insultándolo mientras corría por el pasillo. Una vez repuesto de la sorpresiva reacción de Sofia, James regresó a su habitación sonriendo como si nada hubiese ocurrido. Esa chica le parecía fuera de serie, algo que nunca había conocido, suspiró profundamente recordando ese beso que se habían dado. Acababa de cometer una locura y lo sabía, pero lo más extraño era que no se arrepentía en absoluto. _ Muy bien Sofia. ¿Quieres
Sofia salió del hotel con pasos apresurados, con la mirada baja y los ojos llenos de lágrimas de impotencia. La injusticia de su despido pesaba en su corazón como una lápida y sentía una mezcla de rabia y tristeza. Más rabia que otra cosa. Pensó que, si tuviera en ese momento frente a ella a James, no dudaría un segundo en golpearlo hasta derribarlo nuevamente y luego dejarlo en el suelo y que fuera corroído por las ratas. Emitió una maquiavélica sonrisa de solo pensarlo. Pero al evocar aquel beso, su corazón comenzó a latir con una fuerza inusitada. Ella jamás pensó que el beso tan esperado fuera con alguien como James. Su frustración y dolor, provenía porque a pesar de cómo había sucedido todo, ese beso le despertó emociones inexplicables, una amalgama de pasión y miedo. _ Me besó de esa manera ... ¿Acaso pensó que terminaría en la cama con él, solo por ser quién es? _ dijo con tristeza y decepción. La nieve caía en copos grandes, cubriendo en su plenitud a Nueva York con un ma
Aunque Peter no estaba de acuerdo con la decisión de su jefe y amigo, accedió de inmediato a cumplir con su orden. _ Deja de mirarme así Peter _ le dijo James sin mirarlo y con el tono arrogante tan caracteristico en él. El fornido hombre lo miró por unos segundos ya que James había decidido ir en el asiento del acompañante. _ Sabe que no le temo a nada, pero llevarlo al Bronx es mi limite _ sonrió y luego carraspeó _ espero que ella valga mucho la pena como para meternos en ese lugar, si su padre lo supiera... _ ¡Callate! _ le ordenó _ Tú trabajas para mí, por lo tanto, deja de cuestionarme. James no tenía idea de como era ese lugar, tampoco le importaba mucho, lo único que le interesaba era encontrar a Sofia y hablar con ella, de ninguna manera dejaría las cosas así. Pero ¿Por qué? Cerró sus ojos proyectando y vivenciando la acentuada hermosura de la joven. Era alta y esbelta, dueña de una figura atlética; largas piernas, cintura pequeña y cadera bien torneada. Tenía rasgos de
Sofia trató de dar un paso hacia atrás, pero James la retuvo tomándole suavemente el brazo, ella se estremeció. _ Tenemos que hablar _ le susurró él al oído _ Supe lo que pasó. He venido a enmendar ese error. _ Suéltame _ musitó ella _ por tu culpa me despidieron. Él acercó a ella de manera intimidante sus respiraciones se entremezclaban ligeramente. _ Sofi, ¿quién es? _ preguntó Angelo quién aún permanecía en la sala. James apretó aún más su brazo, la miró fijamente y sonrió divertido. Sofia no quería darle explicaciones a su padre, ¿Qué le diría? “¿Es el hombre que me besó y luego me despidió?” _ No es nadie papá, ahora voy _ le dijo mirando fijamente a James con desdén. El joven siguió inamovible en su postura arrogante sin un ápice de inseguridad, a Sofia le costaba mantener la calma ante él. _ Por favor hablemos… _ musitó James con voz ronca _ ¡necesito hablar contigo! Ella iba a decirle algo, pero de pronto la voz de su padre los interrumpió. James al verlo soltó suavem
James le tendió la mano, para ayudarla a bajar del auto, Sofia lo miró y sonrió divertida. _ Es broma, ¿No? _ lo miró con incredulidad _ Puedo bajar sola, mis manos y piernas funcionan a la perfección. No podía permitirse el lujo de dejarse tocar por él. Ese hombre despertaba en ella una turbulenta mezcla de sentimientos, por un lado, rechazaba ese comportamiento soberbio que él tenía y por otro su atractivo era indiscutible. Lo miró un instante, era extremadamente guapo, pero esa atracción iba más allá de lo físico. James en sí, parecía ser un gran enigma; parco, orgulloso y autoritario, pero con extrañas actitudes como la que había tenido para con ella, una simple mucama. Sofia tuvo que admitir que ese hombre la desconcertaba. James seguía con su mano tendida, como si no la hubiese escuchado. Ella revoleó los ojos y resopló. _ Uff, como quieras _ dijo tomándole la mano para bajar. Cuando ella se incorporó quedaron frente a frente, mirándose a los ojos por un instante. Peter le
James se volvió hacia el gerente y a Katrina quienes lo miraban aterrados, ellos eran conocedores del gran poder que el joven poseía, una palabra de él y estarían acabados, así que permanecían en silencio como esperando la sentencia. _ Quiero que sepan que la decisión que he tomado es en base a lo que Sofia me ha pedido _ los miró con arrogancia _ si llego a saber que intentan dañarla o la más mínima cosa que hagan le afecta, me aseguraré de que tengan una existencia más miserable de la que ya tienen. Nadie que se meta con mi novia saldrá ileso. Todos se miraron entre sí atónitos, hasta Peter se quedó mudo del asombro._ ¿¡Novia!? _ espetaron todos incluso Sofia.La joven iba a decir algo, pero James la tomó del brazo y le dio un breve beso en los labios para callarla, ella le dio un suave empujón para separarse._ ¿En qué momento quedamos en que éramos novios?... ¿Qué estás diciendo? _le dijo ella entre dientes sonriendo sin saber que hacer _ Por favor, olviden lo que ha dich