Sofia salió del hotel con pasos apresurados, con la mirada baja y los ojos llenos de lágrimas de impotencia. La injusticia de su despido pesaba en su corazón como una lápida y sentía una mezcla de rabia y tristeza.
Más rabia que otra cosa. Pensó que, si tuviera en ese momento frente a ella a James, no dudaría un segundo en golpearlo hasta derribarlo nuevamente y luego dejarlo en el suelo y que fuera corroído por las ratas. Emitió una maquiavélica sonrisa de solo pensarlo. Pero al evocar aquel beso, su corazón comenzó a latir con una fuerza inusitada. Ella jamás pensó que el beso tan esperado fuera con alguien como James. Su frustración y dolor, provenía porque a pesar de cómo había sucedido todo, ese beso le despertó emociones inexplicables, una amalgama de pasión y miedo._ Me besó de esa manera ... ¿Acaso pensó que terminaría en la cama con él, solo por ser quién es? _ dijo con tristeza y decepción.
La nieve caía en copos grandes, cubriendo en su plenitud a Nueva York con un manto espeso y blanco. Caminó sin rumbo por un buen rato tratando de ordenar sus pensamientos, pero las emociones y preocupaciones la abrumaban. La brisa invernal le helaba la piel, pero no le importaba, necesitaba un lugar donde calmarse y desahogarse lejos de la mirada inquisitiva de la gente. _ Y ahora... ¿qué diablos voy a hacer? _ dijo sonriendo con tristeza. Se detuvo en un pequeño y acogedor café para resguardarse del frio para calmarse y pensar con nitidez. Normalmente, en ocasiones en las que necesitaba hablar y ser contenida llamaría a su mejor amigo Aidan, pero esta vez no podía hacerlo. El la conocía tan bien que, si indagaba mucho, ella le terminaría contando todo, y no quería que él supiera que James la había besado. De solo pensarlo, sus mejillas se tiñeron de un rubor cálido.“¡Esto no me puede estar sucediendo, sigo pensando en el maledetto que me despidió! ¿Por qué tiene que ser tan guapo?” pensó furiosa.
_ Ten un poco de dignidad Sofia, te mandó a despedir porque no quisiste terminar en la cama con él, pervertido... _ musitó mientras tomaba café _ mejor concentrate en buscar un nuevo empleo, en lugar de estar pensando en él y en tonterías ...
Pero esas sensaciones, volvían una y otra vez a ella.Mientras tanto, James quien en un principio había decidido esperar hasta el otro día para volver a verla, sintió tal inquietud que no pudo esperar más. Sentía una gran necesidad de hablar con ella, porque después de la efervescencia del momento, comenzó a sentir un inexplicable vacío en su alma.
Tomó su celular y llamó a su hombre de confianza. _ Peter, necesito que hagas algo por mi _ le dijo un tanto dubitativo, pues realmente no le encontraba explicación a lo que estaba planeando hacer. El hombre asintió. _ Dígame señor. _ Quiero que vayas hasta el sector en donde están los empleados del hotel y traigas a una mucama que se llama Sofia _ le dijo con firmeza. Peter White no solo era su jefe de guardaespaldas y hombre de extrema confianza, sino también el único amigo por así decirlo que James poseía. Ya que con la complicada personalidad que el joven tenía a veces se tornaba intratable. _ Pero señor James... ¿Una mucama? _ sonrió divertido _ si usted quiere puedo encontrarle algo mejor que eso... El joven frunció el ceño. _ ¡Ve y haz lo que te ordeno! Tengo que hablar con ella ahora mismo _ le dijo con seriedad y firmeza, sin dale explicación alguna. _ Como diga _ dijo Peter sin cuestionar nada más _ en un rato se la llevaré. James asintió con tranquilidad, si había alguien que podía persuadir a una persona, ese alguien era Peter, aunque la persona tuviera un carácter endemoniado como lo tenía Sofia. Al ver que los minutos pasaban y Peter no llegaba con la joven, se impacientó. _ ¿Dónde se metió? _ musitó caminando de un lado a otro _ ¿Por qué tardan tanto? Al rato, el hombre lo llamó. _ ¡¿Qué pasó?! ¿Dónde está ella? _ dijo con molestia James. Peter suspiró hondo. “Esto no le va a gustar ni un poco al jefe” pensó con cierta preocupación. _ La han despedido señor _ dijo entre resoplidos. James se sobresaltó. _ ¡¿Qué?! _ dijo furioso_ ¿Por qué? _ La despidieron por la discusión que tuvo con usted señor_ emitió una leve sonrisa_ Dije que eso no podía ser posible... ¿alguien como usted discutiendo con una mucama? ¡Usted ni siquiera discute con su padre! James entrecerró los ojos, trató de pensar con claridad por un momento._ Traeme al gerente inmediatamente _ dijo con fastidio_ No sé qué ha sucedido aquí, pero lo voy a averiguar.
James no podía sacarse de la cabeza la imagen de Sofia. Su actitud desafiante y su singular belleza lo habían intrigado, mucho más de lo que estaba dispuesto a admitir. Los detalles de su fortuito encuentro seguían frescos repitiéndose una y otra vez en su mente, desde la forma en que ella lo miraba con furia, hasta el brillo de sus ojos cuando lo enfrentó con vehemencia, y ese beso, ese profundo y arrebatado beso. Tuvo que lidiar con su habitual arrogancia y admitir que había algo en Sofia que lo había atraído y mucho. Pero... ¿Qué le había atraído de esa chica tan impulsiva y visceral? El gerente entró con la mirada inquisitiva y con temor. _ Señor... James no pidió ni dio explicaciones, él estaba acostumbrado a ordenar._ Llame inmediatamente a la empleada que acaba de despedir y pídale que regrese _ lo miró de una manera que hizo que el gerente se estremeciera _ si es necesario, ¡le ruega o se arrodilla pidiéndole perdón, pero quiero que vuelva a trabajar en el hotel!
El hombre lo miró perplejo. _ Pero, señor... _ ¿No escuchó? ¡Llámela ahora mismo! Así lo hizo, después de varios intentos ella lo atendió, pero ni siquiera lo dejó hablar. _ ¡Váyanse al diablo usted y ese cerdo abusador de Fenton! _ le grito ella cortándole la llamada. Como estaba en altavoz, todos la pudieron oír. James permaneció serio y luego sonrió, mirando a Peter._ Prepara todo, vamos a buscarla _ dijo mientras Peter lo miraba atónito _ en cuanto a usted Smith, arreglaré cuentas más tarde.
_ Señor, la chica vive en el Bronx _ dijo Peter preocupado.
James lo miró con indiferencia._ Si, ¿Y? Iremos por ella.
Aunque Peter no estaba de acuerdo con la decisión de su jefe y amigo, accedió de inmediato a cumplir con su orden. _ Deja de mirarme así Peter _ le dijo James sin mirarlo y con el tono arrogante tan caracteristico en él. El fornido hombre lo miró por unos segundos ya que James había decidido ir en el asiento del acompañante. _ Sabe que no le temo a nada, pero llevarlo al Bronx es mi limite _ sonrió y luego carraspeó _ espero que ella valga mucho la pena como para meternos en ese lugar, si su padre lo supiera... _ ¡Callate! _ le ordenó _ Tú trabajas para mí, por lo tanto, deja de cuestionarme. James no tenía idea de como era ese lugar, tampoco le importaba mucho, lo único que le interesaba era encontrar a Sofia y hablar con ella, de ninguna manera dejaría las cosas así. Pero ¿Por qué? Cerró sus ojos proyectando y vivenciando la acentuada hermosura de la joven. Era alta y esbelta, dueña de una figura atlética; largas piernas, cintura pequeña y cadera bien torneada. Tenía rasgos de
Sofia trató de dar un paso hacia atrás, pero James la retuvo tomándole suavemente el brazo, ella se estremeció. _ Tenemos que hablar _ le susurró él al oído _ Supe lo que pasó. He venido a enmendar ese error. _ Suéltame _ musitó ella _ por tu culpa me despidieron. Él acercó a ella de manera intimidante sus respiraciones se entremezclaban ligeramente. _ Sofi, ¿quién es? _ preguntó Angelo quién aún permanecía en la sala. James apretó aún más su brazo, la miró fijamente y sonrió divertido. Sofia no quería darle explicaciones a su padre, ¿Qué le diría? “¿Es el hombre que me besó y luego me despidió?” _ No es nadie papá, ahora voy _ le dijo mirando fijamente a James con desdén. El joven siguió inamovible en su postura arrogante sin un ápice de inseguridad, a Sofia le costaba mantener la calma ante él. _ Por favor hablemos… _ musitó James con voz ronca _ ¡necesito hablar contigo! Ella iba a decirle algo, pero de pronto la voz de su padre los interrumpió. James al verlo soltó suavem
James le tendió la mano, para ayudarla a bajar del auto, Sofia lo miró y sonrió divertida. _ Es broma, ¿No? _ lo miró con incredulidad _ Puedo bajar sola, mis manos y piernas funcionan a la perfección. No podía permitirse el lujo de dejarse tocar por él. Ese hombre despertaba en ella una turbulenta mezcla de sentimientos, por un lado, rechazaba ese comportamiento soberbio que él tenía y por otro su atractivo era indiscutible. Lo miró un instante, era extremadamente guapo, pero esa atracción iba más allá de lo físico. James en sí, parecía ser un gran enigma; parco, orgulloso y autoritario, pero con extrañas actitudes como la que había tenido para con ella, una simple mucama. Sofia tuvo que admitir que ese hombre la desconcertaba. James seguía con su mano tendida, como si no la hubiese escuchado. Ella revoleó los ojos y resopló. _ Uff, como quieras _ dijo tomándole la mano para bajar. Cuando ella se incorporó quedaron frente a frente, mirándose a los ojos por un instante. Peter le
James se volvió hacia el gerente y a Katrina quienes lo miraban aterrados, ellos eran conocedores del gran poder que el joven poseía, una palabra de él y estarían acabados, así que permanecían en silencio como esperando la sentencia. _ Quiero que sepan que la decisión que he tomado es en base a lo que Sofia me ha pedido _ los miró con arrogancia _ si llego a saber que intentan dañarla o la más mínima cosa que hagan le afecta, me aseguraré de que tengan una existencia más miserable de la que ya tienen. Nadie que se meta con mi novia saldrá ileso. Todos se miraron entre sí atónitos, hasta Peter se quedó mudo del asombro._ ¿¡Novia!? _ espetaron todos incluso Sofia.La joven iba a decir algo, pero James la tomó del brazo y le dio un breve beso en los labios para callarla, ella le dio un suave empujón para separarse._ ¿En qué momento quedamos en que éramos novios?... ¿Qué estás diciendo? _le dijo ella entre dientes sonriendo sin saber que hacer _ Por favor, olviden lo que ha dich
Sofia se quedó pasmada cuando vio la exclusiva suite que le habían asignado para que se hospedara esa noche ahí. _ Señor Smith, tiene que haber un error _ le dijo mirándolo con extrañeza _ quizás le entendió mal al señor Fenton. _ En absoluto señorita Lombardi. El señor ha sido más que claro en sus órdenes, ¡Ah!... están viniendo la maquilladora y el peinador, también un asesor traerá vestidos y zapatos para que se pruebe, ya tenemos sus datos así no hace falta que nos dé su talla _ le dijo sonriendo amablemente. Ella negó moviendo su cabeza. _ Eso no hace falta, no lo necesito _ dijo levantando su palma en señal de rechazo. _ Son órdenes y debo cumplirlas _ le dijo con seriedad el gerente _ Sofia, hablando en confianza de esto depende mi trabajo. Lamento haberla despedido sin investigar bien, pero... ¿Cómo iba a saber que ustedes tenían una relación? Además usted, me dijo que el señor Fenton se había comportado mal con usted y que por eso lo había golpeado… Discúlpeme todo
Peter la acompañó hasta la suite sin decir una palabra, no dejaba de pensar en la suerte que había tenido James en encontrarse por casualidad a una criatura tan bella. Mientras tanto, Sofia aparentaba una serenidad que no tenía, su estómago estaba hecho un nudo de los nervios que tenía, nunca ni en sus sueños más locos habría imaginado una noche así. Apenas entró, vio a James que la estaba esperando, ambos se miraron y la conexión entre ellos fue instantánea. El le tendió la mano y ella esbozando una leve sonrisa se la tomó con suavidad. _ Me has dejado pasmado _ le dijo James con su habitual sinceridad _ eres la mujer más hermosa que he conocido. Ella no pudo evitar reír. _ ¿Puedes hacerme un favor? _ le dijo ella mirándolo divertida. _ El que quieras _ le dijo seriamente él. _ No me subestimes. ¡No necesito esa clase de cumplidos! Puedo vivir sin ellos _ dijo con sarcasmo. Él la miró frunciendo el ceño. _ Siempre digo lo que pienso, si mi sinceridad te molesta te pid
_ ¿Nuestra noche? ¡ja! _ Sofia mostraba descreimiento ante las palabras de James _ ¿Te estás escuchando? … esto es simplemente una cena, una más para ti y algo novedoso y porque no, único para mí. Pero ambos sabemos que es solo eso…Lo decía con un cierto dejo de angustia. Podría estar muy atrapada en aquella noche de ensueño, pero aún tenía sus pies en la tierra. James la tomó suavemente de los hombros mirándola a los ojos, había algo en Sofia que no le permitía aceptar lo que ella le decía. _ Dime Sofia, dime qué crees lo que me estás diciendo _ le dijo con firmeza _ No soy una persona a la que le gusten este tipo de cosas, ni me tomo la molestia de hablar con alguien así porque sí. Me gustas tal y como eres, ¿Está mal eso? ¿Tienes alguna relación que no nos permita seguir viéndonos?Sofia abrió la boca lentamente para decir algo, pero ¿Qué decir ante semejante declaración? Hacia unas horas apenas conocía a ese hombre y ahora, estaba teniendo una cita por demás romántica con é
Sofia se sacó el vestido con rapidez como si le quemara. Su utopía romántica se había hecho añicos de un segundo para el otro y sin saber muy bien el porqué. _ Maledetto, ¿Por qué tuvo que ir por mí? _ dijo furiosa _ Y yo, ¿Por qué accedí a venir con él? … soy una estúpida, eso me pasa por dejarme arrastrar por la corriente _ sonrió con ironía _ ¡maldita Jane Austen! ¿Quién me mandó a leerte y creer que existen esos maravillosos amores y pensar que algo así me podría ocurrir a mí?... ¡Oh, si nunca te casaste! _ bromeó _ ahora lo entiendo. Miró a su alrededor todo estaba tan perfectamente dispuesto que hasta un fino pijama le habían dejado. Sin duda él o quien fuera, había pensado en todo, para que se sintiera cómoda y como en casa. Pero esa no era su casa, ni tampoco un lugar en el que se sintiera a gusto. Buscó su ropa y sus cosas, dudó un momento pensando que hacer y donde ir a esa hora. _ No, definitivamente no quiero quedarme aquí ni ir a mi casa... ni muerta le avisaré a Aidan